Jesús y los Demonios (Lucas 4:31–41)

Lucas 4:31–41

31 Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo.
32 Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad.
33 Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz,
34 diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.
35 Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno.
36 Y estaban todos maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen?
37 Y su fama se difundía por todos los lugares de los contornos.
38 Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella.
39 E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía.
40 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
41 También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo.

Introducción

Así es, Mars Hill. Estamos en Lucas capítulo 4, versículos 31 al 41. Jesús, y los demonios. Si tienen una Biblia pueden encontrarlo. Aquí tenemos el evangelio de Lucas. Hemos visto mucho acerca de los comienzos del ministerio de Jesús en Nazaret y sus contornos. La semana pasada vimos a Jesús en Lucas 4, en los versículos anteriores, como un profeta que no fue acepto en su pueblo natal; fue expulsado de Nazaret. Básicamente, las personas trataron de matarlo. Así que esta semana, Jesús traslada las oficinas centrales de su ministerio a un pueblo llamado Capernaum, el pueblo natal de Simón Pedro, en la región de Galilea, junto al Mar de Galilea, y gran parte del ministerio de Jesús se realiza en este lugar, hasta Lucas capítulo 19. Ahí es cuando Jesús decide ir a Jerusalén, y la escena cambia.

Por eso es bueno tener una idea de la topografía y de la región que rodea al Mar de Galilea y los pueblitos que lo rodeaban, incluyendo a Capernaum. Alrededor de un gran lago de agua dulce hay mucha pesca, y las colinas que lo rodean están llenas de agricultura. Les daré una imagen para que se hagan una idea de cómo es el Mar de Galilea. No sé lo qué habían pensado, pero yo creí incorrectamente que el Mar de Galilea era muy pequeño. Esta es una foto que tomamos este verano, desde un barco en el que íbamos. Es una enorme masa de agua. Mide 13 millas por 8 millas; y el Mar de Galilea como lo vemos hoy es quizás más pequeño de lo que era en los tiempos de Jesús, ya que más personas han venido a vivir a esa área y han necesitado más agua; de hecho, el nivel del agua ha bajado. Así que piensen en un enorme lago de agua dulce, rodeado de colinas fértiles y de agricultura, y ahí encontramos a este pueblito tan importante que es Capernaum, con docenas y centenares de personas.

Jesús Fue un Maestro Asombroso

Ahí es donde empezamos este relato en Lucas capítulo 4, versículos 31 y 32. Y les muestro esto para que sepan que es un evento histórico; que Jesús de veras vivió, y que de veras estuvo en ciertos lugares que aún existen. «Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo. Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad…». Aquí aprendemos algo más sobre el ministerio de enseñanza y predicación de Jesús. Era un rabino: predicador y maestro. Ese era su ministerio principal, y aquí lo vemos predicando y enseñando en la sinagoga de este pueblito, en Capernaum, el día de reposo. El día de reposo para ellos era el sábado, y el nuestro es el domingo: el día de la resurrección de Jesús en el cual todo el Antiguo Pacto, incluyendo el día de reposo, fue cumplido y el nuevo mundo fue inaugurado y nació el reino por la resurrección de Jesús.

Y Jesús está predicando y enseñando, y la gente está completamente asombrada porque no enseñaba como los demás; Jesús no aburría a la gente con la Biblia. Uno de los pecados más graves que un predicador o maestro puede hacer es aburrir a la gente con la Biblia, y en aquellos días eran muy adeptos en aburrir a la gente con la Biblia. Les leían los comentarios sobre las notas al pie de la página, y los comentarios sobre los comentarios de las notas al pie de la página; y las notas sobre los comentarios de los comentarios de las notas, y era algo aburridísimo, árido y empalagoso. Y después llega Jesús lleno de entusiasmo y pasión. Ya nos había dicho que sería un maestro guiado por el Espíritu Santo y lleno de Él; empezó su ministerio público en Lucas 4, por el versículo 18, donde cita Isaías 11:2, que dice «El Espíritu del Señor está sobre mí… para dar buenas nuevas a los pobres…». Así que predicaba por el poder del Espíritu Santo y enseñaba por el poder del Espíritu Santo, y las personas estaban asombradas porque nunca habían oído a nadie como Jesús. Mientras Jesús estuvo en el mundo, fue un maestro asombroso, y más que eso, Él es Dios encarnado; sin embargo, fue un maestro fascinante. Él envía al Espíritu Santo hoy para empoderar a quienes enseñan y predican la Biblia, para que prediquen y enseñen la Biblia en vez de aburrir a la gente con ella.

Un Demonio Inmundo

Y ellos estaban pasmados en esta pequeña sinagoga en Capernaum. Lucas 4:33 y 34: «Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz, diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios…». Notarán que los demonios tienen una cristología muy elevada, o sea una de las teologías más exactas de Cristo en toda la Biblia. Los demonios saben quién es Jesús, muchas personas no saben quién es, pero los demonios sí saben quién es Jesús: El Santo de Dios, el que solo se encuentra en una categoría aparte; alguien incomparable y único, ese es Jesús, el Santo de Dios.

Y aquí está predicando y enseñando en la sinagoga, en la vieja iglesia del pacto en el día de reposo de ellos, en su reunión, y ¿con quién interactúa o tiene un conflicto? Con un hombre endemoniado, con un hombre que tiene un demonio inmundo. Un demonio inmundo. El término demonio inmundo aparece unas 23 veces en el evangelio de Lucas, si no estoy mal. Jesús sigue teniendo estos fuertes encuentros con los demonios porque al llegar el Reino de Dios, el reino de las tinieblas se le opone y hay una batalla que se libra a lo largo del evangelio de Lucas hasta la crucifixión de Jesús. Por lo tanto, van a familiarizarse mucho con Satanás y los demonios en todo nuestro estudio del evangelio de Lucas.

Y aquí vemos a un hombre endemoniado que estaba en la sinagoga, lo que para nosotros equivale a una antigua iglesia del pacto. No crean por un solo instante que dentro de la iglesia está la gente buena y que afuera de la iglesia están los endemoniados. También hay gente endemoniada que anda entre el pueblo de Dios; de la misma manera que Satanás entró a Judas Iscariote y lo conminó para que traicionara asesinamente a Jesús. Por lo tanto, aun en la iglesia Satanás empodera a los que no son creyentes y hasta los posee. Provoca toda clase de divisiones, contiendas, conflictos y controversias. Jesús es el Buen Pastor, los ministros son pastores, las personas son las ovejas, y a Satanás le gusta enviar lobos para devastar la congregación y atacar a los pastores. Aquí vemos a un hombre endemoniado que se congrega con el pueblo de Dios.

Los Demonios y Satanás

Lo que tenemos que hacer ahora es estudiar a los demonios y a Satanás. Al hacerlo, muchos de ustedes se preguntarán por qué lo hicimos, pero en realidad fue Dios quien lo hizo. Él lo puso en los libros de la Biblia y al estudiarlos hablamos de lo que Dios haya dicho. Aprenderán algo de Satanás y los demonios repetidas veces en el evangelio de Lucas.

Dos Errores Iguales y Opuestos sobre los Demonios

Permítanme decirles a manera de introducción, que hay un librito muy bueno escrito por C.S. Lewis que se titula Cartas del diablo y su sobrino, y en él habla de Satanás y los demonios, y hace una afirmación interesante: «Existen dos errores iguales y opuestos sobre los demonios en los que puede incurrir la raza humana: uno es no creer en su existencia, y el otro es creer y sentir un excesivo y nocivo interés por ellos». Es decir, cuando la gente oye hablar de los demonios, reaccionan de una o dos maneras: ‘No existen; no me preocupan; no creo en ellos. Hable de otra cosa, me hace sentir incómodo’. ¿De acuerdo? Así son algunos de ustedes. Otros tienen un interés excesivo y nocivo por Satanás y los demonios. Les echan la culpa por todo, como lo hizo Eva en Génesis 3, donde dijo que el diablo la había forzado, y le encuentran un demonio a todas las cosas. Y algunas personas se salen de sus casillas cuando el café está más caliente que el día anterior, y dicen: ‘el infierno es caliente, por lo tanto este debe ser el demonio del café que fue enviado por mi enemigo para quemarme’. Mejor dicho, es una bobada; es una tontería. Se vuelven locos al respecto.

La razón por la que algunos de ustedes negarían la existencia de los demonios es, en primer lugar, eh, porque podrían estar influenciados por lo que denominaremos el modernismo, y por un proyecto de ilustración que duró más de cien de años, en donde el racionalismo científico dijo que solo existe lo físico y no lo espiritual, y por ende no hay que creer en el reino espiritual, sobre todo en Satanás y los demonios. Algunos de ustedes tampoco creen en Satanás y los demonios, porque padecen algo llamado presunción cronológica; piensan que la gente de esa época era primitiva, que no entendían nada, por lo cual se inventaban personajes míticos, y ahora usted que ha estudiado en la universidad, como se cree más evolucionado, se cree más inteligente que ellos. Algunos de ustedes también negarán la existencia de Satanás y los demonios porque creen en la espiritualidad; pero la espiritualidad podría ser demonología. Por el hecho de que algo sea espiritual no significa que sea bueno. Muchas cosas espirituales son demoníacas y satánicas. Vivimos en un tiempo en la que ser espiritual se considera aceptable; sin embargo, no esté tan seguro de ello. Su yoga, su meditación, su religión, su espiritualidad, su experiencia sobrenatural, podría ser completamente demoníaca o satánica.

Así que no quiero que tengan un afecto excesivo por Satanás y los demonios; creemos que existen, pero exaltamos a Jesús, y tampoco quiero que nieguen su existencia o que resuelvan aceptar generalidades espirituales confusas.

Nuestro Enemigo

Sin embargo, de la misma manera que Cristo enfrentó a Satanás y a los demonios, nosotros también tendremos que hacerlo. Clint Arnold, que en mi opinión es el erudito más sobresaliente del Nuevo Testamento en cuestión de demonología, que produjo uno de los mejores comentarios sobre Satanás y los demonios que se ha escrito en la Era Moderna, hace esta interesantísima declaración: «De la misma manera que un jardinero no puede evitar la hierba mala, un siervo de Dios tampoco puede evitar a los demonios». Si ustedes van a servir a Jesús, entrarán en contacto con los demonios, así como al cuidar su propio jardín entran en contacto con la maleza. ¡Así son las cosas! Así son las cosas.

1. Satanás no es igual a Dios.

Ahora, permítanme hablarles un poquito acerca de Satanás. Él no es igual a Dios. Eso es lo principal. En primer lugar, Satanás no es igual a Dios. No es como si hubieran dos dioses, el Dios bueno, y el dios malo… ¿no es cierto?… Yin y Yang…no es así. Existe un solo Dios, el Creador, y las cosas que por Él fueron creadas. Satanás está entre las cosas que Dios ha creado. Satanás fue un ángel creado por Dios para glorificarle, honrarle, obedecerle, y servirle, y si quieren más información pueden leer Isaías 14; pueden hacerlo en su estudio personal o con su grupo comunitario. También tengo una conferencia entera sobre Satanás y los demonios que hice para el plantel. La tenemos en Internet, y puedo darles el enlace para que accedan a las 20 páginas de notas que hay. Trabajamos mucho en este tema; no obstante, lean Isaías 14, Ezequiel 28, Génesis 3 y Efesios 6. Cuatro referencias bíblicas que les doy para que las lean, serían esas: Isaías 14, Ezequiel 28, Génesis 3, y Efesios 6. Si las leen todas en su conjunto, teológicamente tendrán una buena idea sobre Satanás y los demonios. Pero lo primero que deben saber es que Satanás y los demonios no son iguales a Dios. Son seres creados; son ángeles que se rebelaron contra Dios. Satanás fue expulsado del Cielo; los ángeles que junto con él le declararon la guerra a Dios, fueron expulsados con él. Así que estamos hablando de Satanás; él no es Creador, pero Dios sí. No está presente en todas partes… no es omnisciente…pero Dios sí. No es omnipotente, no lo sabe todo, pero Dios sí. No es todopoderoso, pero Dios sí lo es. No comparte los atributos de Dios; no es igual a Dios, y no es ‘el otro dios’. Es un ser creado que se halla en rebelión contra Dios.

2. Satanás no es nuestro único enemigo.

Segundo, Satanás no es nuestro único enemigo. Satanás obra por medio de los falsos maestros, los falsos apóstoles, los cristianos falsos, las religiones falsas. Cuenta con todo un ejército que le sirve, integrado en parte por mentirosos y pecadores impenitentes. Pero la Biblia nos da tres categorías de oposición: el mundo, la carne y el diablo. Ahora bien, están Satanás y los demonios, y aunque ustedes sean atacados espiritualmente, lo más probable es que no sea Satanás. Satanás solo puede atacar a una persona a la vez. Solo puede enviar cierto número de demonios para que ataquen un número limitado de personas. O sea que Satanás acosaría a Billy Graham y probablemente a usted no. Es decir, si se siente acosado, lo más probable es que no sea Satanás sino uno de sus siervos, un demonio. Así que tenemos al diablo: el mundo, la carne y el diablo.

Ahora, nuestra carne es nuestra predisposición interna a rebelarnos. Son tendencias propias y propensiones pecaminosas. Es nuestro deseo morboso de rebelarnos y hacer el mal. Así que el problema de algunos de ustedes no es Satanás, sino la carne. Repito, si hay un número limitado de demonios, ¿por qué le diría Satanás a uno de ellos que lo ataque, si usted mismo ya se está destruyendo? Si está en una batalla y usted mismo tiene la pistola en la boca, ¿qué razón tendría Satanás para enviar a uno de sus pocos soldados para atacarlo, si usted mismo ya se está matando? Algunos de ustedes lo están haciendo al no arrepentirse de los mismos pecados, al practicar la espiritualidad, las falsas religiones, la vanidad, la arrogancia, y todo eso. La táctica predilecta de Satanás es la vanidad. Fue expulsado del Cielo por su vanidad. Él tienta con la vanidad, a la que nosotros llamamos autoestima. Si cualquiera de ustedes se ve atado por estas cosas, no es que Satanás tenga que atacarlos, su carne ya está encargándose de eso. La vanidad, la religión, el sexo, las drogas, la glotonería, tonterías, espiritualidad, estupidez, la religión; usted mismo tiene la pistola en la boca. No puede echarle la culpa a Satanás.

Están el diablo, la carne y el mundo. El mundo consiste en los sistemas colectivos, las estructuras e ideologías que se oponen a Dios. Si usted cree en todo lo que creen los demás, si se porta como se portan todos los demás, llevará una vida satánica. Téngalo por seguro. Podrá ser una vida espiritual, pero será una vida que es satánicamente espiritual. El mundo nos tienta a pecar, a usar a la gente, a desobedecer a Dios, a vivir para nuestra propia gloria y no para la gloria de Dios; a consumir en vez de ser generosos, así es el sistema del mundo.

Y si no me cree, vaya y vea Avatar, la película más demoníaca y satánica que jamás he visto. No entiendo cómo un cristiano pueda ir a ver esa película sin darse cuenta de lo patentemente demoníaca que es. Inicié una sesión en christianitytoday.com, donde la reseña reflejaba las opiniones de cristianismo de hoy, y quedé muy desilusionado. La película presenta una ideología completamente falsa. Es un sermón que se predica; es la película más popular que jamás se haya hecho, y dice que el precepto cultural de la creación es malo; que no debemos desarrollar la cultura porque hacerlo es malo, que lo primitivo es bueno y que lo avanzado es malo. Que no somos pecadores, sino que estamos desconectados de la fuente divina de la vida. Un paganismo clásico, clásico, clásico que dice textualmente que los seres humanos deben conectarse con los árboles, los animales, las bestias y los pájaros, y que existe una clase de nexo espiritual al cual todos pertenecemos; que todos formamos parte de lo divino. Presenta a un mediador falso que es una bruja, la adoración falsa de las cosas creadas y no la adoración a Dios el Creador. Esto es completamente antitético a lo que enseña Romanos 1:25, que nos enseña la esencia del paganismo. Tiene una falsa reencarnación en la que un hombre viene a morar con un grupo de personas y asume la identidad de ellos. Tiene un Jesús falso, una resurrección falsa, un salvador falso, un cielo falso; la película entera es de la Nueva Era, es satánica, demoníaca: es puro paganismo. La gente se siente atraída por los efectos visuales, que son asombrosos porque Satanás quiere conectarnos emocionalmente a una mentira.

Algunos dirán, ‘Esta es mi primera vez. ¿Usted es un fundamentalista?’. Nunca me habían tildado de tal cosa. Me han acusado de ser muchas cosas, pero no de ser un fundamentalista. Me encantan las películas y las historias; mi licenciatura es en comunicaciones. Tengo dos sistemas de cine en casa, y tres TiVos; no me opongo a la tecnología ni a las artes. Nuestro equipo de rodaje estuvo en Los Ángeles, en Universal Studios, rodando en el plató de Espartaco todo el material que ocuparemos el viernes santo. Algunos de mis amigos son cineastas y poetas y artistas, y somos una iglesia muy creativa, pero no nos gusta Satanás. Eso es todo. Nos encantan las artes, pero no nos gusta Satanás. Y me asombra que los cristianos vayan al cine y digan ‘qué película tan brillante’. ¡No! Más bien, ‘qué película tan oscura’. Es una manera de ver al mundo; es una visión del mundo…’ ‘Oh, el problema del pecado es que estamos desconectados de la demoníaca fuente divina de la vida; oh, el problema no es que necesitemos un Salvador, el problema es que debemos vivir en armonía con la creación’. Todo esto no es más que un -ismo de basura oriental. Eso es lo que es. Suscitar lo divino en nosotros; Dios está en todas las cosas; no necesitamos que Dios venga a salvarnos… Esas son cosas mundanas.

Así que tenemos tres enemigos: el mundo, el sistema de pensamientos corruptos que nos enseñan mentiras de nosotros y de Dios. El mundo y el lugar que ocupamos en él. La carne: nuestra predisposición interna hacia la rebeldía y la muerte; y también, el diablo. Un verdadero enemigo de Dios, y sus siervos, que trabaja conjuntamente con los demonios para hacer que nuestra carne siga al mundo en vez de seguir las Escrituras. Número dos, es el punto que hago, que Satanás no es nuestro único enemigo.

1. Tenemos que conocer a nuestro enemigo.

Número tres, tenemos que conocer a nuestro enemigo. Satanás no es como Dios, no es Dios y no es igual a Dios. No es nuestro único enemigo, ¡es un enemigo real! Y número tres, tenemos que conocerlo. Tenemos que estudiarlo y entenderlo. Me gusta como está escrito en 2 Corintios 2:11, en la Nueva Versión Internacional, donde dice «…para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus artimañas».

Algunos de ustedes nunca han estado en una pelea. Si alguna vez han visto una pelea, o alguna versión de una pelea, que casi siempre equivale a una competencia atlética, saben que la clave del triunfo es estudiar a su rival. Si no conoce a su rival, tendrá más posibilidades de perder. Debe conocer sus fortalezas para defenderse de ellas; sus debilidades para que pueda atacarlo ahí. No es ningún secreto, pero a mí me gustan mucho las Artes Marciales Mixtas. No las practico, se puede hacerse daño, pero a mí me gusta verlas. Y en las Artes Marciales Mixtas hallamos diferentes estilos: hay luchadores, jiujitsu, Moi Tai, boxeo, y todas estas disciplinas diferentes, cada una con sus fortalezas y debilidades. Por lo tanto si usted es un luchador y su contrincante es un boxeador, lo primero que debe hacer es patearle mucho las piernas, porque si él logra meter el pie derecho, le hará un nocaut. Si usted es luchador, puede patearle la pierna delantera para quitarle su poder, y después podrá hacerle caer a la lona agarrándole una pierna. Ahora tiene control; se ha mantenido encima de su rival. Si su fuerte es pelear parado, por si es peleador de Moi Tai, y es débil cuando pelea en la lona, entonces la mejor persona para derrotarlo sería uno que maneja el jiujitsu, que lo bajan a la lona, le hacen una llave rara y cuando menos lo espera está inconsciente sin saber qué le pasó. Es que el Moi Tai usa las rodillas y los codos, por lo que debe atacar desde arriba, agarrando a su rival, pero si cae a la lona tendrá problemas. Lo que quiero decir es que debemos conocer a nuestro enemigo, sus fortalezas y debilidades. Defendemos nuestro punto débil y atacamos con lo más fuerte. Si no conoce a Satanás, usted será derrotado. De eso se trata.

Los Demonios Obedecen a Jesús

Así que volvamos al relato. De alguna manera el endemoniado tiene acceso a alguien en la congregación. Jesús, que es Dios en carne humana, llega predicando y enseñando, y este demonio se manifiesta por medio de esta persona. Ahora hay un conflicto. Repentinamente, la sinagoga se convierte en un octágono y va haber un conflicto ahí entre el pueblo de Dios. Lucas capítulo 4:35–37: «Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno. Y estaban todos maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen? Y su fama se difundía por todos los lugares de los…contornos». Están asombrados ante la autoridad de Jesús al predicar y mandar a los espíritus. En aquellos días algunos rabinos trataban de lidiar con los demonios, pero era algo así como la película Poltergeist, o el Exorcista, o La semilla del diablo. Las cosas se descontrolaban rápidamente; no sabían lo que estaban haciendo. Usaban conjuros raros y raros métodos de hacer las cosas, y llega Jesús sencillamente, con total autoridad divina, y dice: «Sal de él», y está hecho. Sencillamente. ¡Eso es tener autoridad! Y los demonios le obedecen porque Él es Dios. Y tienen que obedecerle porque su autoridad es final.

Nuestra Vida Es una Casa

Ahora, algunos de ustedes querrán saber ¿qué hizo este hombre para ser poseído por el demonio? Por lo general la Biblia no usa el término posesión demoníaca, pero algunas de las traducciones sí lo usan. Usa el término convertirse en demonio, que puede inferir una influencia interna, una opresión externa, o estar completamente controlado. El término tiene muchas acepciones y significados. ¿Pero cómo sucede? Voy a usar una analogía en base a una metáfora que usa Jesús. Para ilustrar cómo son Satanás y los demonios, Jesús usa la analogía de una casa; es decir, suponga que su cuerpo y su vida son una casa. Usted vive en ella. Ahora, lo que le pasa a su casa si deja todas las ventanas y puertas abiertas e invita todas las personas indeseadas, es que al entrar, la destrozan, hacen cosas horribles, lo atormentan, destruyen su casa y se apoderan de su vida. Su vida es así. Por medio del pecado, la falta de arrepentimiento, el pecado habitual, la insensatez, la espiritualidad en general, que incluye el Budismo, el Hinduismo, los Testigos de Jehová, los Mormones, los Musulmanes, toda actividad demoníaca, o sea los poderes espirituales que provienen de otra parte y no del Dios de la Biblia. Por eso está involucrado en el ocultismo, la brujería, las borracheras, la vida sexual, todas esas cosas. Lo que está haciendo es abrir las ventanas, quitarle los quicios a las puertas. Está invitando gente inmunda y cosas inmundas que entren. En cualquier momento las cosas le podrían ir muy mal. Le podría ir malísimo.

Algunos de ustedes no ven las cosas así, porque piensan que el pecado es solo quebrantar una ley; y lo es, pero el pecado también es abrir una puerta. ¿Cuántos de ustedes se acostarían esta noche con todas las puertas abiertas? Sin embargo, algunos de ustedes lo hacen espiritualmente todos los días. La impenitencia, el pecado habitual, la insensatez, la religión y la espiritualidad.

Si usted no es cristiano, sucede lo siguiente: Su casa le pertenece a Satanás. Uno le pertenece a Dios o a Satanás. Por lo tanto, si usted no es cristiano— y puede que sea una persona decente, de buena moral y buena—y Satanás quiere que usted crea que es una persona maravillosa porque a él le encanta la vanidad, y mientras usted se siente a gusto estando en su equipo, él no le hará sentirse incómodo. Entonces él se adueña de usted y lo posee; se adueña de su vida y empieza a devastarlo porque su obra siempre conduce a la muerte.

Ahora, si usted es cristiano, ¿puede Satanás adueñarse de su casa proverbial? ¿Sí, o no?…No. Pero ¿podría abrirse a toda clase de tormentos e influencias al permitir que gente y cosas entren a su vida que no deberían estar ahí? Sí. Sí. No sabemos si este hombre era o no era un creyente. Lo único que sabemos es que había abierto todas las puertas y ventanas de su casa, al punto que cuando llega Jesús, un demonio está conectado con este tipo. Un cristiano no puede ser poseído por un demonio, porque le pertenece a Jesús. Pero sí pueden ser influenciados debido a todas las aberturas que hay en su vida. Por eso, una de las oraciones que más uso cuando me arrepiento de mis pecados y me pongo a cuentas con Dios, es «Dios mío, cierra todas las puertas que he abierto, recupera el terreno que he cedido; mando a todas las cosas y a toda persona que no ama y sirve a Jesús que se aparte de mí y de mi familia. Oro en contra del enemigo, sus siervos y sus artimañas, y les mando que se aparten de mí y de mi familia. Te pido Espíritu Santo, que entres a vivir en mí, en mi hogar y en nuestra vida, y que hagas tu voluntad en y por medio de nosotros’. Porque Jesús dice que aunque uno se libre de los demonios, si no tiene al Espíritu Santo para que venga y more en su casa proverbial, ¿qué le va a pasar? Tendrá siete demonios peores. Es una cosa muy seria.

De hecho, Satanás les susurraría al oído en este momento y les diría que lo que les digo son locuras. ‘En realidad está hablando de un estado biomédico. Estas personas están perturbadas. Son de los que oyen voces’. Lo cierto es que es muy probable que estén oyendo voces. Todos sus síntomas no tienen que ser psicosomáticos. Algunas personas sí tienen afecciones físicas, sí tienen problemas de abuso, si tienen un diagnóstico clínico, sí necesitan medicamentos; y algunas personas también han sido esclavizadas por el enemigo que los atormenta, los acosa y les grita. Y hay personas que hacen caso omiso de lo espiritual y solo evalúan lo físico; ellos no pueden tratar a la persona entera. Este hombre está atormentado, y Jesús lo ve y lo libra.

Cómo Abrir las Puertas y las Ventanas

¿Cuántos de ustedes quisieran saber ahora mismo qué hace uno para abrirle las puertas y las ventanas al demonio? Sería bueno tener un listado. Les daré un listado sacado de las Escrituras. La Biblia es veraz y nos da información para que Satanás no nos saque ventaja con sus artimañas.

Las Cosas Demoníacas

Empezaremos con las cosas que generalmente son demoníacas. Estas son formas de abrir las puertas y las ventanas, y decirle: ‘¡Entra y destruye mi vida!’. Los pecados sexuales: La pornografía, la fornicación, el adulterio, la bisexualidad, la bestialidad. Matrimonios entre cristianos y no cristianos. Todo esto lo pondré en el blog para que lo encuentren más tarde. Las religiones falsas, las falsas enseñanzas, un Jesús falso. La amargura; o sea no perdonar a alguien que ha pecado contra nosotros. La insensatez y la embriaguez. La Biblia dice que debemos velar y ser sobrios, y si estamos borrachos eso sería imposible. Chismes inútiles, y ser un entrometido. ¿Eso es malo? Sí, es demoníaco, sobre todo en la iglesia. Mentiras. Decir y creer mentiras, sobre todo acerca de Dios y Jesús. Y la idolatría, que es adorar a cualquier persona o cosa que no sea Jesús. Así abrimos las puertas y ventanas de nuestra vida.

Algunos de ustedes dirán: ‘Yo siempre hago esas cosas’. Eso explica la confusión que siente; que el amor de Dios parezca distante; que el enemigo parezca estar cerca, que la vida se haya oscurecido y enfriado; que usted sea más soberbio y menos humilde, que la Biblia parezca más ridícula y usted más lúcido. El enemigo ya está obrando en usted; ya se ha metido a su casa. ¿Se ha adueñado de ella? No. Pero usted lo ha invitado a que entre por medio de las cosas que generalmente son demoníacas, porque algunos de ustedes piensan que el pecado no es más que quebrantar reglas; pero no es así. Es escoger a qué equipo pertenece. Por lo tanto nos arrepentimos de nuestro pecado y cerramos las ventanas y las puertas, e invitamos al Espíritu Santo para que vivamos obedientemente sin darle acceso al enemigo.

Las Cosas Extraordinariamente Demoníacas

Si estas cosas intensifican, llegan a causar lo que denominaría, lo extraordinariamente demoniaco. El tormento. El daño físico. Como este hombre a quien sanó Jesús y su cuerpo fue arrojado en el suelo. Los falsos milagros. Pero algunos de ustedes dirán: ‘Esta persona, o este gurú es muy poderoso’. Algunos han visto un aura que rodea a la gente, y han tenido sueños y visiones, y han visto ángeles. Muchas de esas cosas, y quizás todas, son demoníacas, demoníacas, demoníacas; son reales pero engañosas. Son reales y poderosas, y son engañosamente reales y poderosas. Las acusaciones. Apocalipsis 12:10 dice que Satanás acusa a los hijos de Dios día y noche. Algunos de ustedes se hablan a sí mismos negativamente; algunos oyen voces que les dicen: ‘eres un fracaso; no sirves para nada; no puedes ser perdonado; Dios no te ama; nunca vas a cambiar; deberías matarte’. Tú, tú y tú. Siempre es así. Cuando Jesús es atacado por Satanás repetidas veces en el evangelio de Lucas, Satanás le dice: ‘Tú, tú, y tú’. Algunos de ustedes piensan decirse cosas negativas; tienen una baja autoestima. Para algunos, si fuera un ser humano que andara detrás de ustedes diciéndoles estas cosas, el diagnóstico sería sencillo: están siendo acechados y atormentados. Pero como ellos son invisibles, ustedes se creen locos. Puede que no estén locos; puede que se opongan a eso. Podrían acosarlos.

La muerte. En últimas, Satanás es un asesino. Eso es lo que dice Jesús en Juan 8. Satanás quiere que nos muramos de las drogas, el alcoholismo, el sexo, la insensatez, el comportamiento imprudente, y el suicidio. Asesinar y provocar suicidios siempre es su objetivo. Obra por medio de espíritus falsos y una falsa espiritualidad. Una de las grandes mentiras que nos dice la cultura es que todo lo espiritual es bueno. Eso es exactamente lo que Satanás quiere que creamos. Por eso es que Oprah tiene un segmento entero llamado Espíritu. Pero sabemos que es malo cuando no se hace énfasis en Jesús. Eso es lo principal. Tenemos que definir de quién estamos hablando. No quiero que sean espirituales, quiero que amen a Jesús. No quiero que estén conectados con el reino de los espíritus, quiero que estén llenos del único Espíritu Santo, el mismo Espíritu que dio poder a la vida de Jesús. La espiritualidad en todas sus formas, o sea el ecologismo radical, el yoga, la hechicería y la meditación, todo eso es demonismo. Es abrir puertas y abrir ventanas. Sencillamente eso es. Juan 4 dice que no creamos a todos los espíritus pero que probemos los espíritus para ver si aman o no aman a Dios. La gente no discierne, no prueba, no escudriñan las Escrituras y como resultado abren las ventanas, abren las puertas, invitan a sus enemigos y sus vidas son destruidas; o peor aún, Satanás los bendice. Ahora son poderosos, ricos, orgullosos, y no sienten ninguna necesidad de Dios, porque sus vidas están muy bien. Porque Satanás no ha hecho más que engordarlos y hacerlos felices para el día de su banquete.

Este hombre viene delante de Jesús, quien por su propia autoridad expulsa al demonio, y la noticia se difunde: ‘¡Jesús está aquí; no hay nadie como Él!’ . Tiene una autoridad sin igual y sin precedentes que nunca hemos oído ni visto.

La Casa de Pedro

Lo que sucede después es que el escenario cambia de la sinagoga a la casa de Pedro. La casa de Pedro históricamente tiene mucha importancia. Se convierte en el epicentro de los albores del ministerio de Jesús. La casa de Pedro es pequeña, no es grande. Unos cien pies cuadrados, quizás 200, 300, 400, o 500. No sé como era de grande; en un momento se las mostraré. No era una casa grande, era un pueblo pequeño; la casa era pequeña como la de tantos pescadores humildes de clase trabajadora. Jesús vivía ahí; Jesús vivió ahí; Jesús se quedaba ahí. Los otros discípulos vivían ahí y se quedaban ahí; la iglesia incipiente empezó a congregarse allí. El cristianismo empezó como un grupo comunitario en la casa de Pedro. Ustedes verán su inicio y su inauguración. Y de ahí siguió creciendo, y derribaban más paredes y reconstruían la casa de Pedro hasta que se convirtió en una gran iglesia. Quiero que sepan que esto es real, se atiene a los hechos, es histórico y verídico. La Biblia no es un mito ni una filosofía. Es una serie de eventos históricos por medio de los cuales Dios obró en la Tierra. Y les mostraré la casa de Pedro; estuvimos ahí este verano.

Hola, soy el Pastor Mark y estoy aquí en Capernaum. De hecho, este era el pueblo natal de Pedro. Aunque Jesús se crió en Nazaret, hizo que esta fuera la sede de operaciones, y algo así como un pueblo natal para su ministerio público. Justo detrás de nosotros está el Mar de Galilea, así que todas las descripciones de pesca y de vida rural que vemos en los evangelios se llevaron a cabo en este lugar. Todo el enfoque y el tamaño de Capernaum podrían asombrar a muchos. Era un pueblo que no pasaba de 50 a 100 personas. Las excavaciones arqueológicas detrás de nosotros revelan que sus casas eran bastante pequeñas; quizás 500 o 600 pies cuadrados, que en su mayoría eran la parte habitable para los seres humanos, aunque los animales también habrían compartido una porción de la casa. Y aquí tenemos una excavación muy sobresaliente, que es la casa de Pedro. Esta sería la huella y la excavación arqueológica de la residencia de Pedro; desde luego, estamos viendo un espacio muy pequeño. Aquí es donde Pedro vivía y donde Jesús lo vino a visitar; y lo curioso es que muchos de los primeros discípulos de Jesús: Pedro, Andrés, Jacobo, Juan, Mateo… eran de Capernaum, o vivieron alguna vez ahí. Así que al ver un pueblo de 10, 12 o 15 familias, para que tantos hombres siguieran a Jesús y abandonaran sus oficios y sus carreras, era un gran sacrificio. En el trascurso de la historia, los cristianos empezaron a adorar en la casa de Pedro que probablemente fue la sede de la primera iglesia; y con el tiempo añadieron más espacio a la casa para que creciera el cristianismo y la iglesia, y por último, una iglesia católica fue construida sobre las ruinas, justamente sobre nosotros. Así que ahí la tienen, la casa de Pedro.

Asombroso, ¿no les parece? Todo esto es cierto; la Biblia es totalmente veraz. Esa es la idea más importante. La Biblia es veraz; Satanás es un mentiroso, pero la Biblia es veraz.

Jesús Sana a la Suegra de Pedro

Les mostraré lo que pasó en la casa de Pedro aquí en Lucas 4:38 y 39. «Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón…» Es decir, la casa de Simón Pedro. «La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella. E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía».

Haré un excurso teológico. ¿Cuántos de ustedes, al igual que yo, fueron criados como católicos? Yo era un monaguillo. O’Driscoll. Éramos una mezcolanza irlandesa desde el comienzo. Una combinación católico-irlandesa. Eso éramos nosotros. Y siempre me habían dicho que Pedro fue el primer papa y que no tuvo esposa, y que no es bueno tener esposa, y que si quieres servir a Dios tienes que hacerte cura para no tener esposa. Y yo dije: ‘eh, eso no va funcionar’, por muchas razones. Pero una de ellas es que Pedro sí tuvo esposa.

Aquí tenía una suegra. Y por si no lo sabían, una suegra es parte de la familia. ¿No es así? Ella viene, eh, con una esposa. No conozco a ningún tipo, y he tenido muchas conversaciones con los solteros, y nunca los he oído decir: ‘De veras quiero tener una suegra’. Nunca he tenido esa conversación. Ahora, yo sí amo a mi suegra; de hecho nos la llevamos muy pero muy bien, pero la prioridad para mí era la esposa, y la suegra es parte del trato. Así que si Pedro tenía una suegra, sería muy extraño que la Biblia dijera que no tuvo esposa, pero sí tenía una suegra. Pues eso de por sí es muy raro. 1 Corintios 9:5 dice que Pedro tenía una esposa. Eusebius, historiador de la iglesia primitiva, dice que la esposa de Pedro amaba al Señor y que participaba activamente en un ministerio de mujeres. Así que amamos a los católicos, y algunos son hermanos y hermanas en Cristo, pero Pedro estaba casado y él y su esposa vivían en esta casa, y por lo visto su madre vivía con ellos o se quedaba con ellos, y está muy enferma con una gran fiebre.

Ahora, Lucas el médico, está apuntando todo esto. Una fiebre alta. Estamos hablando de una situación apremiante en la que podría morir si no pueden bajarle la fiebre. Así que le piden a Jesús que por favor la sane. Él llega, ora por ella, y manda a la enfermedad, así como mandó al demonio, a que la deje, y lo hace.

Jesús Tiene Autoridad Sobre los Demonios y las Enfermedades

Y aquí vemos la autoridad de Jesús sobre los demonios y las enfermedades. ¿Creemos en los demonios? Sí. ¿Creemos que Jesús tiene autoridad sobre los demonios? Sí. ¿Creemos en las enfermedades? Sí. ¿Creemos que Jesús tiene autoridad sobre las enfermedades? Sí. ¿Creemos que Dios puede sanar a la gente; que puede hacerlo y que lo hará? Sí, lo creemos. Algunos son sanados en esta vida, y al final todos los hijos de Dios son sanados en la resurrección de los muertos, donde no hay más enfermedad, pecado, muerte, destrucción o lágrimas. O sea que nuestro Dios es un Dios que sana. Ahora, nosotros no sanamos a la gente. Dios sana a la gente. Oramos por la gente y Dios decide si les contesta, si es su voluntad; y esta mujer es sanada.

Jesús ha tenido un día como los de Jack Bauer: predicó, expulsó un demonio, sanó a una mujer que luego se levanta a cuidarlos o a prepararles algo de comer. Ella tiene el don de la hospitalidad. El Reino de Dios se está inaugurando; está en sus albores, y Jesús ni siquiera ha terminado. Lucas 4:40, 41. ¿Creen que Jesús necesita tomar un día de descanso? Totalmente, pero hasta la semana que viene. Eso está en lo que queda de Lucas 4. «Al ponerse el sol…» O sea que el día de reposo había terminado. «…todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo».

¿Por dónde empezamos? Expulsó a los demonios de la gente, y le dicen tú eres el Cristo, tú eres el ungido, tú eres Dios, y Jesús los reprende para que no hablen; no les permito decir eso. ¿Por qué? Pues, porque Juan bautista ya había sido su precursor, y ahora Jesús estaba hablando por su cuenta. Los demonios no pueden participar en el ministerio de Jesús para proclamar quién es. Eso confundiría mucho a la gente. Entonces vemos a Jesús en casa de Pedro, y esta pequeña casa esta atestada de gente; había una cola de gente afuera; ha anochecido; el día de reposo ha terminado. La gente quiere ver a Jesús. Quieren venir a verlo. Y Él ora por ellos y los sana, y manda a los demonios que salgan de ellos. ¿Cómo lo hace? Lo hace imponiéndoles las manos.

Mars Hill, nosotros creemos en esto. No creemos que haya algo mágico o sobrenatural o súper espiritual en imponer de manos, pero sí creemos que es una señal de amor, de bendición, afecto, ánimo y ayuda. Creemos en eso. Santiago, el hermano de Jesús, escribe más adelante en el libro que lleva su nombre, que los líderes de la iglesia deben imponerle las manos a la gente, sobre todo a los enfermos, y orar para que Dios los sane. Por eso lo hacemos aquí en Mars Hill. Debemos hacerlo en los grupos comunitarios, con amigos y familiares. No le diga a la gente que va orar por ellos, impóngales las manos y ore por ellos. Demuestre que Dios los está amando por medio de usted. De acuerdo, esto es un abrazo de hombro a hombro. Ponga su mano sobre el hombro de alguien; ponga su mano sobre la cabeza de alguien. Muchas personas se sienten solas y marginadas, abandonadas, y tocarlos es muy importante. Es una demostración del afecto de Dios, por lo tanto oramos por la gente; nos encanta orar por la gente. Siempre estamos orando por la gente.

¿He visto que la gente se sana? ¿Qué piensan? Sí, totalmente. Los ancianos de la iglesia han visto sanar a la gente. No podemos garantizar que la persona se sane, pero podemos orar, y Dios siempre contesta las oraciones: Sí. No, o más tarde. Esas son sus respuestas. Él escoge la que mejor le parece. Pero sí, nosotros oramos por los enfermos y sabemos que Dios puede sanar a los enfermos, y que a veces sana a los enfermos.

En la iglesia Mars Hill, ¿alguna vez hemos enfrentado algún endemoniado? Sí. En la historia de nuestro ministerio lo hemos visto. De hecho, hace catorce años, el mes entrante, cumplo 14 años en este ministerio; es cuando tuvimos nuestra primera junta corporativa. Y al principio empezaron a suceder cosas que yo ni siquiera entendía. Nunca había ido a un instituto bíblico, o al seminario; nunca había sido miembro de una iglesia. Nunca había pastoreado una iglesia, y aún no me atrevía a empezar mi propia iglesia. Era como clavarme en la parte profunda de la piscina y decir que con eso voy a aprender a nadar. La gente venía, yo escuchaba voces, me atacaban, vi cosas; por cierto, una madre estaba amamantando a su hijo, y la silla donde estaba sentada se levantó del suelo. ¿Qué es eso? ¿Qué hago? Conseguir una silla nueva…no sé qué decirles. Nunca había tenido una experiencia semejante. No tengo explicaciones. De repente mi familia y yo empezamos a tener ataques demoníacos; cosas raras empezaron a suceder; cosas que no puedo explicar en el ámbito natural. Eso me indujo a realizar un estudio bíblico desde Génesis hasta Apocalipsis, y leí cada versículo en la Biblia que hablara de Satanás y los demonios. Leí todos los libros que pude encontrar sobre Satanás y los demonios. Era un montón así.

Satanás es real. De veras está obrando. Él de veras odia a Jesús y tiene siervos que trabajan con él. Creemos todas esas cosas; las hemos visto. Al igual que Jesús, también hemos visto personas que fueron libradas de esa esclavitud y opresión, y recibieron vida nueva. A veces la sanidad tiene un vínculo espiritual, porque somos personas con muchas partes, tanto materiales como inmateriales, y a veces cuando la parte espiritual de una persona se arregla, el cuerpo se sana. A veces…y debo ser cuidadoso con esto, el hecho de que esté enfermo no significa que tenga un demonio. Pero algunos de ustedes están oprimidos por los demonios, o están siendo influenciados por ellos; y si no son cristianos, podrían estar poseídos. Esa es la causa de muchos problemas físicos; y si usted estuviera conectado con Jesús, y el Espíritu Santo fuera la presencia más poderosa en su vida, entonces también podría sanarse físicamente. De hecho, eso es muy cierto.

No quiero que les teman a Satanás y a los demonios, pero tampoco quiero que se descuiden de ellos. Cuando vemos a alguien que está espiritualmente oprimido y dañado, no los juzgue automáticamente, ni se sienta más santo que ellos, rodéese con un aire de compasión; ore por ellos y ore con ellos. Declare la verdad de las Escrituras en sus vidas. Yo veo al mundo como una guerra, y veo a la gente como si estuvieran cautivos en esa guerra, y veo al enemigo que devora y destruye a la gente; y veo a Jesús que libra a los cautivos. Y eso es lo que dijo que haría al inaugurar su ministerio, cuando citó a Isaías más atrás en Lucas 4.

La Autoridad de Jesús Se Convierte en Nuestra Autoridad

Ahora, al decir lo siguiente, también sé que algunos de ustedes se inclinarán hacia lo que yo llamo el guruismo; es decir, ‘voy a buscar al hombre del Espíritu Santo para que resuelva mi problema’. La verdad es que todo cristiano por igual tiene la autoridad que Jesucristo nos ha delegado. No es que los pastores tengan la autoridad al 100%, los diáconos el 80%, y los líderes de grupos comunitarios el 75%, y los demás tienen, digamos, el 25% de la autoridad espiritual. Dios da completa autoridad espiritual a todos sus hijos. Además, no es nuestra autoridad, es la autoridad de Jesús. Por eso tenemos que ser humildes.

Cualquiera que sale sin el Espíritu Santo y la autoridad de Jesús, y en su arrogancia piensa que va salir a cazar unos cuántos fantasmas o demonios y a darles una paliza, acabarán como los siete hijos de Esceva, en el libro de Hechos, que salieron a lidiar con los demonios y no fueron en la autoridad de Jesús, y resultaron apaleados, ensangrentados y desnudos, escapando por su vida. No es buena idea ensayar con las cosas demoníacas; no es un buen lugar para ‘ensayar’. Pero lo cierto es que usted y yo tenemos el poder que Jesús nos ha delegado. O sea que si se siente acosado, puede mandar a los demonios que se aparten de usted, en el Nombre de Jesús. Si ha abierto su vida, puede arrepentirse de su pecado, pedirle al Espíritu Santo que cierre las ventanas y las puertas, y puede mandar a Satanás, sus siervos, sus obras y sus artimañas para que se aparten de usted, en el Nombre y por la autoridad de Jesús, y ellos obedecerán. No es porque seamos poderosos, sino porque Jesús es victorioso.

Y lo que sucede es que Jesús a lo último va a la cruz, padece y muere en nuestro lugar, por nuestros pecados. Colosenses 2:13–15 dice que al hacerlo, Él murió por nuestros pecados, desarmó los poderes y principados y los espíritus, triunfó sobre ellos cancelando todo derecho que tenían sobre nosotros. Es que por medio del pecado, la rebeldía y la insensatez, nos habíamos unido a Satanás en su guerra contra Dios. Ahora, mediante el arrepentimiento y la fe en Jesús, gracias a su muerte, sepultura y resurrección, nuestra alianza con Satanás ha sido rota, nuestra libertad en Cristo nos ha sido concedida, el enemigo de Dios ahora se convierte en nuestro enemigo, y la autoridad de Jesús se convierte en nuestra autoridad.

Y así como Jesús declara con verdad la Palabra de Dios, a nosotros también se nos ha dado esa autoridad. A todos los hijos de Dios. Se los enseño a mis hijos pequeños. De vez en cuando les pasaban cosas demoníacas por la noche, y me decían: ‘Ora por mí; ora por mí’. ‘Me encantaría, pero debes orar por tu cuenta. Le perteneces a Jesús; eres un cristiano. El Espíritu Santo mora en ti; tienes la misma autoridad que yo tengo’. Me agradó mucho recientemente cuando uno de mis hijos más jóvenes se despertó y sintió una presencia; dijo que había visto algo. Oyó algo en su cuarto; estaba muy asustado, y le pregunté: ¿qué hiciste? Y me dijo; ‘Oré a Jesús, y mandé en el Nombre de Jesús que esta cosa se fuera y me dejara, y me dormí’. De eso estamos hablando. No es La semilla del diablo, o el exorcismo; no es dejar que Satanás y los demonios se jacten; no es estar completamente atemorizado por ellos. Es saber que son reales, pero que la resurrección de Jesús también es real.

Cierro con esto, Colosenses 2:9 y 10: «Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, [Jesús es Dios que se hizo hombre] y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad». O sea poderes, principados, espíritus, demonios, el lenguaje; Jesús es la más alta autoridad; Él es Dios quien vino a salvarnos, y nos llena para que tengamos el mismo Espíritu, el Espíritu Santo; y la misma autoridad, su autoridad de resurrección sobre Satanás y los demonios. Creemos en Satanás y los demonios, pero no hacemos hincapié en ellos. Porque se trata de exaltar a Jesús, y la autoridad está en Jesús.

Así que esto es lo principal. Algunos de ustedes no son cristianos; le pertenecen a Satanás y van rumbo al infierno. Algunos de ustedes lo sienten al llevar una vida de tormento, confusión y muerte. La táctica de Satanás con algunos de ustedes es engordarlos y hacerlos felices para que no sientan con urgencia su necesidad de tener a Jesús. Algunos de ustedes son cristianos, no están poseídos por Satanás, pero al no arrepentirse de sus pecados habituales, la estupidez y la espiritualidad, han abierto las puertas y ventanas y han invitado personas y cosas a su vida de las que tienen que arrepentirse, y deben expulsarlas con la autoridad de Jesús. Cierre con llave la puerta; cierre las ventanas. Sea lleno del Espíritu Santo y mantenga limpia su casa. Así que oremos.

Dios Padre, oro contra el enemigo, sus siervos y sus artimañas. Dios, te pido que perdones nuestros pecados y que nos limpies de nuestra injusticia. Te pido que nos reveles la autoridad espiritual de la resurrección de Jesús. Jesús, declaramos tu victoria en la cruz, donde tú pagaste nuestra deuda y nos libraste de nuestra esclavitud, y derrotaste a nuestro enemigo. Y te damos gracias por tu resurrección victoriosa, donde ahora estás sentado más alto que todo principado y poder, y los espíritus; que tú eres la autoridad que es sobre toda autoridad, y que nos has delegado tu autoridad a quienes somos cristianos. Que no nos obsesionemos con Satanás y los demonios, y que tampoco neguemos su existencia. Que los reprendamos en tu Nombre. Que lo hagamos con humildad, sin arrogancia, para que no caigamos en la trampa satánica de la soberbia espiritual. Que mis amigos que no son cristianos sean cristianos; que mis amigos que son cristianos se arrepientan de pecado, que reciban al Espíritu Santo, que cierren las ventanas y las puertas con llave, y que no le den cabida al enemigo en sus vidas. En el Nombre de Jesús. Amén.

[Fin del Audio]

Nota: Esta transcripción ha sido editado.