Hola, Mars Hill. ¿Cuántos de ustedes han asistido, visitado, participado en otra iglesia que no sea Mars Hill? Muchos de ustedes. ¿Cuántos de ustedes han asistido a Mars Hill únicamente? Dicen: «Aquí fue donde empecé, es un gusto estar aquí». Bienvenidos. Los amamos. Nos encanta que estén aquí. Por lo general, lo que pasa es que la primera experiencia en la iglesia se vuelve la norma para ustedes. Toman por sentado que estamos haciendo las cosas bien y si otras iglesias hacen las cosas de otra manera, deben estar equivocados.
Pero no siempre es así, al menos esa fue mi experiencia. Me criaron—algunos de ustedes conocen mi historia—en el catolicismo romano. Pensé que la iglesia era algo muy formal. Uno se arrodillaba y se sentaba y hacía una genuflexión, y el predicador tenía que ser una persona muy vieja. Estaba así de cerca a Jesús, por lo tanto era el que más sabía, ¿verdad? Y se suponía que esa iglesia no era muy emocionante, muy entusiasta, no era súper apasionada. Dejé de asistir a la iglesia en mi adolescencia.
Después Dios me salvó en la universidad y me volví cristiano estudiando de la Biblia. Después tuve que encontrar una iglesia, y no tenía idea a cuál buscar. Y por la gracia de Dios, terminé en una buena iglesia evangélica donde enseñan la Biblia, donde aman a Jesús, pero era una iglesia medio descafeinada, saben, donde la gente cantaba pero en realidad no cantaban, ¿saben? Hay tres clases de iglesias: iglesias donde uno canta con las manos al lado, iglesias donde uno canta con una mano levantada, e iglesias donde uno canta con ambas manos levantadas, y nosotros éramos la iglesia de manos abajo y al lado.
Y yo no sabía que otras iglesias no eran como la nuestra, hasta que hicimos una reunión conjunta de todas las iglesias del área y algunas iglesias vinieron que se autodenominaban «carismáticas» o «pentecostales», y eran diferentes. Antes de la adoración se estiran, estiran los jarretes, se frotan con Icy Hot. O sea, caray, esto se va a poner― se va a poner seria la cosa. Son de los que dicen, «Bien, estamos listos para cantar, hagámoslo». Y uno dice: «Vaya, qué bien, esta gente está conectada. No sabía que eran como ejercicios aeróbicos para Jesús. Qué maravilla.
Y cuando cantaban, ¡cómo cantaban! Nosotros cantábamos con el corazón, y ellos cantaban con la boca. Tenían una actitud triunfadora, y aplaudían y seguían el ritmo. Oren por eso, Mars Hill, deberíamos considerarlo. Eran muy entusiastas. Alzaban la voz. Aclamaban. Durante el sermón del pastor, se sentían inclinados a participar. «Eso es». «A la carga». «Levántenlo». «Amén». «Repítanlo otra vez». Y pensé, Caray. Esto es como el [Teatro] Apolo. Es como BET. Es fantástico!
Y de pronto durante el servicio hubo un momento en que la banda dejó de tocar. No sé si al guitarrista se le rompió una cuerda a la guitarra o qué. Hubo una pausa, y pensaron: «Llenemos este espacio», y lo hicieron y empezaron a hablar en voz alta con mucho entusiasmo en una lengua que yo nunca había oído, y yo no sabía qué estaba pasando. Y todos eran muy cordiales y hablé con ellos. Amaban a Jesús, creían en la Biblia. Pero yo no sabía lo que estaba pasando. Pensé, Me pregunto si estaremos equivocados o si ellos están equivocados. Y la respuesta es: ¿Qué dice la Biblia?
Algunos de ustedes al venir a Mars Hill pensarán: «No es como la iglesia donde yo asistía». Puede que su otra iglesia esté equivocada, y puede que nosotros, o puede que haya flexibilidad y que Dios apruebe de las dos. La única manera de descubrir cómo debe ser la iglesia no es tomar nuestra experiencia y convertirla en algo normativo, sino buscar en la Palabra de Dios la voluntad de Dios.
Si tienen una Biblia, vayamos al capítulo 2 de Hechos, versos 1 al 13. Vamos a ver el hecho de recibir el poder del Espíritu Santo para seguir a Jesús, y veremos uno de los temas más debatidos de la teología de la iglesia, o sea, ¿debemos hablar en lenguas? ¿Qué aspecto deben tener los servicios? ¿Qué debe pasar cuando nos reunimos? Vamos a cubrir todo eso hoy. Este será un sermón bastante riguroso al que podremos recurrir cuando surja este problema otra vez en las próximas semanas y meses y años en el libro de Hechos.
Y permítanme prologar esto diciendo que aquí es donde nos encontramos en la historia. Jesús es Dios que se hizo hombre, vivió sin pecado, fue crucificado, murió en nuestro lugar, por nuestros pecados como Salvador expiatorio, y fue enterrado a los tres días, un domingo. Resucitó de la muerte, conquistó a Satanás, el pecado, la muerte, el infierno, la ira de Dios. En Hechos 1 nos dice que apareció cuarenta días evidenciando su resurrección con muchas pruebas.
Después, dijo a sus discípulos: «Todavía no salgan a empezar su ministerio. Necesitan esperar». Hechos 1:8: «El Espíritu Santo vendrá sobre ustedes. Vendrá con poder para que ustedes puedan ser mis testigos en Jerusalén, Judea, Samaria, y hasta los confines del mundo». Su ciudad, su estado, su nación, su país, las naciones de la tierra, de eso está hablando. Entonces ascendió al cielo y después dice al final de Hechos 1 que durante 10 días oraron y estudiaron la Biblia, y prepararon a sus líderes, se prepararon ellos mismos.
Y hoy vemos el cumplimiento de la promesa de Jesús de la venida del Espíritu Santo en Hechos 2. Esto es importante, fue como cuando el Espíritu Santo descendió sobre Jesús en su bautismo, en el Evangelio de Lucas, para ungirlo y asignarlo al ministerio. Aquí Jesús va a enviar al Espíritu Santo sobre su pueblo para que podamos seguir en el ministerio de Jesús por el poder de Jesús.
Leámoslo juntos empezando en Hechos 2:1–3 donde aprendemos que el Espíritu Santo da poder a los cristianos para el ministerio: «Cuando llegó el Día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar»—o sea que se reúnen unas 120 personas en la iglesia—«Y de repente vino del cielo un ruido como»—«como».
Esto es importante: Aquí la Biblia nos está relatando algo que pasó. Explica un acontecimiento sobrenatural, milagroso, pero inusual. ¿Han estado en una situación donde vieron o experimentaron algo completamente nuevo? Trataron de explicarlo a otra persona, «Oiga, fue así más o menos, o fue más o menos así, pero no fue así y tampoco fue así». Al escuchar ese lenguaje, lo que debemos entender es que la Biblia explica a duras penas lo sobrenatural dentro de las limitaciones del lenguaje humano. Por lo tanto fue «como».
«Como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados, y se les aparecieron lenguas como de fuego»—y repite, son como de fuego—«como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos».
Esto sucede durante la fiesta de Pentecostés, una fiesta judía. Acababan de celebrar una fiesta principal llamada la Pascua, en la que celebraban la liberación del pueblo de Dios de la esclavitud y cautiverio egipcio por el derramamiento de la sangre de un cordero expiatorio, todo lo cual prefiguraba la venida de Jesús, nuestro Cordero de Pascua, que fue muerto, para que por medio de Él y el derramamiento de su sangre recibamos la redención, nuestro Éxodo, nuestra liberación de Satanás, del pecado, y de la muerte. Y ellos celebraron eso, y cincuenta días después—_pente_, o cincuenta—cincuenta días después era la fiesta de Pentecostés.
Cincuenta días después de la Pascua se reunían en Jerusalén alrededor del templo en presencia de Dios y del lugar santísimo, y Dios y su pueblo estaban juntos. Los primeros que creyeron en Jesús se congregaron como la primera iglesia, eran casi 120 personas, y el Espíritu Santo descendió sobre ellos. Vino a darles poder, así como vino a dar poder a Jesús para que ellos estuvieran en su misión y pudieran estar en su misión por su poder. Quiero que vean eso. Y viene como el viento y viene como un fuego. Cuando viene como el viento, se supone que debemos verlo como poder.
Para los que han estado donde yo vivo, en Seattle, por cualquier espacio de tiempo, saben que ir a la playa en invierno es diferente a cuando van en Mars Hill Orange County. En Mars Hill Orange County uno puede ir a la playa en invierno. «Oh, ustedes ponen una camiseta sin mangas, y chancletas». En Seattle, no. Hay vientos huracanados que le quitan la cara a uno con chorros de arena. Si no se aferran a algo, saldrán rodando por la playa como un arbusto rodante y tendrán que usar botas y un parka y solo podrán estar afuera 30 segundos, y no más, ¿de acuerdo? Por los vientos huracanados, ¿amén?
Algunos de ustedes no sabían eso cuando se mudaron a Seattle. Pensaron: «Iré a la playa». Vayan una sola vez y aprenderán la lección. Y vemos que el viento viene con poder. Los abruma, se apodera de ellos. Es una fuerza imparable que todo lo consume. Dios el Espíritu Santo es una persona, pero su poder es así.
Les daré una ilustración. Hace unos años en vacaciones de primavera pensé: «Oh, será divertido. Bajaremos por la costa hacia Oregón y llevaré a la familia. Y nos quedaremos en un sitio junto a la playa», y tuve visiones de construir castillos de arena y pasar tiempo con la familia en la playa. Pues, no fue así. Llegamos y estaba lloviendo horizontalmente, los vientos eran como los de un huracán, las olas espumosas; estaba lloviendo, y tuvimos que quedarnos adentro.
Si usted vive en la región noroeste, esperamos algo llamado «sun break» [un cambio de sol]. En realidad no es un «sun break», solo deja de llover un ratito, y uno sale y hace de cuenta que es un «sun break». Hicimos eso en varias ocasiones con los niños y finalmente los niños dijeron: «No nos parece muy genial». Sí, ya lo sé. «¿Qué podemos hacer para que sea genial? ¿Qué podemos hacer?».
Y entonces pensé: Comprar cometas. Aprovechemos estos vientos huracanados en la playa. Entonces fui y conseguí unas cometas muy buenas, no como las cometas Hello Kitty, sino unas cometas de verdad, un par de cometas de verdad. Llevé a mis niños a la playa y francamente fue uno de los momentos más memorables de mi vida. Mis niños [imita agarrando una cometa]. De repente esas cometas muertas cobraron vida. Las cometas muertas se elevaban y bailaban. Y volteé a mirar y mi hija Alexie, que ahora tiene nueve años, fue hace un par de años, estaba bailando con una cometa. [Imita bailando con una cometa.] No bailaré más, pero ustedes pueden, a la orden. Imagínense, una hermosa niñita bailando con una cometa, y la cometa bailando en el viento. Tomé fotos y pensé, Oh, es como un momento sagrado. Fui y le dije a Alexie: «¿Qué haces?» Me dijo: «La cometa está bailando, y yo estoy bailando también».
El Espíritu Santo es así. Llena al creyente. Levanta al creyente. Infunde vida en el creyente y ahora la vida del creyente baila con el poder de Dios. Es así. Viene como viento y fuego. Sabemos que es como fuego porque sus cabezas estaban encendidas, y no habrían sido buenas noticias, ¿cierto? Pero eran como lenguas de fuego sobre sus cabezas.
El fuego se aprecia más cuando hace frío y está oscuro, ¿amén? A nosotros nos encanta el fuego, sobre todo cuando hace frío y está oscuro. Si están caminando, cazando, o acampando, y está oscuro y hace frío, van a apreciar mucho el fuego porque ilumina. Pueden ver. Les da calor y vida. El Espíritu Santo es así. Nuestras vidas y nuestro mundo son fríos y oscuros. Y el Espíritu Santo viene a iluminar a Jesús y a dar calor a nuestros corazones para amarle. Quiero que piensen en esto cada vez que disfruten de una fogata. A mí personalmente me gusta una buena fogata.
Me encanta la leña cortada. Me encanta apilar leña. Me gusta hacer una fogata. Me gusta atizar la fogata. Me gusta sentarme junto a una fogata con mi hijo Gideon de siete años, él es como su Papá Daddy. Se ha vuelto mi ayudador para hacer fogatas, y cortamos leña juntos. Apilamos la leña juntos. Hacemos la fogata juntos. Lo hacemos en la chimenea en invierno y todos mis hijos vienen y pasan el tiempo allí. Nos reunimos y jugamos porque hay vida y calor alrededor del fuego, y el fuego atrae a una multitud. Todos quieren estar ahí.
La última vez que Gideon y yo hicimos una fogata fue anoche. Fue un día templado y agradable e hicimos una fogata afuera. Nos sentamos afuera hasta el anochecer. Y seguimos atizando el fuego y cortando leña. Y disfruté la compañía de mi amiguito porque el fuego ilumina y da calor.
Nos gusta el fuego, verdad, sobre todo cuando hace frío y está oscuro? Y son símbolos externos, metáforas, que usa el Espíritu Santo para revelar cómo obra internamente. Nos llena como una cometa. Nos calienta como el fuego. Nos da un anhelo ardiente por la verdad de Dios, y nos ilumina en el mundo en que vivimos.
Todo esto sucedió ese día de Pentecostés. Quisiera compartir un par de cosas con ustedes brevemente, al examinar esto juntos.
Primero, la misión de Jesús no es sacarnos del mundo, sino unirse a nosotros en el mundo por el poder y la presencia del Espíritu Santo.
Segundo, la misión de Jesús no nos envía a un lugar santo, a un templo o a una Mecca, en cambio Jesús envía el Espíritu Santo para que seamos un lugar santo, individual y conjuntamente como pueblo de Dios.
Tercero, la misión de Jesús requiere que el Espíritu Santo a veces obre en voz alta y fuerte, y en público, pero otras veces en forma callada y privada. Aquí el Espíritu Santo va obrar con voz alta y fuerte en público, pero no se limita a obrar así.
Les daré otro ejemplo de la casa Driscoll anoche. Alexie, mi hija menor, muy rara vez tiene pesadillas o terrores nocturnos o problemas para dormir, pero anoche los tuvo. Pensó que vio algo y se asustó, y se puso a llorar y a luchar. Grace entró y la cargó y la besó y la amó y la cubrió de oración, y pidió al Espíritu Santo que la consolara y que guardara sus pensamientos y su mente y sus sueños. Y el Espíritu Santo contestó esa oración. Y Grace y el Espíritu Santo acostaron a Alexie en la cama y ella durmió profundamente sin más problemas. A veces viene como un huracán y a veces acuesta a niñitas asustadas en la cama para que puedan dormir bien.
Cuarto, la misión de Jesús requiere que individualmente y conjuntamente seamos llenos del Espíritu Santo. No podemos ser lo que Jesús nos ha hecho. No podemos hacer lo que Jesús nos ha llamado a ser, a menos que seamos llenos del poder del Espíritu Santo y de la presencia de la Persona del Espíritu Santo.
Y quiero que entiendan que la Biblia dice que somos bautizados por el Espíritu Santo. Ustedes leerán esa clase de lenguaje. Sucede una vez, en la conversión, al volvernos cristianos. Efesios 1 dice que somos sellados con el Espíritu Santo. O sea que es un evento único que ocurre al volvernos cristianos, y van a leerlo conmigo en Hechos 2, y van a leerlo muchas veces en lo que falta de Hechos y en otros lugares como Efesios 5 donde la Biblia dice que los creyentes son llenos del Espíritu Santo, están llenos del Espíritu Santo. Hay un solo bautismo, pero podemos ser llenos de muchas maneras, y esto nos da poder.
Digamos que usted es un cristiano nuevo y quiere saber cuáles son sus dones para servir a Jesús. Le pide al Espíritu Santo que lo llene y le muestre cuál es su ministerio. Digamos que va a casarse, y le pide al Espíritu Santo que lo llene para que ahora pueda ser un cónyuge amoroso y fiel. Están esperando un bebé y ahora quieren ser padres y es una temporada muy especial en sus vidas. Están pidiendo al Espíritu Santo que los llene para que Dios les conceda el instinto para amar y guiar a sus hijos hacia la gloria de Dios. Están batallando, sufriendo; están enfermos, dolidos, y le piden al Espíritu Santo que los llene para que perseveren en medio del sufrimiento y aprendan más acerca de Jesús y sean más como Jesús. Podemos ser llenos de muchas maneras, pero el creyente es bautizado una sola vez.
Dicho lo cual, veamos qué pasa cuando somos llenos del Espíritu Santo como dice la Biblia. Y lo primero que aprendemos es que el Espíritu Santo da poder al cristiano para el ministerio. Segundo, aprendemos que el Espíritu Santo supera las barreras al evangelio. Es largo, pero léanlo conmigo. Hechos 2, versos 4 al 11. «Todos fueron llenos del» ¿qué «Del Espíritu Santo». Esta es una forma de ser llenos. Es un momento en que son llenos. «Y comenzaron a hablar en otras lenguas».
¿Han oído hablar de lenguas? Es medio controvertido. Las iglesias se han dividido por esto. Las denominaciones lo han debatido. Vamos a discutirlo. «Según el Espíritu les daba habilidad para expresarse. Y había judíos que moraban en Jerusalén». Estaban reunidos para esta fiesta. «Hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo. Y al ocurrir este estruendo, la multitud se juntó», era el viento que convocaba a todos juntos como una sirena, «Y estaban desconcertados». Fue algo sobrenatural. «Porque cada uno les oía hablar en su propia lengua». Pónganle un círculo a esa palabra en su Biblia: lengua. Cuando la Biblia habla de lenguas, a veces se refiere al órgano físico en nuestra boca, y a veces se refiere a un idioma angélico o celestial.
A veces se refiere a un idioma terrenal conocido, y aquí se refiere a un idioma terrenal conocido. «Y estaban asombrados y se maravillaban, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que están hablando?». Los galileos eran personas rurales. Eran personas campesinas, pescadores, agricultores, no eran unos eruditos. Imagínense a una persona sin educación formal, que viene de un lugar alejado de la ciudad, y al llegar a la ciudad de repente puede hablar otro idioma, y lo pronuncia perfectamente, sin errores, y lo articula claramente. Oiga: «Eso es algo inesperado. No sabía que el Tío Sy supiera Portugués. No me lo esperaba». Bien, fue un momento milagroso, y después continúa el relato. «¿Cómo es que cada uno de nosotros les oímos hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido?». Y después nos da una lista de esos grupos de personas: «Partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de Asia, de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia alrededor de Cirene, viajeros de Roma, tanto judíos como prosélitos», o sea gentiles que se habían convertido a la fe judía. «Cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestros idiomas (o lenguas) de las maravillas de Dios». Hay dos barreras aquí: Hay dos barreras, una es el lugar, y la otra es el idioma.
Esta es la idea principal: el Espíritu Santo ama a Jesús absolutamente. La tercera persona de la Trinidad ama a la segunda persona de la Trinidad, y el Espíritu Santo ama a las personas creadas a imagen y semejanza de Dios. Y el Espíritu Santo, por su amor, quiere que las personas conozcan a Jesús. ¿Amén? Eso es lo que creemos, ¿cierto Mars Hill? ¿Qué está haciendo el Espíritu Santo? Principalmente está les está presentando a Jesús a las personas, a las personas que Él ama, les presenta a Jesús; a las personas que Él siempre ha amado.
Pero hay barreras, hay barreras que deben ser superadas para que las personas conozcan a Jesús. Una es el lugar. El Espíritu Santo superó la barrera del lugar esperando hasta el día de Pentecostés hasta que las personas vinieran en tropel desde las naciones a un solo lugar. Si vieran un mapa moderno, venían de Irán, Turquía, del norte de África, Creta, Roma, Arabia, Egipto, Siria, y de otros lugares más pequeños de Oriente Medio, y también de Israel y partes de lo que quizás llamaríamos Tierra Santa. Las personas se estaban reuniendo y Él espera hasta que estén todos en un solo lugar. Porque si llegan a conocer a Jesús y son llenos del Espíritu Santo y vuelven a su casa, vuelven como misioneros.
Quiero que vean, Mars Hill, que creemos en plantar iglesias en todas partes, pero nos gustan sobre todo las encrucijadas donde grupos de personas y naciones se reúnen. Donde quiera que haya un aeropuerto, una universidad, una ciudad principal; donde haya gente, donde haya un vaivén de bienes e ideas, creemos que ese es un lugar estratégico para predicar el evangelio y para que una iglesia sea plantada, porque desde ahí podemos llegar a las naciones.
Así que, por ejemplo, al lado de Mars Hill U-District, las naciones han venido a la Universidad de Washington, y si llegan a conocer a Jesús, regresan a sus casas y a sus países de origen como misioneros. Mars Hill Rainier Valley está ubicado en uno de los códigos postales más diversos de los Estados Unidos de América. Personas del todo el mundo han venido a vivir ahí, y si llegan a conocer a Jesús, ya saben el idioma, la cultura, y tienen conexiones familiares en su lengua natal y en su tierra natal. Tienen la oportunidad de ser testigos y misioneros. En Mars Hill Albuquerque, si las personas conocen a Jesús, tienen la oportunidad de influenciar a México porque muchos encuentran su historia allá. El Espíritu Santo siempre ha hecho cosas así. Siempre le ha gustado aparecer en lugares con grupos diversos de personas, porque Él ama a todas las naciones y supera la barrera del lugar de esta manera.
Segundo, la barrera del idioma. Estas personas hablan diferentes idiomas. No pueden comunicarse unos con otros. Quizás ustedes hayan tenido una frustración similar. ¿Cuántos de ustedes han viajado internacionalmente sin saber hablar el idioma? Es muy frustrante porque es difícil hacer las cosas. O quizás alguien vino a su lugar de empleo, a su institución académica, o a su vecindario, y usted quería amarlos, servirles, y ayudarles, pero ellos no sabían inglés y usted no sabía su idioma. Es muy difícil buscar la manera de entablar esa relación porque la barrera del idioma es muy real. Eso fue lo que pasó aquí. Vinieron de distintas naciones y hablaban distintos idiomas. ¿Cómo superaría el Espíritu Santo esa barrera para conectar a las personas con Jesús, porque los ama a ambos?
Esto nos aboca a discutir algo llamado lenguas. ¿Han oído de eso? ¿Cuántos de ustedes han oído de este debate? Bien, es un gran debate. Muchas veces en el libro de Hechos las personas hablan en lenguas. Así que permítanme abordar el tema en un gran sermón único al que podemos recurrir más tarde para animar a la gente nueva a escuchar este sermón. Les recomiendo que tomen notas.
Y cualquiera que haya sido su experiencia en la iglesia, por un momento háganla a un lado y veamos qué dice la Biblia a ver si nos ponemos de acuerdo. Lo diré de la manera más sencilla que puedo.
Y permítanme decirles que cuando primero me volví cristiano, este asunto me tenía completamente confundido. No lo entendía. Leí un libro que decía que los que hablan en lenguas están básicamente poseídos por el demonio. Y pensé: «Oh, entonces me opongo». Después leí otro libro que decía: «No, están llenos del Espíritu Santo y son los que más aman a Jesús», y pensé: «Pues, entonces estoy a favor. Estoy tan confundido». Estaba tan confundido. Estudié y leí y estudié y leí. En la gracia de Dios ahora tengo una postura que creo ser bíblica, práctica, y útil, y es un gran honor enseñarles hoy después de muchos años de estudiar intensamente.
Si pudiera resumirlo, creo que cuando la Biblia habla de lenguas, lo hace principalmente de dos maneras, una es en privado y otra es en público. Y pienso que hay confusión cuando lo público se hace en privado y lo privado se hace en público. Creo que ahí es donde hay confusión.
Así que veamos juntos lo que dice la Biblia, y lo que vamos a hacer es pasar de Hechos, que es el registro histórico de lo que pasó, a 1 Corintios, donde explica teológicamente estas cosas hasta cierto punto. 1 Corintios 12–14 habla principalmente de lo que llamamos los dones espirituales, entre los cuales está el don de lenguas o idiomas. Y les diré algo más, para los que tienen este don de orar o cantar o hablar en lenguas, en 1 Corintios 14:15 dice que se manifiesta con oración, y canto. Y canto. Dice: «Si yo oro en lenguas», o «_Si canto_ con el espíritu» (énfasis sumado).
Quiero que sepan que a veces van a experimentar a Dios en formas sobrenaturales, en formas poco comunes, de una manera única. Y esto lo que hace es humillarnos. Nos muestra que aunque Dios nos ha llamado a amarle con toda nuestra mente, nuestra mente tiene ciertas limitaciones, necesitamos humildad, y que Dios no es solo una idea que debemos ponderar, sino una persona que debemos disfrutar.
Y con ese fin, quiero hablarles del primer uso bíblico de las lenguas, que es un uso privado, desconocido; un idioma celestial para la oración, ¿de acuerdo? Privado significa que lo hacemos con el Espíritu Santo, no necesariamente en público. Desconocido significa que no es un idioma terrenal. Es un idioma celestial. Es el idioma de los ángeles, y es lo que algunos llamarían su lenguaje de oración. En 1 Corintios 13:1, Pablo dice: «Si yo hablara lenguas humanas y angélicas».
Mi pregunta para ustedes es esta: ¿Cuál es el idioma oficial del cielo? No he estado allá. Parece ser un idioma de ángeles. Aquí en la tierra tenemos idiomas para comunicarnos. Los ángeles son seres creados que viven en la presencia de Dios y son ministros y mensajeros y se comunican unos con otros. Esto lo vemos en pasajes como Isaías 6, donde cantan en voz alta y adoran a Dios. «Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso».
O sea que parece que los ángeles se comunican con Dios y entre sí con un idioma celestial. Aparentemente el reino de Dios tiene un idioma, y así como las naciones de la tierra tienen idiomas principales el reino de Dios también tiene su idioma.
Algunos de ustedes dirán: «Esto parece muy sobrenatural». Sí. Está bien, estamos tratando con lo milagroso. Estamos tratando con lo sobrenatural. Estamos tratando con la presencia de Dios. Estamos echando un vistazo a cómo funcionan las cosas en la presencia de Dios con los ángeles. Quiero que sientan lo majestuoso y maravilloso e increíble que es poder saber estas cosas.
«Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe». Lo que está diciendo es que no importa lo dotados que somos si no somos amorosos. También dice en 1 Corintios 14:2, 4: «Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios». Si estuviera hablando a los hombres sería en público. Si no habla a los hombres, habla con Dios, y eso sería en privado porque Dios sabe lo que está diciendo. El Espíritu Santo sabe lo que está diciendo. Si las personas los escucharan, no sabrían lo que él o ella está diciendo.
«Pues nadie lo entiende»—¿de acuerdo? Es el idioma de los ángeles—«sino que en su espíritu habla misterios. . . . Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación». Aquí distingue entre el uso público y privado de lo que llamamos dones espirituales. Hay dones y capacidades sobrenaturales dadas por el poder del Espíritu Santo. Hay una lista en 1 Pedro 4, en Efesios 4, 1 Corintios 12, Romanos 12, de estos dones espirituales. Lo que está diciendo es que algunos nos edifican. Nos levantan personalmente. Otras deben usarse en público para edificar a los demás.
Lo que queremos para ustedes es que tengan una relación personal, privada y apasionada con Jesús. Queremos que tengan una relación pública y apasionada conjuntamente con la congregación y con Jesús. Queremos que adoren a Jesús por sí solos con nosotros, y eso es lo que está diciendo. Por tanto se hace en privado, en forma desconocida, con el idioma celestial de la oración, ¿de acuerdo?
Para los que se sienten cómodos, ¿cuántos de ustedes tienen este don? Están pensando: «Sé de qué está hablando. Yo oro en lenguas. Este es mi tiempo con el Señor». Les hice esta pregunta a los líderes principales de Mars Hill hace poco en un día de entrenamiento, y les pregunté por curiosidad. ¿Cuántos de ustedes tienen un idioma de oración privado, angélico, o un idioma con el que cantan en otra lengua?». Más de la mitad de los líderes principales, más o menos, alzaron la mano. O sea que la mayoría, o casi la mayoría, de los líderes principales de la iglesia Mars Hill tienen esta conexión privada, personal, y apasionada con el Señor por medio del Espíritu Santo.
¿Saben lo hermoso? Que nunca ha sido un tema de división en Mars Hill. Nunca hemos peleado ni argüido. Nunca ha sido un problema gracias a la madurez espiritual. Nunca ha habido problemas con los dones espirituales. A veces los problemas tienen que ver con la madurez espiritual. Si uno no es maduro espiritualmente, el don se vuelve un tema de división. Si uno es espiritualmente maduro, el don no se vuelve un tema de división.
Lo que les diría es esto, no creemos que los que tienen este don particular tengan más del Espíritu Santo que otras personas. Algunos dirán: «Si usted no habla en lenguas, ni siquiera tiene el Espíritu Santo». Esto me pasó hace poco. En una conferencia una señora llegó y me dijo: «¿Habla usted en lenguas?». Y le dije: «No, nunca he hablado en lenguas». Me dijo: «Es increíble cuánto ha logrado hacer sin el Espíritu Santo». Le dije: «¿En serio? Caray, no me diga». Le dije: «Pues, todo lo bueno lo hizo el Espíritu Santo. Todo lo demás lo hice yo». De acuerdo, esa es mi teología. Todos los errores los cometí yo. Si alguien fue salvo, si se enseñó la Biblia, si el evangelio avanzó, fue por el Espíritu Santo. No creemos poder llevar a cabo el ministerio sin el poder del Espíritu Santo.
Para los que son miembros de Mars Hill y dicen: «¿Sabe qué? Ese es mi don, o uno de mis dones», bienvenido, lo amamos, Dios lo bendiga. Lo vemos en la Biblia y queremos afirmar eso. Para los que no lo tienen, son como yo. Por tantas razones, discúlpenme pero puede que Dios no los haya dotado así. Y he dicho lo siguiente, he dicho: «Señor, si en algún momento quieres darme el don, dame el don de hablar en español». ¿No es cierto? Porque me encantaría poder ser bilingüe.
Eso me lleva al siguiente uso correcto de las lenguas: es el don espiritual Piedra Roseta. El segundo uso correcto de las lenguas es un lenguaje para el evangelismo terrenal que se conoce en público, y es exactamente lo que acabamos de leer en Hechos 2. Estas personas aman a Jesús. Estas personas no han oído hablar de Jesús y hablan diferentes idiomas. Y el Espíritu Santo permite que las personas que conocen a Jesús hablen con los que todavía no conocen a Jesús para que puedan tener la oportunidad de conocer a Jesús. Este es un don bilingüe, y cuando decimos lenguas, la gente se confunde así que llamémoslo idiomas porque la palabra literalmente significa idiomas. Y repito, con el aumento de personas que hablan español, si el Espíritu Santo quiere darme ese don, sería maravilloso si yo pudiera predicar en español.
Pero lo leemos así en Hechos 2:8: «¿Cómo es que cada uno de nosotros les oímos hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido?». ¿Ven que eso es diferente al idioma de los ángeles? Ese es un idioma celestial desconocido. Estos son idiomas terrenales conocidos: portugués, chino, inglés, español. De esos estamos hablando, de un idioma terrenal conocido.
Aquí Dios se supera algo que ocurrió al comienzo de la Biblia como sombra de lo que había de suceder más adelante en la Biblia. En los primeros diez capítulos de la Biblia, todos hablaban el mismo idioma, y en el capítulo 11, aconteció algo llamado la Torre de Babel. Quizás han oído hablar de eso, donde todos hablaban un solo idioma y decidieron: «No necesitamos a Dios ni a su reino. Podemos ser Dios con nuestro propio reino; de hecho, podemos construir una torre para sentarnos encima de ella como Dios y gobernar y reinar desde los cielos». Su visión era tener un gobierno global sin Dios que se rebelaba contra Dios y donde las personas reinaban sobre los líderes que pensaban ser Dios.
¿Se imaginan ese mundo? Estamos hablando de la opresión absoluta y total del mundo, y se hizo posible porque todos hablaban un solo idioma. Y dice que Dios los juzgó. Pero también fue un acto de amor: Dios los esparció y confundió sus lenguas, y Génesis 11 dice que ahí fue cuando nacieron los idiomas que conocemos. Fue para proteger y amar a las personas porque lo único peor que el conflicto entre dos naciones es una nación que piensa ser el reino de Dios, con un gobernante que piensa ser Dios y ejerce control total sobre todos en la tierra y no le da a nadie la oportunidad de destronarlo.
Lo que sucede entonces es que surge la barrera del idioma. Aquí en Hechos 2, vemos que la manera de superar la barrera del idioma, la barrera nacional, la barrera cultural, es estando con Jesús por el poder del Espíritu Santo. Las naciones no están unificadas en torno al multiculturalismo solamente o a un tenue compromiso con la paz o al entendimiento mutuo, sino alrededor de Jesús por el poder del Espíritu Santo. Esto es sombra de Apocalipsis 7:9-10 donde dice que en el reino de Dios eternamente estarán reunidos alrededor del trono de Jesús personas de toda tribu, idioma, lengua, grupo de personas, y que estaremos cantando las alabanzas de Jesús juntos, y que Él está en medio, sentado en el trono. Y creo que vamos a cantar en el idioma celestial y que todas las barreras idiomáticas serán removidas para siempre. Y en Hechos 2, el Espíritu Santo muestra que Jesús ha resuelto el problema del pecado y esta unidad y reconciliación y amor sobrenatural entre las personas finalmente será así para siempre en el reino de Dios.
¿Cuántos de ustedes hasta ahora tienen preguntas sobre las lenguas? ¿Tienen unas cuantas preguntas? Siempre que abordamos este tema, hay muchas preguntas, como dije al principio, a menudo por causa de su derrotero y experiencia en la iglesia. Permítanme tomar lo que me parecen ser las tres preguntas más comunes sobre las lenguas y contestarlas en sucesión.
Primero, ¿todos los cristianos pueden tener el don de lenguas? Si vienen de lo que llamaría un derrotero pentecostal—se llaman así por el Pentecostés que estamos estudiando—y dirían: «Todos deben hablar en lenguas, y si quieren saber si tienen el Espíritu Santo, tienen que hablar en lenguas». Si pregunta: «¿Dónde consigo las lenguas?». Por lo general contestan: «Pase al frente y el pastor o líder le impondrá las manos para que reciba el Espíritu Santo, y hablará en otras lenguas y se las daremos ahí mismo».
¿Es posible? ¿Todos deben hablar en lenguas? ¿Es posible siquiera que todos tengamos esa habilidad? Pablo habló sobre esto en 1 Corintios 12:8–11. Dice: «Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro, diversas clases de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas», la habilidad de articular en un idioma lo que se dijo en una lengua extranjera. «Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno según la voluntad de él».
Lo que está diciendo es que alguien puede hacer esto y alguien puede hacer aquello, pero no todos pueden hacer la misma cosa. Y usted no tiene que pasar al frente para que el líder o el pastor de la iglesia le dé el don porque no hacemos eso. ¿Quién imparte el don? Vean esto. Está aquí en este Libro que encontré. «Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno según la voluntad de Él». El Espíritu Santo dice: «Tú serás administrador», «Tú serás líder», «Tú serás consolador», «Tú tendrás el don de poder orar en lenguas», «Tú tendrás el don misionero de las lenguas, para ayudar a las personas a conocer a Jesús aunque ni siquiera conozcas su idioma siquiera», «Tú tendrás el don de sanidad. Tú orarás por los enfermos y Dios escuchará y contestará tu oración», «Tú tienes el don del evangelismo. Tú irás a hablar con la gente perdida y conocerán a Jesús».
El todo del contexto de 1 Corintios 12–14 donde Pablo usa su analogía predilecta de la iglesia, es el de la iglesia como cuerpo. Y su punto es que necesitamos los dedos de las manos y los pies, y nuestras orejas y ojos y nuestra nariz. Y que el cuerpo no es saludable si tiene todas estas partes y ninguna de esas partes.
Lo mismo pasa con el cuerpo de la iglesia. Todos deben aceptar que Jesús envió el Espíritu Santo a darles cualquier talento para el ministerio llamado don que convenga a la iglesia y ser lo que son y hacer lo que deben hacer. ¿Verdad? Un equipo de fútbol americano no necesita diez mariscales de campo. Un avión no necesita veintisiete pilotos. Necesita que todos hagan su parte y encuentren su lugar para formar parte de la misión global, así es con la misión de Jesús para llegar a las naciones de la tierra.
También diría yo, que no hay evidencia que el Señor Jesucristo haya hablado en lenguas. No hay evidencia. La Biblia no dice nada al respecto. Dice que estaba lleno del Espíritu Santo. O sea, Jesús tenía el poder perfecto y constante del Espíritu Santo continuamente, pero nunca nos dice que haya hablado en lenguas. No significa que no lo haya hecho. Tenía su tiempo de oración con el Padre, en privado. No tenemos ningún registro que diga exactamente lo que aconteció ahí, pero pienso que arriesgamos mucho al decir que los que tienen el Espíritu Santo reciben todos el mismo don, aunque no lo veamos en el Señor Jesús ni en las enseñanzas de la Biblia.
Y si usted está aquí y dice: «Pues yo tengo ese don», alabado sea Dios, y no todos lo tienen. No los juzguen ni los miren con desprecio pensando que son más espirituales que ellos, porque no lo son. Todos reciben el don que el Espíritu Santo les da y necesitamos usar ese concepto humildemente para edificar a toda la iglesia. ¿Entienden eso? Algunos de ustedes están aquí y piensan: «Ojalá pudiera tener ese don». Puede pedírselo al Espíritu Santo y podría decirles que sí, y puede que diga que no.
La segunda pregunta es si la Iglesia Mars Hill cree que el don de lenguas es para hoy. Hay dos posturas sobre esto, una se llama cesasionismo. El cesasionismo enseña que ciertos dones sobrenaturales y milagrosos cesaron a finales del primer siglo después de completarse la escritura de la Biblia. El otro es el continuismo, o sea que todos los dones sobrenaturales, espirituales, continúan. Hasta hoy no han cesado.
Permítanme decirles unas cuantas cosas sobre esto y después veremos 1 Corintios 13. Estamos de acuerdo con la postura cesasionista en que vendrá un tiempo donde ciertos dones espirituales cesarán, ¿verdad? Por ejemplo, el don de evangelismo, ¿piensan que vamos a necesitar ese don en el cielo? ¿Cuántos de ustedes son evangelistas y piensan: «Me encantan los no cristianos. Cuando les hablo, entregan su vida a Jesús. Es maravilloso». Cuando lleguemos al cielo, no vamos a necesitar el don del evangelismo como ahora. Usted dirá: «Voy a encontrar a las personas perdidas». No las hay. Este es el reino de Dios. Todos ya aman a Jesús. «Oh». El evangelismo se acabará. Los que tienen el don del evangelismo tendrán que encontrar otra cosa qué hacer, ¿de acuerdo? Si andan por la calle repartiendo tratados— «¿Conoce al Señor?» «Sí, lo conozco». «¿Conoce al Señor?» «Sí, lo conozco». «¿Conoce al Señor?» «Sí, lo—» Necesito otra profesión. Todos aquí conocen al Señor. ¿cierto?
Por eso estamos de acuerdo con los cesasionistas, en que ciertos dones se acabarán, como el don de la sanidad. Si piensa que en el cielo podrá decir: «Voy a orar por alguien que tiene cáncer. Ah, verdad, ya no hay más cáncer». No necesitará el don de la sanidad en el reino de Dios porque no habrá más enfermedad. Por eso estamos de acuerdo con los cesasionistas en que, sí, ciertos dones, al menos, cesarán. Dejarán de ser.
Pero donde discrepamos con los cesasionistas y concordamos con los continuistas, es en cuándo cesarán. Creemos que todos los dones continúan hasta un momento de transición en la historia del mundo.
Leemos sobre él aquí en 1 Corintios 13:8–12: «El amor nunca deja de ser», ¿cierto? No vamos a necesitar algunos dones espirituales en el cielo, pero el amor continúa para siempre. De modo que aunque los dones cesan, el amor continúa. «Pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán»—supongo pueden ser celestiales o terrenales, supongo que al menos las terrenales—¿Qué les pasará? «Se acabarán». Repito, esa posición se denomina cesasionismo. ¿Cuándo deja ser? ¿Cuándo se acaban las lenguas? Cuándo se acaban, ¿cierto? ¿Cuál es la fecha de vencimiento de la caja de lenguas? ¿Cuándo se acaban? ¿Se acabaron en el primer siglo, o no se han acabado todavía? ¿Cuál es la respuesta?
Leamos el Libro que escribió el Espíritu Santo: «Cuando venga lo perfecto, lo incompleto se acabará». Los cesasionistas dirían: «Lo perfecto se refiere a la perfecta Palabra de Dios. Como ya tenemos la perfecta Palabra de Dios, no necesitamos ciertos dones sobrenaturales y milagrosos». Bien, Mars Hill, ¿creemos que la Palabra de Dios es perfecta? Absolutamente. Absolutamente. Pero el Ser perfecto del que habla aquí no es cuando se acabó de escribir la Biblia.
Lean conmigo. «Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara». Oh, así que el Perfecto tiene cara. El Perfecto tiene cara. ¿Ahora de quién estamos hablando? Por si no lo sabían, solo hay una Persona perfecta, ¿de acuerdo? Digámoslo juntos. ¿Su nombre? [La congregación contesta, «Jesús.»] Perfecto, bien hecho, Mars Hill. Entonces un Hombre perfecto llega y lo vemos cara a cara. Ese es el lenguaje bíblico de la amistad. ¿Cuándo cesan estos dones? ¿Cuándo? Cuando regrese Jesús, cuando lo veamos cara a cara. Por lo tanto, los cesasionistas tienen razón. Ciertos dones dejarán de ser, pero los cesasionistas también están equivocados en que el fin no ha llegado todavía. Y los continuistas tienen razón en que todos los dones continúan hasta que lo veamos a Él cara a cara, hasta que Jesús regrese.
«Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido». Lo que está diciendo es que entre ahora y entonces, tendremos muchas preguntas, pero cuando vuelva Jesús, todo se esclarecerá. Todo cobrará sentido. Por tanto, ustedes, los creyentes que batallan y sufren, sean creyentes perseverantes y cuando vean a Jesús cara a cara, todo cobrará sentido. Todo se aclarará. Solo necesitan aguantar y ser pacientes y vivir por fe hasta que su fe se vuelva vista y lo vean a Él cara a cara. Por tanto sí creemos en el don de lenguas y que todos los dones continúan hasta hoy. Es absolutamente lo que creemos.
Lo que pasa es que algunos llegan y dicen: «Pero es que abusan mucho de esos dones. Los usan mal. Las lenguas, la profecía, y cosas así, los usan mal y los abusan, por lo tanto debemos deshacernos de ellos». Mi respuesta es que todos los dones espirituales han sido usados, abusados, y mal usados.
Por ejemplo, el don de la enseñanza. Ha habido mucha enseñanza falsa, mucha mala enseñanza, y la respuesta no es: «Ha habido malas enseñanzas así que deshagámonos de la enseñanza». La respuesta es: «Ha habido malas enseñanzas así que enseñemos la Biblia». Si los dones se usaron mal, no deben ser rechazados, deben usarse bíblicamente para dar al pueblo de Dios una alternativa fiel. ¿Amén? Por tanto, no solo queremos tener los dones, queremos usarlos de tal manera que el Espíritu Santo gobierne conforme a las Escrituras que Él ha escrito.
Tercera pregunta. ¿Qué pasa cuando el uso privado de lenguas se hace en público? Aquí es donde entra toda la confusión. 1 Corintios 14:27: «Si alguno habla en lenguas», o en un idioma, «que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y que uno interprete». Digamos que usted tiene un lenguaje privado de oración y de pronto estamos juntos. Es una reunión, la iglesia está reunida y usted dice: «Siento que Dios quiere que yo hable y que Él tiene algo que decir». ¿La respuesta es? «Que hablen dos, o a lo más tres, y por turno». Nada de: «Uno, dos y tres, y a hablar locuras. Locuras. ¡Viva!» ¿Verdad? «Es hora del Espíritu Santo. Saquen la bandera y el tamborín, ¿verdad? ¡Adelante!» No, ¿no es cierto? Dos o tres personas a lo más, y un intérprete porque si usted dice algo y nadie sabe lo que está diciendo, alguien necesita interpretarlo y decir: «Está diciendo tal cosa», para asegurarse de que no esté mal, Y si no es así, vaya a su casa y disfrútelo allá, ¿de acuerdo?
Permítanme decirlo de esta manera: ¿Cuántos de ustedes hacen cosas en privado que no funcionan en público? Está bien, ríanse, ríanse, ríanse. ¿Qué dirá Mark ahora? Algo que no le mandó decir el Espíritu Santo, seguramente. Les parecerá muy chistoso, y nos van a criticar otra vez. Por lo tanto hagamos esto, me someteré al Espíritu Santo y dejaré que Él mueva la ficha, ¿de acuerdo?
Pero les contaré una historia. Estaba en Starbucks… en Starbucks. Quizás conozcan los Starbucks. Sé que hay iglesias Mars Hill están en todas partes, pero no como Starbucks. Estaba sentado en un Starbucks, y de pronto entra una señorita universitaria, de carrera, parecía normal y formal. Compró su bebida y se sentó en uno de esos sillones enormes afelpados de terciopelo. Se quitó los zapatos, las medias, y puso los pies sobre la silla, sacó el cortaúñas, y tin, tin, tin, tin, ¿saben? ¿Está pecando? No. Pero no es el lugar correcto, ¿verdad? Eso fue lo que le dije. Le dije: «Disculpe, señorita». Literalmente vi una uña que que salió volando y me rosó. Le dije: ―Oh, encontramos la raya, ahí está. Acabamos de cruzarla, verdad. «Disculpe, señorita». «Sí?» «Este es un planeta enorme. Podría hacer eso en otro lugar». El Espíritu Santo no dijo eso; fui yo. Cierto, falso o verdadero: «Hay cosas que si se hacen en privado, no hay ningún problema, pero en público, no son apropiadas»? Lo mismo pasa espiritualmente.
Lo que está diciendo aquí es que si uno quiere hacer algo privado en público, está bien, pero hágalo con al menos dos o tres personas, con un intérprete con supervisión del liderazgo espiritual. Uno no puede hacer lo que le da la gana cuando la iglesia se congrega.
Deme otros ejemplos. ¿A cuántos de ustedes les encanta cantar música cristiana en su carro a Jesús? Y sabe que solo puede hacer eso en su carro. O sea, que nadie más debe escuchar eso, ¿cierto? Está en su casa disfrutando la música que canta a Jesús. Y llega a la iglesia y dicen: «Oh, tienen un micrófono. Sí, tienen un micrófono». Pero no es para usted. No es para usted, sabe. No es para usted porque eso se hace en privado, no en público. Usted dirá: «Pero me edifica tanto». Sí, pero qué horror que usted venga a hacer eso acá… Jesús podría soportarlo, ¿cierto? Los demás no tenemos el mismo umbral de dolor, ¿verdad?
Les daré un ejemplo de mí. Me encanta estudiar. Soy un ratón de biblioteca. Me encantan los libros. Si el Rapto sucediera ahora, agarraría todos mis libros. Y me llevaría hasta los estantes, ¡whoo! Me encantan mis libros, pero no necesitan verme estudiar, ¿verdad? El estudio me edifica personalmente en privado. Si me vieran, estaría sonriendo. Estoy feliz. A veces me pongo a cantar. A orar. Tengo abierta mi Biblia, todos mis libros están abiertos, me encanta el olor de los libros. Pero no tengo que hacer eso en la iglesia el domingo. Usted diría: «Oh, Mark va estudiar diez horas seguidas». Todos nos sentaremos aquí a mirarlo. Oh, volteó otra hoja. Cogió otro libro. Vaya, qué ratón de biblioteca». No necesitan hacer eso. Eso es para mí, no para ustedes. Es para mí, no para nosotros. Eso lo hago en privado, no en público. Es persona, no es público, ¿verdad? ¿Entienden?
Pero el problema ocurre cuando hacemos algo privado en público. Y decimos, «¡Whoo!» No, váyanse a la casa. ¿Está bien? Viva, ¿no es cierto? ¿Qué sucede cuando eso no se hace? En 1 Corintios 14:18–23, Pablo dice: «Doy gracias a Dios que hablo en lenguas». Pablo hablaba en lenguas, ¿cierto? Pablo hablaba en lenguas. A veces escucho esto, la gente dice: «No necesitamos cosas como hablar en lenguas. Solo tenemos que estudiar la Palabra que Pablo escribió». Pero Pablo hablaba en lenguas. De todas maneras: «Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros; sin embargo, en la iglesia»—o sea, en público—«prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para instruir también a otros», o sea, para ayudarles—«antes que diez mil palabras en lenguas. Por tanto, si toda la iglesia se reúne»—esta es la reunión en público—«y todos hablan en lenguas, y entran algunos sin ese don o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?».
Bienvenidos a la Iglesia de Locos. ¿Han asistido a la Iglesia de Locos? Pensaron: «Oh, voy a invitar a mi compañero de trabajo, Johnny». «Johnny, camina, vamos a la iglesia. Vamos, Johnny, vamos, aquí está». [Imita viendo algo sorprendente.] Oh, saldremos a tomarnos un café. Sabes, saldremos a tomarnos un café». ¿verdad? Porque Johnny pensará: «¿Qué? ¿Qué? ¿Es la hora feliz? O sea, ¿qué? Esto es genial. Todos están borrachos y locos. No me imaginaba que la iglesia fuera así».
El punto aquí es que puede que esté estar personalmente conectado con el Señor, ¿pero qué tal si eso ahuyenta a otros del Señor? ¿Qué tal si los no cristianos no pueden oír hablar de Jesús por la bulla que estamos haciendo? ¿Qué tal si los no cristianos no pueden aprender acerca de Jesús por todas las distracciones que provocamos? Queremos que ustedes canten y levanten las manos y aclamen con entusiasmo y pasión, porque la Biblia habla de todas esas cosas. Pero siempre queremos asegurarnos de que Mars Hill sea un lugar donde los no cristianos y visitantes sean bienvenidos y donde el Espíritu Santo pueda enseñarles acerca de Jesús, ya sea en nuestros grupos comunitarios, o en los servicios dominicales.
Si usted dice: «Pero me parece que tengo algo que decir», consúltelo con un anciano. Pida permiso a un líder espiritual. No solo creemos en dones espirituales, también creemos en el liderazgo espiritual.
Después cierra diciéndonos lo que pasó cuando el Espíritu Santo apareció, o sea que el Espíritu Santo es recibido y rechazado. Hechos 2:12–13: «Todos estaban asombrados y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? Pero otros se burlaban y decían: Están borrachos». Cuando el Espíritu Santo viene y enseña acerca de Jesús, y revela a Jesús, algunos lo reciben, y verán la próxima semana que 3.000 personas son salvas. Hay una explosión de conversiones. Mientras unos reciben a Jesús, otros lo rechazan. «Esta gente está loca. El cristianismo no tiene sentido. No me interesa, déjenme en paz».
Amigos, mi pregunta es esta: ¿Han recibido o rechazado a Jesús? ¿Han recibido la convicción del Espíritu Santo y su instrucción, o han rechazado la instrucción y convicción del Espíritu Santo? No se dejen azorar por las lenguas. La idea principal es esta: el Espíritu Santo está comprometido absoluta, total, y completamente a los medios que sean necesarios para que el mensaje de Jesús salga con poder. Y si cualquier idioma lo impide, él obrará por medio de ese idioma. Si la geografía lo impide, obrará a través de esa geografía. Si la gente lo impide, hará a un lado a esas personas. Literalmente moverá cielo y tierra para que la noticia de Jesús llegue a los perdidos para que tengan la oportunidad de apartarse del pecado y confiar en Él.
Mars Hill, escuchen esto: no se trata de las lenguas. Se trata de que las personas escuchen acerca de Jesús. Todos necesitan escuchar acerca de Jesús, y el Espíritu Santo prende un fuego en los hijos de Dios y los libera en la tierra para que las personas escuchen que Jesús es Dios, que Jesús es bueno, que Jesús vivió, que Jesús murió, que Jesús resucitó, que Jesús está salvando, que Jesús está sirviendo, que Jesús viene otra vez a juzgar a vivos y muertos. Y este mensaje absolutamente tiene que difundirse, y el ministerio de la iglesia consiste en difundir este mensaje.
Mars Hill, los invito para que juntos requiramos que la presencia y el poder del Espíritu Santo obre por medio de nosotros. Si hay cualquier oportunidad para que hablemos y compartamos, y enseñemos, o para hablar de Jesús superando cualquier barrera que puedan interferir para que la gente pueda recibirlo y unirse a nosotros eternamente como la feliz familia de Dios. ¿Amén? De eso se trata. Hechos es el libro de los hechos del Espíritu Santo, y Él quiere obrar por medio de nosotros como ha obrado por medio de personas por miles de años.
En un momento vamos a orar. Siéntase libres para cantar con mucho gozo y alegría. Vamos a tomar la comunión para recordar el cuerpo quebrantado y la sangre derramada de Jesús. Primero, vamos a recolectar nuestros diezmos y ofrendas por los cuales decimos que queremos difundir el mensaje de Jesús, queremos más iglesias, y si tenemos que usar tecnología, si tenemos que comprar un edificio, si tenemos que aumentar el personal, sea lo que sea, tenemos que difundir este mensaje. ¿Amén? El mundo necesita escuchar acerca de Jesús. Por eso damos.
Y mientras dan, quiero compartir con ustedes un poco de lo que el Espíritu Santo está haciendo en Etiopía. Una porción de nuestros ingresos es para ayudar a plantar iglesias en Etiopía y en la India. Jesús dijo que fuéramos sus testigos hasta los confines de la tierra. Y la buena noticia es que el Espíritu Santo está obrando entre otras naciones y otros grupos de personas y otros idiomas y otras culturas para hacer lo que siempre ha hecho, presentarles a las personas que Él ama, a Jesús, quien los ama. Así que permítanme compartirlo con ustedes ahora.
[Video empieza con una mujer etíope hablando en amárico]
Voz de mujer: Cuando hacía mis estudios, había un evangelista llamado Samuel, que me saludó y me preguntó si yo conocía al Señor. Y como mi experiencia había sido en una iglesia copta tradicional, Le dije: «Sí, conozco al Señor. ¿A cuál Señor te refieres?» El evangelista Samuel me dijo que el Señor Jesucristo aún no estaba en mí. Y le dije: «Sí, si el Señor Jesucristo viene a mi corazón, permítame recibir».
Pastor Werku: [Hablando en amárico] Hola. Sí, este es Werku Golla desde Wollega. ¿Cómo le va?
Pastor Sutton: Pastor Werku, ¿a donde vamos?
Pastor Werku: Estamos en la parte norte del país, en Wollega, y ahora vamos al otro lado, como a 120 kilómetros de aquí. Nuestros plantadores de iglesias fueron enviados a esta área y el Señor ha traído a muchas personas a su reino.
Voz de mujer: No pienso que me mude de Kelafo, pero el Señor habló a mi corazón y me dijo que necesito mudarme a esta área. Al poco tiempo, decidí arrendar una casa y decirles que era para una iglesia.
Pastor Werku: Esta será la iglesia, y ella arrendó la casa para comenzar la iglesia sin nadie, solo por su cuenta. Una fe total.
Pastor Sutton: Alabado sea Dios. Alabado sea Dios. Alabado sea Dios.
Voz de mujer: Había un evangelista en Yazo y un día lo invité para que viniera a orar aquí.
Pastor Werku, traduciendo: “Y fuimos a la casa arrendada y oramos ahí, ‘Señor, trae…’ [empieza a llorar]
Voz de mujer: Cuando íbamos a la casa arrendada a orar, «Señor, trae a las personas a este lugar»
Pastor Werku, traduciendo: “El evangelista entendió el deseo de mi corazón y . . . la responsabilidad que el Señor había puesto sobre mi vida.
Voz de mujer: Ese año, nadie estuvo ahí sino yo, el evangelista y su esposa. Hicimos todo lo posible por compartir el testimonio de Jesucristo a más de 1.000 personas. Ese mismo año 30 personas recibieron al Señor.
Pastor Sutton: ¿Y hoy cuántas personas consideran que esta iglesia es su hogar?
Pastor Werku, traduciendo: “Somos como 120 personas.”
Voz de mujer: Nos estamos volviendo más numerosos, así que apelé a los oficiales locales para que nos dieran una parcela donde pudiéramos construir una iglesia. Los oficiales locales nos dieron una parcela a la que iremos ahora.
Pastor Sutton: Usted me habló antes de lo importante que es que ambos esposos sean llamados por Jesús, y el esposo dirige, pero la esposa apoya, y lo importante que es eso en estas iglesias al integrarlas, ¿cierto?
Pastor Werku: Oh, sí. Es nuestra política general, sabe. Tiene que—él está aquí con su esposa. La gente nos acompañaba porque éramos pocos. Ella era solo una persona cuando vinimos aquí, pero poco a poco el Señor ha traído muchas personas; y no está construyendo una casa de madera sino el edificio de la casa viva del Señor. La gente tiene que ser librada de la esclavitud del pecado y de Satanás.
Si el Señor abre la puerta, es un privilegio para nosotros ver la expansión de las buenas nuevas de Jesús, sobre la salvación que es solamente, solamente en Jesucristo.
Esto es lo que quiero ver. ¡Esto es lo que quiero ver en toda Etiopía! Esto es lo que quiero ver en toda Etiopía—tener una expansión así.
[Video concluye con el canto] Que las alabanzas vengan a ti, Señor, con nuestras manos, con nuestras manos a ti, Señor, con nuestras manos. Que las alabanzas vengan a ti, Señor, con nuestras manos, con nuestras manos.
Nota: Esta transcripción ha sido editada para la legibilidad.