Jesús edifica su iglesia

«Yo edificaré mi iglesia»

Es una historia descabellada. Hace 2.000 años había un hombre de más o menos 30 años de edad. Cuando nació, su madre era una adolescente; su padre, un carpintero. Vivían en un área rural muy pobre. Probablemente creció en una casa del tamaño de un puesto de estacionamiento donde usted y yo parquearíamos un vehículo. Parte de esa casa se usaba para alojar animales. Ni siquiera usaban todo el espacio para ellos mismos. No había plomería en la casa, riqueza, prosperidad, opulencia, nada de eso.

Trabajó con su padre un rato como carpintero y empezó a predicar y a enseñar. Tenía un grupo de aproximadamente doce seguidores. Solo 12. Viene de un pequeño pueblo de quizás docenas de personas. Un solo pozo sustentaba toda la población. Habría ido a ese pozo todos los días, quizás con su madre, María, a sacar agua. Muy sencillo, muy humilde, muy rural. No tenía esposa, no tenía hijos, no tenía trabajo.

Después, en Mateo 16:18 leemos esta declaración que hace aunque solo tiene una docena de seguidores. Dice lo siguiente. Es una declaración increíble: «Yo edificaré», lo dice con mucha convicción. «Yo edificaré», ¿qué? «Edificaré mi iglesia». No alguna cosa sino algo suyo: «¡Mí iglesia!». Propiedad. ¿Quién lo hará? Dice que Él lo hará. «Yo edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella».

Imagínense un hombre de 30 años, desempleado, sin techo, soltero, que creció en un pueblo rural diciéndole esto con autoridad a 12 tipos. ¿Cuántos de ustedes se reirían o se burlarían de Él y mandarían un Tweet: «Conocí al tipo más loco del mundo»? Es una declaración importantísima.

Pues este Hombre es Jesucristo. 2.000 años más tarde, nosotros somos la iglesia. Jesús edifica su iglesia. Hoy, varios miles de millones de personas en la Tierra dicen que lo adoran como Señor, Dios, Salvador, Rey, y Cristo. La persona más famosa que que ha vivido en la historia del mundo es este hombre, Jesucristo, y la iglesia 2.000 años más tarde lo ama, le sirve, le sigue.

El poder del Espíritu Santo

¿Cómo sucedió esto? ¿Qué eventos ocurrieron? ¿Cómo edificó Jesús su iglesia? Empieza en Hechos 1:8, Jesús nos dijo cómo edificaría su iglesia. Después de su vida sin pecado y su muerte en la cruz, después de su resurrección de la muerte, Jesús forma lo que en esa época era la iglesia primitiva, que consistía de 120 personas. No eran muchas personas. Y dice esto: «Pero recibiréis poder».

La diferencia entre esas 120 personas y varios miles de millones de personas miles de años más tarde es que les fue dado poder y ese poder ha continuado de generación en generación. Es un poder sobrenatural, milagroso, asignado por Dios. «Recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros».

Jesús les promete a los 120 que conformaban la primera iglesia después de su resurrección: «Sus vidas se caracterizarán por el poder porque el Espíritu Santo vendrá y les dará poder». Jesús es la segunda Persona de la Trinidad. Hay un Dios y tres Personas. Él es Dios que se hizo hombre. Cuando resucitó de la muerte antes de ascender al Cielo, dijo que el Espíritu vendría, la tercera Persona de la Trinidad, para dar poder a los cristianos, ¿para qué? Para el ministerio y las misiones.

«Y seréis mis testigos». Jesús les dice a 120 personas: «El mundo entero sabrá quién soy y lo que hice por medio de mi muerte, sepultura, y resurrección, y ustedes se lo contarán». Le dice a la iglesia que nuestra misión es ser sus testigos. Eso significa que vivimos abiertamente, públicamente, y honestamente nuestro amor por Jesús porque queremos que otros lo conozcan y lo amen y se encuentren con Él, y que se vuelvan cristianos que lo siguen con devoción.

Y dice que sucederá en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la Tierra. Que empezaría donde ellos estaban y que cundiría desde ahí. Finalmente así es como debe funcionar el ministerio. Empieza con sus vecinos, su familia, sus amigos, y sus compañeros de trabajo. Su corazón se ensancha por su ciudad, por su región, por su nación, por las naciones de la Tierra.

Jesús dice que así debe funcionar. Y aquí estamos en Mars Hill; oficialmente somos «los confines de la Tierra». ¿Amén? Estamos muy lejos de Jerusalén, pero es el mismo Jesús que amamos, que conocemos, que adoramos. Es la historia de la fe cristiana. Amamos la iglesia. Jesús ama la iglesia. Jesús nos ama, y nosotros le amamos.

Jesús ha estado edificando su iglesia 2.000 años, y tenía razón, las puertas del Hades no han prevalecido contra ella. Satanás y los demonios y sus subalternos y sus opiniones en ninguna manera han podido interrumpir el avance de la iglesia de Jesucristo. Y 2.000 años después, con todas sus fallas, imperfecciones y fracasos, la iglesia de Jesucristo persiste y continúa por la sencilla razón de que Jesús ama su iglesia. Es que la ama. Dijo que la edificaría y es lo que está haciendo. Y dijo que le enviaría el Espíritu Santo, y lo ha hecho.

Lo que pasa cuando Jesús edifica su iglesia

Resulta que después de que Jesús promete el plan global a las 120 personas, nace la iglesia por medio de la predicación de un sermón por parte de un líder llamado Pedro a quien Jesús entrenó personalmente. Leeremos su sermón, y después veremos sucesivamente lo que pasa cuando Jesús edifica su iglesia. Lo que pasa cuando el Espíritu Santo aparece.

Les diré simple y llanamente, Jesús nos ama y queremos que ustedes amen a Jesús, y queremos que se amen unos a otros, y queremos que amen nuestra iglesia, y queremos que amen toda la iglesia, todas las iglesias que pertenecen a Jesús. Como nuestra iglesia ha crecido y tenemos tanta gente nueva, estamos dedicando tiempo en esta serie titulada Jesús ama su iglesia para que sepan y entiendan y valoren y amen a la Iglesia de Jesucristo.

Regresamos 2.000 años a aquel primer domingo, por así decirlo, en que 120 personas que conformaban el grupo central de aquella iglesia plantada original abrieron las puertas y Pedro, su pastor, se pone en pie y predica el primer sermón, y nace la iglesia neotestamentaria, la del Nuevo Pacto. Veremos cómo empezó la iglesia. Veremos cómo se sostenía la iglesia. Queremos ver de qué manera obraba el Espíritu Santo porque es la misma manera en que en Espíritu Santo sigue obrando.

Lo leemos en Hechos 2:38–47, lo leeremos todo junto. «Y Pedro les dijo». O sea que es un sermón. Necesitan saber esto. El cristianismo empieza, la iglesia nace con un sermón. con la predicación de la Palabra de Dios y la iglesia se sostiene con la predicación de la Palabra de Dios. Por eso es que cada semana en la Iglesia Mars Hill abrimos las Escrituras, proclamamos a Jesús, enseñamos la Biblia, compartimos el evangelio.

Y creo que de todas maneras si en cualquier momento dejamos de enseñar la Biblia el Espíritu Santo dejará de bendecirnos. Porque el poder está en la Palabra de Dios, y el Espíritu Santo quien inspiró las Escrituras, obra por medio de ellas poderosamente en la vida de las personas. Y si cerramos la Biblia y la hacemos a un lado, y no tratamos de entender la y obedecerla por la gracia de Dios, el Espíritu Santo de todas maneras no será bienvenido en nuestra presencia con nuestra gente.

Queremos ser un pueblo que siempre tiene la Biblia abierta, que siempre estudia las Escrituras, buscando maneras en que podemos aprender y cambiar y crecer por la gracia de Dios. La iglesia nació con un sermón y crece y se sostiene mediante la predicación de la Palabra de Dios.

Él dice: «arrepentíos y sed bautizados». Explicaremos todo esto. «Cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo». La iglesia es el pueblo de Dios. «Para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo». Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos y para todos los que están lejos», eso nos incluye a nosotros, para tantos como el Señor nuestro Dios llame. Y con muchas otras palabras». O sea que esto es un breve resumen de un sermón largo. «Testificaba solemnemente y les exhortaba diciendo: Sed salvos de esta perversa generación». Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas».

¿Se imaginan eso? La iglesia creció en número de 120 a 3.120 personas en un día. ¿Saben cuántos líderes de grupos comunitarios necesitaban? El problema era que toda la gente nueva había sido cristiana solo un minuto. Necesitaban muchos ancianos, diáconos, miembros. Estoy seguro que su presupuesto estaba desequilibrado. La fila para entrar al ministerio infantil tal vez era horrible. Y probablemente se demoraban una hora en sacar el camello del estacionamiento. Era muy complicado. De repente ya no cabían en ningún lugar, alabado sea Dios.

«Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión», eso es, a la amistad, al partimiento del pan y a la oración. Sobrevino temor a toda persona». La gente se asombró porque Dios vino y el Espíritu Santo estaba obrando. Jesús ascendió al cielo y envió el Espíritu, y cuando el Espíritu de Dios cayó sobre el pueblo de Dios, un gran número de vidas fueron cambiadas y el mundo jamás ha sido igual.

«Y muchos prodigios y señales eran hechas por los apóstoles». Aún vemos curaciones y milagros porque Dios es el mismo ayer, y hoy, y por lo siglos. Si están enfermos pasen al frente después del servicio, nos gustaría orar por usted a ver si Dios tiene un milagro, una señal, o un prodigio.

«Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo». Eran grandes reuniones como las que tenemos los fines de semana, «y partiendo el pan en las casas» estas eran reuniones pequeñas, grupos comunitarios, «comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos». Esa es la historia.

Esto lo que quiero hacer. Quiero que veamos ocho cosas que sucedieron cuando Jesús edifica su iglesia. Quiero que veamos 8 cosas que ocurren cuando el Espíritu Santo aparece entre el pueblo de Dios. Quiero que vean que la manera como obraba entonces es la manera como obra ahora. 2.000 años más tarde Jesús sigue edificando su iglesia.

Y estamos muy emocionados de ser parte de la edificación de la iglesia de Jesús. En la providencia de Dios, no lo había planeado de esta manera al preparar el el itinerario de prédicas, pero estamos al final de nuestro ejercicio fiscal, el cual termina a finales de junio. Así que además de ver lo que el Espíritu Santo hacía en esos días, también tengo el privilegio de compartir con ustedes lo que el Espíritu Santo está haciendo hoy en día con una especie de resumen de fin de año.

1. Miembros regenerados

Primero, cuando Jesús edifica su iglesia tiene miembros regenerados. Eso lo vemos aquí en en el libro de Hechos. Dice que el evangelio fue predicado y que preguntaron: «¿Qué debemos hacer para ser salvos?». Pedro dice: «Arrepiéntanse de sus pecados. Arrepiéntanse de sus pecados. Confíen en Jesús. Sean bautizados. Reciban el Espíritu Santo».

Es de suma importancia para nosotros que ustedes sepan que si no son cristianos les damos una amplia bienvenida en la Iglesia Mars Hill, los amamos y estamos muy dichosos de que hayan venido. Si tienen niños pequeños que aún no han conocido a Jesús, soy padre de cinco niños, amamos a los niños, Jesús acogió a los niños, y los niños también son bienvenidos. Y ciertamente los niños que están llegando a conocer a Jesús son bienvenidos en Mars Hill.

Pero ser miembro está reservado para los que son cristianos. Regenerados significa que han nacido de nuevo. Significa que han experimentado el Espíritu Santo que mora en ellos con su presencia y su poder.

¿Cómo saben si tienen el Espíritu Santo? Cuando Pablo nos dice en 1 Corintios 12 que nadie puede decir que Jesús es el Señor salvo por el Espíritu Santo, la manera de estar seguro que usted tiene el Espíritu Santo es si ama a Jesús. Si pertenece a Jesús. Si adora a Jesús. Si sirve a Jesús. Si confiesa sus pecados a Jesús. Si desea ser como Jesús. Si está muy emocionado con Jesús. Usted sabe que tiene el Espíritu Santo cuando Jesús es el centro de su vida y el objeto principal de su afecto. Eso es lo que significa nacer de nuevo. Uno puede estar físicamente vivo y espiritualmente muerto. La regeneración es ser vivificado espiritualmente . Está conectado a la vida resucitada de Jesús mediante la presencia y el poder del Espíritu Santo que mora en usted.

Eso es tan importante. Muchas iglesias permiten que cualquier persona se haga miembro de la iglesia. Les permiten votar. Les permiten dirigir ministerios. Les permiten enseñar a otros. Aunque queremos dar la bienvenida a todos, solo los que aman a Jesús pueden hacerse miembros de la iglesia. Cuando se haga miembro después puede ser líder, puede enseñar en un grupo comunitario, puede ser líder de un equipo de alabanza, o un equipo de servicio, o un grupo de redención para los que son adictos o han sido abusados. Pero debemos guardar la entrada de la membresía.

Para eso tenemos algo llamado la clase de doctrina. Escribí un libro titulado Doctrina porque queremos que sepan exactamente lo que creemos y lo que la Biblia enseña, porque es nuestra más alta autoridad. Los invitamos a hacerse miembros de la iglesia. La Biblia a menudo usa una metáfora para describir la iglesia: es como un cuerpo con muchos miembros o partes. Si conocen a Jesús, nuestra meta es que se integren a nuestro cuerpo y que encuentren su lugar y obren con sus hermanos y hermanas, o sea con los otros miembros del cuerpo, para que sean las manos y los pies amando y sirviendo a Jesús en nuestra comunidad. Les insto que si son cristianos pero todavía no se han hecho miembros de la iglesia, que se hagan miembros de la iglesia, que asistan a la clase sobre doctrina les diremos lo que creemos, contestaremos sus preguntas, y sabrán exactamente a qué atenerse.

Sin embargo, amigos, hay iglesias donde los miembros no son cristianos. He investigados varias situaciones muy preocupantes donde una iglesia está casi muerta y los miembros tienen derecho a votar sobre lo que hará la iglesia. En una de esas ocasiones me sentí destrozado porque la mayoría de los miembros de la iglesia ni siquiera eran cristianos y estaban votando sobre qué hacer con los recursos y las oportunidades.

Vi una iglesia que estaba muriendo o que estaba casi muerta y todo dependía de que los miembros tenían dos alternativas: Le regalamos el edificio a otra iglesia o lo regalaremos a una liga de basquetbol» Y la gente votó dárselo a una liga de basquetbol porque amaban más el basquetbol que a Jesús. El basquetbol no tiene nada de malo. Viva el basquetbol. Estamos a favor del basquetbol. Pero si hay que escoger entre Jesús y el basquetbol, los cristianos deben votar por Jesús.

Eso pasa cuando los no cristianos se hacen miembros de la iglesia. Los no cristianos se vuelven los líderes de la iglesia. Y si los líderes de la iglesia y los miembros de la iglesia no aman a Jesús, ¿cómo van a presentar a Jesucristo al mundo?

Dice que «los que recibieron su palabra fueron bautizados y se añadieron aquel día como tres mil personas». Sabían quiénes eran cristianos. A decir verdad a veces es difícil saber si alguien es cristiano. A veces se necesita tiempo para ver si perseveran en la fe que profesan. Pero ellos sabían: «Tenemos 120 personas y 3.000 se volvieron cristianas y se hicieron miembros de nuestra iglesia».

Si usted no es cristiano, queremos que le entregue todo su pecado y su vida a Jesús. Él murió en la cruz por usted. Segundo, si ya es cristiano forma parte de lo que Agustín llamó la Iglesia Universal. Usted forma parte del pueblo de Dios. También se supone que usted sea parte de algo llamado la iglesia local. Bienvenido a Mars Hill. Le amamos. Queremos que se conecte. Queremos que se ponga en comunidad. Queremos que vele por otros y que otros velen por usted.

De modo que comienza con ser un miembro regenerado de la iglesia. Y permítanme decirles que he visto iglesias donde el pastor no es cristiano. Cuando recién me había convertido a Cristo, nunca olvidaré el día en que me trajeron a una conferencia y yo no tenía ningún derecho de estar ahí, y no debía enseñar porque no sabía de qué estaba hablando. Pero recuerdo que me puse de pie y me invitaron a dar una sesión sobre como alcanzar a la gente joven, y querían decir de menos de 60 años. Era gente muy vieja.

Entonces me paré y prediqué usando como texto Romanos 1, que el evangelio es el poder de Dios para la salvación para todo el que cree, y que el poder está en el evangelio. Un pastor levantó la mano. Había unos doscientos pastores en el auditorio. Era una de las principales denominaciones, y una de las más grandes en Estados Unidos. Y dijo: «¿Qué tal si uno no cree eso?». Le dije: «¿Que tal si no cree qué?». «¿Qué tal si uno no cree que Jesús resucitó de la muerte?». Le dije: «Entonces irá al infierno». Se lo dije tal cual; quizás lo hoy lo hubiera dicho de otra manera, pero diría lo mismo.

Le dije: «Irá al infierno». Y le pregunté. ¿Usted es pastor? Me dijo: «Sí». Y le dije: «¿Piensa que Jesús está muerto?». Y me dijo: «Así es». Ni siquiera supe qué decir. No sabía que podía haber pastores que creen que Jesús está muerto. Pero algunos pastores ni siquiera son cristianos. No creen en Jesús. Queremos asegurarnos de que los miembros de esta iglesia son cristianos verdaderamente. ¿Amén?

2. Líderes calificados

Segundo, ¿qué pasa cuando Jesús construye su iglesia? Tienen líderes calificados. Aquí Pedro se pone en pie a predicar. Él es el líder. Con él están los otros discípulos. Líderes calificados. Ejercen el liderazgo mediante la predicación la enseñanza y la dirección. La iglesia debe ser dirigida. Finalmente Jesús es nuestro Pastor Principal. 1 Pedro 5 dice que Él es Príncipe de los pastores. Por tanto Él es el Pastor Principal, y debajo de Jesús debe haber otros líderes calificados. Pedro después se autodenomina pastor. Lo dice en 1 Pedro y 2 Pedro.

Lo que pasa entonces es que a medida que crece la iglesia, ponen ancianos, también llamados pastores o diáconos. Abordaremos todos estos temas en las siguientes semanas. Aprovecharemos esta serie de 11 semanas para abordar estos temas bíblicamente. Queremos que sepan lo que la Biblia enseña sobre la iglesia.

Pero basta con decir que aquellos pastores, ancianos, y diáconos, esos dos cargos de liderazgo, la cualificaciones se encuentran en 1 Timoteo 3 y Tito 1. Abordaremos esos temas en las siguientes semanas. Lo que estamos buscando son personas que aman a Jesús que tienen vidas ejemplares. No perfectas, pero gente humilde que crece en la gracia de Dios, que verdaderamente aman la iglesia.

Para ser líder, la Biblia dice que es como ser un pastor. Tenemos a Jesús, el Buen Pastor, porque Él mismo se llamó así. Y la iglesia está llena de personas que son como ovejas. Los líderes deben ser como pastores que aman, protegen cuidan y atienden a la iglesia. Y Satanás siempre envía lobos, dice la Biblia, a lastimar al rebaño. Un buen pastor también debe pelear con los lobos, los falsos maestros, y con los que usan y abusan a la gente.

No deben ser como los pastores asalariados como dice Jesús en Juan 10, que hay líderes que son como los asalariados. Los asalariados son los que lo hacen solo por el poder, y lo hacen solo por el dinero. No lo hacen por Jesús, no lo hacen por la gente. Y cuando viene una crisis el asalariado sale corriendo. La diferencia entre un pastor y un asalariado se da a conocer cuando surge una crisis o problema: el pastor corre hacia el problema, el asalariado sale corriendo. Un pastor pone su vida por las ovejas mientras que un asalariado le parece un inconveniente.

¿Dios lo está llamando a ser un líder en nuestra iglesia? ¿Dios está llamando a algunos de los hombres a ser ancianos o pastores, con pago o sin pago? Hágannoslo saber. Tenemos un proceso por el cual los llevaremos para evaluarlos y conocerlos. No es un proceso rápido porque queremos asegurarnos de conseguir pastores y no lobos o asalariados. ¿Dios lo está llamando a ser un diácono, ya sea hombre o mujer, con un ministerio pagado o sin pago, para servir al pueblo de Dios y la iglesia? De ser así, por favor díganos, nos encantaría conocerlo. Nos encantaría hablar con usted. Nos encantaría ayudarle a ver si califica en la gracia de Dios para ese noble cargo.

¿Dios lo está llamando a ser líder de un grupo comunitario, a ser alguien que ama y pastorea un grupo de personas? Lo está llamando Dios para que lo entrenen a ser el líder de un grupo de redención y consejería bíblica para ayudar a los adictos, o a los abusados, o a los que luchan con pecados perniciosos y dolor. Háganoslo saber. ¿Es usted alguien a quien Dios está llamando a trabajar con los niños para presentarles a Jesús? Háganoslo saber. ¿Es usted alguien con talento musical y se siente llamado a dirigir un equipo de alabanza? Háganoslo saber. ¿Es usted alguien que le gusta servir y Dios lo está llamando a dirigir un equipo de servicio en alguna parte de la iglesia? Háganoslo saber.

La puerta esta abierta de par en par, los queremos mucho. Al construir su iglesia Jesús, puede que ustedes sean uno de los ladrillos que Él coloca en la construcción de su iglesia. Pero necesitan ser calificados, por tanto estamos viendo su doctrina, lo que cree. Estamos viendo su estilo de vida, cómo vive. Queremos saber que es miembro de alguna iglesia, y que ama a la gente.

En verdad una de las razones por las que hacemos esta serie es porque nuestra iglesia ha crecido mucho el pasado año. De hecho ha crecido muchísimo en los últimos 15 años. Sigue creciendo por la gracia de Dios. Lo que pasa es que crecemos más en septiembre octubre, noviembre, y las cosas vuelven a nivelarse entre el Día de Acción de Gracias y la Navidad. Después las cosas crecen mucho, históricamente, desde enero hasta la Pascua. Después en verano como que se vuelven a nivelar porque la gente sale de vacaciones los días feriados, después entramos en otra temporada de crecimiento en otoño.

Estamos en esa temporada ahora en la que nos preparamos para el gran impulso de otoño. Estamos en el tiempo entre los tiempos de movimiento, así que este es el tiempo en que necesitamos que se hagan miembros que pasen al frente y se nombren líderes porque creemos que en el próximo año Jesús traerá miles de personas nuevas a Mars Hill y necesitamos líderes que los atiendan. De modo que una de las razones de esta serie de sermones titulada Jesús ama su iglesia, es ayudarles a entender lo importantes que son, lo necesarios que son, lo vitales que son. Y ayudarles a prepararse para lo que Jesús quiere que sean y quiere que hagan en la próxima temporada de la iglesia.

Espero que esto los motive bastante. Tienen el privilegio de integrar una iglesia que habla de crecer no de morir. Donde la gente conoce a Jesús. Donde la gente se casa. Donde los niños están naciendo. Donde las vidas están siendo cambiadas. Si el Espíritu Santo vive en usted, eso debe entusiasmarlo mucho. La puerta está abierta de par en par y nos encantaría encontrarle un lugar.

3. La predicación y la adoración

Tercero—he predicado tanto que casi no puedo predicar más—la predicación y la adoración. Así es como Jesús edifica su iglesia. Repito, la iglesia nació aquí en Hechos con la predicación de Pedro. Creemos en predicar. Pablo le dice a un joven en el Nuevo Testamento: «Predica la Palabra». Somos una iglesia que predica la Biblia.

Y esta es mi promesa a ustedes: Mientras yo esté aquí, la Biblia estará abierta, enseñaremos a Jesús todos los domingos; creemos en la predicación de la Palabra de Dios. Cualquier domingo pueden traer familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, enemigos, y ellos oirán hablar de Jesús. Abriremos la Biblia. ¿Amén? Esa es mi oración y esa es mi promesa.

De modo que dice así: «Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles». Nosotros nos dedicamos a las enseñanzas de los apóstoles al abrir la Palabra de Dios. Dios se valió de ellos para enseñar el Antiguo Testamento, para escribir parte del Nuevo Testamento, y para que fueran testigos oculares a otros que escribieron el resto del Nuevo Testamento. Todo está conectado con la enseñanza de los apóstoles. Creemos en la Biblia. Creemos toda la Biblia. No estamos tratando de inventarnos una nueva religión. No estamos tratando de cambiar nada. Nuestra meta es ser fieles a las verdades eternas de la Palabra de Dios.

Creemos en la predicación, así que si son nuevos, en la práctica más o menos hacemos las cosas así: Generalmente estudiamos los libros de la Biblia. A veces hacemos una serie como la que estamos haciendo ahora. Estuvimos varios años en Lucas, después hicimos El verdadero matrimonio. Después hicimos Las siete, una serie basada en Apocalipsis 1, 2, y 3. Y este verano estamos haciendo Jesús ama su iglesia. En otoño haremos Ester. Bien, si les gusta el libro de Ester, es una historia asombrosa, desconcertante. Nadie la toca porque la chica hace una cantidad de cosas que no debería hacer, y también hace varias cosas que debe hacer. Por tanto es un poco complicada. Estudiaremos a Ester este otoño.

En enero empezamos el libro de Efesios. Vamos a ocupar 16 semanas en estudiar el libro de Efesios. Estamos lanzando un libro para el cual haremos una gran campaña para promoverlo. Después de eso estudiaremos los Diez Mandamientos. Después creo que haremos una corta serie en los Salmos, y después veremos Santiago.

Tenemos programadas varias series de sermones para los próximos años, libros de la Biblia que están en proceso de preparación. Ahora mismo, francamente, estoy trabajando arduamente en Ester, en Efesios, y en los Diez Mandamientos porque es lo que vamos a estar haciendo en los próximos años.

Y dice que se reunían en los patios del templo, eran grandes reuniones, y después se reunían de casa en casa. Así lo hacemos nosotros. Así es como Jesús edifica su iglesia. La gente se congrega para una gran reunión, enseñan la Biblia, y después se reúnen en pequeñas reuniones para averiguar qué preguntas tienen. ¿Cómo podemos orar por usted? ¿Qué lo está llamando a hacer el Señor? ¿Cómo llevamos esto a la práctica nosotros?». Creemos en la predicación de la Palabra de Dios.

Y solo quiero decirles gracias; tengo el privilegio de enseñar la Biblia en Mars Hill. Estoy bendecido, es un honor, y estoy feliz de poder enseñar la Biblia en Mars Hill. Conozco pastores y sus congregaciones que no quieren escuchar las Escrituras. Conozco unos que a los 25 minutos miran su reloj, se paran y se van porque es todo el tiempo que están dispuestos a darle al predicador, 25 minutos. Estamos experimentando la gracia de Dios de una manera única: sermones largos, conversiones en masa. Es maravilloso.

Hay una mentira que dice: «Oh, uno no puede enseñar la Biblia y alcanzar a la gente». Nosotros no creemos eso. Creemos que puede alcanzar a la gente al enseñar la Biblia. Estudiamos libros enteros de la Biblia, y la gente es salva. Varios miles de personas dieron sus vidas a Cristo y fueron bautizadas en nuestro estudio de Lucas que duró dos años. Es algo fantástico. Podemos enseñar la Biblia y alcanzar a las personas.

Quiero darles las gracias, predico con gran libertad. Predico con gran gozo. También hay otros pastores que predican en Mars Hill, pero tengo el privilegio de predicar la mayor parte de los sermones. Y les diré algo, tengo más gozo, más libertad de enseñar aquí que cualquier persona en cualquier lugar, que yo sepa. Es un gran gozo. Así que, gracias.

Sé que vivimos en la era de la tecnología—Hechos 17 dice que Dios determina los tiempos y los límites de nuestra habitación—y nos ha puesto aquí ahora. Y cuando empezamos Mars Hill empezaron algo en línea llamado Internet, no sé si lo han oído mencionar, parece que se ha propagado mucho desde entonces. Había una pequeña compañía no muy lejos llamada Microsoft. Y empezamos a poner nuestros sermones en línea entre mediados y finales de los años 90. ¿Sabían que en el pasado año 12 millones de sermones fueron descargados? Eso significa que cada semana no solo tengo el gran gozo de predicar a la gente de Mars Hill, sino más allá. Dios bendice su Palabra y estamos presenciando ese hecho.

Se trata de predicar, de tener abierta la Biblia, proclamar a Jesús y adorar. Esa es la reacción de la gente. Así que una de las razones por la que organizamos el servicio como lo hacemos: es para preparar nuestros corazones, escuchamos la Palabra de Dios y después dejamos tiempo para responder. Necesitan saber que el orden de lo que hacemos en los servicios tiene fundamento teológico.

No basta con que escuchen la Palabra de Dios, necesitan responder, necesitan tiempo para arrepentirse, tiempo para orar, para celebrar la comunión, recordar el cuerpo quebrantado y la sangre derramada de Jesús, para pasar al frente para que otros oren por usted, para darle su vida a Cristo y ser bautizado, para cantar, que así es como oramos juntos en el Espíritu, honrando a Jesús, glorificando a Dios juntos. Por tanto creemos que la adoración incluye nuestra vida y lo que hacemos al dispersarnos. Incluye el tiempo que pasamos juntos al congregarnos.

Y quiero que nunca se vayan después del sermón. Si es cristiano, tome la comunión, ore, reconcíliese con cualquier persona con quien no esté reconciliado en la iglesia, pase adelante para que oremos por usted. Si hay alguien junto a usted y sabe que la están pasando muy mal, ore por ellos ahí mismo. Cante con el pueblo de Dios a manera de oración. Les damos tiempo de responder con alabanza después de predicar la Palabra de Dios.

Les contaré algo muy emocionante también, nuestras bandas—y la alabanza no es solo cantar pero incluye cantar—nuestras bandas ahora son Mars Hill Music. Tenemos como 34 bandas en Mars Hill. Cantidades de voluntarios, escriben canciones, ensayan, sirven, algunos de ellos llegan muy temprano y se quedan muy tarde, y trabajan muy duro. Quiero que cuando los vean les den las gracias. Son personas que los aman a ustedes, aman a Jesús, y son muy talentosos.

Con Mars Hill Music estamos grabando esas bandas, negociando un contrato de distribución con un importante sello discográfico. Queremos que nuestras bandas salgan en la radio. Tocan en el escenario principal en el Creation. Recientemente lanzaron un pequeño LP de $200 que grabamos en una bodega, y ascendió al tercer lugar en iTunes. Así que el futuro se ve bastante bien para Mars Hill Music.

Porque queremos que la gente alabe a Jesús y a nosotros nos encanta que muchas de las canciones e himnos que modificamos son obra de personas en nuestra iglesia que son miembros, que están en comunidad, que aman a Jesús, que están sirviendo. Es música de la iglesia, para la iglesia, motivados por Jesús. ¿No les parece genial? A mí sí. Bien.

4. Los sacramentos se administran correctamente

Cuarto punto, ¿qué pasa cuando Jesús edifica su iglesia y el Espíritu Santo aparece? Los sacramentos se administran correctamente. Repito, en las semanas que vienen vamos a explicar todo esto. Aquí nos referimos a dos sacramentos el bautismo y la comunión. Algunos de ustedes son nuevos en la iglesia, con cristianos nuevos. ¿Por qué hacen las cosas como las hacen? Queremos seguir las enseñanzas de la Biblia. Y lo que sucede es que ante todo hay bautismo.

Y dice: «Los que habían recibido su palabra fueron» ¿qué? «Bautizados». Esto significa que demuestran lo que Jesús hizo por ellos. Jesús vivió sin pecado. Jesús murió y fue sepultado. Jesús resucitó. Al ser bautizados estamos diciendo: «Jesús murió por mí, y yo pertenezco a Él». Nos encantan los bautismos en Mars Hill. ¿A cuántos de ustedes les encanta ver bautizar a la gente? ¿No les parece genial? Es estupendo.

Repito, si se vuelven cristianos hoy o si son cristianos y nunca fueron bautizados, busquen a un líder, háganoslo saber, nos gustaría hablarle y bautizarlo. Creemos que el bautismo es una manera dar testimonio en público. Jesús dijo: «Ustedes son mis testigos». Una de las maneras en que somos testigos es mostrándole al mundo lo que Él ha hecho, por medio del bautismo. El bautismo no salva, Jesús salva, pero Él salva por medio de su muerte, sepultura y resurrección, y el bautismo manifiesta algo de su muerte, sepultura, y resurrección para nosotros.

No siempre podemos contar cuántas personas fueron salvas, pero podemos contar cuántas personas fueron bautizadas, porque es un buen indicador de quién se volvió cristiano. Ahora llegamos al informe financiero anual de fin de año. ¿Les gustaría saber cuántas personas fueron bautizadas en Mars Hill el pasado año? De acuerdo, ¿les gustaría saber? Miraré la cifra: 1.135 personas fueron bautizadas el pasado año. Si lo dividen por 12 son unas 100 personas al mes. Tres personas al día. La Biblia dice en el libro de los Hechos que el Señor añadió a su número diariamente. Y todavía lo hace. Todos los días en Mars Hill las personas se vuelven cristianas.

No estamos hablando de: «Esto es lo que queremos hacer». Estamos hablando de lo que Dios ya está haciendo. Cada noche al acostarse ore y dé gracias a Dios por las tres personas que lo conocieron hoy en nuestra iglesia. Cada noche: «Gracias Jesús por una, dos, tres personas que te conocieron hoy. Y Jesús, pido tres más para mañana». ¡Qué maravilloso es eso!

Algunos de ustedes saben que se trata de sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos. Hoy más temprano estaba predicando y un joven le entregó su vida a Cristo, y no conozco toda la historia pero había una fila como de 20 o 30 jóvenes que vinieron después de él y lo abrazaron y oraron por él. Obviamente era amigo de ellos y que habían orado por él por mucho tiempo. Y nació de nuevo. Entregó su pecado a Jesús. Se volvió cristiano. Y cuando alguien se vuelve cristiano, su vida completa cambia, su eternidad cambia. Muchos de sus familiares y amigos comparten y celebran su gozo. Con quien se casan cambia, cómo crían sus hijos cambia, los legados cambian, las generaciones cambian porque el Espíritu Santo vive en la persona, y la persona que eran cambia, y el legado que dejan cambia para siempre. Alabamos a Dios por las 1.135 personas.

Y el segundo sacramento es la comunión Algunos de ustedes habrán notado que tomamos la comunión en la Iglesia Mars Hill todos los domingos. Explicaremos por qué más adelante en esta serie. Pero es lo que pasó. Dice que: «Partían el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios». La Biblia habla de la Mesa del Señor, de la Cena del Señor, donde el pueblo de Dios se congrega y recuerdan a Jesús.

Una de las cosas que Jesús hizo antes de morir fue cenar con sus discípulos. Tomó el pan y dijo: «Este es mi cuerpo quebrantado por vosotros». Y tomó la copa y dijo: «Esta es mi sangre derramada por vosotros. Haced esto en memoria de mí». Así que al participar debemos recordar a Jesús, su cuerpo quebrantado, su sangre derramada por nuestro pecado. De modo que cuando los primeros cristianos empezaron a congregarse dice que partían el pan juntos. Y mostros en Mars Hill después de la predicación de la Palabra de Dios, apartamos tiempo para la comunión cada semana.

Y la Biblia dice: «No participen sin antes arrepentirse de su pecado, porque si no acarrea juicio para sí mismos». La comunión, la Mesa del Señor, no es para los no cristianos. Los amamos. No queremos que se sientan incómodos. Una de las razones por la que servimos la comunión como lo hacemos es porque queremos que la gente pase al frente, si son cristianos, cuando estén listos. Si usted es cristiano puede pasar al frente, y si no, no. No los estamos pasando por alto, ni los estamos presionando de ninguna manera porque no queremos que los no cristianos participen de la comunión.

Segundo, queremos que los cristianos participen cuando estén listos. Puede que escuchen el sermón o puede que el Espíritu Santo los compunja y digan: «Eh, debo hablar con el Señor sobre esto». Tomen su tiempo y oren si es lo que necesitan. Resuélvanlo con Dios. Piénsenlo con Dios. Oren a Dios hasta el final. Quizás vino con alguien y estaba discutiendo con ellos o peleando con ellos, y no se la llevaba bien con ellos. Reconcíliese con esa persona, arregle las cosas con ella, y después sí puede pasar al frente a recibir la comunión.

Por eso lo hacemos como lo hacemos. Lo hacemos cada semana para que siempre haya una oportunidad. El recuerdo y la celebración de Jesús está al centro de nuestro servicio. Tendemos a ofrecer vino y jugo para que procedan conforme a sus conciencias y no tengan que violar sus conciencias.

Algunos preguntarán: «Soy cristiano pero estoy de visita, vengo de otra iglesia». Con mucho gusto puede participar de la comunión con nosotros porque si forma parte de la Iglesia de Jesucristo es bienvenido en esta iglesia de Jesucristo. Así que en unos momentos les daremos muy pronto la oportunidad de ser bautizados. Y si quieren ser bautizados, háganoslo saber, deje que los líderes lo sepan. Les daremos la oportunidad de tomar la comunión, porque esa es una de las maneras en que Jesús edifica su iglesia.

Y quiero que lo vean. Cuando la gente se pare de su silla, se me ocurre que un día de estos todos nos levantaremos juntos de nuestras tumbas. Y así como caminamos hacia adelante para tomar la comunión, vamos a entrar caminando al reino de Dios juntos. Somos una familia. La comunión nos recuerda a nuestro Salvador hasta que veamos su venida.

5. Unidad en el Espíritu Santo

Quinto, ¿cómo edifica Jesús su iglesia? Pues hay unidad en el Espíritu Santo. La Biblia lo dice de esta manera: «Se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración». ¿Entonces qué hicieron? Estudiaban la Biblia, había comunión, eran amigos, partían el pan, comían juntos, y oraban unos por otros. Esa es la unidad.

Como iglesia queremos estar unificados. No somos uniformes. No estamos de acuerdo en algunos puntos secundarios. Otros tenemos diferentes intereses que los demás. Pero estamos unificados aunque no somos uniformes. Porque lo que cuenta en realidad es la Biblia, Jesús, el amor, en eso estamos de acuerdo. Y por el poder del Espíritu Santo queremos vivir en unidad.

Lo que esto significa es que la iglesia en realidad es como una familia y Dios es el Padre, y Jesús es nuestro hermano mayor. La Biblia dice que las mujeres deben ser tratadas como hermanas y los hombres como hermanos. Y al igual que toda familia, habrá riñas, disputas, y conflictos. Pero con nuestra familia peleamos diferente que con nuestros enemigos, ¿no es así?

¿Algunos de ustedes tuvieron hermanos cuando eran niños? Peleaban con ellos pero no los mataban. Resolvían el asunto, luchaban para resolverlo, y el conflicto tenía un límite. digamos: «No voy a cruzar esa raya. Lo amo, per me está volviendo loco en este momento». Y ellos piensan lo mismo. Así es en la familia. Las familias tienen desacuerdos. Las familias tienen conflictos. Las familias a veces tienen momentos raros. Las familias a veces tienen que luchar para resolver los asuntos. Pero la familia siempre lo hace. Una verdadera familia resuelve las cosas y permanece unida. Lo mismo sucede con la familia de Dios. Pablo la llama la familia de Dios.

Lo interesante también es que para algunos de ustedes esta familia es la única familia que tienen. En estos días cuando las familias están desintegradas, divididas, fragmentadas, la iglesia se convierte en la principal familia de muchos. La unidad espiritual es muy importante, en que Jesús no solamente nos ama, y nosotros amamos a Jesús, tomamos el amor de Jesús y nos amamos unos a otros.

¿Cómo les está yendo? ¿Están bregando para obedecer la Biblia? ¿Tienen amigos en la iglesia? ¿Comen juntos y oran unos por otros? Las dos mejores maneras, creo yo, de hacerse amigo de otro cristiano es cenar juntos y orar juntos. Es lo que ellos hacían. Comer juntos, es lo que uno hace con un amigo o con alguien que se vuelve un amigo. Se reunían en las casas y comían juntos. Les instamos que se reúnan en las casas y coman juntos, y a veces eso ocurre en y alrededor de los grupos comunitarios.

Oren unos por otros. Sé que a veces es incómodo si no están acostumbrados. Permítanme animarlos a que cuando alguien diga: «Oiga, necesito tal cosa. Estoy luchando con tal cosa», o tan solo si le dicen algo, no diga: «Oraré por usted. Empiece a orar por ellos. Empiece a orar por ellos. Puede orar ahí mismo. Puede orar por teléfono. Puede orar en persona. No dude en orar por ellos después, pero ore por ellos.

¿Cuál fue la última vez que usted oró por alguien y le dijo: «Sabes qué, déjame orar por ti»? ¿Cuál fue la primera vez que alguien oró por usted? Aún recuerdo eso. Yo no era cristiano, era un niño que jugaba en las ligas de menores de béisbol, y creo que me lesioné por golpe de lanzamiento, o algo así, no recuerdo. Pero recuerdo que la madre de uno de los muchachos del equipo vino y me dijo: «¿Cómo te sientes?». Le dije: «No muy bien. Algo anda mal». Me dijo: «Oraré por ti», y no me lo pidió, simplemente lo hizo. Me dijo: «Oraré por ti». Me impuso la mano y oró por mí. No recuerdo lo que oró, pero recuerdo que en ese momento pensé: «Qué maravilloso, ella oró por mí». Oren unos por otros. Todavía recuerdo es mujer. Todavía recuerdo su hijo. Fue uno de los primeros cristianos que conocí. Me causaron una buena impresión.

En parte nuestro evangelismo consiste en orar por las personas. Les decimos: «Hombre, mi amigo no quiere oír hablar de Jesús». ¿Están enfermos? Oren por ellos. Nunca he oído a un enfermo decir: «No ore por mí». Por ahí empieza. Así es como entablamos amistad con las personas. Así es como hacemos crecer la amistad.

¿Saben que pueden orar por la gente los domingos? ¿Saben que pueden orar por la gente en la comunión? ¿Saben que pueden orar por la gente después del servicio? ¿Saben que pueden venir temprano y orar juntos? ¿Saben que si necesitan que alguien ore por ustedes y no saben con quién orar, puede pasar al frente después y oraremos con usted? Así es como desarrollamos unidad en el Espíritu Santo, estudiando la Biblia, construyendo amistades, cenando juntos, orando juntos.

6. La santidad

Sexto, Jesús edifica su iglesia mediante la santidad. Pedro lo dice así: Se para y dice: «Arrepiéntanse». Lo que está diciendo es que el pecado es un verdadero problema, el pecado es un verdadero problema. Por eso, para obedecer las Escrituras y las instancias del Espíritu Santo, una de las cosas que la iglesia debe hacer es enfrentar el pecado.

Si está en pecado, le amamos. Jesús le ama. Pero si es cristiano queremos ayudarle a andar en santidad. Queremos ayudarle a apartarse del pecado. Queremos ayudarle a caminar hacia Jesús. No queremos controlarlo. Hay demasiadas personas y nunca podríamos controlarlas. Pero queremos influenciarlo para que se someta a las Escrituras, para que sea lleno del Espíritu Santo, y que busque la santidad por la gracia de Dios.

La palabra santidad significa «ser como Dios». No es que seamos dioses y diosas, sino que Dios es santo. Dios no tiene pecado. Dios es perfecto. Dios es bueno. Su nombre es Jesús. Cuando pecamos, no solo rompemos la ley de Dios, le rompemos el corazón a Dios. Como un padre que ve la rebelión de sus hijos y que están destruyendo sus vidas, y le destroza el corazón. Cuando pecamos el corazón del Padre se rompe.

Y se supone que nuestros hermanos y hermanas vengan, nos rodeen, y digan: «Te amamos. El Padre te ama. Por favor deja de hacer eso y arrepiéntete. Por favor deja que te ayudemos. Por favor permítenos andar contigo. Por favor déjanos orar contigo. Dios quiere el bien para ti y lo que estás haciendo está muy mal». Cualquier iglesia que rehúsa enfrentar el pecado, cualquier iglesia que rehúsa constreñir a la gente hacia la santidad, no ama a la gente.

Algunas iglesias dicen: «Vengan tal como son». Pero nosotros decimos: «Vengan tal como son, conozcan a Jesús, y sean transformados para siempre». Todos son bienvenidos, pero cuando conoce a Jesús empieza a cambiar. Empieza a odiar el pecado y a buscar la santidad. Deja de rebelarse, y empieza a obedecer. Su naturaleza cambia, sus deseos cambian, su vida cambia.

Dicho de otra manera, cualquier iglesia que no constriña a su gente hacia la santidad, en amor, en comunidad, en realidad no ama a las personas. Tengo cinco hijos; soy padre. Imagínense si les dijera a mis hijos: «Hagan lo que quieran, a mí no me importa. Esto es mortal, es peligroso, te vas a lastimar, vas a lastimar a alguien, pero está bien». No amo a mis hijos si les digo eso. No los amo en absoluto; de hecho, los odio. Porque no me importa si se destruyen a ellos mismos y a otros. Un padre amoroso dice: «Te amo pero no amo lo que estás haciendo y quiero ayudare a dejar de hacerlo porque resulta en la muerte».

Lo mismo sucede con la iglesia de Jesucristo. Esa gran palabra arrepiéntanse es de suma importancia. Como iglesia, sí, hablaremos sobre el pecado, nuestro pecado, y les ayudaremos a otros a superar su pecado. Cuando el Espíritu Santo aparece hay cosas que suceden: El pecado sale a la luz y la gente recibe la ayuda que necesita.

7. El Gran Mandamiento a amar

Séptimo, el Gran Mandamiento a amar. Lo dice de esta manera. Estaban vendiendo sus posesiones. Esto es bastante significativo: «vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad». Así que lo que hacen es satisfacer las necesidades espirituales, orar unos por otros y enseñarse unos a otros. Satisfacen las necesidades emocionales; pasan tiempo juntos, en comunión y amistad. Y también satisfacen las necesidades físicas: alimento, abrigo, y cosas así. Los que tienen bastante venden lo que tienen para dar a los necesitados.

Imagínense un tipo rico que pone todas sus posesiones en eBay y da las ganancias a una madre soltera. ¿Cierto? Imagínense a unos niños con un buen padre que trabaja duro, y el papá de un amigo de ellos abandona a sus hijos, no está ama ni cuidan a su familia. Los niños llegan a casa y dicen: «Papá, él se quedó sin papá y su mamá está luchando para sobrevivir». Y los niños y la mamá y el papá adoptan esa familia. Quieren amar a esa madre; quieren servir a ese niño.

Ven, cuando el gobierno hace esto es un proceso enredado y complicado. Pero cuando el Espíritu Santo lo hace, funciona mucho mejor. Aquí el gobierno no entra y empieza a practicar el comunismo, el socialismo, y a distribuir los recursos por igual. El Espíritu Santo constriñe a la gente a ser generosa. De eso se trata. Hay más amor, más amabilidad, más compasión, se parece más a Jesús. No tenemos que forzar a Jesús a ser bueno con nosotros. Él ya lo es. Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio… Una de las maneras en que sabemos que amamos a las personas es porque les damos y les ayudamos.

Y aquí en la iglesia primitiva es una de las maneras en que crecía la iglesia. Necesitan saber que en esa época esto era inconcebible. Si uno era pobre, era un esclavo, eso era todo. Si era niño, podría verse abandonado de repente sobre todo si era una hija. Si era mujer, digamos que era una viuda, en realidad no tenía derechos en la sociedad. No podía dar testimonio en la corte, no podía tener propiedades, y sería abusada y maltratada.

Después se volvieron cristianos y de repente empiezan a tratarse como una familia. «Eres mi hermana y necesito ayudarte. O tú eres mi hermano y necesito ayudarte» Y empiezan a cuidarse unos a otros hasta que la iglesia empezó posiblemente a revitalizar toda la estructura cívica romana Creo que lo he dicho antes, en esa cultura uno no podía llamar hermano o hermana a alguien a menos que eran parientes biológicos, porque los derechos de herencia y propiedad estaban ligados a la familia.

Y los cristianos dijeron: «No nos importa. Los llamaremos hermano y hermana, y los trataremos con la misma bondad que trataríamos a un pariente biológico porque Dios es nuestro Padre, y Jesús es nuestro gran hermano, y por medio de la salvación todos fuimos adoptados en la misma familia». Ahora, al gobierno le pareció que esto era un problema. Van a estropear toda la estructura de herencias. «Nos parece bien porque lo importante es amarse unos a otros. Amarse unos a otros de palabra, con obras, con dádivas. A veces amamos a las personas al darles algo.

En Mars Hill una de las formas en que practicamos esto es en algo llamado grupos comunitarios. Repito, ellos se reunían en los patios de los templos, en grandes grupos, miles de personas; y dice que se reunían también de casa en casa, en grupos pequeños, como una docena de personas. Estos son lo que llamamos grupos comunitarios. Los grupos comunitarios se reúnen cada semana para hacer esto solamente: estudiar las enseñanzas de los apóstoles, estar en comunión, partir el pan, comer juntos, y orar. Es lo que llamamos grupos comunitarios.

¿Cuántos grupos comunitarios piensan que tenemos en Mars Hill ahora mismo? Más de 600. ¿Cuántas personas asisten a los grupos comunitarios en una semana cualquiera? Más de 8.000. Es asombroso. Eso significa que en cualquier semana en Mars Hill podría haber 8.000 personas comiendo juntas, orando unos por otros, ayudándose mutuamente a crecer en santidad, y amándose unos a otros. Lo que eso significa que personas que se aman mutuamente están dando mucho, están orando y sirviendo a otros. Son demasiadas cosas para registrarlas todas. No podemos. Así es como Jesús edifica su iglesia.

Si usted no está en un grupo comunitario por favor participe en uno. Algunos entran acá y dicen: «Parece un ambiente frío e impersonal». Espere que empiece a participar en un grupo comunitario, y dejará de sentirse así. Algunos de ustedes participarán en un grupo comunitario y dirán: «Esta gente me está volviendo loca. Pues ellos piensan lo mismo así que combinan perfectamente. Usted va a crecer en santidad mediante la frustración. Ese es el plan de Dios para usted.

Tendrá la oportunidad de servir. ¿Lo está llamando Dios a dirigir un grupo comunitario? ¿A organizar un grupo comunitario? ¿A empezar como aprendiz? ¿A volverse un líder? Esta es la temporada en que los invitamos a hacer eso. Creo que aún hoy el Espíritu Santo los llamará a algunos de ustedes a los grupos comunitarios. Llamará a otros a dirigir grupos comunitarios porque creemos que en el otoño habrá miles de personas más y Él quiere que ustedes les ayuden. ¿Amén?

Lo bueno es que verán el reino de Dios venir a su sofá. La gente será salva en su sofá. El pecado será vencido en su sofá. Puede que la gente hasta se enamore en su sofá.

8. La Gran Comisión de evangelizar, hacer discípulos, y plantar iglesias

Octavo, la Gran Comisión de evangelizar, hacer discípulos, plantar iglesias. Esto fue lo que Jesús dijo al final del Evangelio de Mateo: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo», o sea la Trinidad, «enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado», eso es la santidad. «Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo». Leemos en Hechos que: «el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos».

Mars Hill, quiero que siempre amen de corazón a las personas que no están aquí todavía. Antes de que ustedes vinieran aquí, alguien los amó de corazón. Oramos para que vengan. Ellos dieron para darles una oportunidad a ustedes. Prepararon sus grupos comunitarios para darles la bienvenida. Antes de que usted viniera alguien lo amó y estaban esperándolo. Y quiero que siempre ensanchemos el corazón a las personas que aún no están con nosotros. Me da mucho pesar cuando una iglesia se vuelve aislada y egoísta. «Somos lo más importante». No, no lo son. Queremos ser siempre una iglesia con la mano y el corazón abierto para dar la bienvenida a cualquiera que Jesús nos traiga.

El año pasado en la iglesia Mars Hill en promedio aumentamos en número 2.300 personas. En promedio. Jesús nos trajo 2.300 personas más. Son personas que Él ama. Son personas por las que murió. Son personas por las que resucitó. Son personas que le importan. ¿Y saben qué? Nos la encomendó a nuestra familia. Amémoslas. Sirvámoslas. Él nos permitió acogerlas. Algunos domingos en el pasado año aumentamos en número 5.000 personas comparado con el año anterior.

Jesús está edificando su iglesia. Me encanta no tener que darles una visión de lo que podría suceder. En cambio puedo darles un informe de lo que está pasando. Queremos sembrar más iglesias. Somos una iglesia en 14 localidades. Ahora mismo tenemos tres pastores que se sienten llamados a plantar una en el Condado Orange, una en Denver, una en la Florida. Así que oren por ellos mientras hacen esa transición, quieren plantar iglesias independientes. Nos aman, tenemos una buena relación con ellos, no hay ningún problema, se sienten llamados a empezar una iglesia. Creemos en plantar iglesias.

Además, tenemos residentes que vienen a quedarse con nosotros un año y en el próximo año oirán que queremos empezar una iglesia Mars Hill en Tacoma y queremos empezar una iglesia Mars Hill en Renton, y una por Bothell Kirkland. Creemos que existen otras oportunidades y estamos esperando que Jesús nos defina exactamente lo que quiere que hagamos ahora.

Además, quiero decirles algunas cosas que están pasando en Mars Hill Global. Estamos trabajando en crear una alianza para ayudar plantar iglesias en la India desde 1996 con un querido amigo mío. En este momento apoyamos 23 plantadores e iglesias en la India. En su conjunto han plantado 43 iglesias. Uno de los plantadores de iglesias es ciego y ha plantado cuatro iglesias. También tenemos un hombre convertido del hinduismo a quien apoyamos. Ha plantado 14 iglesias en la India en los últimos 7 años.

En Etiopía—el pastor Sutton, nuestro pastor ejecutivo ha adoptado un hermoso niñito de Etiopía. Ama de corazón a ese país. Hemos empezado a apoyar la plantación de iglesias, la obra misionera en Etiopía, y estamos financiando más de doce plantadores de iglesias en… ustedes están financiando más de doce plantadores de iglesias en Etiopía. En Suramérica empezamos a apoyar plantadores de iglesias en Chile, Ecuador, Perú. También en Marruecos y Sierra Leona, con miras a México y República Dominicana también.

Como queremos que las nuevas de Jesús se difunda a las naciones, además de la Internet y la tecnología, por las que alabo a Dios, empezamos a hacer trabajos de traducción, hace algún tiempo todos mis sermones han sido traducidos con subtítulos al español. Es un norme porcentaje de rápido crecimiento en la población estadounidense y a nivel global.

También obtuvimos los derechos para el libro Doctrina que escribí. Es un texto teológico, y lo tradujimos al español, y estamos preparándonos para darlo gratis en línea porque muchos misioneros y pastores que hablan español lo han pedido, pero es difícil conseguirlo a un precio razonable en ciertos países. Vamos a renunciar a todas las regalías y vamos a regalarlo todo en línea en español. Eso saldrá dentro de muy poco. Oren por eso.

Tenemos 3.000 biblias también traducidas al español que enviamos a Mars Hill Albuquerque. Uno de nuestros servicios allá es en inglés con subtítulos en español. Estamos viendo a muchos hispanos, sobre todo varones hispanos conocer a Jesús de aquí hasta México. Creemos que hay una enorme oportunidad para hacer más.

También estamos procurando hacer disponibles los recursos de Mars Hill en portugués, coreano, y también en amhárico, el idioma de Etiopía, y nuestra meta es continuar con Mars Hill Global difundiendo los recursos y las nuevas de Jesús a las naciones Porque Él dijo que debemos ser sus testigos ¿hasta dónde? Hasta los confines de la Tierra. Los confines de la Tierra.

Otra cosa también que me tiene muy emocionado es el ministerio militar. Tenemos muchos soldados en la iglesia Mars Hill y muchos que nos sintonizan en línea. Hace unos años empezamos a regalar unos recursos a los militares y sus familias. El año pasado ustedes financiaron y ayudaron a financiar, con los podcaster, la entrega gratuita de 5.000 libros a los soldados.

Y empezamos a tomar todos los libros, y los sermones, y los recursos, y los estamos cargando en su disco duro para que los lleven consigo sobre el terreno. Obviamente a veces el producto físico es difícil de empacar. Por eso en el pasado año ustedes regalaron 127 discos duros de sermones, música, y libros. Me dijeron que son como 32 terrabitos de datos para los soldados sobre el terreno. Y hay soldados que se congregan al estilo Mars Hill y siguen la serie de sermones en carpas de campaña en Afganistán, en Bagdad, y por todo el mundo.

Mars Hill, espero que se sientan animados. Jesús edifica su iglesia. Y cuando el Espíritu Santo aparece, como vimos en Hechos 2, las cosas suceden. Cosas maravillosas suceden, cosas asombrosas, que glorifican a Dios. Y siguen sucediendo cosas 2.000 años más tarde, porque Jesús todavía está vivo. El Espíritu Santo todavía está obrando, y Jesús aún ama su iglesia.

Mars Hill, estoy más entusiasmado, animado, y esperanzado que nunca por nuestro ministerio. He delegado otras responsabilidades para enfocarme en la Iglesia Mars Hill. No quiero que seamos como el faro que se apaga y hay oscuridad en la planta baja. Quiero que sea Jerusalén, Judea, Samaria, y los confines de la Tierra. No quiero perderme nada de lo que Dios tiene para nosotros, pero quiero empezar aquí en casa con verdaderos líderes verdaderos miembros, una verdadera misión, amándonos verdaderamente, alcanzando verdaderamente a la comunidad para Cristo.

Hemos pasado por el año más fructífero y próspero que hemos tenido en nuestros 15 años de historia. Ahora estamos recortando nuestro presupuesto para vivir frugalmente, para que podamos dar generosamente, y para que sigamos hacia delante fielmente por la gracia de Dios.

Un adelanto del ejercicio fiscal

También, para cerrar, les daremos la oportunidad de responder pero antes quería darles un pequeño adelanto del ejercicio fiscal y dónde nos encontramos ahora. El mes de abril fue grande en parte por la Pascua, nuestro día más grande el año. Casi 20.000 personas. El 42% de los adultos dio en abril, la cantidad promedio dada por adulto en Mars Hill fue de $30 semanales, casi 5.500 hogares. En mayo subió al 47%, por lo tanto más personas están dando, gracias a todos los que dan. El monto ascendió a $35 que es exactamente donde tenemos que estar. Si rebasamos eso tendremos un excedente para usarlo. El número de hogares bajó un poco, quizás por el ajuste por la Pascua, pero nuestra asistencia media, aún en mayo, fue de más de 11.000 personas.

La última diapositiva. Cómo damos. Durante la ofrenda pueden usar un sobre, dar en efectivo, cheque, tarjeta de crédito. Pueden ir a marshill.com/give y apuntarse a un CCA recurrente. También pueden enviar un cheque.

La idea principal es, oren por nuestra iglesia. Den a su iglesia. Sirvan su iglesia. Amen su iglesia. Mars Hill, esta es una iglesia asombrosa. Y Jesús ama nuestra iglesia. ¿Amén? Jesús ama nuestra iglesia. Por eso los invitamos a amarla también.

Para los que han estado dando, los que han estado orando, y los que han estado sirviendo y los que dan importancia a esto, al escuchar todas esas cifras dirán: «No me sorprende», Gracias. Para los que son nuevos, bienvenidos. Para los que no conocen a Jesús, entreguen su vida a Jesucristo, arrepiéntanse, sean bautizados, reciban el Espíritu Santo. Para los que son cristianos y tienen dádivas que dar, son de vital importancia, los necesitamos, hoy es el día en que queremos que tomen ese paso de fe.

Al recolectar la ofrenda, llamaré a los administradores de la ofrenda que pasen al frente, para los que son cristianos den generosamente. Para los que no están conectados, tomen la tarjeta Conéctese y dígannos: «Enchúfenme, conéctenme, ayúdenme. Soy fulano de tal. Estoy alzando la mano. Hagan seguimiento conmigo». Nos encantaría hacer eso por usted. Para los que no son cristianos, no les estamos pidiendo su dinero, les estamos pidiendo su pecado, queremos que le den su pecado a Jesús. Queremos que reciban su salvación para que puedan compartir en nuestro gozo.

Así que, Dios Padre, en este momento de transición solo quiero darte gracias. Señor Dios, quiero darte gracias porque Jesús ama la iglesia, y Jesús ama nuestra iglesia. Espíritu Santo quiero darte gracias por ser tan generoso, tan bueno, tan misericordioso con nosotros. Y Dios, quiero pedir que seamos buenos administradores de la gente, de las oportunidades, de los recursos que nos has encomendado. Quiero pedir que multipliques lo que tenemos, como el almuercito de aquel niño que le regaló al Señor Jesús. Señor Dios, pedimos por las nuevas iglesias. Pedimos por las iglesias recién plantadas. Pedimos por las misiones internacionales. Pedimos por los que aún no han sido salvos. Pedimos por los que estás llamando a una relación contigo. Pedimos por aquellos cuyas vidas serán transformadas. Y Dios, a la luz de que finalizamos nuestro ejercicio fiscal, gracias por el año más fructífero que hemos tenido, dada la evidencia estadística conmensurable. Pedimos mucho, mucho más. En el buen nombre de Jesús. Amén.

Nota: Esta transcripción ha sido editada para la legibilidad.