Jesús aún está con nosotros (Mateo 1:18–25)

La oportunidad más grande del mundo es ser parte del pueblo de Dios, de la familia de Dios, su iglesia, y de lo que Él está haciendo.

Hay personas maravillosamente fieles que nos han forjado en una familia vibrante y creciente.

No podía ver nada sin darme cuenta efectivamente que Dios me estaba diciendo que me amaba.

Si en última instancia Jesús es importante, las personas que aman a Jesús son de suma importancia para nosotros también.

¡Feliz Navidad, Mars Hill!

¡Feliz Navidad, Mars Hill! ¡Feliz Navidad! Sí, dije Navidad. Sé que supuestamente no debemos decir Navidad, pues lo diré otra vez. ¡Feliz Navidad! Esta es nuestra serie navideña. En mi estado, la República Popular de Washington, hace poco legalizaron en el mismo día el consumo de drogas y los matrimonios gay, y esta es mi profunda convicción: si yo puedo casarme con un hombre fumándome un varillo de marihuana, también puedo decir feliz Navidad.

Feliz Navidad, Mars Hill, sí. Esta es nuestra serie navideña. «Lo dijo otra vez. Parece que va decirlo… sí, lo va decir». ¡Feliz Navidad! Esta es nuestra serie navideña titulada: Él nos hizo una familia. Vamos a muchos lugares donde no dicen feliz Navidad, porque tratan de sacar a Cristo de la Navidad. La Navidad se trata de Cristo, el nacimiento de Jesucristo.

Al comienzo de la historia eclesiástica, el pueblo de Dios no sabía cuándo nació Jesús porque la Biblia no nos dice cuándo. Nos dice dónde y cómo. Había una festividad pagana llamada Saturnalia. Nos daba unos días libres por lo cual la convertimos en la Navidad, eso fue lo que hicimos.

Hoy por hoy la gente está tratando de sacar a Cristo de la Navidad. Trataron de cambiarlo a Xmas, pero como significa Cristo en griego dijeron que no funcionaba. Después dijeron: «Felices Fiestas, Felices Fiestas». Como si hubiera tantos feriados en diciembre; tantos feriados maravillosos en diciembre. Busqué en Internet porque todo lo que hay ahí es ‘verdadero’, y descubrí que hay otros feriados durante del mes de diciembre.

El 2 de diciembre es el Día de los Buñuelos. El Día de los Buñuelos. Me encantan los buñuelos, pero ahora… El 5 de diciembre es el Día Nacional de los Ninja. Algunos de ustedes dirán: «Nos sorprendiste con esa». Porque es el Día de los Ninjas. Si hubieran sabido que era el Día de los Ninjas, no lo hubiera sido. El 16 de diciembre es el Día de Cubrirlo todo con Chocolate, y ese feriado sería el que más quisiera que cobre más popularidad porque si todo estuviera cubierto de chocolate sería maravilloso porque puede chupar el chocolate y dejar lo demás. Oh, que toda la vida fuera así. El 18 de diciembre es Día Nacional de Ponerse una Sopapa en la Cabeza. El 23 de diciembre es Festivus, para todos los fans de Seinfeld. Y algunos dirán: «Oh, pero qué pasó con Saturnalia, la gran festividad pagana». Había dos tipos que iban a celebrarla pero salió la película Twilight y decidieron tomarse el mes libre para seguir viendo la película. Esa es su celebración pagana.

Así que déjenme decirles, esto no es Felices Pascuas de Navidad, o Felices Fiestas. De hecho para nosotros se trata de un día santo, nuestro día santo es el nacimiento de Jesús. Tomaremos un mes para cubrir los primeros capítulos de Mateo, y veremos el hecho que Dios vino a la historia humana como parte de una familia, y Jesús es quien nos hace una familia. Hoy seguiremos en Mateo 1:18–25. Si tienen sus Biblias, busquen ese pasaje, y veremos el hecho que Jesús aún está con nosotros, ¿de acuerdo?

Les insto que digan: «Feliz Navidad». Todas las compañías que prohíben decir Navidad, quitan la palabra Navidad de sus páginas de Internet, no dejan que sus empleados digan Navidad…pues yo siempre voy a decirlo. Si voy al banco: «Feliz Navidad». ¡No, es el cumpleaños de Jesús! ¡Ustedes irán al infierno, pero Él puede salvarlos! No me importa lo larga que sea la fila. Todos están comprando regalos, pero yo tengo el mejor Regalo. No tienen que avivar el fuego: ¡Feliz cumpleaños, Jesús! ¿Cierto? Vamos a hablar de Jesús todo el mes y estamos muy emocionados de cerciorarnos que la Navidad se siga tratando de Cristo, ¿amén?

María

Vamos a abrir la Biblia y vamos a ver esta familia. Acompáñenme en Mateo 1:18. Empezaremos con María. ¿Les gusta María, la madre de Jesús? Se supone que deben decir ‘sí’, ¿de acuerdo?

Mateo 1.18: «Y el nacimiento de Jesucristo fue como sigue». Permítanme parar ahí. Hay muchas historias acerca de Jesús. La mayoría de ellas simplemente están equivocadas. Una persona educada más allá de su inteligencia, con más grados que Fahrenheit, escribe un libro complicado sobre el nacimiento de Jesús, o su vida, o que no murió; o que se casó y se fue a Francia, o alguna locura así. Volviendo a mi punto sobre fumar marihuana. Esa gente se inventa conjeturas y opciones erradas sobre Jesús, que son ficticias, pero beneficiosas para los medios porque les encanta a cualquiera que parezca creíble y diga alguna locura sobre Jesús.

Pero la Biblia dice: «Y el nacimiento de Jesucristo fue como sigue». No de muchas maneras, sino de esta manera. Así es como Dios entra a la historia. «El nacimiento de Jesucristo fue como sigue. Estando su madre María desposada con José, antes de que se consumara el matrimonio, se halló que había concebido por obra del Espíritu Santo».

Explicaremos esto, pero primero veamos a María. Ella es una mujer joven, ¿de acuerdo? ¿Tenemos niñas adolescentes? ¿Niñas adolescentes? Bien. María era probablemente una adolescente. ¿Cuántas de ustedes no están listas para criar a Dios? Dicen: «¿Criar a Dios? Ni siquiera puedo manejar carro con transmisión manual». Es posible que María haya tenido unos 12 años. Doce. También es posible que haya tenido cuanto mucho unos 20 años. En esos días podían desposarse a los 12 o 13 años.

Sé que algunos de ustedes piensan: «Eran demasiado jóvenes. Es muy preocupante», porque hoy en día no nos desposamos. Si nos comprometemos, lo hacemos a los 20 y tantos casi a los 30 años. Hoy las personas esperan más tiempo que nunca para casarse, por eso algunos de ustedes dicen: «Oh, eran demasiado jóvenes». Puede que usted sea demasiado irresponsable e inmaduro. Se lo digo para que lo piense. Se lo propongo como una posibilidad para que lo considere con oración. A la orden.

―¿Nos hablará así todo el sermón, o apenas se está calentando? Es horrible. ¿Por qué me trajeron acá? ―No lo sé, me parece divertido. ―De acuerdo, entonces… era para que te salvaras y consiguieras trabajo y te casaras conmigo. ―De acuerdo, no… Sí, está bien.

Es una chica joven de unos 20 años. Vive en un pueblo rural. He estado ahí. Solo hay un pozo, o sea que no podía sostener una gran población. Había docenas de personas, quizás centenas. Son pescadores, agricultores, y están lejos de la gran ciudad. Imagínense una aldea de hace 2.000 años.

La mayoría de las personas que vivían ahí eran pobres. No era una comunidad rica. Eso significa que conforme a las excavaciones arqueológicas su casa era del tamaño de un espacio para aparcar un carro hoy en día. Una porción de la casa la usaban los animales, o sea que era de condición muy humilde. María iba al pozo a sacar agua para su familia… así era su vida. Así era su vida.

Pero su gran día se avecina. Aquí leemos una palabra, poco común para nosotros: desposada. ¿Qué significa estar desposado? Es algo entre contraer esponsales, en nuestra cultura, y el matrimonio. Tiene más peso legal que contraer esponsales, pero no es un matrimonio legalmente consumado.

Permítanme articularlo de esta manera. Según la Biblia, el matrimonio es dos cosas: pacto y consumación. Pacto y consumación. El periodo de compromiso es la temporada de pacto, en la cual el matrimonio no se ha consumado. Era un estado legal en el que estaban casados legítimamente pero el acto matrimonial no había concluido; es decir, la ceremonia matrimonial; y el matrimonio no se había consumado en que los aún no vivían juntos como marido y mujer. Era legalmente vinculante. Era legalmente vinculante. Ella está desposada con un hombre llamado José.

José es un hombre joven, seguramente un adolescente o de unos 20 años también. Es muy probable que hayan crecido juntos y que se conocían. Imagínense otra vez: una aldea con docenas de personas, centenas cuanto mucho… era poca gente. No había muchos niños por lo cual se conocían de niños. Si usted viene de un pueblito, sabe cómo es eso.

Probablemente crecieron juntos y se conocían muy bien; sus familias se conocían; adoraban juntos en la sinagoga. Eran niños que de todas maneras ya sabían por algún tiempo en sus corazones que estarían juntos. Como cuando conocí a Grace a los 17 años, y le dije a las 2 semanas de conocerla: «Voy a casarme contigo y pasaré el resto de mi vida contigo». Llega el momento en que uno sabe simplemente: «Quiero estar con esa persona. Estaré con esa persona». Es una temporada alegre en su vida en la que está desposada. Significa que han entrado en pacto, su consumación se divisa en el horizonte, y está haciendo los preparativos para la boda.

Demasiado o no suficiente

Permítanme decirles esto sobre María: Los católicos la enaltecen demasiado y los protestantes no la honran lo suficiente, ¿de acuerdo? De niño yo era católico. Para los que están aquí, bienvenidos, me llamo el padre Mark, espero que disfruten nuestra misa. Tomaremos comunión en un momento. Todo es legítimo, ¿de acuerdo? De niño era católico, y en la tradición católica… algunos católicos son cristianos que aman a Jesús, y yo no era uno de ellos hasta los 19 años edad.

Pero en la iglesia católica, creo que exaltan demasiado a María. Recuerdo que cuando era niño le oraba a María. «Dios te salve María, llena eres de gracia…». Si usted es católico, sabe a qué me refiero. Cuando entraba a la iglesia, había estatuas de María en un lugar exaltado y venerado. Eso de demasiado. Es demasiado.

Algunos papas la han llamado co-mediatriz y co-redentora. Co-redentora, o sea que ayuda en el proceso de salvación junto con Jesús. Co-mediatriz, que también ayuda como mediadora entre nosotros y Dios. Creo que 1 Timoteo 2:5 dice que solo hay un mediador entre Dios y el hombre, Cristo hombre, y no hay notas al pie que digan «Y su madre también».

Los católicos exaltan demasiado a María…demasiado. Pienso que eso debe contristar el corazón de María. Sé que ahora mismo María está en el reino de Dios con su Hijo, quien gobierna y reina. Y pienso que cuando la gente ora a María y le da gloria y honor, ella se contrista, porque ahora mismo está adorando a su Hijo.

Dicho lo cual, los protestantes pretendían no honrar a María lo suficiente. «Oh, no queremos hablar de María. Eso es lo que hacen los católicos». Pues, María está en la Biblia, ¿amén? Podría decirse que la menciona como la mujer más piadosa, o incluso como la persona más piadosa de la Biblia después de Jesús. O sea, es piadosa de principio a fin.

Hay relatos sobre mujeres como Ester y Rut, o Rahab que no empiezan como mujeres piadosas y después se vuelven piadosas. El cuadro que tenemos de María es que era una jovencita muy piadosa, y cuando creció fue una joven muy piadosa, y como una mujer fue muy piadosa. No hay indicios de rebeldía o de incredulidad. O sea, es presentada de la manera más piadosa, alentadora, y ejemplar en la Biblia.

Y creo que María es más oportuna que nunca para todas las mujeres, sobre todo las jóvenes, y sobre todo para las solteras, porque lleva una vida santa y casta antes de casarse, y de fidelidad en el matrimonio. Es una mujer maravillosa, maravillosa. Pienso que Martín Lutero acertó cuando dijo que María no debe ser objeto de nuestra adoración, sino nuestro ejemplo de fe. Estoy parafraseando a Martín Lutero. Ella no es el objeto de nuestra fe, porque Jesús es el Objeto de nuestra fe, pero ella es nuestro ejemplo de fe. Ella era una mujer de gran fe, y lo verán al desenvolverse la historia en Mateo. Les recomiendo que lean el otro relato en los primeros capítulos del Evangelio de Lucas.

Damas, ella no estaba haciendo esto: No estaba usando sus años de soltera como excusa para tomar, salir con fracasados, acostarse con cualquiera, cohabitar con su novio, endeudarse con tarjetas de crédito y hacer cosas que deshonran a Dios. Ella es un gran ejemplo. En cambio, pasó su vida preparándose para un futuro que desconocía. ¿No es cierto que las cosas todavía funcionan así? Usted y yo no sabemos lo que el futuro nos depara. María no sabía lo que le deparaba el futuro. No era consciente de su posición designada como madre de Dios en la Tierra hasta el tiempo indicado.

Mi pregunta para todos nosotros es esta, pero sobre todo para ustedes las damas, y especialmente las solteras. Repito, para las mujeres solteras y las más jóvenes como mi hija de 15 años, mi esperanza, mi oración, y mi afecto paterno para ustedes es que por la gracia de Dios sigan el ejemplo de María. Y si han pecado y han hecho cosas lamentables, su Hijo perdona el pecado, su Hijo limpia de pecado, su Hijo le ayudará a ser como ella por la gracia de Dios.

Pero esta es mi pregunta para ustedes las damas. ¿Están preparándose hoy para lo que Dios tenga para ustedes mañana? Cuando María reconoce: «Daré a luz a Jesucristo, no es que haya empezado a obedecer a Dios y a adorar a Dios en ese momento. Lo había hecho toda su vida. Todo indica que ella fue piadosa desde su juventud.

Ahora permítanme decir esto a todos nosotros, pero sobre todo a las damas: No tenemos idea de lo que mañana nos depara, pero preparémonos hoy para lo que nos depare el mañana. Ella adoraba a Dios, estudiaba las Escrituras, estaba obedeciendo a Dios, se mantenía casta. Y esto fue lo que pensó: «Me casaré con José. Seremos pobres. Viviremos en la oscuridad, en un pueblito rural. Me quedaré en casa con los niños y sacaré agua del pozo, y él será un carpintero, trabajará duro para darnos de comer. Nadie jamás nos conocerá. Somos unos desconocidos en medio de la nada». Ella no lo sabía, pero se preparó para cualquier cosa que el Señor tenía para ella.

Algunas de ustedes esperan que el Señor les revele el futuro para que motivadas se preparen cuando llegue. Así obra Él. Requiere fe. Caminen con el Señor, prepárense, por la gracia de Dios sean piadosas y estén listas para lo que el futuro les depare, ¿amén? Así es María, ¿de acuerdo?

José

Estamos viendo la familia de Jesús. Estamos viendo que Jesús entra a una familia y que nos hace una familia. Así es su madre, María. Veamos su padre, José. Estoy haciendo esto porque algunos de ustedes dirían: «Pastor Mark, ya estamos familiarizados con la historia navideña». Permítanme decirles que muchos saben algo de la historia navideña pero no la han investigado a fondo. Conocemos trozos, partes, y detalles, pero quiero que la repasemos y reconsideremos que así como ellos acogieron a Jesús en su familia en esa temporada, quiero que todos acojamos a Cristo en nuestras familias.

Sé que algunos de ustedes no conocen a Cristo y no conocen la historia bíblica de Cristo. Solo saben algunos detalles sobre la historia navideña. Y es mi gran honor y privilegio enseñarles, porque no quiero asumir que sabemos cosas si no las sabemos; y aunque las sepamos, quiero poder comunicarles a otros, nuestros hijos, familiares, amigos, vecinos, y colegas de trabajo, a Jesucristo y la historia de la Navidad.

Esa es su madre, María; y este es su padre, José. Mateo 1:19–20. «Y José su marido, siendo un hombre justo», o sea que era un hombre bueno, piadoso, noble, humilde; un hombre lleno del Espíritu. Es un hombre amoroso, bondadoso, un hombre fiel. Es la clase de hombre que ustedes quieren que sean sus hijos. Es la clase de hombre con los que quieren que se casen sus hijas. Así es José. Caballeros, que todos ustedes sean hombres justos. Que por la gracia de Dios todos seamos hombres justos. No sabemos mucho acerca de José, pero si eso es todo lo que sabemos, es todo lo que tenemos que saber.

«Siendo un hombre justo y no queriendo difamarla, quiso abandonarla en secreto». Explicaremos eso. «Pero mientras pensaba en esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciendo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo».

La situación es esta: José se ha preparado arduamente para casarse, porque el matrimonio, según la Biblia, es para hombres, no para niños. Eso significa que tiene trabajo, que ya no vive en la casa de sus padres. Significa que se hizo responsable de sí mismo. Adora a Dios, paga sus cuentas, y vive su vida. Aunque es un hombre joven, es un hombre maduro.

Hay un mito en nuestra cultura. Decimos cosas como: «Entre más viejo, más sabio». Amigos, hay unos que entre más viejos, más necios son. Si usted es joven y humilde, puede ser sabio. José es un hombre con madurez y sabiduría. No hace excusas por la adolescencia y la inmadurez como lo hacen muchos hombres. No vive como un parásito de sus padres, no busca gozar con las mujeres. Está tratando de dejar un buen legado. Está buscando una esposa, no solo una cita. Quiere una familia, no solo el placer.

Este joven ha tomado sobre sí una gran responsabilidad. Ahora está listo para casarse. Quiere decir que la familia de María le dio el visto bueno. Lo han visto, conocen su carácter y su ética de trabajo, y dan su consentimiento. Significa que la congregación del pueblo de Dios a la cual pertenecen, dan su consentimiento. Significa que José se ha presentado como un hombre digno. Requiere de mucha responsabilidad y esfuerzo caballeros, ¿sí o no?

Digamos que tuviera 16, o 18, o 20 años de edad. Eso lo hace aún más asombroso. ¿no es cierto? Y María lo escoge. Él la conoció probablemente desde que eran niños. Quizás la amaba desde que era un niñito. La veían en la sinagoga, en la aldea, «Esa es María». Su corazón se inclinaba hacia ella. Quizás uno de los grandes móviles que tuvo para madurar y crecer y tomar responsabilidad, fue para pasar todos los años que podía con María como su esposa, lo cual significa que se vio incentivado a tomar responsabilidad y portarse como un hombre desde muy joven.

Y lo logró. Con valentía y denuedo le pide su mano, y recibe su bendición y la bendición de sus padres. Ahora comparten un pacto como marido y mujer, y fijan la fecha de la boda. Todos saben que viene la boda; es un pueblo pequeño.

Y María estaba haciendo todos los preparativos; y a veces celebraban las bodas más de una semana, festejando y celebrando. No era solo una tradición de oriente. O sea, las damas aquí que se han casado saben cómo es esto. Las que están preparándose para casarse saben cómo es esto.

Es el periodo más esperanzador de su vida, y a José le llegan las noticias más devastadoras, que está embarazada. «¿María? La veo cantar al Señor todos los días de reposo. Se está aprendiendo grandes porciones de la Escritura de memoria. Pensé que era la muchacha más piadosa que conozco. He estado orando y esperando, y esforzándome muchos años. ¿Está embarazada? Todavía soy virgen. Nunca he tocado a esa mujer. No hemos consumado nuestro pacto. ¿Está embarazada?». Eso fue hace 2.000 años en un pueblo rural muy conservador, donde probablemente todos eran judíos. Por eso es tan escandaloso y devastador.

¿Qué piensa hacer José? Caballeros, ¿qué harían ustedes? Decide divorciarse de ella en secreto. Como los dos habían entrado en un pacto, cancelar el periodo de desposorio y anular la boda que venía requería acción legal y divorcio. Antes de casarse José ya quería el divorcio.

Y lo que decide hacer, porque es un hombre justo, y humilde y honroso, no quiere estar con ella, pero tampoco quiere destruirla. No quiere estar con ella, pero no quiere avergonzarla. No quiere estar con ella, pero no quiere castigarla. ¿Ven lo que estoy diciendo? No está vengándose. No quiere arruinar su reputación.

Había provisiones en la Ley, Levítico 20 y creo que Deuteronomio 22 dicen que durante el desposorio si alguien cometía adulterio podían aplicar pena de muerte. Casi nunca entraba en vigor esa cláusula de la Ley, pero quería decir que potencialmente tenía derecho legal a matarla, pero en cambio lo que quiere hace es protegerla, aunque no quiere estar con ella.

Y después sucede algo asombroso. José se acuesta y probablemente empapa la almohada con sus lágrimas. Es un hombre destrozado. Y la Biblia dice que un ángel aparece y le habla en un sueño y le dice que lo que estaba por suceder con la concepción y el nacimiento de Jesús era del Espíritu Santo.

Y lo que recibe José es milagroso. Es una revelación. Viene el ángel. Los ángeles son seres divinos, creados por Dios. No habitan cuerpos humanos, cuerpos físicos. Son seres espirituales. Existen para la doble función de ser mensajeros y ministros. Hablan de parte de Dios y sirven de parte de Dios.

Y un ángel viene y explica a José que el Espíritu Santo… que Dios mismo hizo algo milagroso, sobrenatural; que las leyes de la naturaleza están escritas con lápiz, no con tinta, y que Dios puede venir y hacer cosas que de otra manera no pueden hacerse. Amigos, por eso creemos. Creemos que Dios puede dar vista al ciego, creemos que Dios puede dar oídos al sordo. Creemos que, si Dios quiere, puede levantar a los muertos. Creemos que Dios hará todo eso para su pueblo en los postreros tiempos, para siempre.

Creemos en lo milagroso, creemos en lo sobrenatural. Sé que algunos de ustedes dirían, «Esto parece muy fuera de lo común e inusual». Así se define un milagro. Por eso lo llaman un milagro y no un martes, no sucede siempre. Es muy inusitado. Un ángel aparece, dice que ha ocurrido un milagro; dice que María tendrá un hijo y que no ha pecado.

El libreto de Dios

Mi pregunta para todos nosotros pero sobre todo para los caballeros es esta: ¿Amarán y guiarán la familia que Dios les ha dado, aunque no sea la que habían previsto? Esta no era la familia que José había previsto. No era la familia que José había previsto. Visualizaba su futuro así: «Yo soy virgen, ella es virgen. Eso significa que ella no está embarazada, no tenemos que alterar el traje, y nadie murmurará durante nuestra ceremonia, porque no habrá dudas sobre su integridad. Nos casaremos, tendremos una vida oscura y sencilla en medio de la nada; la gente no hablará de nosotros».

Permítanme decirles, caballeros: la mayoría de las veces, el libreto que han escrito para su futuro y su familia es distinto al libreto que Dios les entregará, y tienen que tomar una decisión: «¿Leeré el libreto que Él me ha entregado, o abandonaré a esta mujer para encontrar otra y darle mi libreto?». Caballeros, tengan mucho cuidado con la visión que tienen para su familia. Asegúrense de ser amorosos, y que glorifiquen, honren, y sigan al Señor, y que si Él les entrega un libreto distinto al que ustedes habían escrito, que se adhieran a su plan no al de ustedes.

Este no era el plan de José porque si José se hubiera reunido con el entrenador de su vida para crear un plan de 7 años… ―¿Dónde te ves dentro de 7 años, José? ―Me veo con María. Tiene una gran reputación y adoran a nuestro hijo; nadie sabe quienes somos y llevamos una vida callada y sencilla en el campo».

―José, ¿por qué no te casas con una madre soltera? ¿Qué te parece si a pesar de ser piadosa y sin pecado en lo que a su actividad sexual se refiere, todos piensan que es una mujerzuela? Y tu esposa tendrá una reputación muy mala, y reconozco que es algo muy duro en un pueblo pequeño, ¿cierto? Y tu hijo, pues, dirán cosas horribles de él, y serás el hazmerreír del pueblo porque a todos les parecerá irrisorio que tu esposa te engañó y después te dijo que fue el Señor, y que fuiste tan crédulo que le creíste y terminaste criando el hijo de otro».

Y eso fue lo que pasó. Los evangelios relatan que algunos vinieron a Jesús cuando era mayor y le dijeron lo siguiente: «Al menos sabemos quién es nuestro padre». En otras palabras: «Tu madre se ha acostado con tantos hombres que si siquiera sabes quién es tu padre». Jesús les dice algo genial. Les dice: «Su padre es el Diablo». Es una respuesta genial. O sea, «caíste». Esa estuvo buena. Estuvo buena.

Pero caballeros, ¿no están de acuerdo en que ese no era el plan que José había previsto para su vida, y su esposa, y su familia, y su hijo? Pero lo aceptó, como María aceptó el plan de Dios para su vida. A los hombres solteros les sugiero que no pasen por alto a las madres solteras. A los hombres solteros les sugiero que no tomen el camino de menos resistencia, tomen el camino que glorifica más a Dios. A los hombres solteros les digo, no escriban un libreto con tinta, asegúrense que sea con lápiz.

¿Amarán y guiarán a la familia que Dios les ha dado, aunque no sea la que habían previsto? «Si hubiera sabido que ella iba ser así, no me hubiera comprometido con ella para toda la vida. Si hubiera sabido que los niños iban a ser así, no me hubiera comprometido para toda la vida. Si hubiera sabido que iban a enfermarse, o que yo me enfermaría; si hubiera sabido cómo eran sus parientes; si hubiera sabido qué pecados cometieron en el pasado que nos persiguen en el presente; si hubiera sabido que me iban a traicionar de esta manera, o que me fallarían de esa manera, nunca me hubiera comprometido para hacer esto toda la vida».

Y José dice: «Eso está bien. Va a ser difícil, pero confiaré en el Señor, y su visión para mi familia será mi visión para mi familia». Permítanme decirles a los hombres. Siento que el Espíritu Santo quiere que les recalque este punto para que lo entiendan. Si Dios les da a algunos de ustedes una familia difícil, no es una carga, es un honor, porque Dios les está encomendando una gran responsabilidad con esa mujer y esos niños a quienes Él ama mucho. Quizás no le encargó eso a otro hombre porque no estaba seguro de que su hija sería bien amada y que sus hijos serían bien criados.

Si José lo hubiera considerado una carga, se hubiera amargado contra el Señor. «¿Por qué me diste una responsabilidad tan difícil?». En cambio, lo recibió como encargo de parte del Señor, como un gran honor de parte del Señor. «Alguien necesita amar a María y alguien necesita criar a Dios. Inscríbanme». Caballeros, quiero que sepan que a veces Dios envía los mejores hombres a las misiones más duras, y el hecho de que le haya dado una familia difícil no significa que le haya impuesto una carga: de ninguna manera. Le ha bendecido con una oportunidad tremenda. Agradezco que José lo haya tomado de esa manera. Él no dice mucho, pero hace mucho. Ese es José, el padre de Jesús.

Jesús

Hemos visto a María, su madre, y a José, el padre de Jesús. Aquí tenemos a Jesús. Mateo 1.21–23: «Y dará a luz un hijo». Eso hace eco por allá atrás en el 3er capítulo de la Biblia. Cuando Adán y Eva, nuestros primeros padres pecan, la promesa, la profecía de Dios fue dada mediante el primer evangelio, el protoevangelio, donde Dios declara que por medio de la simiente de la mujer vendría un Hijo, y que sería un Salvador. Desde que el pecado entró al mundo, las personas han esperado la venida de un hijo, y aquí está.

«Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús», que significa Dios salva, «Porque Él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta». Se remonta 700 años atrás y cita Isaías 7:14: «HE AQUÍ, LA VIRGEN CONCEBIRÁ». Una virgen es una mujer joven, soltera, y casta. «CONCEBIRÁ Y DARÁ A LUZ UN HIJO, Y LE PONDRÁN POR NOMBRE EMMANUEL». Lo vemos en las tarjetas de Navidad; lo cantamos todos los años. «Que traducido significa: DIOS CON NOSOTROS».

Está bien. En primer lugar, ¿Quién es Jesús? Aquí nos enteramos. Él es Emmanuel, Dios con nosotros. Quiero que sepan esto, Mars Hill, la vida de Jesús no empezó en el vientre de María. Jesús es Dios eternamente; es Dios el Creador; no tiene principio ni fin. Él es Dios. Él es Dios, y descendió a estar con nosotros. Se humilló a sí mismo, el Creador entró en la creación y vino para identificarse con nosotros, para andar entre nosotros y buscarnos, servirnos, y salvarnos.

Jesucristo es Emmanuel, Dios con nosotros. No solo canten los cantos y disfruten las tarjetas navideñas. Acepten a la verdad. Jesús es Dios con nosotros, no es uno entre muchos dioses, es Dios con nosotros, el único Dios. No solo lo declara la Biblia, Jesús mismo lo declara. Amigos, Jesús se declaró a sí mismo enfáticamente, claramente, repetidas veces, sin reservas y sin vergüenza, que es Dios. No reduzcan a Jesús a un buen terapeuta, a un entrenador de vida, a un conferencista motivador o a un ejemplo moral. Jesús es Dios, y Él es Dios entre nosotros, y a lo largo de su vida seguía diciendo que era Dios, el único Dios.

Por eso buscaban matarle. Una vez vinieron a Jesús buscando matarle, y Él les hizo una pregunta muy embarazosa: «¿Por qué me buscan para crucificarme?». Y ellos dijeron: «Porque tú siendo hombre, te haces Dios». ¿Por qué murió Jesús? Porque dijo que era Dios; porque seguía diciendo que era Dios, y al resucitar de la muerte conquista el pecado y la muerte, comprobando para siempre que sus afirmaciones eran ciertas. Jesús es Dios. Mars Hill, Jesús es Dios. Ese es el fundamento de todo lo que creemos. Ese es Jesús.

¿Qué vino a hacer Jesús? Esta frase es magnífica. «Él», ¿quién? Jesús. No hay otros salvadores, no hay otra salvación, no hay otro nombre por el cual la Biblia declara que debemos ser salvos. Otras religiones no salvan; otras filosofías no salvan, otras moralidades no salvan. Sé que no es popular decirlo, pero es verdad. Solo Jesús salva. Él salva. Él salva.

¿El salva de qué? Él salva del pecado y la muerte. Él salva. Esta es la verdad: que todos necesitamos ser salvos. Mi trabajo es decirles la verdad y el de ustedes: tomar una decisión. Jesús habló del infierno más que cualquier persona en la Biblia. Todos somos pecadores por naturaleza y por elección. Esa verdad por sí sola explica el mundo y nuestras vidas. Es muy útil, y nos muestra lo mucho que necesitamos un Salvador, un Salvador. Necesitamos un Salvador. No podemos salvarnos nosotros mismos y no podemos salvarnos unos a otros. Necesitamos que Alguien venga y nos salve. Ese Alguien es Emmanuel, Dios con nosotros.

Dios desciende a amar a sus enemigos. Dios desciende a salvar a los pecadores. Dice que Él salvará mucho antes de que Jesús fuera crucificado, antes de que Jesús muriera en nuestro lugar por nuestros pecados, por tanto es alentador, es un anuncio, es una anticipación de la muerte de Jesús en nuestro lugar por nuestros pecados, que Dios vendría y viviría sin pecado y que sería crucificado y moriría por el pecado, y que Él es Emmanuel, Dios con nosotros, que es Dios por nosotros, y que salvará a su pueblo de sus pecados.

Permítame decirle muy claramente. Si usted no conoce a Jesús, está viviendo en el camino de la ira de Dios. No importa que tenga un árbol de Navidad, que mande tarjetas de Navidad, que disfrute los regalos de Navidad y cante cantos navideños, pero no se pierda al Cristo de la Navidad. Si no ha sido salvo de sus pecados, está en grave peligro… eterno y aterrador peligro. Hay un Cielo, y hay un Infierno. Usted es un pecador. Le tengo buenas noticias: hay un Salvador. Y en esta temporada en que damos y recibimos regalos, le ruego que le entregue sus pecados a Jesús y reciba el don de salvación. ¿Ha hecho eso? ¿Lo hará hoy?

Algunos de ustedes dirán: «¿Está tratando de convertirme?» ¡Pues claro que sí! Es exactamente lo que estoy tratando de hacer. Quiero que conozca a Jesús. Eso es lo que quiero. Por eso estamos aquí. Por eso lo trajeron aquí. Por eso no le dijeron que esto iba a pasar. Dios le ama, Dios le busca, Dios le conoce, y Él es Emmanuel, Dios con nosotros. Y le aseguro ahora mismo que si esta verdad resuena en su corazón, Jesús está con usted. Él es Emmanuel, Dios con usted, y en este momento le dice: «Dame tu pecado y te daré mi salvación. ¿Qué tal si dejamos que este sea nuestro intercambio navideño?»

Y dice: «Salvará a su pueblo de sus pecados». No todos serán salvos. Se los repito: no todos los caminos llevan al mismo destino, como no todos los caminos conducen a la salvación. Jesús salva a su pueblo de sus pecados. ¿Es usted parte del pueblo de Dios? ¿Pertenece usted al pueblo de Dios? ¿Dios es su Padre? ¿Jesús es su Hermano Mayor? ¿Somos la familia de su iglesia? ¿Lo ha salvado Dios? ¿Es salvo? Si no, hoy es el día de la salvación. Hoy es el día en que usted viene al Señor Jesucristo.

Tenemos a María, a José, y todo gira en torno a Jesús. Mars Hill, por eso es que no quiero que lo vean solo como un Niño. Dios se hizo hombre, pero creció y se hizo hombre. No es solo un Niño con 10 dedos en las manos y 10 dedos en los pies, contados por su madre… esos 10 dedos en manos y pies fueron clavados a una cruz. No solo tomó su primer aliento, también tomó su último aliento. «Él salvará a su pueblo de sus pecados». Por eso es que para nosotros los cristianos, no puede haber Navidad sin Él.

La familia de Jesús

Ahora vean la familia de Jesús. Mateo 1.24–25: «Y cuando despertó José del sueño». Me encanta esto. Pienso que en muchos aspectos hemos definido incorrectamente lo que un teólogo es y lo que hace. Creo que José es un gran teólogo. Algunos de ustedes dirán: «Pero no dice nada». Oh, que hubiera más teólogos como él. A veces el asunto de la fe se vuelve tan teórico, tan teológico, tan complicado y pormenorizado, ¿y cómo define Pablo pistis, o sea la fe, comparado con la perspectiva de Santiago sobre el mismo tema? ¿Y cómo encaja en el ejemplo de fe que nos dio Abraham?

Me gusta José. Para José la fe es así: Él hizo. No incurre en un enorme diálogo interior. José no se pone a considerar la variedad de palabras de fe en la constelación de significados y el uso de los mismos en el Antiguo Pacto y el Nuevo Pacto, y cómo aparecen en el Midrash y el Talmud, y cómo se usan en la literatura secular dentro de la antigua civilización griega del Imperio Romano, ni hizo un estudio bíblico, ni leyó 7 libros sobre el tema y cuando fue al consejero y el terapeuta no cambió su declaración de vida con su entrenador ni su plan de 7 años para…

No, dice que: «Él hizo». Algunos de ustedes piensan demasiado, otros no piensan lo suficiente. Algunos de ustedes dicen demasiado, otros no dicen lo suficiente. La fe es la una convicción interna que se demuestra con acción externa. Permítanme decirles que lo que le piden a José no es fácil, ¿cierto? «Cásate con una mujer embarazada».

¿Cuántos de ustedes dirían: «Yo de aquí no paso. Y ni hablar de lo que queda de esa larga lista de deberes» Vivir en un pueblo pequeño donde la reputación suya y de su esposa y de sus hijos estaba destrozada. Criar a Dios. «No metas la pata porque no sabemos lo que pueda pasar si la metes, ¿cierto? No lo dejes caer». O sea, hay muchas variables y no sabemos qué pueda suceder.

Lean conmigo. «Cuando despertó José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado». Lo que me encanta de José es que no habla mucho, pero hace mucho. Algunos de ustedes son así. Dicen: «Saben qué, no soy el teólogo más grande, pero si el Señor me dice algo, lo único que quiero es hacerlo». Usted es un gran teólogo. Muchas veces es: «Confío en el Señor. Si me dice que haga algo, eso es lo que quiero hacer, y por la gracia de Dios, eso es lo que haré». Así es José, ¿cierto?

Porque desde la perspectiva de José la fe es así: la caja de herramientas en una mano, la lonchera en la otra. «María, voy a amarte y vamos a criar a Jesús. Voy a ir a trabajar ahora porque tenemos que comer». Eso es tener fe. Esto dignifica las profesiones. Permítanme decirles como hijo de un sheetrockero, que un tipo con lonchera y caja de herramientas agrada tanto al Señor si camina en obediencia y en fe, como un sacerdote o un profeta.

Jesús no nació de un sacerdote ni de un profeta. Era un tipo con una lonchera en una mano y una caja de herramientas en la otra. Y los primeros 30 años de su vida Jesús fue a trabajar con su padre, con una lonchera en una mano y la caja de herramientas en la otra, y no estaba perdiendo su tiempo. Estaba adorando al Señor por medio de su trabajo. Todo trabajo hecho para el Señor, agrada al Señor. Glorifica al Señor, honra al Señor, y es un acto de adoración. El trabajo se vuelve adoración para el Señor. Me encanta José, y me encanta este cuadro. No aparece muchas veces, no dice mucho, pero hace mucho. Hace mucho.

«Toma a su esposa». ¿Pueden verlo? En este punto de la historia, puede que no lo sepan, pero Lucas nos da más información. María tiene 4 meses de embarazo en este punto de la historia. Se casan un poco después. No sé si tendría 5 o 6 meses de embarazo, pero ya se le nota. José…se casa con ella.

«Y la conservó virgen hasta que dio a luz un hijo; y le puso por nombre Jesús». ¿Por qué lo llamó Jesús? Porque le dijeron: «Lo llamarás Jesús», ¿de acuerdo? ―¿Cómo se llama? ―Jesús ―¿Cómo lo sabe? ―Él ángel me lo dijo y no haremos votación. Es un hombre sencillo, humilde, obediente, trabajador, y callado.

Permítanme decirles algo teológicamente, sobre todo para los que tienen antecedentes católicos. ¿Cuántos hay oído que María fue siempre virgen? ¿Que nunca consumó su pacto matrimonial con José? Eso vino del Segundo Concilio de Constantinopla, creo que fue en 533 d. C. que se reunieron y declararon que María es semper virgo, siempre virgen. Incluso algunos maestros protestantes como Lutero y Calvino llegaron y dijeron que ella fue siempre virgen, o sea que nunca consumó su matrimonio con José.

Eso no es verdad. Eso no es verdad. Es como una ideología religiosa que dice que el sexo es un asco, por lo tanto María no pudo haber tenido un matrimonio normal con su marido. No es un asco, es un don piadoso y de gracia cuando se hace conforme al Señor, en el matrimonio, casta y fielmente. Y lo que dice aquí es: «Y la conservó virgen hasta que…». No dice para siempre, sino hasta que dio a luz a su Hijo. O sea, después del nacimiento de Jesús, consumaron su pacto y tuvieron un matrimonio normal, amoroso e íntimo.

La Biblia también dice en otra parte que Jesús tenía una madre, hermanos, y hermanas. Algunos de ustedes dirán: «Dónde aparecen los otros niños?», Pues les aseguro que no nacieron virginalmente. Se los aseguro. Porque la profecía de Isaías 7:14 no dice que «Una virgen dará a luz una camada de niños». Dice: «Una virgen concebirá y dará a luz un hijo». Un hijo, ¿de acuerdo? Los otros niños nacen normalmente. Jesús tiene una madre, hermanos y hermanas. Eso significa que María y José tuvieron un matrimonio normal, amoroso, íntimo, saludable y piadoso.

«Y lo llamó Jesús, que significa que Él salva a su pueblo de sus pecados». Ahora díganme esto, Mars Hill: Este es el Libro que Dios escribió, es perfecto y verdadero; y cuando Dios declara 700 años antes por medio del profeta Isaías que una virgen daría a luz un Hijo, y que se llamaría Emmanuel, Dios con nosotros, y Mateo después conecta esas dos cosas, Mateo está diciendo: «Este es el cumplimiento de esa profecía, porque solo Dios conoce el futuro, solo Dios declara el futuro, solo Dios controla el futuro».

Mars Hill, ustedes pueden confiar en la Palabra de Dios. Es del todo veraz y se trata solamente de Jesús. Dios sabía que enviaría a su Hijo nacido de una virgen, y aquí todo eso se cumple, y Jesús entra en el mundo. Dios entra en la historia humana por el vientre de una sierva humilde, María.

No sabemos mucho acerca de los primeros años de Jesús. Se llaman los años perdidos. Lucas 2:52 nos dice que Jesús crecía en sabiduría, y en estatura, y en gracia con Dios y los hombres; que Jesucristo era un niño piadoso, un niño piadoso, un adolescente piadoso, un joven piadoso, un adulto piadoso; que Jesús vivió sin pecado; que honró a su madre y a su padre; que estudió las Escrituras.

Estoy seguro que fue un hermano mayor muy bueno, ¿amén? ¿Se imaginan eso? Si usted es el hermanito o la hermanita de Jesús y están peleando, entra María y dice: ―¿Qué pasó? Y Jesús dice:―No fui yo. Ya lo sabemos. Ya lo sabemos. ―Seguro fue culpa de Jacobo. Quiero que vean que Jesús puede identificarse con los niños, y los niños pueden identificarse con Jesús. Lo mismo con todas las otras etapas hasta la edad adulta.

Y Dios se ha identificado con nosotros para que podamos identificarnos con Él. Eso significa que los niños chiquitos pueden hablar de lo suyo con Jesús, y los adolescentes pueden hablar de lo suyo con Jesús, y los jóvenes pueden hablar de lo suyo con Jesús, y Él entiende porque ha estado en esa etapa. Ha estado en esa etapa.

Jesús sigue siendo Emmanuel, Dios con nosotros

Después Jesús salva a su pueblo de sus pecados. Padece y es crucificado, y muere en nuestro lugar por nuestros pecados, y declara victorioso y triunfante: «Consumado es». Toma su último aliento, es sepultado en una tumba, y a los tres días resucita de la muerte. Eso es lo que debemos celebrar durante la Pascua, no un conejo que pone huevos… no estoy seguro cómo funciona la biología en ese caso… Se trata de la resurrección de Jesús, y toda la historia humana se trata de la venida de Jesús a. C., antes de Cristo; y A.D., Anno Domini, el año de nuestro Señor. Nuestros grandes feriados son: La Navidad, o el nacimiento de Jesús, y la Pascua se trata de la resurrección de Jesús de la muerte. Se trata solo de Jesús.

Finalmente, Jesús asciende al Cielo donde está vivo y se encuentra bien, y gobierna y reina; y ahora mismo María adora a su Hijo con los ángeles. Y Jesús sabía que al partir nos podría parecer que nos dejó huérfanos como familia, por eso dice Jesús en Juan 14 antes de ascender al Cielo: «No os dejaré huérfanos. Les enviaré el Espíritu Santo, la tercera Persona de la Trinidad, y Él los dirigirá y los guiará, y les enseñará y los compungirá, y estará con ustedes».

Aquí es donde Jesús dice unas de sus últimas palabras en Mateo 28:20 después de resucitar de la muerte. Dice: «Estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo». Mars Hill, no somos un pueblo huérfano, no somos un pueblo abandonado. Jesús sigue siendo Emmanuel, Dios con nosotros. Eso significa que si usted pertenece a Jesús y a su pueblo a quienes salvó de sus pecados, Jesús regresa a casa con usted, Jesús va al trabajo con usted, Jesús va con usted a la sesión de quimioterapia.

Significa que cuando nos reunimos como pueblo de Dios, Jesús está con nosotros. Significa que cuando nos reunimos en los grupos comunitarios, Jesús está con nosotros. Significa que cuando nos reunimos en los grupos de redención, Jesús está con nosotros. Incluso significa que cuando estamos solos, y estamos sufriendo, y padecemos dolor y frustración, Jesús está con nosotros.

Y quiero darle gracias a Jesús públicamente por estar siempre con nosotros. Empezamos hace 16 años en la sala de nuestra casa con solo Grace y yo y unas cuantas personas, y Jesús estaba con nosotros. Durante 16 años, la iglesia ha crecido por la gracia de Dios, pero algo sigue igual, aunque casi todo lo demás ha cambiado: Jesús siempre ha estado con nosotros, y este fue el año más fructífero que hemos tenido.

En la gracia de Dios, tuvimos un incremento de casi 3.000 personas. Bautizamos mucho más de 1.000 personas. Por la gracia de Dios, no solo estamos celebrando el nacimiento de Jesús, ahora tenemos casi 3.000 niños menores de 10 años y una cantidad de niños a quienes Jesús ama y con quienes se identifica.

Este año fuimos nombrados la 3a iglesia de mayor crecimiento, y la vigésima octava iglesia más grande de Estados Unidos. Tendemos a entrar en los centros urbanos y vamos en pos de los solteros, y enfocamos a los hombres jóvenes. Y cuando los medios llegan y preguntan: «¿Cuál es su secreto?». No tenemos ningún secreto: Jesús está con nosotros. Mars Hill, Jesús está con nosotros. Todavía está con nosotros.

Quiero alabar públicamente a Dios y darles las gracias. Por la gracia de Dios pudimos plantar 4 nuevas iglesias Mars Hill este año, y Jesús está ahí. Él está ahí, está ahí. Esta es la temporada del año en que reflexionamos sobre lo que pasó este año y lo que estamos pidiendo a Jesús para el año entrante, lo que creemos ser su libreto para nuestra vida juntos como familia. Como María y José acogieron a Jesús y le abrieron espacio, siempre queremos acoger a Jesús en esta familia de la iglesia y abrirle espacio a Él.

Les pido que oren, que tomen interés, y que den, y que sirvan para que entremos en excelentes condiciones al año próximo y terminemos muy bien el año. Queremos trasladar a Mars Hill Downtown a un gran edificio épico en lo que previamente era la ciudad con menos iglesias de Estados Unidos. Queremos mudar Mars Hill Everett a un hogar permanente. Pueden orar por un hogar permanente para Mars Hill Orange County, y también para Mars Hill Federal Way, y en la gracia de Dios, abriremos Mars Hill Tacoma y cualquier otra cosa que Jesús tenga para nosotros. Quiero que vean que las iglesias son como hermanos y hermanas, y que cuando crece la familia, es algo que vale la pena celebrar. Y cuando la gente pregunta: «¿De qué se trata todo esto?». Díganles: «Jesús está con nosotros. Nunca nos ha dejado, nunca nos ha abandonado. Sigue apareciendo y nos ama muy bien». ¿Amén?

Dios Padre, te damos gracias por enviar a tu Hijo unigénito, el Señor Jesucristo. Señor Jesús, gracias porque eres Emmanuel, eres Dios… no un Dios lejano y distante, desinteresado, eres Dios con nosotros, siempre con nosotros, con cada uno de nosotros, con todos nosotros. Señor Jesús, pido por los que aún no te conocen. Quizás sean religiosos, morales, espirituales, o tradicionales. Saben alguna que otra cosa sobre la historia navideña, pero no conocen al Cristo de la historia. Pido, Espíritu Santo, que seas con ellos ahora mismo dándoles la clase de fe que tenían María y José, fe para que confíen y obedezcan. Señor, pido que todos los que escuchen este mensaje durante esta gran temporada de dadivas, den su pecado a Jesús y reciban salvación. Señor Jesús, pido por todos nosotros, que al igual que María y José abramos campo en nuestras vidas y en nuestras familias para Jesús, aunque su venida es siempre un inconveniente que hace que la vida sea más difícil y más maravillosa. Señor Jesús, te doy gracias porque siempre estás con esta familia de la iglesia y gracias por estar con nosotros ahora mismo. Amén.

La familia Hernández

Voy a compartir un testimonio con ustedes. Es maravilloso. Somos una gran iglesia, en 14 localidades, en 4 estados. Hacemos 30 servicios, hay una cantidad de personas, pero quiero que vean cómo es cuando Jesús está con nosotros, y por eso quiero presentarles una gran familia de Mars Hill.

Pastor Dave Bruskas: La familia Hernández, es una familia militar de segunda generación. José y Gena ya han vivido en 24 lugares distintos al servicio de nuestro país, y el resto de su historia es verdaderamente increíble.

Gena Hernandez: Joey, con ternura mijito.

Jose Hernandez: Atájalo, mamá. Aquí estoy yo en la estación de ayuda donde trabajaba. Siempre teníamos que andar siempre con el arma a la mano. Cuando regresamos pasó mucho tiempo… cada vez que despertaba, agarraba el rifle. Una vez que vino Gena de su base militar a verme… Estarás en mi corazón y Dios estará en el tuyo. Ven, ahí está la gracia de Dios aunque aún no lo reconocíamos a Él en ese momento. Estando lejos de la familia y de todos, estábamos casi seguros que tendríamos que crecer juntos en nuestro matrimonio por nuestra cuenta. Hubo muchos problemas personales, y mucho orgullo. Sentía que éramos como compañeros de habitación y no marido y mujer. Gena quería acaparar toda mi atención. Quería que la ayudará en el hogar criando a nuestra hija, y yo estaba más enfocado en divertirme, en salir, y básicamente en no estar ahí. Conocimos muchas personas que nos llevaron por muy mal camino. «Oh, deberías irte. Oh, no necesitas esto. Oh, puedes más que esto». El Ejército nos mudó a Virginia y los problemas continuaron, sabe. Aunque cambiamos de ambiente, los problemas persistían. Nunca logramos hablar de ellos. Estuvimos separados prácticamente todo el verano. Pensé que si no funcionaba ahora, nunca funcionaría. Que necesitábamos separarnos.

Gena Hernandez: Siempre discutíamos, siempre había conflicto, y pienso que llegó el momento en que me pareció que la situación no tenía esperanza.

Jose Hernandez: Habíamos ido a consejería por medio del trabajador social. O sea, hablamos con todo el mundo.

Gena Hernandez: Publicamos un par de cosas en Facebook, y alguien que conocía en ese momento me mandó un mensaje por Facebook y casualmente me dijo: «¿Puedo orar por su marido?». Y ahí mismo en Facebook escribió una oración donde menciona la serie del pastor Mark: El verdadero matrimonio. Un par de días después lo llamé y le dije: «Sabes, empecé a mirar esto. Pienso que debemos verlo juntos».

Jose Hernandez: O sea, caray. Francamente no pensé que la iglesia iba ser suficiente para salvar nuestro matrimonio. Creo que estaba pensando quizás que era una excusa. Para ese entonces, ella ya había asistido a Mars Hill Olympia, y trató de quedarse en la parte de atrás para que nadie notara su presencia, pero claro, la notaron. Cuando empezamos a ir, ya conocían a Gena y a mis hijos. Y claro, llegué y una de las primeras personas que vi fue al pastor Steve, que dijo: «Hola Gena. ¿Cómo te va? ¿Este es tu esposo?». Sabe. Y le dije: «¿Cómo le va?». Y me dijo: «Hola, José, ¿cómo te va?». Sabe. O sea, ni siquiera le había dado mi nombre, sabe. Tenemos un dicho en las Fuerzas Armadas: «Aguanta y echa p’alante», mientras que Jesús está diciendo No tienes que aguantarte nada, sabes. «Te amo, no importa lo malo que seas o lo bueno que seas», y que nos ayudará a superar todas las cosas. Como dije, me llenó de esperanza. Jesús sabe lo que hace. No solo salvó nuestro matrimonio, pero pienso que nos salvó como individuos.

Gena Hernandez: Sin Jesús, soy un fracaso como esposa, y un fracaso como madre, y casi que un fracaso como ser humano; pero con Jesús, pienso que nos da la gracia para hacer tantas cosas grandes.

Pastor Dave Bruskas: Ustedes vinieron a Mars Hill, conocieron a Jesús y fueron bautizados. Cuéntenme cómo fue esa experiencia.

Gena Hernandez: Aparte del nacimiento de nuestros hijos, fue quizás la experiencia más emocional que he tenido en mi vida, y pienso que quizás fue el momento de más acercamiento que hemos tenido como marido y mujer. Él siempre fue un gran padre, y ahora no hay palabras para describirlo, orando con los niños, viéndole aconsejar a los niños y hablar con los niños para ayudarles a superar las cosas, en vez de ser una figura autoritaria tan estricta. Es verdaderamente asombroso.

Jose Hernandez: Empezamos el día orando. Me despierto cada mañana a las 4:45 de lunes a viernes, y antes de salir de la casa, aunque esté afanado, o aunque no esté afanado, nos sentamos juntos a orar. Siempre me gusta orar por mi esposa. Parece, sabe, que algunas personas dirían: «Parece medio redundante que ore todas las mañanas». Pues sabe qué, es un nuevo día, hay nuevos obstáculos, no sabemos qué esperar, y pedimos gracia. Cuando empezamos a asistir a Mars Hill y participamos en el grupo comunitario, aún no conocía a esas personas. Parecían formales, sabe. Sonriámonos a ver qué pasa. Y después Gena y yo discutimos, y ella llamó a la esposa del líder del grupo comunitario y sin más le dijo: «Oye, estamos peleando por esto y esto, sabe. Ya no aguanto más», y le dijo todo. De pronto, Sean y Ashley vinieron a nuestra casa, y esto pasó como a las 11 de la noche, sabe. Obviamente, lo mencionaron en la siguiente reunión del grupo comunitario. «¿Cómo están?». Y repito, esa fue la primera vez que no sentí deseos de mentir. Ahora podía hablar de eso porque estábamos en familia, con nuestra familia espiritual.

Una semana después . . .

Jose Hernandez: Cuando se topa con alguien que no es cristiano y le pregunta: «Hola, ¿cómo estás?», y no lo toman en serio, sabe. «Oh, estoy bien». Pero cuando se topa con alguien en Mars Hill. o con un cristiano en general, le dan la impresión de que les importa. Aunque no puedan hacer nada al respecto, ofrecen su oración. O sea, les importa. Encontrar a Jesús nos deja saber que ahora tenemos que responder ante alguien y rendir cuentas a alguien. Que nos hayan puesto en la iglesia con un pastor, en grupos comunitarios, hace que nos mejoremos mutuamente estando juntos. Él murió por nuestros pecados; que hay una solución, que es Él.

[música]

Nota: Esta transcripción ha sido editada para la legibilidad.