Jesús es un mejor Mardoqueo (Ester 9:20–10:3)

Mis tatarabuelos me contaron historias de un poderoso dragón que descendió sobre el Santo Templo. El pueblo se había rebelado contra Dios. «Y yo pronunciaré mis juicios contra ellos por toda su maldad, porque me abandonaron. ofrecieron sacrificios a otros dioses y adoraron la obra de sus manos». En su ira, Dios entregó a su pueblo al pavoroso enemigo, el Rey Nabucodonosor, el dragón de Babilonia, mediante el cual la ira de Dios ardía contra mi pueblo. «Me ha devorado y aplastado Nabucodonosor, rey de Babilonia, me ha dejado como vaso vacío, me ha tragado como un monstruo».

Las lágrimas de mi pueblo fluyeron como un río, pero no pudieron extinguir las llamas que consumían nuestra tierra. Fuimos conducidos al desierto, derrotados y destruidos. Pensamos que el Dios que habíamos abandonado, nos abandonó. Pero aun en nuestro momento más oscuro, Dios no dejaría ni abandonaría a su pueblo. Una vez más nos hizo una promesa: «No te miraré con ira, porque soy misericordioso… no guardaré rencor para siempre. Sólo reconoce tu iniquidad pues contra el SEÑOR tu Dios te has rebelado… y os tomaré, uno de cada ciudad y dos de cada familia, y os llevaré a Sion».

Por 70 años el pueblo de Dios vivió en Babilonia. Con el tiempo, Babilonia empezó a decaer y un gran león subió del este: Ciro, el rey de Persia. Sus ejércitos consumían el mundo. Fijó su mirada hacia los restos de la guarida del gran dragón, Babilonia. Ahí, Ciro dirigió un ataque artero y el reino cayó. Ciro fue un rey grande y bueno y no creía en tener a los hombres como esclavos. Durante el primer año de su reinado, emitió un decreto que liberó a los judíos.

Dios despertó un anhelo en el corazón de los más devotos de su pueblo para que volvieran a Jerusalén a reconstruir el templo. «Y a todo sobreviviente, en cualquier lugar que habite, que los hombres de aquel lugar lo ayuden con plata y oro, con bienes y ganado, junto con una ofrenda voluntaria para la casa de Dios que está en Jerusalén». Ciro fue por el camino de todos los hombres. «He aquí, se levantarán tres reyes más en Persia, y un cuarto rey obtendrá muchas más riquezas que todos ellos. Cuando este se haya hecho fuerte con sus riquezas, incitará a todo el imperio contra el reino de Grecia».

He aquí, Asuero. Jerjes el Grande. Bajo Jerjes prosperó el imperio al igual que los judíos que no regresaron a Jerusalén. Entre estos judíos había una familia de la tribu de Benjamín. Reunieron todos los enseres que pudieron y partieron de Babilonia a una de las ciudades más ricas del mundo, Susa, la capital de Persia. Durante el viaje, la mamá y el papá murieron, y le dejaron una niñita a Mardoqueo. Poco sabía mi primo que yo me volvería una mujer que el mundo jamás olvidaría.

La salvación requiere celebración

La salvación requiere celebración. La salvación requiere celebración. He visto que en la trama de Ester hay salvación. La salvación de un hombre llamado Mardoqueo que fue sentenciado a muerte y experimentó la salvación. Fue salvo espiritualmente, y fue salvo físicamente. Además, vimos la salvación del pueblo de Dios. Estaban bajo una sentencia de muerte que fue revocada, y su enemigo, Amán, murió, lo cual les permitió vivir. Y lo que vemos hoy en nuestro último sermón del gran libro de Ester es que la salvación requiere celebración.

Si tienen sus Biblias, vayan conmigo a Ester 9:20 hasta el 10:3 y lo primero que vamos a ver es que el Purim es una fiesta. No sé si tienen familiares judíos o amigos, vecinos, compañeros de trabajo… pero ellos celebran varias fiestas, festivales, feriados durante el año, y uno de ellos es Purim. Si alguna vez se han preguntado: «¿Cuándo empezó eso y de qué se trata?», lo encontramos todo aquí al final de Ester. El pueblo de Dios experimenta la salvación y responde con celebración, o sea con el gran feriado, la fiesta judía o festival de Purim.

Permítanme decirles, como veremos en un momento al leer una enorme porción de la Escritura, 12 versos juntos, que se trata de una declaración sumaria del libro entero y también nos da la historia de este día festivo. Algunos comentaristas dirán que el libro termina como un anticlímax, pero no es así en absoluto. La Palabra de Dios no solo es perfecta en lo que a contenido se refiere, también es perfecta en su organización y presentación.

La idea principal es esta: al final del libro hay un resumen de la salvación de Dios para que haya celebración. Lo mismo sucede con nosotros. Necesitamos tomar nota de la historia del pueblo de Dios. Somos parte de un gran linaje del pueblo de Dios, sea en Babilonia, en Persia, o en Egipto, o en Nínive. Dondequiera que Dios haya traído salvación, somos parte de la historia de esa familia, y su salvación es nuestra celebración, y su celebración es nuestra celebración.

Similarmente, la historia de la iglesia es nuestra historia del pueblo de Dios que obran y de Dios quien obra por medio de, para, y a veces a pesar de su pueblo. Esto es muy importante porque vivimos en un tiempo increíblemente individualista. La gente desconoce su familia de origen, desconocen su historias, desconocen su comunidad. Pero en las Escrituras vemos la historia del pueblo de Dios de la cual somos parte. Vemos cómo Dios les trajo salvación, y eso nos da esperanza, de que el Dios que apareció en esos días y en otros tiempos, aparecerá hoy, y también estará presente para nuestros hijos y nietos.

Así que, por medio de esta lectura Dios nos está diciendo que tenemos una gran oportunidad de recordar cómo ha obrado en el pasado, siendo Dios, para que lo celebremos en el presente como acto de fe y esperanza para el futuro. Y permítanme sugerirles algo prácticamente: al leer esto, quiero que piensen de qué maneras Dios ha traído salvación a su vida salvándole de un destino horrendo. Quizás fue una enfermedad, o la condenación eterna y la muerte, quizás fue un pecado que lo plagaba, o un linaje ancestral que lo angustiaba.

Y quiero que sepan que si no registran eso, si no captan eso, no lo recordarán y otros tampoco lo recordarán. Qué maravilloso sería si tuviera la historia de su familia, los primeros conversos donde empezó la salvación. Podría aprender cómo Dios obró en su linaje familiar y podría compartirlo con generaciones futuras.

Por eso es que los cristianos suelen llevar un diario espiritual, por eso hacemos fiestas, festivales, y días feriados, para celebrar, recordar, y tomar nota de… Por eso es que las personas hacen esto a nivel nacional, tratando de celebrar acontecimientos trascendentales, colectivamente. Por eso tenemos el Día de Acción de Gracias, y el Día de Veteranos, y por eso tenemos el Cuatro de Julio donde nos hacen pertenecer a algo más grande que nosotros y celebrar que cada vez que hay redención, viene la salvación. También hacemos esto en la iglesia donde en Navidad celebramos la venida de Jesús, y en la Pascua celebramos la resurrección de Jesús. Hay tres celebraciones de acontecimientos transcendentales para nosotros en que debemos recordar el pasado de miras al futuro.

Purim es una fiesta

Es exactamente lo que sucede aquí en este resumen de salvación y el registro de esta celebración y lo leeremos todo en su conjunto. Si son nuevos, esto los pondrá al día sobre el último sermón en Ester. Si llevan tiempo aquí, será un pequeño repaso. Capítulo 9, verso 20. Aquí aprendemos que Purim es una fiesta.

«Entonces Mardoqueo», cierto, el líder que fue salvo. Él fue salvo. Fue salvo espiritualmente por Dios. Fue salvo físicamente de la muerte. «Escribió estos hechos, y envió cartas a todos los judíos que se hallaban en todas las provincias del rey Asuero», el rey Jerjes, «tanto cercanas como lejanas, ordenándoles que celebraran anualmente el día catorce del mes de Adar, y el día quince del mismo mes». Este es el comienzo de la fiesta de Purim. Se celebra básicamente en marzo, como regla general, los días en que los judíos fueron librados de sus enemigos, la salvación da lugar a la celebración; «y fue para ellos un mes que se convirtió de tristeza en alegría y de duelo en día festivo».

Es un día festivo. Necesito que sepan que los días festivos son días santos, eso es lo que significa. Y a menudo celebramos aparte de Dios o celebramos desafiando a Dios. Comemos demasiado, tomamos demasiado. Pero también podemos celebrar con Dios, y celebrar a Dios. Uno aprende mucho de las personas observando lo que celebran y observando lo que no celebran. Una pareja que celebra su aniversario a lo grande está diciendo algo. Una persona que celebra el día de su salvación a lo grande está diciendo algo. Los que se emocionan más cuando gana su equipo de fútbol y no cuando proclaman la resurrección de Jesús, asimismo, están diciendo algo. ¿Qué celebra usted? ¿Qué lo emociona? ¿Qué conmemora al cocinar? ¿A qué invita a las personas? ¿Qué lo hace celebrar de la emoción? Ese es un día festivo.

«Para que los hicieran días de banquete y de regocijo y para que se enviaran porciones de comida unos a otros, e hicieran donativos a los pobres. Así los judíos llevaron a cabo lo que habían comenzado a hacer, y lo que Mardoqueo les había escrito. Pues Amán, hijo de Hamedata, agagueo, enemigo de todos los judíos, había hecho planes contra los judíos para destruirlos». O sea, el enemigo de ellos es destruido y ellos viven. «Y había echado el Pur, es decir, la suerte». Lo explicaré en un momento. Por eso el feriado se llama Purim. «Para su ruina y destrucción. Pero cuando esto llegó al conocimiento del rey, éste ordenó por carta que el perverso plan que había tramado contra los judíos recayera sobre su cabeza».

Un gran cambio. Amán iba a matar a Mardoqueo, y Mardoqueo vivió y Amán fue colgado en su propia cruz por así decirlo, en su patio. El pueblo de Dios iba ser destruido y fueron salvos y los enemigos de Dios fueron destruidos. «y que él y sus hijos fueran colgados en la horca», hablando de Amán. «Por eso estos días son llamados Purim, por el nombre Pur. Y a causa de las instrucciones en esta carta, tanto por lo que habían visto sobre este asunto y por lo que les había acontecido, los judíos establecieron e hicieron una costumbre para ellos, para sus descendientes».

Se trata de los niños, de los nietos, no basta con conocer a Jesús; sus hijos necesitan conocer a Jesús, sus nietos necesitan conocer a Jesús, sus bisnietos necesitan conocer a Jesús. No basta con celebrar la gracia de Dios en su vida, necesita documentar esa gracia de forma escrita y contar la historia para que sus hijos, sus nietos, sus bisnietos, sus tataranietos conozcan quién es el Dios de la Biblia y lo que hizo cuando vino.

Por eso les digo siempre a mis hijos: «Papá no era cristiano cuando tenía tu edad. Vivía en pecado; vivía separado de Dios. Vivía necia e imprudentemente, y yo estaba en peligro, y Jesús vino y me salvó cuando tenía 19 años en mi primer año de universidad». Quiero que conozcan la historia de mi salvación, la salvación de su mamá, la salvación de su familia históricamente, y cómo Dios ha obrado en medio de nosotros por varias generaciones. Es importante.

Usted no es solo un individuo. Forma parte de una comunidad, de una familia, de una historia; forma parte de un legado, y de la gracia de Dios para con usted y por medio de usted, y la gracia de Dios a pesar de usted mismo es parte de su testimonio para ayudar a otros a conocer, amar, valorar, y confiar que el mismo Dios estará presente para ellos y que la misma gracia estará disponible para ellos. ¿Amén? Esto es importante. Esto es importante. Necesitan anotar la gracia de Dios en su vida. Escríbanla y celébrenla.

Es para su descendencia «y para todos los que se aliaban con ellos, para que no dejaran de celebrar estos dos días conforme a su ordenanza y conforme a su tiempo señalado cada año». Sería un festival anual. «Y estos días debían ser recordados y celebrados por todas las generaciones». Amigos, llevan más de 2.000 haciendo esto. «Por cada familia, cada provincia y cada ciudad».

Hay diversidad en el mundo entero para el pueblo de Dios, pero hay unidad en torno a la celebración. Por eso es que durante miles de años en toda nación, lengua, tribu, raza, grupo, cultura, y subcultura del pueblo de Dios, en la iglesia cristiana celebramos la comunión y el bautismo. Muchas cosas son diferentes, pero algunas cosas siempre son iguales, o sea que la salvación requiere celebración y eso conduce a la santa y piadosa tradición de hacer lo mismo que siempre ha hecho el pueblo de Dios, porque Dios es el mismo ayer, y hoy y por los siglos.

«Y que estos días de Purim no dejaran de celebrarse entre los judíos, ni su memoria se extinguiera entre sus descendientes. Entonces la reina Ester, hija de Abihail, y el judío Mardoqueo», su padre adoptivo, «escribieron con toda autoridad para confirmar esta segunda carta acerca de Purim. Y se enviaron cartas a todos los judíos, a las 127 provincias del reino de Asuero», o sea del Imperio Persa, «palabras de paz y de verdad, para establecer estos días de Purim en sus tiempos señalados, tal como habían establecido para ellos el judío Mardoqueo y la reina Ester, según habían fijado para ellos y sus descendientes con instrucciones para sus tiempos de ayuno y de lamentaciones. El mandato de Ester estableció estas costumbres acerca de Purim, y esto fue escrito en el libro».

Permítanme explicarles esto. Primero, se llama Purim y acabamos de enterarnos por qué. Amán era un hombre pagano, Amán era un hombre despiadado. Amán era un hombre malvado, y amán era un hombre espiritual. Vivimos en un día en que las personas dirían que ser espiritual de por sí es bueno. Eso no es verdad. La Biblia enseña que hay un solo Dios, y que los dioses de las otras religiones son en efecto demonios que se hacen pasar por dioses y diosas. Y si usted los adora, contestarán sus oraciones y se manifestarán en formas poderosas, pero el poder sobrenatural no es indicio de la presencia del Dios de la Biblia.

Hay señales falsas, maravillas, y milagros; y la Biblia dice que «Satanás se disfraza como ángel de luz». La Biblia declara que Satanás es un gran engañador y que pretende engañar a todo el mundo. Todo ese lenguaje es bíblico. Si usted está aquí y solamente es espiritual, está en grave peligro porque en el reino espiritual no solamente está Dios, está Satanás; no solo hay ángeles, hay demonios.

Y este hombre, Amán, era un hombre muy poderoso. Sus oraciones fueron contestadas por dioses demoníacos. Se volvió muy rico, muy exitoso, muy prominente, y muy poderoso, y se propuso decidir si debía o no debía exterminar al pueblo de Dios, a los judíos del pacto del Antiguo Testamento. Lo que hizo fue echar suertes, a lo cual llamaban Pur, y echar suertes era adivinación. Esto es, brujería, hechicería. Es como consultar a un médium, o a la astrología, o usar un tablero Ouija, o ir con un líder espiritual que no es cristiano y tratar de consultar el reino espiritual para lo que debe hacer en el mundo físico.

Y lo que asumieron o presumieron fue esto: «Si tiramos los dados, el reino espiritual decidirá y contestará al tirar los dados, y obedeceremos el decreto que nos den los demonios. Y el decreto fue emitido para asesinar y eliminar a todo el pueblo de Dios. Y ahora el pueblo de Dios llama ese día festivo, Purim, porque es un gran cambio. Proverbios dice claramente que tiramos los dados pero Dios determina exactamente cómo caen, y por encima de todo eso está el Dios de la Biblia.

El punto aquí es que Dios está sobre Satanás, y que Dios y los ángeles están sobre Satanás y los demonios, y que Satanás y los demonios pueden dar poder a personas poderosas para que hagan cosas horribles, pero finalmente la soberanía y la providencia de Dios reina sobre todo y puede llevar a cabo las cosas según su decreto. Entonces ellos celebran esto un poco, llamándolo Purim. Sí, Amán tiró los dados, pero nuestro Dios controla los dados. Sí, Satanás decidió destruirnos como pueblo, pero nuestro Dios es más poderoso que Satanás y nos ha protegido, nos ha librado, nos ha salvado, y esa salvación requiere celebración.

Por eso llaman este feriado, Purim. Suele ser en el mes de marzo, y al igual que en muchos feriados, se reúnen a comer. Todo esto es un anticipo, prefiguración del reino de Dios en donde nos sentaremos con el Señor Jesucristo.

Además, se dan obsequios unos a otros como lo hacemos en temporada navideña, y son generosos con los pobres, sobre todo por el pueblo de Dios que cree y lucha; madres solteras; viudas; huérfanos; los que han sufrido lesiones en el trabajo; los que han sido adversamente afectados, no por su propio pecado, o locura, o por hacer malas inversiones, o por su sentido de derecho, sino por circunstancias quizás que están fuera de su control. Personas que han sufrido lesiones en el trabajo; personas sin empleo, subempleadas; la madre soltera que trabaja duro y lucha para llegara a fin de mes. Gran generosidad.

Quiero que vean, sobre todo en esta temporada, que esto no tiene motivación política ni es requerido en las Escrituras. Es el pueblo de Dios que ama, el pueblo de Dios que toma interés, el pueblo de Dios que ama a Dios y ha recibido el amor de Dios y lo demuestran con generosidad hacia los demás. Lo cual significa que no pasen por alto las oportunidades en su grupo comunitario, no pasen por alto las oportunidades en el servicio de su iglesia, no pasen por alto las oportunidades en su iglesia local de Mars Hill, no pasen por alto las oportunidades en todo Mars Hill de hacer algo por el pueblo de Dios con sentido de generosidad, amor, y afecto. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio… y nuestro Dios es generoso, por lo cual damos en demostración de su afecto. Mucho está pasando aquí y todo está motivado teológicamente.

Para nosotros debería darnos un sentido de rito no de rutina. Permítanme explicar la diferencia entre los dos. Como ustedes saben crecí como católico marginal. No conocía a Jesús. No fue culpa de la iglesia, es que no estaba interesado. Algunos católicos aman a Jesús, pero yo no era uno de ellos. De niño recuerdo que iba a la iglesia. Lo llamábamos ir a misa. Era rutina, no rito. Era algo que tenía que hacer, no algo que quería hacer. Era algo que trataba de evitar, y si no podía, trataba de soportarlo. La comunión no significaba nada para mí. Una galleta mala, vino malo. No significaba nada.

La gente cantaba, no significaba nada para mí. Después conocía a Jesús, y de repente la rutina se volvió rito. Oh, la comunión se trata de Jesús, el cuerpo quebrantado, la sangre derramada. Es significativo. Oh, ir a la iglesia, es para estar con el pueblo de Dios, escuchar la Palabra de Dios, y Dios habita entre las alabanzas de su pueblo, y cuando estoy con el pueblo de Dios, siento la presencia de Dios. Es significativo. Oh, están cantando. Amo a Jesús, el Espíritu Santo vive en mí, ¡también quiero cantar! Es significativo. Abren la Palabra de Dios, y ahora mi oído está abierto. No es el sonsonete de un hombre que me estaba aburriendo, es el heraldo de vida de un hombre que me está sirviendo. La diferencia entre la rutina y el ritual a menudo no es lo que sucede allá afuera sino lo que sucede aquí adentro. El ritual es cuando hacemos cosas repetidamente, pero siempre tienen significado.

Cada vez que abrazo y beso a mis hijos, es un ritual, no es rutina. Cada vez que tomo a mi esposa de la mano, es ritual, no es rutina. Les prometo esto, Mars Hill: cada vez que me paro a enseñar la Biblia, es un ritual, no es rutina. Estoy muy feliz de estar aquí y es significativo que nos reunamos. Lo que Dios está estableciendo aquí es un ritual. «Quiero que hagan esto, y que lo hagan como familia, y que lo hagan por generaciones, y que lo hagan juntos. Pero la idea principal es que hemos experimentado la salvación y ahora debemos celebrar. Esa es la idea principal.

Lo triste es que con el tiempo el rito se ha vuelto rutina. Hoy todavía celebran el Purim, pero es un día festivo interesante y curioso. Si quieren pueden preguntarle a sus amigos judíos. Es como el Halloween. Se visten y van a la sinagoga o templo y leen toda la historia de Ester. Y cuando mencionan el nombre de Amán, se burlan de él y hacen bulla. Es muy interactivo y estrepitoso, y es muy diferente a los servicios que suelen hacer en las sinagogas o templos judíos.

Así que es como el Halloween. Es como el Mardi Gras. O sea, la gente toma mucho, se pone poca ropa, y no es impresionante. Se parece más a las fiestas que hizo Asuero al comienzo del libro, donde la gente bebía mucho, tomaban malas decisiones, y estaban fuera de control. Es como el Cuatro de Julio, en que se celebra la libertad políticamente, y a veces no echan de ver lo que todo esto significa espiritualmente.

¿El pueblo de Dios debe celebrar el Purim? No es pecado celebrarlo. Si quieren hacerlo, con mucho gusto háganlo, pero si lo hacen sepan que se trata solo de Jesús. Si no se trata de Jesús, se convierte en rutina no en rito. Tendrán la forma externa pero no el gozo interno.

Lo curioso también es que la Biblia nunca nos da un decreto de parte de Dios para la fiesta de Purim. Si vemos las fiestas y festivales y días festivos y días santos del Antiguo Testamento, ante todo, todos se cumplen en Cristo, por tanto mientras celebremos a Jesús cumplimos las obligaciones de todos esos días festivos, porque la salvación requiera celebración y todas las salvaciones pequeñas conducen a un gran Salvador. Además, me parece interesante que los demás días festivos y santos que celebra el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento, fueron establecidos, por mandato de Dios en los primeros 5 libros del Antiguo Testamento llamados el Pentateuco. Penta significa cinco. Es un libro en cinco partes, los cinco libros de Moisés.

Pues muchísimos años después, la fiesta de Purim también fue añadida, pero no fue por decreto divino de parte del Señor. Fue una celebración espontánea del pueblo de Dios. En este punto en la historia de las Escrituras, ya han celebrado Purim año tras año, por algún tiempo, y esto nos da la historia y explica lo que hicieron Ester y Mardoqueo para promover este feriado nacional.

La idea principal es esta: Si usted ama a Dios y algo lo emociona, puede hacer una fiesta cuando quiera, ¿de acuerdo? No sé si lo sabían o no, ¿cierto? Pueden hacer una fiesta cuando quieran. Pueden cocinar, tener música, llamar a la gente, hacer fiesta. Lo que suele pasar es que hacemos fiestas de una manera que deshonra a Dios, y gran parte de la trama de Ester incluye una serie de banquetes y fiestas y festejos que deshonran al Señor. Hombres borrachos, mujeres abusadas, todo fuera de control, donde se toman decisiones malvadas.

Aquí sucede un gran cambio. Nos enseña a redimir los festejos. Nos enseña a redimir los días festivos. Nos enseña a redimir la comida para que no seamos glotones, sino adoradores; a redimir la bebida para que no seamos borrachos, sino adoradores; a celebrar, no desafiando a Dios, sino en la presencia de Dios; a vivir coram deo, en la presencia de Dios; y para invitar a Dios y a su pueblo a reunirse para celebrar su salvación.

Permítanme decirles, Mars Hill: la mayoría de los cristianos son mejores para lamentar que para celebrar, sobretodo en la tradición reformada de la cual formamos parte. Dicen, «encuentre su pecado, encuentre su pecado, encuentre sus ídolos, encuentre sus ídolos, usted es horrible, malvado, usted es un pecador». Todo eso es cierto, pero no conduce a tener una buena fiesta. ¿Amén?

Dios se hace hombre, vive sin pecado, muere por nuestro pecado, resucita como nuestro Salvador, pone su Espíritu en nosotros, nos da una nueva naturaleza. Esta Tierra es lo más cercano al infierno que usted experimentará. Las cosas solo van a mejorar. Jesús ha ido delante de nosotros. Él es Rey de Reyes, Él es Señor de Señores. Él le ama, le conoce, le busca, le sirve, ha preparado un lugar para usted; ha preparado una mesa para usted, se gozará sobre usted con cánticos. Pues eso es una fiesta.

Y lo que pasa es que tendemos a enfocarnos en nuestro pecado, a veces más que en nuestro Salvador. El pecado no conduce a la celebración, sino a la condenación. La salvación conduce a la celebración. Así que como cristianos, reconocemos nuestro pecado, pero después llegamos a nuestro Salvador y nos damos cuenta: «Ah, ahora tenemos algo que celebrar: A Jesús». A Jesús.

Y esa es la idea principal que quiero recalcarles. Pueden hacer fiesta cuando quieran. Llamen a la gente, preparen comida, diviértanse. Rediman la celebración de la gloria de Dios. Rediman la celebración de la gloria de Dios. Pueden hacerlo de una manera informal y espontánea, y eso es lo que vemos en el Purim. No hubo decreto, ningún profeta habló, la Biblia no lo declara, un comité no votó. El pueblo de Dios decidió simplemente: «Estamos vivos, es hora de celebrar». También me encanta que en nuestras Noches de Redención, nuestros grupos de redención suelen tratar con el pecado profundo y el sufrimiento en la vida de las personas, y siempre terminan celebrando. Todo esto es profundamente teológico, profundamente teológico.

Y a veces, personas ruines y religiosas, junto esas dos palabras intencionalmente. Las personas ruines y religiosas se vuelven algo críticas. «¿Por qué está feliz esa gente? ¿Por qué levantan las manos? ¿Por qué están celebrando? ¿Por qué están gozosos? ¿Acaso no saben lo impíos que son?». Por eso es que están celebrando. Saben lo impíos que son y lo grande que es su Dios, y que son amados a pesar de ellos mismos, y todo es por la gracia que debe conducir a la celebración por la gloria de la salvación.

Algunos de ustedes necesitan aprender a cantar, algunos de ustedes necesitan aprender a gritar, algunos de ustedes necesitan levantar la manos, algunos de ustedes necesitan hacer fiestas, algunos de ustedes necesitan gozarse con los que se gozan. Al hacerlo, se hace más fácil recordar quién es Dios, cuándo vino Dios, y cómo ha obrado Dios. Es mucho más fácil que mirar a nuestros hijos y convertir la historia de la gracia de Dios en un montón de hechos horribles que deben ser memorizados y nunca disfrutados.

No es el Cielo todavía

Nos habla Purim, y después hace una transición y nos dice que aunque todo ha cambiado y todo es maravilloso y es espectacular… esta es la idea principal: No es el Cielo todavía. Lean conmigo el capítulo 10, versos 1 al 3: «El rey Asuero», quien todavía era rey. O sea Jerjes, ¿es un rey bueno o un rey malo? Un rey malo. Un borracho perverso, un rey malo. Un rey malo. Sigue siendo rey. No están celebrando: «¡Viva, un rey nuevo!». Nada, el mismo rey de siembre. ¿Fue salvo? ¿Se postró de rodillas? «¿Qué debo hacer para ser salvo? ¿Clamó al Señor? ¿Se arrepintió?». No, sigue siendo un rey persa, borracho y pervertido. Pueden emocionarse, pueden hacer fiesta, pueden adorar a Dios aunque no estén muy emocionados con el liderazgo político al que están sometidos. Es solo para que lo sepan y lo piensen.

«El rey Asuero impuso tributo». O sea, hacen fiesta durante el aumento de impuestos. O sea, fue oportuno. Fue oportuno. No solemos hacer fiestas cuando aumentan los impuestos. Yo no. ¿Por qué estaban celebrando? Porque tienen otro rey y son parte de un mejor reino. El rey había dado el decreto, el poder legal a Amán para que los matara y saqueara sus bienes, y no murieron, por lo cual les aumenta los impuestos. ¿Entienden eso? «Oh, están vivos. Les aumentaré los impuestos». O sea, así es el gobierno. O lo matan a uno o le sacan impuestos. Uno tiene dos alternativas, así funcionan las cosas. Si no muere, lo pagarán de otra manera, y así funcionan las cosas.

Lo que me parece curioso es que todavía están vivos ¿dónde? En Persia, no en Jerusalén. Todavía están sujetos al rey, no a un nuevo rey. Sigue siendo un rey pagano, no un rey converso, y sus impuestos no han disminuido, han aumentado. ¿Y qué hacen? Celebran. Si es donde viven, será difícil celebrar. Si no es donde viven, podrán celebrar.

Continúa diciendo: «Y todos los actos de su autoridad y poder, y todo el relato de la grandeza de Mardoqueo, con que el rey le engrandeció, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Media y Persia?». Dice: «Pues tenemos a Mardoqueo y él es el segundo hombre más poderoso de la nación más poderosa de la Tierra, y nos amó, y nos cuida, y nos sirve. Así que no está tan mal, hay un tris de esperanza en medio de lo que de otra manera sería imposible».

Dice: «¿No están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Media y Persia?». Algunos de ustedes dirán: «Estaba buscando en mi Biblia, y no lo encontré en el libro de los reyes de Media y Persia. No lo encontré ahí». Porque ese libro no está en su Biblia. Usted dirá: «¿Por qué lo menciona en la Biblia?». Porque a veces la Biblia menciona libros que no están en la Biblia. No son sagradas Escrituras de inspiración divina, perfecta, inerrante.

En Josué mencionan un libro llamado el libro de Jaser. Usted dirá: «No conozco a ningún Jaser. No sé, apareció en una de esas películas de Steven Spielberg. ¿_Guerra de las galaxias_? No sé quién será Jaser. No puedo ubicarlo». Lo que pasa es que a veces la Biblia hace referencia a libros históricos fuera del canon de las Escrituras, pero no significa que sean libros perfectos, inspirados por Dios, sin error, y que vengan del Señor, pero si contienen verdad, o ciertas verdades.

Aquí se refiere al registro histórico. Y están diciendo: «No vamos a narrar todas las veces que Mardoqueo fue usado por el Señor para la salvación de su pueblo, porque todos ya sabemos que en este libro que tuvimos que leer en el colegio, el que todos los niños tuvieron que memorizar fechas y hechos cuando crecían, que nos habla de Mardoqueo».

La gran idea es esta: Toda la verdad es la verdad de Dios. La autoridad suprema son las Escrituras. Creemos que las Escrituras son inspiradas por Dios y que no hay nada por encima de la Palabra de Dios, no hay nada que acompañe la Palabra de Dios. Es nuestra proverbial Corte Suprema. Y lo que creemos es que bajo la autoridad suprema hay otras autoridades. Mediante la revelación general y la gracia común a veces encontramos verdad en otras partes.

Por eso no nos asusta la ciencia, no nos asusta la medicina, no nos asustan los negocios, no nos asusta la historia. Queremos ser personas que encuentran la verdad de Dios donde podamos, y sabemos que es verdad cuando la probamos con la perfecta Palabra de Dios. Por eso queremos que no le tengan miedo al aprendizaje. Tampoco queremos que sean crédulos, queremos que tengan discernimiento. Y lo que dice aquí es que hay ciertas verdades en ese libro. No todo el libro es verdad, no es un libro de la Biblia, pero contiene algunas cosas que les ayudarán a entender mejor.

«Porque el judío Mardoqueo era el segundo después del rey Asuero, grande entre los judíos y estimado por la multitud de sus hermanos, el cual buscó el bien de su pueblo y procuró el bienestar de toda su gente». Malas noticias: el mismo rey, el mismo reino, y el alza de impuestos. Buenas noticias: Dios te ama. No ha resuelto todos nuestros problemas, pero ha resuelto nuestro problema más grande.

¿Por qué amaban a Mardoqueo? Porque lidera de otra manera. Asuero lidera por medio de la intimidación. Mardoqueo lidera por medio del afecto. Asuero es un hombre muy egoísta y todas sus decisiones son auto convenientes, egoístas. Mardoqueo es un hombre muy desinteresado y sus decisiones son para el bienestar de su pueblo. Asuero quiere que el pueblo lo glorifique, y Mardoqueo quiere ayudar al pueblo a glorificar a Dios. La gente teme a Asuero, pero ama a Mardoqueo.

En realidad es una gran analogía. Solo hay dos maneras de liderar: con mano dura con temor y control, o con poderosa mano del amor, la gracia, la compasión y el afecto. Mardoqueo es un hombre más fuerte que Asuero. Tiene algo que Asuero nunca logra recibir, el amor del pueblo, porque los ama. En ese momento Mardoqueo se había vuelto una especie de George Washington. Un padre fundador. La gente lo ama de una forma paternal y el cuida de ellos paternalmente.

Y dice que fue porque buscó el la paz de su pueblo. Es una palabra muy importante aquí. De hecho es una palabra de Jesús. Es shalom. ¿Alguna vez han escuchado la palabra shalom? Dios hizo el mundo en shalom, y después entró el pecado a estropear y a escandalizar a shalom. Shalom es un mundo sin pecado, shalom es el mundo sin muerte, shalom es el mundo sin terror ni temor, ni opresión, ni sufrimiento. Cuando Dios terminó, dijo que todo era bueno en gran manera. Génesis 1:31. Todo era shalom, completo, apacible, perfecto, y correcto. Reflejaba el carácter de Dios, y después entró el pecado y atacó y estropeó a shalom. Por eso, amigos, vivimos en un mundo que no es shalom. Es un shalom alterado, afectado, estropeado por el pecado.

Mardoqueo viene hablando de shalom, hablando de vida donde había muerte; hablando de vida donde había mentiras; hablando de luz cuando había tinieblas. La Biblia dice que el poder de la vida y de la muerte están en la lengua, y él hace eco a la verdad de Dios, hace eco al amor de Dios, y dice que le habla shalom al las personas. Les da una visión de cómo podría ser la vida, y por la gracia de Dios cómo será la vida cuando el Príncipe de Shalom regrese. Dice en Isaías 9, creo que en el verso 6, que Jesucristo es el Príncipe de Shalom. ¿Saben por qué no tenemos Shalom? Porque estamos esperando la segunda visita del Príncipe de Shalom.

Aquí nos muestra que aunque haya salvación y celebración, aún no hay shalom. Los líderes políticos no son lo que deberían ser, y los sistemas financieros no son lo que deberían ser, todo anda mal en el mundo y seguimos inquietos y frustrados. Nos volvemos cruzados de causas al poner nuestra esperanza en los políticos, o en los líderes de empresas, líderes políticos, líderes morales, o en los líderes espirituales, y tratamos mucho de dar todo lo que podamos, y después perdemos esperanza porque la shalom nunca viene. No importa cuántas batallas peleemos, cuántos dólares gastemos, y cuántas recetas médicas compremos, la shalom nunca viene porque necesitamos al Príncipe de Shalom.

Y Jesús es el Príncipe de Shalom, y cuando venga otra vez, amigos, traerá shalom consigo. Mardoqueo habla shalom al pueblo, y lo aman porque escuchan un débil eco que viene de la voz de Jesús. Les tengo buenas noticias. Shalom viene. No llegará hasta que el Príncipe de Shalom la traiga. A todos los líderes, permítanme instarnos por la gracia de Dios a tratar de liderar como lideró Mardoqueo, no como lidera Asuero: a liderar con shalom como visión y esperanza nuestra.

Algunas observaciones sobre Ester

Para terminar, algunas observaciones sobre Ester al aproximarnos a la onceava semana de estudiar un gran libro. Primero: Los reyes reinan sobre las naciones, pero Dios reina sobre ambos. Vimos el Imperio Persa y el rey, y vimos que sobre ambas cosas está el Señor. Él es el Señor. Necesitan ver y saber esto. Cuando las personas se desesperan: «Oh, se acabó la nación, los gobernantes son unos despiadados». No es algo nuevo. No estoy diciendo que esté bien, solo que no es nuevo. Desde Génesis en adelante, suele registrarse el pecado no la shalom, y que Dios reina y gobierna para proteger a su pueblo, y proveer para su pueblo, y estar presente con su pueblo.

Segundo: los que no ejercen el ministerio como vocación a menudo realizan una labor ministerial importante. Ester no era profetisa; Mardoqueo no era sacerdote. No están en el ministerio vocacionalmente, están en la política. Algunos de ustedes no necesitan asistir al instituto bíblico, necesitan ir a la una facultad de gestión empresarial. Algunos de ustedes no necesitan asistir al seminario, necesitan asistir a una facultad de medicina o de derecho. Algunos de ustedes necesitan ser maestros, algunos necesitan ser abogados, algunos necesitan mamás y papá, algunos necesitan ser profesores de educación física. Algunos de ustedes necesitan ser mecánicos, algunos necesitan ser plomeros. Sea lo que sea, si lo hacen bajo el Señor, es adoración. No es en vano.

Uno de los grandes mitos en la iglesia es que los que trabajan en el ministerio vocacional son usados por el Señor para el ministerio más importante. No siempre es cierto. En Mars Hill casi el 1% de los adultos trabajan como personal pagado de Mars Hill bajo cualquier concepto, a tiempo medio o completo. No significa que el solo 1% tiene la oportunidad de hacer algo importante. Significa que todo el pueblo de Dios, a dondequiera que Dios lo mande, ese es el lugar al que lo ha designado para servirle.

Lo vemos con Mardoqueo, y lo vemos con Ester. Todo hubiera sido destruido si hubieran dejado la política para asistir al instituto bíblico. Se quedaron en sus posiciones y las usaron para glorificar a Dios y para el bien de otros. Quiero que eso les sirva de aliciente. No están perdiendo tiempo si siguen el el ministerio vocacional, ya están en el ministerio. Todo el pueblo de Dios, el sacerdocio de creyentes, están constantemente en el ministerio. Son misioneros en el mundo, enviados por el Señor a realizar un encargo divino.

Además, algunos de ustedes, sí… serán llamados por Dios a seguir el ministerio vocacional, pero la mayoría de ustedes, francamente, no deberían hacerlo porque lo que hacen es muy importante y necesitamos que lo hagan muy bien. Alabado sea Dios por los buenos políticos, alabado sea Dios por los buenos líderes empresariales, alabado sea Dios por los buenos doctores, alabado sea Dios por los buenos maestros.

Tercero: las damas desempeñan papeles importantes en el reino de Dios. Dios se vale de Ester de una forma magnífica. No vino de una familia prominente. Sus padres están muertos, era una niña huérfana. No tiene madre, probablemente fue criada pobre. Vive apartada de la presencia de Dios. Fue criada por un tipo que no era muy buen padre. Se vuelve mejor con el paso de los años, pero al comienzo no era muy impresionante. Ella esconde su fe. No empieza súper sorprendente, pero Dios la usa y ella crece, y ella madura. Se vuelve una de las mujeres más famosas de toda la Biblia.

A manera de observación permítanme señalar que su principal contribución no fue como madre. A menudo en la Biblia cuando Dios usa a una mujer poderosamente, desempaña al papel de madre. Sara fue madre, Rut fue madre, ¿cierto? Todo eso conducía a la venida de Jesús por el linaje familiar. Elisabet fue madre, María fue madre, pero Ester no fue madre. Las Escrituras no indican en ninguna parte que haya sido madre.

Sabemos que la maternidad es un llamado, que la maternidad es un honor, la maternidad es un ministerio. Creemos eso, pero aquí Dios usa a una mujer que no es madre. Ni siquiera tiene un buen matrimonio. Su marido no es creyente, ella es creyente. Su marido tiene otras doscientas esposas y concubinas. Ya nos enteramos en el libro que a veces ni le hablaba por espacio de un mes.

¿Es posible ser una mujer soltera, es posible ser una mujer divorciada, es posible ser una mujer que viene de circunstancias difíciles, es posible ser una mujer infértil que crece en su relación con el Señor, y ser usada en forma significativa? Absolutamente. Esa es la alentadora historia de Ester. Esa es la enormemente alentadora historia de Ester.

Así que para las mujeres solteras, aprovechen esa oportunidad para hacer el bien. Quizás se casen, quizás no. Para las mujeres que luchan con la infertilidad, aprovechen esa oportunidad para hacer el bien. Quizás se vuelvan madres, quizás no. Para las que son infértiles y esperan adoptar, aprovechen esta oportunidad para hacer el bien. Quizás adopten, quizás no. El matrimonio de Ester nunca fue bueno. No la vemos con un marido converso, y feliz cargando un bebé, pero la vemos caminando con Dios y haciendo mucho bien. ¿Amén? Es un gran aliciente para todos nosotros, pero sobre todo para las hermanas en Cristo.

Cuarto: Dios está incansablemente consagrado a cuidar a su pueblo. Sigue amando, sigue buscando, siguen salvando, sigue invirtiendo.

Y quinto: Al final, Dios sale airoso y su pueblo se goza. Si no recuerdan nada, recuerden eso. En la mitad del libro las cosas se ven oscuras. Un rey horrible, un Amán horrible, sentencia de muerte. Pero al final es una fiesta.

Y permítanme decirles: Para nosotros el final llega al final de esta vida. Al final de esta vida, al final de la historia humana, Dios sale airoso y se gozará. Hasta entonces, estamos en la mitad de la historia. Está oscuro y hay sentencia de muerte. Los malos están ganando, el pueblo de Dios está perdiendo, la muerte está reinando, la gente está borracha y pervertida, los hombres están fuera de control, las mujeres son abusadas, despilfarran el dinero, marchan a la guerra. Todo eso sucede en el contexto y con la rúbrica de esta gran historia de Ester, y llegamos al fin y pensamos: Oh, esto es impresionante. Ahora necesitamos una fiesta de lo fantástico que es. Lo mismo pasará a todo el pueblo de Dios.

Ahora, amigos, estamos en la mitad de la película. No tiren sus palomitas de maíz al piso y griten, y salgan del teatro. «Qué película tan estúpida, la odio». Esperen hasta que acabe, se pone mejor. Quédense en sus sillas, esperen hasta el final, se pone mejor. Dios lo resolverá todo, y al final, resucitaremos de la muerte, el pecado no existirá más, el Príncipe de Shalom, el Señor Jesucristo, vendrá otra vez, nuestros enemigos serán destruidos como Amán, y viviremos juntos como pueblo de Dios con algo más magnífico que el Purim, o sea nos uniremos con los ángeles y con todo el pueblo de Dios de todas las naciones de la Tierra, a cantar las alabanzas del Príncipe de Shalom. Al final Dios vencerá. En la mitad es aterrador, es difícil, es complicado. Pero al final, Dios vencerá y su pueblo se gozará. Eso nos da esperanza para seguir adelante.

¿Por qué debe haber una conexión entre el Antiguo Testamento y Jesús?

Permítanme cerrar con esto: es una pregunta que me han hecho mucho en esta serie, y quiero terminar con esto. ¿Por qué debe haber una conexión entre el Antiguo Testamento y Jesús? Llevo 16 años siendo su pastor-maestro. Hoy terminamos Ester. Este será el vigésimo cuarto libro de la Biblia que he enseñado verso por verso. Y a veces cuando llegamos a los libros del Antiguo Testamento empiezo a hablar de Jesús y me dicen: «Ya leí el libro entero y no menciona a Jesús en Ester, o en Génesis, o Éxodo, o Eclesiastés. ¿Por qué hablamos de Jesús en el Antiguo Testamento?».

Permítanme explicarles. Cuando leemos las Escrituras, enfatizamos lo que pensamos ser lo más importante. Digamos que usted es un dispensacionalista. Es un equipo teológico particular. Al leer el Libro dirá: «Ah, veo personas judías. Esto se trata de Israel; es sobre la nación de Israel. Se trata de su derecho a volverse una nación y ser protegidos de sus enemigos. Hoy Israel tiene derecho a tener estatus de nación desde que lo adquirieron en 1948, y siguen siendo atacados por los descendientes del Imperio Persa. Todo esto es político y profético, así que conectémoslo al periódico en los postreros días. Este es el gráfico, tenemos que defender la soberanía de los derechos nacionales de la nación de Israel para que se cumplan las promesas proféticas del Mesías». Yo digo, eh, está bien. Su segunda opción… tal vez volvamos a retomar esa. Si piensa que se trata solo de la nación de Israel, se enfocará solo en eso.

Digamos que usted no es un dispensacionalista, sino un feminista. Y al leer el libro dice: «Hay una mujer. Se trata de eso. Se trata de una mujer que llegó a a ser una líder, una poderosa gobernante que fue usada por Dios. Se trata de la liberación femenina. ¡Viva Ester!». Yo digo, pues sabe qué, en el libro también hay hombres judíos, y hay una mujer, ¿pero es esa la gran idea? ¿Es el tema principal? ¿De eso se trata todo? ¿Es el centro del universo alrededor del cual todo está en órbita?

Si usted es un liberal y le interesa el liberalismo, al leer el libro dirá: «Oh, las minorías son perseguidas por la mayoría; las mujeres son perseguidas por los hombres. Esto es como el socialismo. Aquí es donde se vuelve una parodia de la igualdad, y esta es una historia sobre la justicia». Yo diría, sí, eso está ahí más o menos, pero no sé si está al centro y al corazón de la historia entera. ¿Entonces qué está al centro y al corazón de la historia entera?

Algunos abordan el libro con el mismo moralismo anticuado de siempre. «Hay gente buena y gente mala. ¿Qué hacen los malos? ¡No haga eso! ¿Qué hacen los buenos? ¡Haga eso!». Moralismo. «Sea como Ester, no como Amán».

Yo diría, ¿sabe qué? Permítame decir esto: la nación de Israel y el pueblo judío están en el libro. Una mujer piadosa que asciende en poder y es usada poderosamente por Dios, ella está en el libro. Algunas personas hacen cosas buenas, algunas hacen cosas malas. A decir verdad, eso también está ahí. Todo eso está en el libro. Y la mayoría sí vence a la minoría, y los oprimidos sí son librados. Hay justicia en el libro.

Pero todo eso gira en torno a Jesús. Todas las historias de la Biblia, todas las liberaciones en la Biblia, todas las promesas y prefiguraciones y tipologías, son afluentes que convergen en un imponente río de redención para la trama de la Biblia la cual conduce a Jesús. Algunos de ustedes dirán: «¿De dónde saca eso?». De Jesús.

Esto es lo que voy a postular: que el mejor maestro de la Biblia que ha vivido es Jesús ¿De acuerdo? Aunque usted no sea cristiano, probablemente está de acuerdo conmigo, ¿cierto? Usted piensa: «Por fin coincidimos en algo». Sí, el mejor maestro de la Biblia que ha vivido es Jesús. Lo llamaban rabino, que significa maestro. Nuestra meta en Mars Hill no es imponer un sistema teológico a las Escrituras, sino aprender de Jesús, y por el poder del Espíritu Santo ver las Escrituras como Jesús quiere que las veamos; y cualquier conclusión teológica que tengamos debe proceder de la Escritura, y no imponerse a la Escritura.

Esto fue lo que dijo Jesús en Mateo 5:17–18, al comienzo de su ministerio: «No penséis que he venido», o sea Jesús, «para abolir la ley o los profetas», o sea el Antiguo Testamento. «No he venido», dice ahí, «no he venido para abolir», sino ¿para qué? «Para cumplir». Por tanto, todo el Antiguo Testamento se trata de Jesús y ha venido a cumplirlo.

¿Entonces por qué no ofrecemos sacrificios? Jesús es nuestro sacrificio. ¿Por qué no vamos al templo? Porque Jesús es la presencia de Dios, venimos a Jesús. ¿Por qué no tenemos sacerdote? Porque Jesús es nuestro Gran Sumo Sacerdote. Todo se cumple en Jesús. Jesús vino y dijo: «No estoy tratando de deshacerme de la Biblia, estoy tratando de cumplirla. De hecho, voy a cumplirla toda».

«Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla». Hablamos de ser minuciosos. Jesús dice: «El Antiguo Testamento debe ser cumplido, y he venido a hacer eso mismo: a cumplirlo todo».

Segundo: Jesús discute con unos líderes religiosos. Son unos eruditos, educados más allá de su inteligencia. En Juan 5.39–40, dice: «Examináis las Escrituras». Permítanme preguntarles, ¿eso es bueno o malo? Lo que está diciendo es: «A ustedes les encanta estudiar. Tienen libros, tienen comentarios, cotejan referencias. Son muy devotos en cuanto a estudiar la Biblia». ¿Eso es bueno o malo? Bueno. Pero la interpretan incorrectamente, y eso está mal.

«Examináis las Escrituras», o sea el Antiguo Testamento, «porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí», dice Jesús. «Y no queréis venir a mí para que tengáis vida». Esto es lo que hacen: los eruditos religiosos vienen a Jesús y dicen: «No eres bíblico». Es chistoso, ¿cierto? Si Jesús apareciera en un Instituto bíblico o seminario, pasaría lo mismo. «No eres bíblico». «Saben, conozco el Libro del que están hablando. Y lo están estudiando bastante, pero el problema es que no saben de qué se trata». «En serio?». «¿De qué se trata?». «De mí».

Ahora permítanme decirles, esta es la declaración más veraz o la declaración más arrogante que pudo hacer en ese momento. ¿Cierto? Si yo llegara y le dijera, «¿Sabes de qué se trata la Biblia?», y usted dijera: «¿De qué?», y yo dijera: «De mí», usted diría: «Debe ser el líder de una secta».

La gran idea es esta: La Biblia no se trata de usted, la Biblia no se trata de mí, la Biblia no se trata de nosotros. La Biblia se trata de Jesús. La Biblia es para usted, y la Biblia es para mí, y la Biblia es para nosotros, pero la Biblia se trata de Jesús. ¿Ven la diferencia? Fue lo que dijo Jesús. Uno puede saber mucho de las Escrituras, pero si no conoce a Jesús, no entiende nada de las Escrituras.

«No queréis venir a mí para que tengáis vida». ¿Ha venido a Jesús? ¿Ha venido a Jesús? Algunos de ustedes dirán: «Es que soy filosófico, soy moral, soy teológico, soy estudioso». ¿Ha venido a Jesús? Necesita más que un coeficiente intelectual para ser cristiano, necesita humildad. Porque necesita aceptar la verdad, de que usted es un pecador, que Jesús es el Salvador, y que necesita venir a Él para tener vida, vida espiritual, un nuevo nacimiento en su alma, vida eterna, resurrección de la muerte. La erudición nunca salvó a nadie. Estudiar bien le ayuda a conocer al Salvador que lo salvó.

Después de su muerte, después de su resurrección, Jesús realiza dos estudios bíblicos. Es maravilloso. Hay muchos lugares en la Biblia donde hubiera querido ser teletransportado, ¿sabe? Un pequeño momento de Viaje a las estrellas. Ayúdenme a llegar. Regresaré en un… Solo quiero ir. Dos de los lugares al tope de mi lista están en Lucas 24. Después de su resurrección de la muerte, en Lucas 24:27: «Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas», o sea, el Antiguo Testamento, Jesús «les explicó todo lo referente a Él en todas» las ¿qué? Todas. Les habló de Ester. Sí, cubrió los otros libros pero habló de Ester. Si yo hubiera estado ahí, esta serie hubiera sido mucho mejor, ¿cierto? «Les explicó lo referente a Él en todas las Escrituras». «Está bien, vayan a Génesis: Habla de mí, mí, mí, mí, mí, mí, mí, mí. Éxodo, más de mí. Levítico, mí, mí, mí, mí, mí, mí, mí. Deuteronomio, mí, mí, mí, mí, mí, mí, mí, mí». Cuando llegaron a Ester, debió haber sido maravilloso.

Donde dice en 1 Corintios que al ver a Jesús cara a cara conoceremos plenamente como hemos sido conocidos. Y dice en Isaías que en el reino de Dios, no necesitaremos maestro porque el Señor será nuestro Maestro. Me pregunto si podremos asistir a este estudio bíblico. Sería maravilloso. ¡Por favor! Tomaré notas. Pero Jesús dijo que toda la Biblia se trata de Él.

El último estudio bíblico de Jesús del que tenemos constancia, está en Lucas 24.44–45: «Esto es lo que yo [Jesús] os decía cuando todavía estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre mí está escrito en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos». Esas son todas las categorías de libros del Antiguo Testamento. «Era necesario», ¿qué? «Que se cumpliera. Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras».

¿Saben lo que se necesita para entender las Escrituras? Que el Espíritu Santo abra sus mentes. El mismo Espíritu Santo que inspiró las Escrituras, ilumina el entendimiento de las Escrituras. Así sabemos que entendemos las Escrituras: amamos a Jesús. Amamos a Jesús y su salvación nos conduce a la celebración. Si abre la Biblia y empieza a estudiar y termina en otra parte que no sea Jesús, tomó el camino equivocado. Hay otras cosas secundarias, pero lo principal es que toda la Biblia se trata de Jesús.

Mars Hill, por eso les pido que oren por mí y por todos nuestros líderes, que al abrir la Escritura lleguemos a Jesús, no de una manera alegórica y mística, sino de una manera fiel y bíblica. Por tanto cuando veo un reino, pienso en el reino de Dios. Cuando veo un rey, pienso en Jesús, el Rey de Reyes. Cuando veo una horca donde crucifican a la gente, pienso en la cruz de Jesús. Cuando veo misioneros como Mardoqueo y Ester, pienso en Jesús transcendiendo culturas para entrar a la historia de la humanidad a salvar a los perdidos. Cuando veo gran liberación y salvación, pienso en la liberación y salvación más grande que nos da Jesús. Cuando veo a alguien como Mardoqueo hablar shalom, pienso en Jesús, el Príncipe de Shalom.

Jesús es un mejor Mardoqueo

Así que permítanme cerrar con esto: Jesús es un mejor Mardoqueo. Mardoqueo salvó a la gente de una nación, pero Jesús salva a muchas personas de todas las naciones. Mardoqueo solo pudo servir al pueblo de Dios en su generación, pero Jesús sirve al pueblo de Dios en toda generación. Mardoqueo salvó a las personas de una muerte prematura, pero Jesús salva a las personas de la muerte eterna. Mardoqueo fue un gobernante piadoso en un reino impío, pero Jesús es Dios, el Rey, cuyo reino gobierna todos los reinos. Mardoqueo gobernó un reino que llegó a su fin, pero Jesús gobierna un reino que nunca tendrá fin. A Mardoqueo lo celebran cada año durante Purim, pero Jesús es celebrado semanalmente en la comunión. Y Mardoqueo trajo paz entre el pueblo de Dios y el Rey Jerjes, pero Jesús trae paz entre el pueblo de Dios y Dios. Oremos.

Dios Padre, te doy gracias por esta oportunidad de 11 semanas en que he podido estudiar y ser estudiado por el gran libro de Ester. Te doy gracias por la oportunidad de enseñar en la iglesia Mars Hill, donde predico sin restricción, sin limitación, y sin inhibición. Te doy gracias, Señor Dios, porque nuestra gente ama las Escrituras, y aman a Jesús, y se emocionan al abrir las Escrituras para aprender sobre Jesús. Señor Jesús, pido por nosotros como iglesia, que siempre amemos las Escrituras y amemos leer acerca de ti, Porque nos convertimos en aquello que amamos. Señor Jesús, ayúdanos a amarte sobre todo para que seamos más como tú. Y Señor Dios, pido por quienes aún no han venido a Jesús que vengan a Jesús ahora, que reciban la vida que Él da. Ah, Señor Dios, pido por nosotros como pueblo, que la salvación exija celebración; que cantemos espontáneamente en nuestro carro, en casa, orando, gozándonos, llamando a amigos, enviando mensajes de texto, publicando actualizaciones y hablando sobre cómo viniste a nuestra vida y a la vida de otros a compartir tu gozo para que lo compartamos con los demás. Señor Dios, ahora venimos a celebrar la salvación, en el nombre de Jesús, amén.

Nota: Esta transcripción ha sido editada para la legibilidad.