Jesús da por medio de nosotros

¿Es usted rico o pobre?

¿Se clasificaría usted como rico o pobre? ¿Rico o pobre? Si es rico, ¿qué clase de actitudes tendría hacia los pobres, como: «Deberían trabajar. Me están matando. Me tienen en un tramo fiscal horrible. Son perezosos, no deberían haber quedado embarazados. Ellos mismos tienen la culpa. Usted sabe cómo es la gente pobre».

¿Y qué tal ustedes los pobres? Sobre todo los de Mars Hill Ballard, University District, Downtown, y por supuesto Portlandia. Los pobres ¿tienen alguna actitud hacia los ricos? «Sí, son unos ladrones y unos pillos, nos roban, necesitamos sacarles más impuestos, más azotes para los ricos». Robin Hood es su libro favorito de todos los tiempos.

Y lo que pasa es que si son pobres, ¿cuál es su partido político? Demócrata. Si son ricos, son republicanos.

Incluso en la iglesia existen dos ideologías. Si son pobres manejan una ideología de pobreza: «Jesús era pobre, yo soy pobre. Oigan, miren, soy como Jesús». Quizás no exactamente. Algunos de ustedes, si son más que todo ricos, tienden a irse por la teología de la prosperidad. «Soy rico porque Dios me bendijo. Seguramente me ama más que esa gente pobre».

Y si hace la pregunta equivocada irá por el camino equivocado. Esto forma parte de acritud y la hostilidad hasta en el ciclo de un año electoral como en el que estamos. Que los ricos y los pobres, que la lucha de las clases y quién va a ganar y quién va a perder.

¿Es usted una persona generosa?

Permítanme hacerles una pregunta completamente distinta, una pregunta que se apega mucho más a las Escrituras que a los argumentos políticos. ¿Es usted una persona generosa? No importa que sea pobre, no importa que sea rico. Lo que a Dios le importa es si usted tiende a dar o a recibir, si es generoso o tacaño. Podemos empezar a pensar de una manera mundana que no concuerda con la Biblia. Empezamos a pensar que se trata de ricos y pobres, y que no tiene nada que ver con la generosidad. ¿Es usted una persona generosa o no?

Personalmente les cuento que estoy muy agradecido por esto. Crecí en un hogar que no era rico. Mis antepasados históricamente vinieron de Irlanda por causa de una hambruna, muertos de hambre, y se asentaron en el medio oeste americano. Uno de mis abuelos fue mecánico diesel. y el otro fue agricultor de papa roja; o sea, no eran ricos.

Mi mamá y mi papá se mudaron a la zona noroeste para que mi padre pudiera trabajar. Trabajaba en la construcción. A veces las cosas nos iban bien, y a veces nos iba muy duro, dependiendo si había trabajo. Mis padres nunca se endeudaron. Mi papá trabajaba muy pero muy duro, y éramos cinco hijos, mi madre se quedaba en casa y aprendió a economizar el dinero, y no éramos ricos. Éramos pobres, de clase trabajadora pobre, pero éramos generosos.

En el barrio donde crecí había muchos niños inmigrantes de primera generación y sus familias apenas estaban tratando de empezar, y se encontraban en ceros o en un hueco. La mayoría de los niños de mi barrio ni siquiera tenían papá, por lo cual había muchas madres solteras, mucha pobreza, y muchos niños que luchaban y se esforzaban. Sin embargo, nuestra casa era el lugar a donde venían los niños. Mi casa era donde los niños venían y mi mamá les daba de comer.

Todavía recuerdo cuando era chiquito que fui con mi mamá a un almacén de remate Sears. Sears es donde comprábamos cosas, y los almacenes de remate de Sears es donde las comprábamos más barato. Ibamos al almacén de remate de Sears, y ni siquiera sé si todavía existe. Mi madre compraba abrigos de sobra. A cada uno nos daba un abrigo para el invierno, y compraba de sobra. Le pregunté: «Mamá, ¿por qué compras abrigos de sobra?».

Me dijo: «Para darles a los niños del barrio que no tienen abrigo cuando vengan a la casa». También recuerdo que mi papá era entrenador de béisbol en parte porque era el único padre que había. Nunca jugó béisbol, pero si uno era el único padre también era el único entrenador. Mi papá era el entrenador de béisbol, y recuerdo que mi papa iba a las tiendas de ropa de segunda mano fuera de temporada y compraba guantes y acumulábamos los guantes de béisbol.

«¿Oye, papá, ¿por qué hicimos eso?». «Marky, porque sabes que…». Los dos todavía me llaman Marky. «Marky, porque…». Ustedes no pueden llamarme eso, a menos que sea ‘pastor Marky’.. «Oye, Marky, algunos de los niños no tienen guantes y cuando hacen la prueba para ingresar al equipo van a necesitar…». «Oh, sí, es cierto». Sin el guante uno era malísimo como un jugador de béisbol, pero hacía una excelente víctima de los lanzamientos de pelota. Le daban a uno con la pelota una y otra vez. Los niños hacían la prueba para ingresar al equipo de béisbol y no tenían guante de béisbol, por eso les regalábamos un guante.

Generosidad. No importa que sea pobre; no importa que sea rico. Lo que importa es que sea generoso. Que tienda a dar y no a recibir. Que sea generoso, no tacaño.

Me temo que a veces los que somos cristianos podemos empezar a pensar de una manera mundana, no bíblica. Si asiste a un lugar más acomodado como Mars Hill Orange County, o Mars Hill Bellevue, o Mars Hill Sammamish, o quizás hacia Mars Hill Shoreline, podría empezar a pensar que ser rico es una señal de que Dios los ha bendecido. Puede que sí y puede que no. Repito, si están en Portland, o en Downtown, o en U-District, o en Ballard y son jóvenes, universitarios, solteros, y pobres, es lógico que piensen que los pobres están cerca de Dios. «Soy pobre». Pues los ricos piensan lo mismo.

A decir verdad, no importa que sea rico o pobre, lo que importa es si conoce a Jesucristo. Así debe acercarse a Dios, y a Dios no le importa si usted es rico o pobre. Le importa si es generoso o no.

Así que al concluir nuestra serie de sermones Jesús ama su iglesia, hablaremos sobre esta verdad: que Jesús da por medio de nosotros, y empezaremos hablando de Jesús. Estaremos en 2 Corintios 8–9. No puedo explicar toda la sección porque tardaría mucho, así que resaltaré algunas ideas principales de 2 Corintios 8–9. Pueden estudiarlo por su cuenta y examinar el tema en su grupo comunitario.

Jesús es el Dador más generoso

La primer idea principal del Apóstol Pablo es esta: Jesús es el Dador más generoso. ¿De acuerdo? Empezamos con Jesús. Algunos de ustedes están pensando: «Ya empezó otra vez el pastor de la megaiglesia a saquear mi dinero». No. Ya agarraron su billetera y de las llaves del carro para irse. ¿Cierto? Esperen un momento. Antes de hablar de su dinero, vamos a hablar de Jesús. Antes de hablar de dar alguna cosa, quiero que hablemos de lo que recibimos.

Dice así: 2 Corintios 8:9: «Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo», ¿qué? Rico. ¿Antes de venir al mundo, Jesús era rico? ¿Cuando vivía en el Cielo eternamente como Dios, era rico? ¿Sí o no? Claro que sí. Muy rico; riquísimo.

En el Cielo estaba sentado en un trono. Por lo general eso lo indica. ¿O cuántos de ustedes tienen una silla? Pocos tenemos un trono. Un trono, vaya, eso es algo grande. ¿Dónde estarás? «Estaré en mi trono». Vaya. Estaba rodeado de ángeles que venían, le ministraban y le adoraban, y vaya qué personal tenía.

El Cielo se describe como un lugar donde las calles están hechas ¿de qué? Oro. Uno tiene bastante dinero cuando las calles están pavimentadas de oro. ¿Amén? «Tenemos tanto oro, ¿qué hacemos?». «No sé, pavimentar. Pavimentar. Autopistas recubiertas de…no lo sé, ¡es que hay tanto! Solo vamos a pavimentar». Quiero que consideren que en este momento Jesús está en gloria. Murió, fue sepultado, resucitó y ascendió de vuelta al Cielo y está muy acomodado. Es rico. Y era rico en la eternidad pasada. Es rico en este momento, pero algo pasó.

«Por amor a vosotros se hizo», ¿qué? Pobre. Muy pobre. Su madre era una chica de secundaria. Vivía en una pequeña aldea como de dos docenas de personas. Su casa era probablemente del tamaño de un puesto de estacionamiento para un vehículo hoy en día. No había agua corriente. Había un solo pozo en la aldea y su mamá llevaba el jarrón al pozo para llevar agua a la casa. Si quería usar el baño, tenía que salir de su casita para usar la letrina. Era pobre, muy pero muy pobre. Su papá era ¿qué? Carpintero. Era uno de esos hombres con lonchera y cinturón de herramientas y le pagan por hora. Así era su papá.

Pasó de los lujos a la pobreza. Pasó de la gloria a la humildad. Pasó de ser servido a servir. Pasó de estar sentado en un trono a ser recostado en un pesebre. No es lo que esperaríamos, ¿cierto? O sea, la tendencia en la Tierra es pasar de la pobreza a la riqueza. No hay muchas personas tratando de averiguar ahora mismo cómo tener menos dinero, ¿cierto? Nadie dice: «Somos ricos pero nos gustaría ser pobres. ¿Dónde podemos tomar la clase para aprender a hacer eso? Nos gustaría estar en la quiebra. Nos gustaría estar sin techo». O sea, Dios estuvo sin techo.

Pensémoslo. «Siendo rico, sin embargo por amor a vosotros se hizo pobre». Se humilló para venir a integrarse a nosotros. El Dios eterno, el Creador de Cielo y Tierra, entró a la historia de la humanidad como el Dios-hombre, Jesucristo. «Para que vosotros por medio de su pobreza llegarais a ser ricos». Se refiere a que Jesús vino para identificarse con nosotros y cambiar lugar por nosotros.

Hablemos de Él en lo económico. Y después hablemos de Él en lo espiritual. Sí o no, Jesús trabajó. Sí, trabajó. Y con su dinero diezmaba y pagaba impuestos. ¿De acuerdo? ¡Le cobraron impuestos a Dios! ¿De acuerdo? Los gobiernos siempre son iguales, ¿cierto? No importa cuál gobierno sea, siempre son iguales: «¡Oigan, ahí está Dios! ¡Que pague impuestos! ¡Que pague impuestos!». Y Jesús pagaba sus impuestos al gobierno romano.

El gobierno romano era un gobierno horrendo porque el pueblo de Dios quería vivir libremente para adorar a Dios sin embargo como habían sido domeñados por el gobierno romano algo que tenían que hacer era adorar a César como Dios. Tenían que dar su dinero al enemigo. ¿Se imaginan cómo sería dar su dinero a su enemigo? Sí, en la Biblia leemos que Jesús pagaba impuestos. Pagaba sus impuestos.

Dice que una vez no tenía con qué pagar sus impuestos. ¿Recuerdan ese relato? Es una de las historias más chistosas en la Biblia. Jesús dice: «Necesito que vayan…», les dice a sus discípulos, «…a pescar y que tiren el anzuelo en el agua, saquen el pescado y ábranle la boca y ahí encontrarán una moneda en la boca del pescado. Tomen esa moneda y paguen mis impuestos». Eso es estar en la quiebra. Es estar sin cinco.

¿Cuántos de ustedes a la hora de declarar impuestos piensan: «No sé, me voy a pescar. De pronto encuentro un pescado que se tragó una tarjeta de crédito sin límite…para pagar mis impuestos». ¿Está en la quiebra, cierto? Es el plan que tendría un hombre en la quiebra. Jesús está en la quiebra, sin techo, trabaja en la construcción, y le cobran impuestos. Algunos de ustedes que son pobres estarán pensando: «Me gusta este Jesús». Lo sé. Vino a identificarse con nosotros.

Además, pagaba sus diezmos. En pasajes como Mateo 5:17–18, dice: «No penséis que he venido para abolir la ley… sino para cumplirla. Obedezco todas las Escrituras». ¿Cuánto era el diezmo en el Antiguo Testamento? ¿Cuántos de ustedes dirían que el 10%? Algunos alzaron la mano con denuedo, algunos piensan que es una pregunta capciosa y son más cautelosos. Durante la alabanza piensan: «No soy del todo carismático, pero no me opongo al Espíritu Santo. Voy a quedarme aquí en donde me siento seguro. Aquí mismo». Bien. Ahí es donde algunos de ustedes se encuentran ahora. «Iba decir diez, pero…».

Bien, un diezmo literalmente significa el diez porciento, y en el Antiguo Testamento al principio el diezmo era el 10%. Además, había fiestas, festivales, y dinero destinado a los pobres, había cosas que sucedían digamos cada ciclo de 7 años. Y si lo sumáramos todo la cantidad mínima requerida era más del 25%.

Algunos vienen aquí y piensan: «Pastor Mark, ¿está diciendo que debemos diezmar el 25%?». No duden de pagar sus impuestos y después podrían ser como Jesús, porque eso fue lo que le hicieron a Él. El 25% era para el ministerio y el Señor, más encima de lo que le impuso el gobierno.

Así que pasó del lujo a la pobreza. Eso fue lo que hizo económicamente. ¿Qué hizo espiritualmente? Esto fue lo que Jesús hizo por nosotros espiritualmente: Todos somos pecadores por naturaleza, y como resultado, nos hemos endeudado con Dios. Dios nos hizo para vivir de cierta manera y no lo hicimos. Todo lo que hicimos mal aumentó la deuda. Todo lo que no hicimos bien aumentó la deuda. Nuestra deuda para con Dios es enorme, pero viene Jesucristo, Dios envía lo mejor de sí mismo, a su Hijo unigénito, y Jesús viene y paga literalmente nuestra deuda, nuestra deuda espiritual a Dios Padre.

Vive sin pecado. Jesús no experimenta el pecado que cometimos, y Jesús fue crucificado sustituyéndose a sí mismo por nosotros. Aquel que siendo espiritualmente rico se volvió espiritualmente pobre y maldito, y la ira de Dios fue derramada sobre el Hijo de Dios. Jesús padece y muere en la cruz en nuestro lugar, por nuestros pecados, paga nuestra deuda a Dios, y declara Él mismo: «Consumado es. La deuda del pecado ha sido pagada por completo». Jesús cambió de lugar con nosotros.

Eso significa que Jesús es un dador, no un interesado. Jesús es generoso, no es tacaño. Una forma de entender la salvación es pensando que Jesús da y nosotros recibimos. Algunos de ustedes están aquí y no son cristianos, y están pensando que esto es una conferencia sobre el dinero. En primer lugar, es una conferencia sobre Jesús.

Algunos de ustedes preguntarían: «¿Uno cómo hace para volverse cristiano? ¿Qué debe hacer?». No es lo que hacen, es lo que ya fue hecho. No es lo que dan a Jesús, es lo que reciben de Jesús. ¿Cierto cristianos? No venimos a Dios con las manos llenas diciendo: «Dios, aquí están todas las cosas buenas que he hecho por ti». Venimos con las manos vacías. Jesús, necesito que me des: perdón de pecados, salvación, una relación reconciliada con Dios Padre, el Espíritu Santo, vida eterna. Jesús es el Dador más grande, el Dador más generoso en la historia del mundo. Todo cristiano sabe que Jesús da generosamente, porque lo ha experimentado.

Piénsenlo. O sea, algo que quiero para los niños Driscoll es inculcarles una actitud de gratitud. Y lo que puede suceder es que hasta nuestra vida de oración puede relegarse a: «Dios, por favor dame tal cosa, por favor dame esto, por favor haz esto, por favor haz aquello, por favor dame esto, dame aquello». También es muy importante hacer oraciones que llamo oraciones de gratitud. A veces, por lo general de noche casi a la hora de cenar les pregunto a los niños: «¿Están agradecidos por algo hoy? ¿Por qué están agradecidos?», para ver qué ha estado dando Jesús.

Algunos padres dirán: «Pues no quiero consentir a mis hijos». Pues yo si. ¿De acuerdo? Yo sí. Solo que no quiero que sean caprichosos. Hay una diferencia, ¿cierto? Podemos dar generosamente a nuestros hijos, podemos amarlos, bendecirlos, darles helado, abrazos, echarlos a la piscina, pasar tiempo con ellos. Podemos ser generosos y criar hijos agradecidos porque aprenden: «Oh, eso es un regalo, es un regalo, qué bien, gracias, no lo merezco, fue un acto de gracia. Oh, en última instancia todo proviene del Señor». Todo viene del Señor, y eso fomenta una actitud de gratitud.

Empiecen a pensarlo así: ¿Qué tiene usted que Dios ya le ha dado? O sea, la Tierra, un hermoso planeta, ¿cierto? Diseñado especialmente para nosotros, mucho más frío que el Sol, gracias a Dios. Es un planeta genial. «Oye, Señor. Es hermosa la Tierra». «¿Le gusta el agua? Él la hizo. ¿Le gusta el sol? Él lo hizo. ¿Le gusta el aire? A mí sí. Él lo hizo. Él lo hizo. ¿Le gusta que sus pecados sean perdonados? Eso es un don. ¿Le gusta el amor de Dios? Eso es un don. ¿Le gusta la vida eterna? Eso es un don. Si está anticipando y esperando la resurrección de los muertos, ese es otro don. ¿Qué tal vivir para siempre en la casa del Padre en el lugar que Jesús edificó? Es un don. ¿Qué tal sus hermanos y hermanas en Cristo, y la iglesia, o las Escrituras, o el don espiritual de trabajar en el ministerio? ¿Saben qué es todo eso? Mars Hill, todo eso es un don.

Y entre más entendamos que Jesús es el Dador más generoso, reconocemos que damos, no para que nos ame, sino porque ya nos ama. No damos para recibir, damos porque ya hemos recibido. Tenemos una actitud de gratitud. Decimos: «Somos hijos de Dios y nuestro Padre es un buen Padre, y Jesús es nuestro hermano mayor y está dispuesto a darnos generosamente, y recibimos humildemente, agradecidamente para poder compartir generosamente». Es como un padre que da a su hijo dos paletas y el hijo sabe: «Debo darle una a mi hermano». Esa es la perspectiva bíblica de la mayordomía.

Y habla de ella de esta manera: Es por gracia, un don inmerecido, es algo que no merecemos que recibimos por medio del Señor Jesucristo. Él era rico y se hizo pobre, por tanto no se trata de ser ricos o pobres. Los pobres pueden ser como Jesús, los ricos pueden ser como Jesús, porque eso de ser rico o pobre Jesús experimentó ambas cosas. ¿Amén?

Por tanto hagamos a un lado esta lucha de clases, el socialismo, el comunismo, el conflicto; hagamos a un lado muchos argumentos económicos y volvamos a Jesús, y a Él es exactamente donde nos lleva. Para contemplarle dándonos su justicia, dándonos su salvación, dándonos su vida sin pecado, dándonos su muerte expiatoria, dándonos el perdón de pecados, y eso nos hace recibir todo lo bueno que Jesús da con un cambio de corazón que nos impulsa a querer compartirlo, porque en eso consiste la adoración. Es reflejar la imagen de quién es Jesús a los demás.

Así que primero, habla de Jesús y yo les preguntaría: ¿Conocen a Jesús? ¿Han recibido su don de salvación? ¿Han recibido su don de justicia? ¿Entienden que Él siendo rico se hizo pobre para que espiritualmente su deuda de pecado pudiera ser pagada a Dios y pudiera ser bendecido ricamente por la justicia de Jesucristo? ¿Quién recibe este don con alegría? Es maravilloso, ¿no es cierto? Es genial. Y puede que algunos de ustedes no entiendan que esto distingue a Jesús de las otras religiones. Otras religiones dicen: «Hagan esto, den esto», Jesús dice: «Yo ya lo hice y se lo doy a ustedes».

La generosidad se mide por el sacrificio

Después sigue con su siguiente punto sobre la generosidad, que Dios, por medio de Jesucristo, es generoso con nosotros y debemos ser generosos con los demás. Lo dice así: Dice que la generosidad se mide por el sacrificio.

Lo dice de esta manera: 2 Corintios 8:12–14: «Porque si hay buena voluntad, se acepta según lo que se tiene, no según lo que no se tiene». Si usted gana $55.000 al año, no debería diezmar $100.000 al año. Eso es lo que está diciendo. «Esto no es para holgura de otros y para aflicción vuestra, sino para que haya igualdad; en el momento actual vuestra abundancia suple la necesidad de ellos, para que también la abundancia de ellos supla vuestra necesidad, de modo que haya igualdad».

Se refiere a lo siguiente. Algunas personas siempre preguntan: «¿Cuánto debo dar? ¿Qué porcentaje de mis ingresos debo dar a Dios mediante la iglesia?». Y acudiendo al Antiguo Testamento, dicen: ¿El 10%? ¿Todos los diezmos combinados, el 25%? Dar por gracia, según el Nuevo Testamento y el Nuevo Pacto, no supone una cifra específica, por eso no enseñamos el diezmo en Mars Hill. No lo hacemos. No lo hacemos. Lo que sí enseñamos es el sacrificio, y a eso es lo que la Biblia se refiere aquí.

Les daré un ejemplo. Si le pedimos a todos que den el 25%. Para una madre soltera con tres hijos cuyo marido acaba de irse con su secretaria y vaciado la cuenta de ahorros destruiría su vida entera. Para la persona acomodada, rica, que ha heredado dinero, que tiene una compañía y una cartera de inversiones con margen, puede que el 25% no lo afecte en lo más mínimo.

¿En qué consistiría el sacrificio para cada persona? Para la mamá podría ser que el 1% se considere una generosidad enorme. Para el rico, podría ser el diezmo, dar el 90% y vivir del 10%. De hecho alguien que conozco da el 90% y vive del 10%. La madre soltera no puede hacer eso.

Se refiere a que todos tenemos que ubicarnos en ese continuo. Les pregunto, ¿qué porcentaje de sus ingresos, qué porcentaje del neto—eso es lo que significa dar las primicias—le ha instado Dios el Espíritu Santo a decir: «Aquí estoy este año y si pierdo mi trabajo y las cosas empeoran, podría dar menos, pero si mejoran, podría dar más; pero esta es mi situación y este es el porcentaje que Dios me ha asignado»?

No enseñamos que deba dar un porcentaje. En cambio enseñamos que al recibir de Jesús consideren con cuidado y oración lo que Él les pide dar y estamos muy agradecidos cuando usted cumple con esa obligación y nos regocijamos con cualquier porcentaje que sea.

En su contexto, aquí está hablando de diferentes iglesias. De modo que contextualmente en 2 Corintios 8–9, había una iglesia en Jerusalén donde todo empezó más o menos y donde el cristianismo estalló en el Día de Pentecostés, y a partir de ahí, ese ha sido su cuartel general, si podemos usar ese término, y las iglesias y las iglesias recién plantadas salían de Jerusalén. Jerusalén era como Mars Hill Ballard. Mars Hill Ballard era como una Mars Hill matriz de donde salieron todas las iglesias plantadas y los misioneros, y tantas cosas fueron hechas desde Mars Hill Ballard.

Lo que pasó después fue que con el tiempo hubo un bajón económico en Jerusalén, dijeron que fue una hambruna y estaban en grandes aprietos. Y la iglesia entró en un gran ciclo de declive económico, no por algún pecado sino por las circunstancias. Por lo cual algunas de las iglesias que habían ayudado a plantar, como la iglesia en Macedonia que estaba conectado con ellos espiritualmente como una rama al tronco, empezó a ayudar económicamente a la iglesia en Jerusalén, aunque eran una iglesia pobre. Dice que de su gran pobreza nació abundante generosidad.

Necesito que entiendan que esto afecta nuestro modelo económico en la Iglesia Mars Hill. Somos una iglesia en 14 localidades. Por la gracia de Dios estamos planeando plantar al menos 5 iglesias más en los próximos 12 a 18 meses. Estamos en 4 estados. Algunas de nuestras iglesias se encuentran en lugares muy ricos; otras en lugares muy pobres. En algunas áreas hay familias intactas con maridos y esposas; en otros, madres solteras que luchan para vivir día a día. En algunas de nuestras localidades, todos son solteros; en otras, hay una cantidad de estudiantes universitarios.

Y cuyo nivel de ingresos y cuyo nivel de ofrendar varía, por lo cual organizamos nuestro matiz de dotación de personal y nuestro presupuesto, no en base a lo que cada iglesia da sino a cuántas personas tienen. Porque no queremos que las iglesias en lugares acomodados tengan un personal enorme y las iglesias en áreas pobres no tengan personal, porque todos somos una familia, lo cual significa que si uno de los niños tiene algo de sobra deben compartirlo con el niño que no tiene mucho. Necesito que ustedes tengan un corazón de padres para con la iglesia, no un corazón consumista.

Creo que una de las conversaciones más dolorosas que he tenido en los últimos meses cuando salimos a visitar a las iglesias y a reunirnos con los líderes y las personas…no mencionaré quién fue, ni cuál iglesia Mars Hill, ni la localidad, pero fue muy triste. Después de explicar esto, uno de los líderes voluntarios de la iglesia vino y dijo, «No me importan las otras iglesias de Mars Hill». Es como si un hermano nuestro dijera: «No me importan mis hermanas». Bien, entonces tenemos un problema del corazón.

Le dije: «¿No te importan?». Me dijo: «No». Le dije: «¿Te importa esta iglesia?». Me dijo: «No me importa esa iglesia». Y le dije: «Esa fue la iglesia que plantó tu iglesia». Todos los fondos que dieron al comienzo para el grupo central que empezó esta iglesia, y todos los ancianos que lideraron esta iglesia, todo eso vino de allá, ¿y a ti no te importa?».

Y le dije: «¿Qué tal un lugar como Rainier Valley, donde nos congregamos en el recinto de la Union Gospel Mission, y al lado tienen un cómodo alojamiento temporal las mujeres que viven unas circunstancias muy difíciles y sus hijos viven con ellas y no hay padres por ninguna parte? Empezamos un ministerio estudiantil allá y de inmediato se convirtió en nuestro ministerio estudiantil más grande, y ninguno de esos niños tiene padre. ¿No te importan ellos? Vives en una cómoda casa en los suburbios, tienes esposa, tienes hijos, tienes garaje para dos carros. Tu vida está bien. Lo que estás diciendo es: «No me importan esas madres solteras y sus hijos en nuestra iglesia porque viven en un código postal diferente al mío». Caray. Bueno, es un problema del corazón.

Le dije: «¿Por qué no los amas?». Me dijo: «Es que ni siquiera los conozco». Le dije: «¿Al menos amas a las personas que asisten a los otros servicios de nuestra iglesia?». Me dijo: «No yo asisto al servicio por la mañana. No me importan las personas que asisten al servicio por la noche». Caray. Caray.

Quiero que tengan el corazón de un padre, un corazón como una madre y un padre que velan por sus hijos y dicen: «Amo a todos los hijos y deseo cuidar todos los hijos, y los niños que tienen más que son como el hermano o la hermana mayor, quiero que cuiden a sus hermanos y hermanas menores». ¿Amén?

Mars Hill, somos la familia de la iglesia, por lo cual si pertenecen a una de las iglesias Mars Hill más acomodadas como Bellevue o Sammamish, o Shoreline, se preguntarán: «Damos nuestro dinero. ¿Por qué no se nos permite gastarlo todo?». Porque en parte está destinado a ayudar a las nuevas iglesias así como alguien les ayudó a ustedes a empezar la suya. Parte del dinero está destinado a ayudar a otras iglesias que están en aprietos porque tienen muchos estudiantes universitarios o madres solteras, o están en un área empobrecida. De otra manera, nunca alcanzaríamos a la gente pobre porque económicamente no tendría sentido. Como tal, creemos que tanto ricos como pobres necesitan a Jesús. Creemos que Jesús ama a ricos y pobres. ¿Amén?

De eso está hablando aquí. Está diciendo que: «Para que haya igualdad; en el momento actual vuestra abundancia suple la necesidad de ellos, para que también la abundancia de ellos supla vuestra necesidad, de modo que haya igualdad». Lo que está diciendo es que si una de estas iglesias Mars Hill estuviera en aprietos ahora mismo y a otra iglesia le estuviera yendo muy bien esta podría ayudarlos y después de un tiempo sería a la inversa: esta iglesia sería fuerte y podrían ayudarle a la iglesia que está en aprietos.

¿Para ustedes qué significa sacrificar? Lo he compartido muchas veces. Les daré un pequeño indicador culturalmente hablando. Más de uno de cada cuatro protestantes estadounidenses da $0 al año. ¿De acuerdo? Segundo, el donativo anual medio de un cristiano es menos de $200 al año, un poco más del 12% después de impuestos. No es mucho, ¿cierto? ¿Doscientos dólares al año? El 5% de los cristianos da casi el 60% de todas las contribuciones. Así que espero que esa gente no se enferme. Tendríamos un problema tremendo. Descubrirán al ver esto que muchos cristianos adoran sus riquezas, no adoran con sus riquezas.

De inmediato pensarán: «Sí, es correcto, los ricos deberían dar más». Quizás, pero todos debemos tomar en cuenta lo que Dios nos ha dicho que demos y ser buenos administradores con eso.

Permítanme decirles que siembre habrá excusas. Si son estudiantes universitarios, tienen una excusa muy buena, ¿cierto? «Soy estudiante universitario». Grace y yo nos casamos cuando asistíamos a la universidad y empezamos dar a nuestra iglesia en ese entonces. Siempre he dicho que hay dos clases de personas en quiebra: Los que están quiebra y los universitarios en quiebra. Si están en la universidad, tienen una excusa.

Después se gradúan y son solteros. ¿Ahora qué excusa tiene? «Es que soy tacaño. La soltería es para eso, ¿no? No he podido comprar nada porque estaba en la universidad. Necesito ropa nueva, carro nuevo, un lugar donde vivir. Voy a gastarme la plata en mí mismo con mi tiempo y dinero disponible». A veces la gente más egoísta es la gente soltera.

Después se casan. ¿Ahora qué excusa tiene? «Es que estamos casados y tenemos que comprar casa. Vamos a tratar de empezar una familia. Tenemos que pagar las clases de la universidad. Ahora tenemos que pagar la tarjeta de crédito, sabe. Tenemos que ponernos al día».

Sí, y después esperan hijos. «Y ahora tenemos que economizar los ingresos. Necesitamos un auto más grande. Necesitamos una casa más grande. Tener niños es caro». ¿Cierto? ¿Han notado eso? Cuestan dinero. Estadísticamente, las niñas cuestan más que los niños. Sabíamos que diría eso. Cuestan dinero.

De pronto: «Oh, ahora nuestros hijos han crecido y sus cosas son más caras y necesitan una casa más grande. Oh, ahora están manejando. Oh, ahora van a la universidad. Oh, ahora necesitan ayuda con la universidad». Y saben qué, pueden tener excusas desde que están en la universidad hasta que sus hijos entran a la universidad», y decir: «Iba dar pero es que nunca alcancé a hacerlo».

Pero no se trata del porcentaje. No se trata de la cantidad. Se trata de entender o no entender que Jesús es un Dador generoso, y a partir del gozo de haber recibido querer convertirse en un medio para Dios dé a otros. Ese es el asunto.

A Jesús le importa la mayordomía

Ahora sé exactamente lo que va a suceder en este momento. Como tienen un pequeño abogado que vive en cada uno de nosotros que trata de defender todo nuestro mal, van a pensar… ¿Cierto? Porque el pequeño abogado les susurra al oído: «Te apuesto a que ellos no son buenos administradores. Podrías dar, pero son una megaiglesia. Te apuesto a que vino volando en un jet con sus siete esposas y lo llevaron adentro en un trono». ¿Cierto?

La siguiente pregunta es, si Jesús es un Dador generoso y un buen administrador, y usted aspira ser un dador generoso y un buen administrador, ¿le está dando los recursos de Jesús a una iglesia que da generosamente y administra bien? No es suficiente dar. Debemos asegurarnos de dar a alguien que administra bien los recursos.

Es justo, ¿cierto? O sea, algunos de ustedes preguntarían: «¿Qué hacen ustedes con el dinero? ¿Lo cuentan los niños? ¿Dónde está el departamento de contabilidad? ¿Qué debemos hacer?» Es una pregunta justa, y Pablo la menciona y dice lo siguiente: Dice que a Jesús le importa la mayordomía.

Lo dice de esta manera en 2 Corintios 8:20–21: «Teniendo cuidado de que nadie nos desacredite en esta generosa ofrenda administrada por nosotros». Está el tema de la mayordomía. Pablo está diciendo: «Han dado una ofrenda generosa. Somos los administradores, los mayordomos, los que recibimos la ofrenda y sabia y humildemente y piadosamente queremos cuidar los recursos que nos fueron encomendados».

«Pues nos preocupamos por lo que es honrado, no sólo ante los ojos del Señor, sino también ante los ojos de los hombres». Cuando se trata de una iglesia o un ministerio que recibe diezmos, ofrendas y regalos por parte del pueblo de Dios, en primer lugar es importantísimo que la forma de administrar los recursos sea agradable a los ojos del Señor Jesús, para que al verlo Jesús diga: «Eso está bien. Eso está muy bien. Saben, eso me anima mucho», y a los ojos del los hombres, o sea que obedecemos la ley. ¿Cierto? No hay nada peor que un pastor trabaja en el ministerio a las cárceles preso en una cárcel por evasión de impuestos, ¿verdad? No hay nada peor que eso. O sea que no es solo—debe agradar a Jesús y no contravenir el gobierno. No contravenir el gobierno.

De modo que voy a hacer esto ahora. Voy a hablar un poco sobre cómo administramos nuestros recursos, y esto es importante. Más de 800 veces la Biblia habla de las riquezas, las finanzas, las posesiones, diezmar, y la mayordomía. El 25% de las parábolas de Jesús o más eran sobre la mayordomía o lo que la gente hacía con lo que recibían. Por tanto, es súper, súper importante. Y contestaré algunas preguntas generales que surjan.

Ante todo, la gente pregunta: «¿Quién supervisa las finanzas en la iglesia?». Hay un equipo de finanzas de ancianos y diáconos. Es un equipo de ocho personas. Sus tareas se dividen en: ingresos, gastos, compras, y reportes financieros.

El pastor Sutton Turner, su pastor ejecutivo, supervisa el equipo. Sintió el llamado de Dios para aceptar una gran reducción de pago, de hecho estaba trabajando para una familia real, y ahora solo trabaja para el Rey de reyes. Decidió aceptar una reducción de ingreso para venir a servir en la Iglesia Mars Hill y ha estado organizando el equipo financiero.

Con él trabaja su gerente financiero Kerry Dodd, licenciado en Administración de Empresas con especialización en Contabilidad de la Universidad de Washington, trabajó 10 años con Deloitte and Touche, una firma contable muy conocida a nivel nacional y tiene tres años de experiencia como gerente de finanzas de otra iglesia grande. Él y su esposa regresaron a esta área. De hecho, ella es del área de Puget Sound.

Los otros miembros de su equipo, seis de ellos, todos son licenciados al menos en Administración de Empresas y además todos tienen experiencia en recursos humanos y contabilidad o en la especialización que tengan en la fuerza laboral con compañías grandes, exitosas, y con fines de lucro. Bien, básicamente ese es el equipo financiero. Ninguno de los pastores puede firmar un cheque, ninguno de nosotros está presente cuando cuentan las ofrendas, nada de eso.

Algunos de ustedes preguntarán sobre la recolecta financiera. Pues funciona de esta manera, decimos que la manera más fácil de dar es en línea en MarsHill.com, oprimiendo donde dice dar para dar en línea. Pero los que envían sus cheques entresemana o dan dinero en efectivo o cheques los domingos, se preguntarán, «¿Qué hacen con ese dinero?».

Primero que todo lo recolectan equipos de personas a las que hemos hecho chequeo de antecedentes porque no queremos que criminales recolecten nuestra ofrenda. Toman la ofrenda y la cuentan inmediatamente y siempre es un equipo, y los equipos nunca son parejas como Bonnie y Clyde. ¿De acuerdo? Nunca permitimos que una pareja cuente el dinero. Después depositamos la ofrenda.

Algunos de ustedes se preguntarán, ¿Cómo sabemos que el dinero lo gastan bien? Primero que todo, damos pocas tarjetas de crédito. Imagínese si en su familia les diera tarjetas de crédito a todos los niños y les dijera: «Confiamos en ustedes. Si necesitan dinero, úsenlas». Uno diría: «Compraron demasiado Xbox y están nadando en Mountain Dew», ¿sabe? Por eso no damos muchas tarjetas de crédito, y cualquier compra necesita dos niveles de aprobación. Por lo tanto, nadie puede ir a comprar algo de repente. Necesitan control y supervisión para que pueda ser aprobado.

También tenemos un departamento de compras. Como somos 14 iglesias y estamos creciendo, no solo queremos estar seguros de invertir solo el dinero necesario, también queremos las mejores gangas. ¿Cuántos de ustedes son como mi esposa, si encuentran una ganga son felices? Si no, y todo es a precio completo, piensan: «No». Se vuelve su misión personal, y piensan: «Encontraré los mejores precios». Mi esposa es así, ¿de acuerdo? La amo por muchísimas razones. Esa es una. Siempre anda buscando una ganga.

La iglesia necesita ser manejada como su presupuesto personal. Si necesitamos algo, ponemos la solicitud y si es aprobada por el departamento de finanzas salen a buscar la mejor ganga, el precio más bajo, porque la iglesia debe ser manejada como usted haría las cosas, conseguir la mejor ganga.

También, cuando llega la cuenta pagamos a nuestros vendedores inmediatamente porque no hay nada peor que: «Sí, le vendí algo a Mars Hill y no me pagaron, y me citaron un pasaje bíblico sobre no demandar, pero creo que esa gente de Mars Hill es muy sospechosa». Si negociamos con ustedes, nuestra meta es que tan pronto nos pase la factura, emitimos el cheque porque queremos tener una buena reputación con nuestros vendedores y a donde hacemos nuestras compras.

Después, suelen preguntar: «¿Qué hay de los salarios?». Diré un par de cosas sobre eso. Es como su profesión en la fuerza laboral, hay descripciones del puesto de trabajo a nivel nacional, rangos salariales y escalas para ciertos niveles de responsabilidad. A todos se les asigna una descripción del puesto. Dos veces al año hacemos exámenes anuales de rendimiento en todas las áreas. Evaluamos a las personas en base a sus responsabilidades y deberes y usamos la escala nacional para determinar el rango salarial. Por lo general no ocupamos los rangos más altos, sino los más bajos. Por lo general estamos en esa zona intermedia razonable y los rangos salariales no los determinan los empleados remunerados.

Los líderes no pagados de la iglesia y líderes no pagados fuera de la iglesia supervisan la determinación de salarios para empleados. Por tanto, no es que si alguien es pastor de una de las iglesias pueda determinar su propio salario. Podrían meterlo a la cárcel si hace eso. Es ilegal. En parte, esto es aceptable no solo a los ojos de Dios, sino también a los ojos del gobierno.

Lo que esto significa prácticamente también es que por lo general nuestro personal es muy pequeño. Si incluye, qué sé yo, 30 servicios por domingo en 14 localidades con cinco residentes preparándose para plantar iglesias, mas Resurgence y todo lo demás que estamos haciendo, el hecho de solo tener 138 empleados es algo muy pero muy pequeño. Me reuní con los pastores de de iglesias un poco más grande que esta hace poco, y una tenía 750 empleados, la otra 800, ¿de acuerdo? Una de las iglesias tiene 500 acres de finca raíz. Eso lo llamaríamos Seattle. Nosotros en cambio tendemos a usar menos pies cuadrados por número de personas, y tendemos a tener un personal muy pero muy reducido para el tamaño de nuestra iglesia.

Por eso necesitan conocer a los líderes de su Grupo Comunitario los líderes de su Grupo de Redención, a sus ujieres, a sus saludadores, a los que ayudan a sus niños, a los que tocan en la banda; si está disfrutando cualquier cosa probablemente es porque alguien está dando de su tiempo generosamente. ¿Podrían hacer esto? Cuando los vean, mírenlos a los ojos y denles las gracias. Díganles gracias y hagan lo mismo al dar generosamente de su tiempo. Pero tendemos a tener un personal muy reducido.

Algunos de ustedes también preguntarán acerca de los mecanismos externos de rendición de cuentas. Y esto es importante. Les explicaré cómo funciona. Hay una firma nacional, quizás la más respetada a nivel nacional, una firma de contadores sin fines de lucro y cada año les pagamos para que nos hagan una auditoría total. Revisan todas nuestras políticas, procedimientos, salarios. Revisan todos nuestros gastos y libros. Hacen una auditoría completa a la Iglesia Mars Hill, y después nos dan una tarjeta de calificaciones y cada año hemos sacado la mejor calificación, y alabamos a Dios por ello.

Además, estamos acabando nuestra solicitud para pertenecer a la Asociación Cristiana Evangélica de Responsabilidad Financiera. Es como tener el sello de aprobación por llevar un registro exacto para que todas nuestras finanzas puedan ser examinadas desde afuera. Además, tenemos un cuerpo externo de líderes, gente piadosa, algunos son pastores en nuestras iglesias que también tienen acceso a nuestras finanzas y a nuestros reportes así nos cerciorarnos de tener un control interno y externo y tenemos supervisión cristiana y no cristiana y rendición de cuentas.

También tenemos contratos con bancos para algunas propiedades raíces que nos pertenecen, y los bancos nos ponen otros requisitos, como por ejemplo que tenemos que mantener ciertas reservas en efectivo y mantener las finanzas a cierto nivel para que no incumplamos el pago de nuestros préstamos.

Así que, entre los bancos, los controles internos y externos, la auditoría externa, y ahora al formar parte de otra organización de rendición de cuentas, es nuestra manera de decir: «Por la gracia de Dios, somos buenos administradores, y si ustedes son buenos administradores que dan generosamente, queremos ser, y por la gracia de Dios somos buenos administradores que administran sabiamente».

Creo que es justo hacer esa clase de preguntas. De veras lo creo. De veras, y me encanta poder contestarlas. Pero eso es lo que dice. Es un don generoso, es gracia, y necesita ser bien administrada.

Dios ama al dador alegre

La última idea principal es esta: Dios ama al dador alegre. Cuántos de ustedes cuando pagan sus cuentas dicen: «¡Qué dicha, hoy pagamos las cuentas! ¡Bravo! ¡Arriba! ¡Las cuentas!». Y se sonríen, y cantan, y bailan, juntan los talones, algunos de nosotros lo hacemos sin saltar, pero se sienten emocionados. ¿Cuántos de ustedes se emocionan cuando pagan las cuentas? Uno de ustedes. Necesita una prueba de detección de drogas. No hay motivo para emocionarse a la hora de pagar las cuentas. Ninguna razón.

Pero él dice lo siguiente: Cuando se trata de dar a la iglesia y a la causa de Jesús, dice algo un poco inesperado. El punto es este: «El que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará». En parte significa esto económicamente. No es que Dios le esté prometiendo hacerlo rico, pero Dios está buscando buenos administradores. Jesús dice que si somos fieles en lo poco, Él puede darnos más. El contexto aquí es las finanzas. Si Dios le ha dado algo y lo desperdicia, ¿por qué le daría más para que lo siga desperdiciando? Está buscando buenos administradores.

Y no se trata solo del rendimiento en las inversiones financieras, es el rendimiento espiritual de las inversiones financieras, o sea que Dios le da, quiere que pague sus cuentas que ame su familia, y que dé generosamente para ayudar el avance del evangelio.

«Que cada uno dé como propuso en su corazón». Algunos de ustedes dirán: «¿Cuánto debo dar?». No sé, pregúntele a Jesús. No sé si es el 1% o el 99%. No lo sé. Lo que usted considere un sacrificio, si Dios le dice que dé eso nos parece muy bien.

«No de mala gana ni por obligación». No se trata de culpabilidad sino de alegría. No es tener que dar, sino tener el privilegio de dar, y celebrar el hecho de que todo lo que tengo le pertenece a Dios. Él me da tanto a mí, y ahora tengo el privilegio de compartirlo con otros.

«Porque Dios», ¿qué? «Ama al dador alegre». Dios ama al dador alegre. Cuando recolectamos la ofrenda en Mars Hill, no quiero que se sientan como si estuvieran declarando impuestos, ¿cierto? Ni sentirse como si estuviéramos en el pequeño despacho de un auditor de la Hacienda Pública.

Es alegre porque primero, reconoce que Jesús es generoso. «Recibo salvación, vida eterna, amistad con Dios, las Escrituras, el Espíritu Santo, la resurrección de los muertos. ¡Caray! Oh, y además todas mis posesiones vienen del Señor». Santiago, el hermano de Jesús, lo dice así: «Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre». Y al dar estamos diciendo: «Gracias, Señor por permitir que me quede con tanto. Gracias Señor porque puedo participar en lo que estás haciendo. Gracias, Señor porque puedo verte bendecir a otros». Por eso es que dar debe ser una cosa alegre, una cosa feliz.

Como en Navidad. Lo he dicho antes, pero ¿se ponen más felices cuando abren todos sus regalos o cuando ven a alguien que aman abrir el regalo que les dieron? Siempre es mejor verlos abrir su regalo. Por eso es que en Navidad siempre surge esta discusión: ¡Abra su regalo! «¡No, usted abra el suyo!». No, usted primero. «No, usted primero». Porque está muy emocionado de verlos abrir lo que les regaló, y ellos están tan emocionados de verlo abrir lo que le regalaron, y así es el dador alegre. Amigos, no hay nadie más feliz que Jesucristo. Nadie ha dado tanto como Jesús, y si dar nos pone alegres, Jesús es la persona más alegre que ha existido. Él da alegremente.

Dar desentierra nuestros ídolos más enraizados

Hay un par de maneras en que dar es alegría en forma práctica. Primero, dar desentierra nuestros ídolos más enraizados. Tendemos a tener ídolos superficiales como la comodidad o la seguridad, o el estatus. Si manejo ese carro, y visto esa ropa, y si la marca de mi ropa interior lleva ese apellido, dice algo de mí como persona. Sí, dice algo de usted. «No visto ropa interior de marca Fruit of the Loom. Para nada». ¿Cierto?

Y lo que pasa es que tendemos a establecer nuestra identidad con nuestras posesiones. ¿Qué viste? ¿Qué maneja? Oh, eso dice algo. Pero cuando damos estamos atacando el ídolo enraizado. «¡Caray! Pienso que lo que visto y lo que manejo me hace una mejor persona que la justicia de Dios en Jesucristo?».

La comodidad. «Daría, pero no me quedaría tanto y tendría que sacrificar algo, y ay, mi ídolo de la comodidad ha sido expuesto por medio de mis ofrendas».

O la seguridad. «En realidad no necesito todo ese dinero, pero lo he ahorrado porque si alguna vez llegar a necesitarlo puedo depender de Él en vez de Jesús y estaré bien».

Cuando damos desarraigamos nuestros ídolos arraigados y hay alegría en eso. Pensamos: «Ni siquiera sabía que tenía ese ídolo». Cuántos de ustedes han sentido esto cuando le prestan algo a alguien, le dan las llaves de su carro, deja que usen su casa. «Adelante, usa esto». De pronto se pone un poco ansioso. «Espero que no le ponga una abolladura. Espero que no lo vaya a rayar. Espero que vuelva. ¿Me habré equivocado? ¡Espere, espere, espere! ¡Vuelva acá!».

Dar expone algunos de nuestros ídolos enraizados que ni siquiera sabíamos que teníamos hasta que damos. Hay alegría cuando decimos: «Está bien. No sabía que tuviera ese ídolo. No sabía que eso era un problema. Ahora lo veo. Gracias, Jesús. Necesito saber esto. Esto me conviene».

Dar para que las vidas sean transformadas es maravilloso

Número dos, dar para que las vidas sean transformadas es maravilloso. Iglesia Mars Hill, lo que estamos experimentando es la gracia de Dios. Siempre me siento abrumado por la generosidad de Jesús. Cuando empezamos, éramos apenas doce personas y ahora somos más de 12.000. Cuando empezamos, los primeros tres años, yo no recibía salario. Trabajaba gratis. Siempre digo que era porque no servía para nada, ¿saben? Y lo que pasó en ese momento, en nuestro primer año, nuestro presupuesto total era de $90.000 dólares estadounidenses, para una iglesia. Y lo que Dios ha hecho es asombroso. Es asombroso ver todas las personas que están conociendo a Jesús.

Hace poco una señora se emocionó tanto porque su marido fue salvo y fue bautizado en Mars Hill, que casi me mata de gozo. Vino corriendo y me dijo: «¡Pastor Mark, mi esposo fue salvo! ¡Fue bautizado!». Quiso abrazarme pero lo que me agarró fue el cuello. Ella más o menos….¿saben? Rebosaba de emoción, pero eso no puede durar mucho tiempo. Y ella…sentía como si estuviera en una pelea de la MMA con un cinturón negro brasileño en Jiu-Jitsu que me estaba estrangulando. En efecto no podía respirar y ella saltaba emocionada. «¡Qué maravilla!». Pensé: «¡Ay! Saben. No puedo morir estrangulado por una mujer en mi propia iglesia. ¿Que le pasaría a mi reputación?

Pero estaba tan emocionada porque saben qué, su esposa conoció a Jesús, fue bautizado, y estaba orando con ella, y leyendo la Biblia con ella y los niños. ¿Saben lo que ella ve ahora cada noche? Entra al cuarto y ahí está su marido orando por los niños. Había esperado muchos años para que esto pasara.

Al dar generosamente y al ver a Jesús ministrar a la gente ustedes pueden participar en ello, es maravilloso. Todos gastamos dinero. Miramos atrás y pensamos: «No usé bien ese dinero». Pero dar a la causa de Jesús es siempre un buen motivo.

Dar es para la gloria de Dios y también para nuestro bien

Y tercero, dar es para la gloria de Dios y también para nuestro bien. Algunos al escuchar este sermón pensarán: «Sí, ya sé como funciona esto. Usted quiere que yo dé, y ahora estamos peleando, y me está forzando a ser un dador». La verdad es esta: Nuestro Padre es un buen Padre. Todos sus mandamientos son para su gloria y nuestro bien. Para ambas cosas. Ambas cosas.

Cuántos de ustedes son padres. Hacen reglas para sus hijos. Hacen reglas que a decir verdad le hacen la vida más fácil, pero le salvan la vida a sus hijos. No disparen los cohetes de botella en la casa. No, no puedes manejar, tienes tres años de edad». Oh, estás limitando mi libertad. Estás robando mi alegría». «No, te estoy salvando la vida. Estas reglas son por tu bien».

Cuando Dios nos dice que hagamos algo no es un Padre malo que impone su terrible voluntad sobre unos hijos renuentes. Es un Papá amoroso que siempre sabe qué es lo mejor e invita a los niños a vivir en libertad y gozo con Él. Cuando Dios nos invita a dar, nos invita aprender una lección que cambia nuestra vida entera.

Porque saben qué, si aprenden a recibir alegremente y a dar generosamente serán un mejor amigo, porque puede dejar que sus amigos lo amen y usted puede amarlos. Puede dar económicamente, emocionalmente, mentalmente, verbalmente. Usted puede dar. Si aprenden a recibir de Dios y a dar, serán un mejor cónyuge. ¿Amén? Serán mejores como cónyuges. Darán de su tiempo, energía, dinero, amor, ánimo, verdad, y afecto a su cónyuge. Serán mejores como padres. Los que aprenden a dar son mejores padres. Son mejores abuelos.

Dar no significa que Dios saque el dinero de sus bolsillos sino que saca los ídolos de su corazón y nos permite compartir su gozo al dar a otros. Todo esto se trata de dar, y al aprender la lección de dar esta transforma nuestras relaciones.

Para terminar les contaré algo que me pasó anoche. Mi hijo Calvin, que tiene 10 años, está en una edad maravillosa, de alguna manera encontró una taza para el café. Es del tamaño ideal, mantiene la temperatura ideal. Es tan grande que mi mano enorme cabe perfectamente en el asa, y me gusta su taza para el café, pero solo hay una. Le pertenece a Él, no me pertenece a mí. De vez en cuando se la robaba, y eso es pecado, pero me gustaba mucho esa taza para el café.

Anoche de vuelta a casa Calvin dice: «Oye papá, cuando lleguemos a casa ¿podemos tomarnos una taza de café descafeinado juntos?». «Por supuesto. Buena idea, Calvin». Subió a donde yo estaba viendo el partido de los Mariners y trajo dos tazas de café, y las tazas eran idénticas. Le dije: «Calvin, es una taza igual a la tuya».

Calvin me dijo básicamente: «Lo sé, estaba buscando una en línea. Fue difícil de encontrarla, pero encontré una y la mandé pedir. Estaba esperando que llegara. «Ahora tenemos tazas idénticas, papá». Hicimos un brindis y nos tomamos una taza de café. Calvin había esperado para regalarme esa taza para que pudiéramos tomarnos una taza de café juntos, ¿y qué suponen que tenía en su rostro? Una sonrisa, porque Dios ¿qué? Ama ¿qué? Al dador alegre.

Jesús lo dice así: «Más bienaventurado es dar que», ¿qué? Recibir. Jesús dice: «Quiero que sean bendecidos. Quiero que sean alegres. Aprendan a ser dadores». Los dadores son los mejores adoradores, los dadores son los mejores padres, los dadores son los mejores abuelos, los dadores son los mejores amigos, los dadores son los mejores cónyuges. No importa que sean ricos o pobres, Mars Hill. ¿Son generosos?

Dicho lo cual, ¡por nada! Vamos a recolectar la ofrenda ahora. ¡A la orden! ¿Está bien? Porque Dios ama ¿qué? Sí, pueden alegrarse por la ofrenda. Bien, vamos a recolectar la ofrenda. Quiero que los administradores financieros pasen al frente, vamos a recolectar nuestra ofrenda. Si no son cristianos, no den. Reciban a Jesucristo. ¿Amén? Todo comienza cuando recibimos. Si usted es cristiano, dé generosamente. Los amamos. Den alegremente.

Las últimas novedades de Mars Hill para el verano

Y al dar sus ofrendas, permítanme compartir algunas cosas con ustedes que deberían alegrarlos. ¿Está bien? Así que les daré las últimas novedades. Las últimas novedades de Mars Hill para el verano. Acabamos de colocar a diez nuevos ancianos, y pastores. Muchos de ellos, todos ellos, creo que no reciben pago. Eso significa que tenemos 61 pastores actuales, y 61 pastores preparándose, y la mayoría de ellos son voluntarios. ¿Son buenas noticias o malas noticias? ¡Buenas noticias! Ahora tenemos tantos pastores como los miembros de la mayoría de las iglesias. Es asombroso. Son muchas personas las que los aman.

Tan solo este verano tuvimos 425 bautismos. ¿Eso es bueno o malo? Es bueno. Es estupendo. Hasta ahora este año hemos tenido 980 bautismos, y en los últimos 12 meses 1.400 personas han sido bautizadas en nuestras iglesias Mars Hill. Es asombroso.

Finalmente, la iglesia se trata de Dios y su pueblo, pero al igual que toda familia, necesitamos un hogar. Algunas de nuestras iglesias están sin techo, otras ya no caben en el espacio que tienen, así que les dará las últimas novedades en materia de propiedad raíz. Downtown está en el proceso de ocupar un nuevo edificio en el centro de Seattle. Les mostraré la parte de adentro. Vean eso. Sí. Por eso estamos arrendando estas instalaciones. Es la iglesia más antigua de Seattle. Fue fundada por los padres fundadores de la ciudad, y es un enorme privilegio poder realizar los servicios aquí. Mars Hill Downtown con el Pastor Tim han estado haciendo cinco servicios, y esto les permitirá tener un mayor potencial de crecimiento justo en el corazón del centro.

Cuando empezamos Mars Hill, esta era la región con menos iglesias en los Estados Unidos de América. Pues ya no lo es. Portland sí, así que oren por el Pastor Tim en Portland. Tiene mucho trabajo que hacer también. Alabamos a Dios por eso, y están tratando de recaudar $2 millones para los arreglos a fin de que podamos usar ese espacio y tenerlo listo.

Además, estas son unas instalaciones que estamos tratando de conseguir en Everett. Es el Arsenal de la Guardia Nacional de Washington. Alguien preguntó: «¿Se están apoderando del arsenal?». No, pero eso sería algo épico. Es una vieja base militar que viene con todo y caja fuerte para armas en el sótano. Representa muy bien a Mars Hill. Tiene un maravilloso cielo raso alto como pueden ver y oren mientras tratamos de recaudar $2,5 millones para equipar estas maravillosas instalaciones en el corazón del centro de Everett, y de ahí, seguir plantando iglesias en la parte Norte.

Además, Dios mediante, vamos a plantar iglesia aquí en Tacoma desde Mars Hill Federal Way. Este edificio queda cerca al hospital. Estaba disponible a un precio muy bajo. Estas viejas iglesias son registradas como monumentos por lo cual no podemos cambiarlas ni destruirlas, por eso son las propiedades más baratas que podemos encontrar. Aquí está la parte interior. Genial, vieja, maravillosa, épica, la Iglesia Downtown Tacoma. Eso está bien, ¿cierto? Muy bien.

Aquí tenemos Mars Hill Orange County. Mars Hill Orange County ha estado sin techo como Jesús. Nos forzaron a irnos de nuestro teatro y Dios proveyó esta academia. Es un colegio cristiano que se va a mudar el 16 de septiembre cuando empecemos el libro de Ester. Tiene entre 500 y 600 asientos. Es genial para los niños. Tiene un parque de recreo para escuela primaria. Cobran la mitad del arriendo de lo que estamos pagando ahora, así que imagínense. Dios ha provisto mucho. Para los que—sí, aplaudan para un descuento si quieren. Y para los que estaban orando, Dios contestó sus oraciones. Alabado sea Dios. Gracias por orar.

Un par de cosas más: ¿Cómo deben orar por su iglesia? Acabamos de reanudar clases con Re:Train, que es nuestra escuela, acreditada por muchos seminarios, con 127 estudiantes, es la asistencia más alta que hemos tenido hasta la fecha. Tenemos 5 nuevos pastores líderes, residentes, preparándose para empezar Mars Hill Renton, Mars Hill Kirkland, Mars Hill Tacoma, y vamos a lanzar, Dios mediante, Mars Hill Atlanta, y otros. Tenemos una conferencia nacional que se avecina del 9 al 10 de octubre en California con Rick Warren, Greg Laurie, Craig Groeschel, Lecrae.

Y próximamente empezando en septiembre, estudiaremos todo el libro de Ester. Nadie estudia todo el libro de Ester porque es una locura. Una chica que vive en el centro en un condominio, solo se la pasa en el gimnasio, tiene un viejo novio obscenamente rico, se gana El soltero, siempre toma Cosmos, se la pasa recostada en traje de baño. De pronto es salva, y se convierte en una especie de Cristo y salva a la nación. Es asombroso, ¿de acuerdo? Es una historia asombrosa.

Para quienes no les gustó la serie El verdadero matrimonio porque son solteros, esta historia trata no solo de una persona soltera sino de una mujer soltera que vive en un centro urbano secular grandísimo que rompe todos los mandamientos, hasta que conoce a Jesús. Es una chica típica de Mars Hill. Será maravilloso, ¿de acuerdo? Vamos a estudiar todo el libro de Ester enseguida en septiembre.

Estas son las últimas novedades financieras para el verano. En junio el 49% de los adultos dieron algo. El promedio fue de $41.50 por adulto, por cada domingo o fin de semana. En julio, bajamos del 49% al 43%. De $41 a $29, por lo tanto junio fue un buen mes y julio fue un mes difícil. Necesitamos un mínimo de $35 por adulto para estar dentro del presupuesto por lo cual les pedimos a ustedes y al Señor que sean generosos y nos permitan seguir adelante de cara al otoño. ¿Están entusiasmados por lo que está sucediendo? Es fabuloso. Y si perdieron la oportunidad, pueden dar en línea en MarsHill.com, pueden mandarnos un e-mail si tienen preguntas a giving@MarsHill.com, y desde luego pueden dar los domingos. Voy a orar de una vez y vamos a cantar.

Dios Padre, te damos gracias porque diste a tu Hijo Jesucristo. Jesús, te damos gracias por despojarte del lujo y venir pobre, por despojarte de tu gloria y venir humildemente, por despojarte de tu trono y venir a un pesebre. Señor Jesús, te damos gracias porque pagaste nuestra deuda de pecado con tu muerte por nosotros en la cruz. Te damos gracias porque la salvación es un don que recibimos. Te damos gracias porque al recibir tu don inmenso, nos transformas en dadores generosos y alegres, y gozosos, porque hemos recibido y ahora queremos compartir. Ayúdanos, Señor Dios, a aprender esta lección de dar, no solo económicamente sino espiritualmente y emocionalmente y verbalmente. Que demos no para que nos ames sino porque ya nos amas. No para que nos des algo sino porque ya hemos recibido tanto. Jesús, tú eres un Gran Dador. Pido que seamos fieles administradores, en el buen nombre de Jesús. Amén.

Nota: Esta transcripción ha sido editada para la legibilidad.