Jesús llama a Pedro, Jacobo y Juan (Lucas 4:42–5:11)

Lucas 4:42–5:11 (RVR 1960)

42 Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos.
43 Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.
44 Y predicaba en las sinagogas de Galilea.

5:1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.
2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.
3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.
5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.
6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.
7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.
8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.
9 Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él,
10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
11 Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.

Introducción

Está bien, Mars Hill, seguimos en el evangelio de Lucas investigando al hombre que es Dios. Si trajeron la Biblia hoy, leímos desde Lucas 4:42 hasta Lucas 5:11. Les damos una doble lectura para ponernos al día, por la semana que fui a Haití vamos a juntar dos sermones; así que les damos la bienvenida. La idea hoy es tratar de instarlos a que hagan cualquier cosa por Jesús. Esa es mi meta más importante.

El cristianismo es un sistema de creencias y un estilo de vida, y para algunos de ustedes es solo un sistema de creencias. ‘Sí, Jesús es Dios; Él me ama; todos mis pecados han sido perdonados y estaré en casa chequeando mi cuenta de Facebook…’. También es pararse de la silla, apagar el televisor, reorganizar el presupuesto y hacer algunas cosas por Jesús y con Jesús, porque les ama. Así que hoy vamos a estudiar el estilo de vida de Jesús: cómo vivió, a qué le dedicaba tiempo; qué hacía, y lo que eso significa para usted.

1. Entréguense por completo al ministerio.

Por lo tanto aquí es donde empezamos. Les voy a contar cómo empieza todo en Lucas 4. Un poco antes de estos pasajes, Jesús tuvo un día muy exitoso en su ministerio. Así que el primer punto es: Entréguense por completo al ministerio. Vivimos en un mundo enfermo, muerto y podrido que se está muriendo. Todas las cosas en el mundo nos instan a amar, adorar, idolatrar y servirnos a nosotros mismos. En la iglesia hay quienes se levantan cada mañana y ven a Dios en el espejo, y se cercioran de que ese Dios reciba todo lo que desea, porque si no, se sienten deprimidos, ansiosos, angustiados, narcisistas, y quiero darles la salida. Para salir de eso debemos amar a Dios y servir a los demás. Si su vida se centra en usted, tiene razón para sentirse deprimido, porque está desperdiciando su vida entera; debería sentirse ansioso porque está desperdiciando toda su vida. Necesita entregar su vida a la causa de Jesús, a la gloria de Dios y el bien de los demás.

Por eso Jesús se entregó por completo al ministerio, y el Lucas capítulo 4 vemos que expulsan a Jesús de Nazaret y viene a parar a Capernaum, el pueblo natal de Pedro. Entra a la sinagoga y predica. ¡Predica! Eso de por sí lo deja a uno agotado. Alguien dijo que predicar una hora es como trabajar un día en cualquier trabajo común y corriente, y les digo con franqueza, predicar cansa mucho hasta cuando se hace con un mínimo de entusiasmo. ¿De acuerdo? Ayer prediqué todo el día en Los Ángeles, hoy voy a predicar aquí todo el día, y esta noche voy a dormir como un calvinista. ¡Esto cuesta trabajo! Cuesta trabajo.

Así que Jesús predica, y como si fuera poco se agolpa la multitud con preguntas, peticiones de oración, necesidades y discusiones; y al igual que cualquier pastor, Jesús se reúne con la gente necesitada, ora por ellos, los anima, les sirve, cuando de repente aparece un endemoniado. Y no sé si hayan expulsado un demonio, pero es complicado, y es gran cosa, y puede dejarlo rendido a uno. Entonces Jesús expulsa el demonio del tipo, y ahora la gente tiene muchas preguntas, porque era un evento que se realizaba en público. Y ahora más personas rodean a Jesús, y algo así como una estrella del rock haciendo gira, y se encuentra en Capernaum.

Luego, para descansar va a casa de Simón Pedro, ¿y logra descansar? No, porque la suegra de Simón Pedro tiene fiebre alta, está enferma, quizás está a punto de morirse y Jesús…la sana; es decir, sigue con su ministerio agotador, y se corre la voz: ‘Este hombre predica, expulsa demonios, y sana a los enfermos sin cobrar deducible; acto seguido, una multitud mucho más grande rodea la casa de Pedro. Vienen muchas personas. ’Ore por mí, enséñeme esto; tengo un uñero’; mejor dicho…’ sane esto, aquellos tienen un demonio, ayúdeme, ayúdeme, ayúdeme’; a Jesús no le queda tiempo ni para tomarse una siesta o sentarse a comer, porque todos acuden a Él… ¡Es algo supremamente agotador! ¡Es muy agotador! Absolutamente…tan así que Jesús con solo ver la devastación y el horrible dolor en la vida de la gente como predicador y ministro, de por sí fue muy agotador.

Ayer mismo estuve en el centro de Los Ángeles, en el Teatro Orpheum, predicando, y después tuve que reunirme con la gente, predicar y reunirme con la gente, predicar y reunirme con la gente, y hubo una cola muy larga y llegaban y me decían: ‘me violaron, me acosaron, abusaron de mí, soy adicto a la pornografía, mi esposa está en el baño y no sabe que yo también tengo una novia… ¿qué hago?’. Un cristiano recién convertido llega y me dice, ‘¿qué hago con mi novio gay que no conoce a Jesús? ’Le fui infiel a mi esposa y mi novia está embarazada.’ ‘Tengo gonorrea, sífilis, y quiero casarme y tener hijos; ¿le parece bien? ¿Recomienda que le comente a mi novia mi problema?’. Mejor dicho, ‘¿en serio? ¿De veras? Esto está sucediendo’. Y les digo que hagan tal cosa, y después vuelvo a predicar, y a reunirme con ellos y a predicar, y se le digo a Jesús… porque Él va a estar ahí haciendo las cosas a su ritmo… y en eso consiste el ministerio: Uno predica, enseña, y se entrega por completo.

2. Descansar y recuperarse a solas.

Eso era lo que estaba haciendo Jesús; es decir, está agotadísimo; ha trabajado muy duro, se entrega por completo. ¿Después qué hace? Número dos: Descansar y recuperarse a solas. Mañana voy a hacer esto con la Nación de Driscoll. Lucas 4:42: «Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto…», o sea, Jesús se levanta temprano antes de que se levante la gente, y se va. ‘Me fui’. Y seguramente algunos lo tildaron de descortés, ‘ahora que tiene su mega-iglesia, no tenemos acceso a Él’. Y menos mal que no tenían los iPhone porque tendrían un applet de Jesús en el iPhone, y dirían, ‘¿dónde está Jesús? Ahí está…vamos a encontrarlo’, ¿no es así? Seguramente alguien se lo hubiera inventado. Entonces Jesús dice, ‘tengo que irme de aquí; necesito descansar; tengo que ir a otro lugar’. Y no es que no quiera a la gente, y no es que no tengan necesidades. Lo que pasa es que cuando Dios se hace hombre, solo puede estar en un solo lugar a la vez; tiene que buscar algo de comer, encontrar un baño, y en algún momento necesita descansar.

Así que en el ministerio uno se ¡entrega por completo! y el tanque queda vacío, pero uno va con Dios a llenarlo. En eso consiste descansar y estar a solas. Ahora permítame explicarle lo que es estar a solas. Déjenme decirles, que no merecen darse un tiempo de descanso a solas hasta que no se hayan entregado por completo al ministerio. El descanso a solas es un don de Dios para quienes se entregan por completo al ministerio. Así funciona esto. Ahora déjenme hablarles un poco acerca de estar a solas. Significa ayunar gente, multitudes, preocupación, ajetreo, ruido y actividades. En eso consiste. Estar a solas también implica reafirmar las bases, no es un estilo de vida. Si toda su vida consiste en estar a solas, observar los días de reposo, descanso y reconfortarse, usted es un perezoso, es un holgazán, es un inútil. Jesús le ama, pero a los demás nos queda difícil. ¿No es cierto? No están haciendo…y de hecho, el mito americano es ‘necesito ganar suficiente dinero para no tener que trabajar, jubilarme y llegar ante Jesús para que me apalee’; porque antes bien deberíamos servir a Dios apasionadamente, y entregar nuestra vida por completo hasta el final. Aquel sueño que insinúa que no tenemos que hacer nada es falso, porque no hay nada en la Biblia que apoye el concepto del sueño americano o… de la pesadilla americana. ¡Uno debe entregarse por completo!, y después los días de reposo, estar a solas, y reconfortarse es un Dios para quienes se entregan por completo, no es un estilo de vida. Consiste en esforzarnos hasta quedar agotados, acudir a Dios para que nos llene nuevamente, y volver a esforzarnos totalmente. Así es la vida, y así funcionan las cosas. Esto sucede tanto en los ministerios remunerados como en los no remunerados. Así es la vida.

Ahora bien, además esto será más fácil de entender para quienes son más contemplativos que activos. Existen básicamente dos clases de personas en cuanto a las disciplinas: Los contempladores piensan, y sienten, y reflexionan y consideran las cosas. El silencio consiste en estar a solas, orar, ayunar, escribir en un diario. Les encanta hacer eso. Pero los que toman acción son hacedores, ¿de acuerdo? Los contempladores viven en su corazón y en su mente, mientras que los que toman acción se enfocan en ‘las manos y los pies’. ¡Levántense, vayan y hagan algo, que la gente se va al infierno! ¡Muévanse, muévanse, muévanse, muévanse, muévanse! ¡El evangelismo, las misiones, el servicio! ¡Reconstruyan esa casa; oren por esa persona; lleven a cabo tal cosa!‘. Y lo que sucede es que si usted es uno que toma acción, se le dificulta ser un contemplador. Porque dirá, ’¡hay gente que visitar; hay cosas que hacer; la gente se va al infierno; hay trabajo por hacer!’. Pero usted, al igual que Jesús, tiene que repostar o volver a llenarse, de otra manera no les será muy útil a las personas. Por eso tiene que ponerlo en su itinerario, planearlo, guardarlo, y cumplirlo.

Algunos de ustedes son súper hacedores, y van a agotarse, frustrarse, y ser ineficaces, a menos que aparten de manera fielmente el tiempo para ir al bosque, apagar la computadora portátil, el celular, descansar con Jesús, orar, llenar el tanque, leer la Biblia, cantar unos himnos… pero algunos de ustedes son más contemplativos y hacen esas cosas demasiado. Siempre piensan en lo que podríamos hacer, pero no hacen nada. Escriben blogs maravillosos sobre lo que deberían hacer otras personas, y envían mensajes por Twitter pensando que en Twitterlandia van a leerlos y hacer lo que dicen, por haberle colocado un versículo o haber usado un lenguaje bíblico. ¿De acuerdo? El asunto es que algunos de ustedes, los contemplativos, tienen que ponerse de pie y haga a un lado ese libro…hombre… porque usted no puede ver al mundo perdido que se muere a través de ese libro. ¡Es hora de hacerlo a un lado, póngase las botas, participe y haga algo! Así funcionan las cosas: Tomar acción, descansar, y repostar para volver a tomar acción. Pero los que son contemplativos, descansan mucho, se relajan mucho; pasan demasiado con Jesús. Los que son activos, tienen que apartar tiempo en su horario para el descanso y cerciorarse de tomarlo.

Ahora, esto no es lo mismo que el aislamiento. Estar a solas es algo bueno, mientras que estar aislado es algo malo. El aislamiento es como cuando uno no quiere un compañero de habitación, si es soltero; si están casados no quieren hablar de temas serios con su cónyuge e hijos, por lo cual no asiste a los grupos comunitarios, no quiere hacerse miembro de la iglesia, no quiere que nadie se meta en sus asuntos… El aislamiento es un peligro; sin embargo, estar a solas significa que la persona participa en el grupo comunitario y en su iglesia; hace su trabajo, trabaja, estudia, derrama su vida por completo, y de vez en cuando se aparta para disfrutar las otras disciplinas: el descanso, el estudio bíblico, la adoración, hacer apuntes en el diario, o sea, el lado más contemplativo de la vida.

Tres Cosas que Nos Quitan el Tiempo a Solas

Ahora, permítanme decir lo siguiente: En mi experiencia hay tres cosas que nos impiden tener la clase de tiempo a solas que disfrutó Jesús.

1. Esas personas

La primera, son las personas. Jesús está con esas personas. Lucas nos acaba de decir que las multitudes lo rodeaban, lo seguían a todas partes, no lo dejaban tranquilo; tenían que estar con Él. Eran esas personas. Recuerdan la película ¿Qué pasa con Bob? Es así. Ahora, déjenme hablarles acerca de esas personas. Siempre tienen necesidades, siempre son exigentes, siempre les duele algo; para ellos todo es una crisis, usted es el único que puede ayudarme; no puedo hacerlo sin usted; ¡por favor sálveme¡’. Y les digo, ‘esa no es mi responsabilidad. No soy Salvador, soy siervo’. Y esta gente llama y envían mensajes de texto, y al instante lo llaman a uno. Y a leerlo digo, ‘eh, no puedo leer esto’. ¡Son ellos! Se van a adueñar de mi vida; mejor dejo que dejen un mensaje; y después me mandan un SMS preguntándome si recibí el mensaje, y después mandan un e-mail para averiguar si recibí el SMS acerca del e-mail. ¡Esa gente! Hasta vienen a tu casa. En toda red social, en cada grupo comunitario, en cada círculo de amigos, tiene esa persona. Esa persona. Algunos dirán, ‘nosotros no’. ¡Entonces, ustedes son esa persona! ¡Ustedes son! Lamento decírselo, pero ¡usted es esa persona! ¡Ja, ja! Ahora le caigo mejor a todos los que asisten a su grupo comunitario. ¡Sí! De veras eso me pasa. Hay esas personas…

2. La falta de planificación

Otra cosa que nos quita el tiempo a solas es la falta de planificación. Mejor dicho, si lo único que hacen es trabajar, trabajar y trabajar, y no planean descansar, nunca lo harán. Por eso deben apuntarlo en sus calendarios, y a decir verdad, las últimas seis semanas para mí han sido como una carrera. Prediqué en muchos estados, estuve en otro país, y fue un poco ridículo. Y está llegando el momento en que de veras necesito un día de descanso. De manera que ya aparté el tiempo en mi itinerario, pero si no lo hago, nunca llegará el momento. Algunos de ustedes lo saben: trabajan, lideran un grupo comunitario, sirven en el ministerio, están casados, tienen hijos, ya van a empezar las pequeñas ligas, la temporada de fútbol ya llegó; o sea, si no apartan tiempo y organizan su horario día con día para irse a las montañas y estar con Jesús, o para llenar el tanque, eso nunca sucederá.

Si no sabe lo que va hacer durante esos días, hay una serie de blogs sobre cómo encontrar un día de silencio y de estar a solas, que puse en MarsHillChurch.org. Es completamente gratuito y bosqueja la teología detrás de pasar un día a solas con Dios, y le da una plantilla que le será útil.

3. La tecnología

Esas personas, la falta de planificación, y tercero, la tecnología. La tecnología mata el tiempo a solas. La tecnología puede impedir que esté a solas durante el resto de su vida. Los celulares, las portátiles, la WiFi, los radios en los autos, la televisión en casa, Twitter, Facebook; de hecho, si fuéramos honestos diríamos que nuestra cuenta de Twitter siempre indica que estamos mandando mensajes por Twitter, porque eso es lo que hacemos. Vivimos en un mundo donde podemos estar conectados, enchufados, y comunicándonos con otros, descuidando nuestra relación con Dios, podemos pasar el resto de nuestra vida sin oír la voz de Dios porque hay demasiado ruido, o dejar de hablar con Dios porque estamos demasiado ocupados hablando con los demás. Por lo tanto hay que apagar el celular, apagar la tecnología, a cambio de apartarse y estar a solas con Dios, orar, arrepentirse de los pecados, hacer apuntes en el diario, adorar, disfrutar una caminata, disfrutar Su creación y pasar tiempo con el Padre.

Ahora, para lograr esto requiere disciplina. Les daré dos cosas que pienso les serán útiles: Primero, Jesús lo hizo, y dos, morirán si no lo hacen. Además de eso no sé cómo motivarlos. Primero, Jesús lo hizo, y segundo, morirán si no lo hacen.

Así que lo primero que debemos hacer es entregarnos por completo al ministerio, como lo hizo Jesús: para la gloria de Dios y el bien de los demás. Segundo, cuando estén agotados, disminuyan las actividades y descansen. ¿De acuerdo? Disminuyan las actividades y descansen. Esto era muy difícil para mí. Se me dañaron las glándulas suprarrenales, tuve grandes problemas de salud; hace unos años llegué hasta el punto límite y tuve que establecer un ritmo de silencio y de estar a solas, pasar tiempo con Dios; tuve que cambiar la dieta, ahora me tomo unas 42 vitaminas al día. Es una clase de estilo de vida, porque muchos de ustedes descubrieron que en realidad no tienen trabajo en o fuera del ministerio, así que es un estilo de vida. Es algo ineludible que nos consume; es un estilo de vida que continuamente nos exige más, y el mito es pensar que las cosas van a mejorar en la próxima temporada, porque la próxima temporada nunca llega. Así que para mí fue una década de andar de aquí para allá a las carreras, hasta que estallé. Y hubiera dicho que lo hice por Jesús, pero lo hice neciamente, en forma egoísta, arrogantemente, con soberbia; y hoy hago más que antes, pero duermo mejor, ha mejorado mi salud, y en parte se lo atribuyo al silencio y estar a solas, porque uno se ocupa de las cosas de la vida y no en la vida misma. Apártese y observe su vida. ‘Jesús, ¿cómo voy? ¿Qué estoy haciendo?’. Y después retome las actividades. Así que en cierta manera consiste en trabajar en las cosas de la vida y la vida misma, entregándose por completo al ministerio, pasando tiempo con Dios para despejar la mente y reponer fuerzas.

3. Siga su llamado y no su potencial.

Tercero, esto es lo que hace Jesús: Siga su llamado y no su potencial. Esa es la idea subyacente. En Lucas 4:42, en la segunda mitad del versículo 44, dice: «…y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos. Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado. Y predicaba en las sinagogas de Galilea». De manera que Jesús acaba de estar en silencio y a solas, de su día desolado, y lo que sucede es que llegan las personas y le dicen, ‘qué bueno que haya regresado, aquí tiene su lista de quehaceres’. ‘Te vimos sanar a la gente, por lo cual iniciamos un pequeño ministerio de sanidad. Te vimos expulsar demonios, y tenemos una fila larga de gente endemoniada; predicaste un excelente sermón, y alquilamos un estadio; todo está listo para que continúes; aquí tienes tu descripción laboral, establece tu ministerio aquí en Capernaum…ya estamos listos’. Jesús les dice, ‘No. No’. ¿Por qué? ‘¿Y esas cosas qué tienen de malo?’. Pues nada. No tienen nada de malo, al contrario. Pero no cumplían los propósitos que el Padre le había encargado Jesús.

Por lo que reitera su llamado: ‘Debo predicar…para eso he sido llamado’. Por lo tanto es un misionero-predicador. Ese es su llamado. A eso se dedica. Dice que no se opone a sanar, pero tampoco vino a fundar un hospital. ‘Sanaré alguno por el camino; no me opongo a expulsar demonios, pero tampoco vine a iniciar un gran espectáculo de exorcismos bajo una gran carpa. No es que no quiera orar por la gente, pero tampoco voy a dedicarle 60 a 80 horas semanales a orar por la gente. Oraré por la gente en el camino, sanaré a algunos y expulsaré los demonios de otros por el camino, pero la idea principal es que no puedo establecer mi ministerio únicamente en Capernaum, tengo que salir de aquí para recorrer este pueblo y aquel, y ese otro. Debo predicar en este lugar y en ese otro lugar. Debo abrir la Palabra de Dios; tengo que proclamar la gracia de Dios; tengo que llamar a los pecadores al arrepentimiento, y tengo que hacer un recorrido para presentarle la Verdad a la gente. ¡Eso es lo que debo hacer!’.

Y lo que puede suceder es esto, ya sea que maneje un negocio o un ministerio: la gente sigue su potencial en vez de su llamado. Últimamente estaba leyendo un artículo en Harvard Business Review…me fascina esa revista…que dice que las compañías se vuelven arrogantes. Tienen éxito en algo particular y piensan que pueden tener éxito en todo. Inician proyectos fuera de su especialidad y lamentablemente fracasan. ¿Por qué? Porque van en pos de su potencial y no de su llamado. Porque tratan de abarcar todas las oportunidades, y no las pocas que deberían seguir. Lo que le pasa a las corporaciones también les pasa a los individuos. Se enfocan más en lo que pueden hacer, que en lo que deberían estar haciendo. Si Satanás no logra hacerlo pecar, lo embargará con cosas innecesarias que no son malas de por sí, sino menos importantes. Esa es una de sus tácticas o artimañas; así hace las cosas. Así que vienen a Jesús con una lista de quehaceres bastante aceptable, y Jesús les dice, ‘No, ese no es mi llamado. Soy un predicador-misionero. Tengo que irme de aquí para predicarles a otros’.

Ahora bien, nos enteramos de nuestro llamado estando en silencio y a solas. Si Jesús no hubiera aprovechado ese día de descanso, o el tiempo que usó para estar a solas con Dios Padre, en silencio; para orar y repasar las Escrituras, escribir en su diario, y aclarar su llamado, pienso que si hubiera regresado a Capernaum no habría alcanzado el claro enfoque que tuvo para discernir entre lo que tenía y lo que no tenía que hacer, porque ‘Dios Padre me lo dijo. Porque Dios Padre específicamente me dijo que hiciera eso’. Así son algunos de ustedes. Así son…La gente siempre acude a los líderes de las iglesias a decirles, ‘Yo no sé qué hacer… ¿qué hago…?’. Pues, ¿sabe qué? Tiene que pasar tiempo con Dios, leer la Biblia, y preguntarse quizás, ‘¿a quién me parezco en la Biblia? Tal vez eso le ayude a identificar algunas habilidades. ’¿Qué cosas me apasionan; qué me interesa; qué cosas hago bien; dónde he servido a Dios antes? ¿Qué debo hacer en este momento? ¿Dónde están los nichos y los rincones de Tu reino en donde mi participación pueda ser más eficaz; donde pueda ser más útil a los demás y ayudar a avanzar el evangelio y mejorar mi iglesia?’.

Eso sucede cuando pasamos tiempo a solas con Dios, y se los digo como un hombre que lo ha vivido y cuya vida depende de ello; es decir, esto es algo fundamental para mí. Dios me salvó cuando tenía 19 años. Era un pecador como todos, y Jesús me salvó. Leía la Biblia y me sentí compungido de mis pecados; aprendí que Jesús es Dios, que murió en la cruz y resucitó para salvarme, y que ahora le pertenezco. Recuerdo que leía Romanos 1, y anoté el versículo 6 que dice, «…entre los cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo», y Dios me llamó a sí mismo por medio de ese versículo. Y después pensé, ‘Dios, ahora mi vida entera ha cambiado; ahora le pertenezco a Jesús. Estas no son mis manos, son las manos de Jesús. Este cuerpo y esta vida le pertenecen a Jesús. El dinero que gane le pertenece a Jesús. Estos días le pertenecen a Jesús. ’Jesús, ¿qué quieres que haga? Soy tuyo. Ahora te pertenezco a ti’. Recuerdo que estaba en un retiro para varones, y le pregunté, ¿Dios, solo dime qué quieres que haga? Y por cierto, Dios me habló en forma audible. Y aunque estas cosas no ocurren siempre, y no voy a ofrecerles una doble garantía de que si pasan un día entero con Dios que Él se les va aparece y les va hablar, yo no puedo forzar a Dios a hacer algo, pero esto fue lo que hizo por mí: «Predica la Biblia, cásate con Grace, prepara a los hombres y siembra iglesias». Cuatro cosas clarísimas.

Algunos me han preguntado, ‘¿cómo suena Su voz?’, y les digo: ‘con autoridad’. Así suena. Otros me preguntan, ‘¿y cómo sabe que fue Dios?’, y les digo, ‘es algo que Dios diría’. ¿No es cierto? Predicar la Biblia, casarse con la hija del pastor, iniciar iglesias y preparar a los hombres. Creo que efectivamente ese fue el punto de partida, el llamado directo. Y eso es lo que vengo haciendo desde entonces, así que cada vez que surge una oportunidad o vienen las cosas, digo, eso no está mal, pero no es para mí. Eso no está mal, pero no es para mí. Esto es lo que debo hacer: predicar la Biblia, entrenar a los hombres, iniciar iglesias, y todavía me gusta Grace. ¡Eso es lo que estoy haciendo! Y ustedes también necesitan esa claridad en su llamado. Puede que les llegue con el tiempo, estudiando, o por medio de las experiencias; sin embargo, consiste en retraerse de las actividades de la vida para enfocarse en la Vida misma y recibir claridad a fin de reconectarse y entregarse por completo al ministerio.

Pero lo que les sucede a quienes no tienen un llamado claro es que cambian el estar ocupados por ser fructíferos. Los cristianos siempre lo hacen: ‘¡Estoy ocupado; estoy tan ocupado; estoy estresado; siempre ando…!’, sí pero no es fructífero. Es como un loco que anda desesperado, frenético, ocupado, y sudoroso, y activo y estresado, y lo único que consigue es nada en absoluto. No está logrando nada; o está haciendo 10 cosas mal en vez de 2 cosas bien. Y la clave es ser fructíferos no solo estar ocupados. Demasiadas personas cambian estar ocupados por ser fructíferos. Jesús enfrentó estas cosas con absoluta certeza. Jesús nos mantiene ocupados, pero da marcha atrás y dice, ‘No, este no es mi llamado, tengo que ser fructífero; soy un predicador-misionero; eso es lo que soy. Para eso me envió el Padre’.

Cuatro Maneras de Vivir

Ahora les mostraré algo que escribió Wayne Cordeiro, un pastor de la iglesia de los 4 cuadros, en una tablilla que tiene su libro, “Leading on Empty”, un buen librito para quienes padecen agotamiento en el ministerio. Lo leo todos los días. Estoy bromeando, pero lo he leído mucho. Es muy bueno. Dice que hay cuatro maneras de vivir.

1. Responder

La primera es responder. Responder significa que alguien tiene una necesidad y usted responde a esa necesidad. Alguien padece algo y usted va y les ayuda. Alguien le lleva la contraria y usted claudica. Alguien exige algo y usted obedece. Siempre se la pasa respondiendo, haciendo, haciendo, haciendo. No se enfoca en ser, ser, ser la persona que Dios lo ha llamado a ser y apartar tiempo para estar con Jesús, en vez de dejar que todos determinen su identidad y lo que debe hacer. Es una respuesta constante, una reacción de crisis, urgencia, sin ningún plan; es una locura total donde la vida está fuera de control. Eso es responder.

2. Conformarse

Conformarse significa temerle a la gente, tratar de agradar a la gente, quiero caerles bien a todos y ser elogiado por ellos. Por lo tanto actúo como un conserje en un hotel, me quedo parado ahí con una sonrisa a flor de labios y si alguien viene a pedirme que haga algo, les digo que sí, y lo hago. Es obediente, moral, conformista, muy formal, súper querido; es completamente ineficaz, se deja zarandear por personas exigentes y prepotentes. Son como un perro cobrador, que alguien les tira el frisbee y ahí mismo se va tras él. Así son las cosas. ‘Necesito que hagas esto, aquello y lo otro. Necesito que pienses en esto, que te reúnas conmigo, que me des esto… oh, claro que sí’. Es decir, van y buscan todos los frisbees que les tira todo el mundo. Y a veces en la iglesia pensamos que esas personas son tan amables, tan serviciales y tan útiles, pero no es así. Le temen a la gente, tratan de agradar a todo el mundo, son codependientes, son facilitadores o cómplices, quieren caerles bien a todos, y por eso no buscan el llamado de Dios porque dejan que todo el mundo determine su llamado.

3. Ser independiente

Tercero, los que son independientes. Estos son como los que asisten a Mars Hill, porque dicen: ‘¡Así es! Por lo tanto no me someto a la autoridad, no voy a ser miembro de la iglesia, no voy a hacer lo que me diga el pastor o líder, no voy a meterme al grupo comunitario para que la gente guíe mi vida. De ninguna manera. Voy a entrar y salir con completo anonimato; si no me gusta algo, me quejaré, pero no voy a arreglarlo. Soy independiente. A veces leo la Biblia, pero si Dios me dice que haga algo que no me gusta, pues…entonces tal vez no lo hago’. Son extremadamente independientes; son intuitivamente rebeldes, se creen superiores a los demás… como los de Mars Hill. Así somos nosotros. Número tres, algunos de ustedes no son así, ¿de acuerdo? Pero son pocos. Podríamos amonestarlos en todo momento y ustedes dirían, ‘es que no creemos en la autoridad’. Claro que sí. Usted es dios, y esa es su autoridad. Eso es ser independiente. ‘Hago lo que quiero, lo que pienso, lo que necesito; yo controlo la situación, estoy al mando, soy muy inteligente. Estoy conectado con Dios; tengo mis propias opiniones. Nadie tiene derecho a inmiscuirse en mi vida, o de ejercer ninguna autoridad espiritual sobre mí’. Así es la independencia.

4. Actuar con determinación

Cuarto, actuar con determinación. Jesús fue tentado con las primeras tres. Respondió a la necesidad masiva de la gente, sin ponerse a irse detrás de los frisbees de todo el mundo. Conforme a su llamado: todos querían describir su puesto de trabajo, pero no firmó el contrato. Independencia. Pudo haberles dicho, ‘estoy harto de ustedes. Expulsé demonios y ni siquiera me dejaron sentarme a almorzar. Qué falta de gentileza. Fui a casa de Pedro y tuve que sanar a alguien, y ni siquiera alcancé a usar el baño. Nadie me ama, nadie me quiere; todos me están usando’. No lo hizo. No se rebeló, no se portó en forma independiente, no se sintió hastiado como esas personas que detestan el ministerio y el pueblo de Dios, que siempre se jactan de todo.

No, Jesús tomó la cuarta opción que es actuar con determinación. Hay que apartarse de su vida, para enfocarse en su vida y reorganizarla. Después podrá reingresar a su vida, entregarse por completo al ministerio, estar en silencio y a solas con Dios, meditar en su llamado, sus dones, sus convicciones, sus pasiones y necesidades. Y después, viva con determinación. Diga, ‘no puedo hacer esto porque Dios me dijo que hiciera aquello. No puedo hacer aquello porque no tengo aptitud para eso, pero estos son los dones que Dios me ha dado. Lo siento, pero no puedo hacer eso ahora; no es el tiempo adecuado en mi vida para que eso me dé resultado. Puede que llegue ese día, pero ahora no’. Es vivir con determinación, haciendo las cosas que Dios le ha llamado a hacer con los dones que le ha dado. Así vivió Jesús.

Primero, entréguese por completo al ministerio. Segundo, refrigerio y recuperación a solas. Tercero, vaya en pos de su llamado y no de su potencial. No haga todo lo que puede; haga todo lo que Dios quiere que haga.

4. Entrenen otras líderes.

Y ahora lo que Jesús hace—número cuatro—es colocar nuevos líderes, porque cuando se siente abrumado en el ministerio y las cosas van creciendo, como en la iglesia Mars Hill… y de veras es así en la iglesia Mars Hill. El año pasado tuvimos un incremento de 2.000 miembros y bautizamos a más de 800 personas; no sé, tal vez 1.000 personas profesaron su fe; ni siquiera sé cuántos campus empezamos. Ni siquiera lo sé. Esta semana estaba realizando unos eventos en California y alguien me preguntó, ‘¿cuántos pastores tiene?’. No lo sé. Por ahí entre una Miata y un estadio. No lo sé, entre esas dos medidas. No lo sé. Tenemos muchos y estamos preparando más. Vamos a iniciar nuevos campus, e iglesias, y la gente se está salvando, y centenares de personas participan en los grupos de redención, mientras que miles se encuentran en los grupos comunitarios. Definitivamente somos como una cometa en un huracán. Las necesidades que tenemos son increíbles.

Y cuando llegamos a ese punto empezamos a reclutar, a reunir, y a entrenar nuevos líderes para que compartan las cargas a fin de realizar más trabajo. Y eso es exactamente lo que Jesús va hacer al llamar a Pedro, Jacobo y Juan. Lo hace a orillas del Mar de Galilea, así que antes de entrar en el relato, permítanme mostrarles la geografía del lugar. Aquí está. Ese es el Mar de Galilea. ¿Está bien? Sé que me veo muy pequeño, pero eso es lo que quiero mostrarles. El Mar de Galilea es ¡enorme! No sé qué pensaban ustedes, pero al leer la Biblia pensé acerca del Mar de Galilea y pensé que podía lanzar una bola de béisbol hasta el otro lado, pero es imposible. Al llegar te das cuenta que mide como 13 millas por 8 millas. ¡Es enorme! Un lago enorme… el Mar de Galilea. Van a oír hablar mucho del Mar de Galilea en el libro de Lucas, así que quiero mostrarle lo grande que es.

Les mostraré lo siguiente. Oirán mencionar una embarcación; un barco de pesca en el que Jesús entrará a predicar en un momento, y que Pedro, Jacobo, y Juan dejaron para seguir a Jesús. Está exhibido en Israel donde estuvimos este verano, y son los restos de un barco pesquero de 2.000 años. Es de los tiempos de Jesús, y es parecido al barco en el que estuvo Jesús. Hoy en día es muy interesante ver que el lago sigue gozando de una abundancia de pescados. La gente aún pesca ahí; y este es un barco moderno, y lo interesante es que tiene casi la misma forma y tamaño del hallazgo arqueológico de los tiempos de Jesús. Se los muestro para que tengan una idea de cómo era, pero también porque quiero recalcarles cada vez que tengo la oportunidad que la Biblia no es filosofía, es historia. Que estas personas, estos lugares y estas cosas, son reales. Que la Biblia es veraz. Que sí existió el Mar de Galilea, que sí hubo muchos pescadores que de veras tenían un barco, y que todo esto es comprobable.

Está bien, con eso en mente vayamos al capítulo cinco y vamos a leer acerca de Jesús quien recluta oficialmente a los primeros líderes como socios en su ministerio. «Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él…». Hay multitudes alrededor de Jesús, muchas personas. ¿Por qué estaban ahí? Para oír la Palabra de Dios. Permítanme parar ahí. La base, el centro y la autoridad del ministerio es la predicación de la Palabra de Dios. La gente no viene a Mars Hill porque les gusta el parqueadero; ténganlo por seguro. La gente no viene a Mars Hill porque somos la organización más organizada que jamás se haya organizado; ténganlo por seguro. No vienen por mi agradable manera de ser. ¡Ténganlo por seguro! Pero la gente viene porque el poder y la autoridad están en La Palabra de Dios; porque la Biblia es veraz; porque el mismo Espíritu Santo que escribió las Escrituras por medio de autores humanos, está obrando por medio de maestros humanos para transformar vidas humanas. Eso es lo que hace nuestro Dios. Así que la gente rodeaba a Jesús porque predicaba la Palabra de Dios. Y cuando se enseña correctamente, la Palabra de Dios siempre está centrada en Jesús. Y necesito que sepan que la razón por la cual somos una iglesia donde se enseña, se predica, y se estudia la Biblia, y donde oramos y hablamos de la Biblia, es porque la Verdad está en la Biblia y el poder está en la Verdad, y la gente se siente atraída a Jesús, y sus vidas son transformadas por el poder de la Palabra de Dios. Y que la esencia de Mars Hill es que fundamentalmente creemos en eso y basamos todo en la expectativa de que Dios bendice su Palabra. Para nosotros es algo absolutamente fundamental. Si usted es nuevo, me encanta predicarle la Palabra; me encanta gritarle; me encantará gritarle en cualquier momento porque me gusta mucho hacerlo, pero usted necesita leer la Biblia por su cuenta. Léala, estúdiela en los grupos comunitarios; piense en ella, reflexione, medite en las Escrituras; apréndasela de memoria, y sepa que la Vida viene al oír la Palabra de Dios.

Entonces las multitudes se agolpaban sobre Jesús. De hecho, creo que todavía hay multitudes que se deben agolpar alrededor de la Biblia. Cuando la Biblia se enseña, la gente aparece, y las vidas son transformadas. Dice que hay una multitud enorme alrededor de Jesús, y que estaba Jesús «…junto al lago de Genesaret». El Lago de Genesaret es el mismo Mar de Galilea. Y funciona de esta manera: el mar es tan grande; el lago es tan grande, que su nombre cambiaba según el pueblo. Así que si uno vivía en este lado del lago, se llama el Mar de Genesaret, y si vivía en este otro lado del lago, y vive en Galilea, lo llaman el Mar de Galilea. Así que son distintos pueblos y nombres que le daban al mismo lago, pero vivían en una costa distinta.

«Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes». ¿Qué significa eso? Significa que la jornada laboral ha terminado, han recogido sus redes, regresan a la playa; sacan las redes y las limpian para que no se dañen: la jornada ha terminado. ¿De acuerdo? Si fuera su negocio, estaría cerrando las puertas, apagando la luz, cerrando la caja, cerrándolo todo porque la jornada ha terminado. «…entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, [de Pedro, el primer líder que llama y se convierte en el líder de los discípulos] le rogó que la apartase de tierra un poco…». Esto es lo que hace Jesús… «…y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud». Jesús no podía beneficiarse de la amplificación de un equipo de sonido, ¿no es así? Y una multitud se agolpa sobre Él. Es muy difícil predicar cuando todos se agolpan sobre uno porque la acústica no se difunde. Las primeras filas de personas que se agolpan sobre uno pueden oír, pero nadie más puede oír.

Históricamente Dios les ha dado a los predicadores de la Biblia voces asombrosas. Por ejemplo, George Whitefield fue un gran evangelista de la Reforma, y está documentado que predicaba a multitudes de 15.000 y 20.000 personas a la intemperie, sin ningún sistema de sonido o amplificación, y después tosía sangre. Ese era el trauma que sufrían las cuerdas vocales.

Pues Jesús tuvo que predicarle a esta gran multitud, y lo que hizo fue pedir prestada la barca de Pedro, a quien ya conocía, y le dijo que se apartara de la playa un poquito, para darle a Jesús más espacio entre Él y la gente, y también permite que el agua sirva como fondo acústico. Jesús conoce la tecnología de esos días. ¿De acuerdo? Esto era su Internet. Le permitía amplificar su mensaje de tal manera que reverbera sobre el agua. ¿Alguna vez han estado sobre el agua en un bote, o nadando, y alguien habla al otro lado del lago y puede oírlo? Es asombroso ver cómo se mueve el sonido sobre el agua, pero no lo hace sobre la tierra. Jesús sabe todo esto y quiere que su mensaje se propague a todas las personas que pueda. Por eso usamos la tecnología con la misma finalidad. Así que sale en la barca para que las personas puedan escuchar su predicación.

«Cuando terminó de hablar, [versículo 4] dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando…». ¿Cuánto tiempo llevan trabajando? Toda la noche. ¿Están cansados? Sí, muy cansados. ¿Cuánto ganaron? Nada…y Jesús les dice, ‘tengo una idea, ¡vamos a pescar!’. Ahora, ¿Jesús es pescador? No, es carpintero. ¿Simón es pescador? Si, quizás provenía de varias generaciones de pescadores. Era muy común en esta área, que si uno era pescador, lo más probable es que su papá, su abuelo y su tatarabuelo eran todos pescadores y que uno haya heredado sus barcas, sus redes y vivieron en el mismo lugar y perpetuaron el negocio de la familia. Hay ciertos lugares en el lago en donde los pescadores saben que hay peces, sobre todo a ciertas horas del día. Y llega Jesús, un carpintero, y le dice a Pedro que vayan a pescar. ’¡Vamos, Jesús, venimos de pescar toda la noche; ya descendimos de la barca y limpiamos las redes; los hombres están cansados; no conseguimos nada. Yo soy pescador y Tú eres carpintero… Si esto tuviera algo que ver con la madera, escucharía lo que dices.

¿A cuántos de ustedes les cuesta admitir consejos, o confiar en Dios en su campo o especialidad? Cada uno tiene habilidades en ciertas áreas, y a veces Dios nos pide que confiemos en Él en el área de nuestras habilidades; y es difícil porque le decimos, ‘sé que eres Dios, pero soy un experto en esto’. Y a veces Dios nos pide que hagamos cosas sin sentido, solo para mostrarnos que es Dios. ¿Entonces qué hace Pedro? «….mas en tu palabra echaré la red». Versículo 6, « Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se [qué…se] rompía». Ja, ja, ja. Y Jesús les dice…’ ¿recuerdan que les dije que debíamos ir a pescar? Ahora necesitan redes más grandes’. «Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca… », había varias barcas pues era una compañía, «…para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían». ¡Esa fue una jornada de pesca exitosa! Es la pesca y el día de cobro más grande que Pedro jamás ha tenido, pues llena sus redes y los barcos se están hundiendo. ¿Qué nos enseña esto? Nos enseña que nuestro Dios puede suplir y que suple lo necesario, y que en vez de discutir con Él deberíamos obedecerle.

¿Entonces qué hace Pedro? «Viendo esto Simón Pedro, [versículo 8] cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador». Lo que me gusta de Pedro es que siempre se equivoca. Él es el Carlitos de la Biblia. Nunca logra controlar el balón. Siempre corre, se resbala, y cae de espaldas. Así es Pedro. Y siempre se levanta y dice, ‘Jesús, lo siento otra vez’, y Jesús le dice, ‘lo sé Pedro, te amo’. Y Pedro le dice, ‘Jesús, lo siento otra vez’, y Jesús le dice, ‘lo sé Pedro, todavía te amo’. ‘Jesús, de veras lo siento’. ‘Lo sé, ya tuvimos esta conversación varias veces’. Y lo que me gusta de Pedro es esto: Si yo escogiera al líder de los discípulos, uno que encabezara la lista de los discípulos y que fuera la autoridad espiritual de la iglesia primitiva sobre la tierra, y dejara que escribiera libros en la Biblia…es decir, que maravilla que haya sido un hombre común y corriente, uno que no es perfecto en lo más mínimo.

Es quien le dará órdenes a Jesús y le dirá lo que debe hacer. Jesús le pregunta, ¿quién soy? Y Pedro le dice, ‘Dios’…y de paso tienes que hacer lo siguiente, Jesús’. ‘Un momento. Tú eres Dios, ¿y yo voy a decirte lo que debes hacer? Qué conversación tan rara’. Más adelante niega a Jesús y le falla porque se queda dormido y no ora por Jesús cuando se lo pide. ¿Saben qué? Pedro es la clase de hombre que se cae, y por la gracia de Dios se levanta. Es un hombre que se equivoca, pero por la bondad de Dios vuelve a intentarlo. Por eso me encanta Pedro. El que antes era un pescador que ni siquiera confiaba en Dios para que le diera una pesca milagrosa, y después de todo, cuando Jesús resucita para nuestra salvación y asciende al Cielo, se convierte en el líder de la iglesia primitiva, escribe dos libros de la Biblia, y cuando lo van a crucificar pide que lo crucifiquen boca abajo. Él cambia. A esto lo llamamos santificación progresiva. Al principio, no es una persona increíblemente espiritual y madura, o que confía plenamente. Pero está dispuesto a aprender y se arrepiente; y si se equivoca, se hace responsable y sigue volviendo a Jesús a pedirle perdón y a pedirle que no deje de enseñarle… Eso es lo que yo quiero para ustedes. Que sean como Pedro, que al equivocarse acude a Jesús y le dice, ‘volví a hacer lo mismo. Estoy arrepentido y necesito Tu ayuda. Por favor no dejes de enseñarme… sé que soy muy terco’. Así es Pedro.

Y continúa en el versículo 9, «Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón». Entonces lo principal es, ¿quiénes se convierten en el núcleo de los discípulos? Pedro, Jacobo y Juan. Se convierten en los líderes más importantes entre los discípulos. Y Dios obra de manera providencial a través de sus relaciones de negocios preexistentes.

Pero esto es lo que quiero que vean. Lo principal es esto: Algunos de ustedes, de veras necesitan participar en el ministerio, empezar a servir y llevar a cabo algunas cosas. Estadísticamente el 67% de ustedes necesita hacerlo. ¿Sí? Piensan que el cristianismo es sentarse en las graderías en vez de ingresar al campo de juego; y algunos de ustedes tendrán dificultades porque no sabrán por dónde empezar, con quién hablar. Pero por la providencia de Dios, Él a veces nos junta con otras personas para llevar a cabo los propósitos de su reino. Pedro, Jacobo y Juan ya se conocían; eran amigos. Trabajaban juntos y tenían su cadena de mando; sabían qué hacer; sabían resolver problemas, y manejar un negocio; sabían hacer las cosas y por eso se convirtieron en un equipo ministerial muy eficaz. Si están casados, usted y su cónyuge tienen que averiguar qué ministerio les corresponde. Si es padre de familia, usted y sus hijos tienen que averiguar cuál es su ministerio. Si es soltero y tiene compañeros de habitación, tiene que averiguar cuál es su ministerio. Si tiene negocio y hay otros cristianos en su negocio, tendrán que preguntarse si Dios los está llamando a trabajar juntos para aumentar el negocio mientras trabajan en el ministerio, o cómo podrían aunar esfuerzos mientras aumentan las habilidades compartidas en el trabajo, a fin de hacer algo muy importante para Jesús. Es providencial que Dios nos permita conocer personas con quienes podemos trabajar. Eso es exactamente lo que hace con Pedro, Jacobo y Juan.

Es Cuestión de Evangelizar

«Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres». ¡Es cuestión de evangelizar! ¡Aquí donde voy a recalcarles algo! Uno de los aspectos más devastadores de ser su pastor…y quiero que me escuchen porque les hablo con el corazón, es que amo esta iglesia; estoy muy entusiasmado por lo que Dios está haciendo aquí; y al igual que Jesús, a veces tengo que ir a otras partes a gritarle a la gente, y después regreso a gritarles a ustedes también. Y me encanta lo que hago, y me encanta lo que Dios está haciendo, y tenemos buenos ancianos y buenos diáconos. Acaba de salir el reporte de donativos para la iglesia, y el 67% de los miembros contribuye ¡nada o casi nada! Pero todos los diáconos y ancianos están ofrendando generosamente. Fue asombroso. Las personas más generosas de su iglesia son sus líderes. Los que están sirviendo también están ofrendando. Todos están adentro o afuera. Así son las cosas. Siempre es así.

Y a fin de cuentas se trata del evangelismo. Jesús mira a Pedro y le dice, ‘eres pescador’, ¿y qué hay de la gente? ¿Y qué hay de la gente? ¿Dónde están mis portadores de la imagen? ¿Qué hay de los pecadores? ’¿Qué hay del infierno? ¿Qué hay de que de veras van para allá? Pedro, ¿podrías tomar tus conocimientos de negocios, y todo lo que aprendiste en la vida y utilizarlos, combinarlos y emplearlos para quienes no son cristianos, para que tengan un encuentro con el Dios de la Biblia, para que sepan que sus pecados han sido perdonados, que sus vidas han sido transformadas y que su destino ha cambiado?

Esto, Mars Hill, es lo que me preocupa hasta lo más profundo de mi ser: ¡Disfrutamos tanto la gracia de Dios! ¡Somos un milagro! ¡Somos un milagro; lo que disfrutamos es milagroso! ¡Milagroso! ¡La iglesia ha crecido en más de casi 2.000 personas el año pasado, con 800 bautismos! ¡Es una locura! ¡Centenares de parejas casadas! ¡Centenares de niños que nacieron! Y en resumidas cuentas, parece que en 20 minutos las personas reciben a Jesús, son bautizados, se integran a un grupo comunitario…y después se jubilan… No hacen nada más. Y eso es si pueden ir a un grupo comunitario. ¡Se jubilan! ‘Genial, mis pecados fueron perdonados, tengo amigos cristianos, cuento con el apoyo de la iglesia… no hay nada más que hacer. ¿Y qué hay de toda esa gente? ’De malas’. Algunos estarán pensando, ‘pues yo en realidad me intereso por los perdidos’. Usted vota con su billetera y con su itinerario. No me diga lo que cree; muéstreme cómo se porta. No me diga que el cristianismo es un sistema de creencias, también es un estilo de vida.

Mars Hill, hay decenas de miles de personas que Jesús nos ha asignado para presentárselas a Él. Dios es el único que Salva. Solo somos mensajeros y ministros, eso es todo. Nos falta mucho por hacer. No hay excusas…porque de repente creemos que hicimos algo bien, cuando en realidad no es así. Cada dólar, cada día, cada donativo, cada recurso, y cada oportunidad es para que otros conozcan a Jesús y disfruten de una vida transformada en Él. Se los digo de todo corazón. Hace años no hubiera dicho que soy un evangelista, pero me doy cuenta más y más de que sí lo soy. Me encantan los que no son cristianos. Si usted no es cristiano, ¡bienvenido a Mars Hill! ¡Los amamos! Todo esto fue construido para ustedes; oramos por ustedes; queremos servirles; no les pedimos dinero. Ustedes van rumbo al infierno y estamos muy preocupados por ustedes. ¡Jesús los ama! ¡Jesús murió por ustedes! ¡Jesús resucitó por ustedes! ¡Jesús oirá sus oraciones! ¡Jesús perdonará su pecado! ¡Jesús cambiará su corazón, su mente, su vida! ¡Jesús impactará su legado por muchas generaciones! ¡Jesús es asombroso! ¡Jesús es bueno! ¡Jesús es Dios! ¡Jesús está vivo! Y a los que no son cristianos y no saben esto, les digo: ¡Para eso estamos aquí! ¡Por eso estamos aquí!

Pero algunos dirán, ‘¿y qué hay de aquel programa, y de esta necesidad, y de cómo me siento? ¡Pues póngase en misión! ¿Sabe qué? Todas las cosas parecen ser importantes, hasta que le toque hacer la clase de reuniones que hace su pastor. Mejor dicho, la semana pasada una joven vino y me dijo: ’No soy cristiana; voy a suicidarme; mi papá me violó’. No importa que no le guste la banda, porque no es tan importante como la situación de esta joven. ‘No pude encontrar algo en la página de Internet…’ ¿Y eso qué? ‘¡El café sabe mal!’. Pues claro, porque ustedes son tan tacaños que no podemos comprar del bueno, ¿lo sabían?

¡Quiero que sientan entusiasmo por lo que entusiasma a Dios; o sea, los pescadores de hombres, los que no son cristianos; que la gente conozca a Jesús! ¡Es lo más maravilloso del mundo que la gente conozca a Jesús! ¡Eso nunca me cansa! ¡Esto es lo que nos llena de gozo en Mars Hill! ¡Es para la gloria de Dios y el bien de los demás! De eso se trata. Jesús mira a Pedro y le dice, ‘Pedro, cambiemos el rumbo de tu vida’. No tiene nada que ver con comprar más barcos y más redes, o cuántos pescados puede coger. ¡Se trata de las personas! ¡Gente que me necesita! ¡Ayúdame! ¡Ayúdame a alcanzarlos! Esa es la invitación… ¡esa es la invitación que nos hace a todos!

¿Cuánto Nos Va a Costar?

La pregunta es, ¿cuánto nos va a costar? Versículo 11. «Y cuando trajeron a tierra las barcas, [¿qué dejaron, Mars Hill?] dejándolo todo, le siguieron». No solo dejaron los pescados, la pesca más grande que jamás habían conseguido, también dejaron sus redes que eran muy valiosas, y la flotilla de embarcaciones. ¡Dejaron sus negocios! Pero algunos de ustedes piensan: ‘Seguiré a Jesús siempre y cuando no me cueste nada’. Y como somos una iglesia tan centrada y orientada en la gracia y la generosidad de Dios, y en el hecho de que es nuestro Dador y que la salvación es un don gratuito, algunos pueden caer en algo llamado gracia barata. ‘Oh, la vida, el ministerio, la gente y la iglesia, no valen nada’. Al contrario, ¡su valor es inconmensurable! Dios no nos depara su gracia porque su amor sea barato, sino porque es de inestimable valor! Participar en el ministerio tiene un valor inestimable! ¡Perpetuar el evangelio de Jesucristo y la Iglesia de Jesucristo es de inestimable valor!

Pedro lo deja todo; y me fascina que no dijera, ‘de acuerdo, Jesús, iré dentro de tres meses; pero antes tenemos que llevar estos pescados, limpiarlos, y cobrar el dinero porque hay muchos despojos, y después tenemos que vender las redes en eBay y eso demorará como dos semanas, por lo tanto tenemos que hacerlo pero ya. También tenemos que vender las barcas porque valen mucho. Y después de hacer todo esto, cuando el dinero esté en el banco y me organice, y ponga en orden mis cosas, Jesús, estaré listo para seguirte. Al contrario, lo que dice es: ’seguiré a Jesús’. ‘Seguiré a Jesús’. No estoy diciendo que todos tengan que dejar sus trabajos. ¿Algunos? Tal vez, si Dios les dice que lo hagan. ¡Es asombroso! Lo dejaron todo.

Es decir, vivimos en una época en la que seguir a Jesús y ver que la gente se salva, no figura ni siquiera dentro de las cien prioridades más altas para el cristiano promedio; es decir, sobre todo, si rastreamos el uso de los dólares y las horas. Algunos de ustedes ni siquiera conocen a sus vecinos que no son cristianos, y algunos ni siquiera les hablan. Y…hombre en realidad no comprendo. De todas maneras, mi corazón es como el de un papá. Así que si ustedes son niños buenos o malos, sigo siendo su papá, ¿de acuerdo? Aquí estoy, pase lo que pase. Los ancianos piensan lo mismo. Estamos disponibles; sin embargo, Mars Hill es una iglesia inmadura, y la inmadurez es egoísta. ‘Lo que más importa es lo que pueden hacer por mí, y no lo que puedo dar; que me sirvan y no que yo los sirva; lo que yo quiero y no lo que necesita la ciudad’. Es la característica más sobresaliente de la inmadurez. ¿En qué piensan los bebés? En sí mismos. ¿En qué piensan los adultos? En los demás. Pero alguien dirá, ’es que somos una iglesia joven; somos solteros, somos nuevos; acabamos de iniciar nuestro campus; acabamos de iniciar… Lo sé, pero ¿sabe qué? Todavía hay una necesidad, y si Dios lo ha salvado, le toca a usted; le toca a usted; le toca a usted.

Lo dejaron todo. ¡Lo dejaron todo! ¿Qué está dispuesto a pagar para que la gente conozca a Jesús? En realidad…hay días en que de veras no entiendo, porque al mirar las estadísticas, existe un grupo fiel de personas que sirven y dan y oran, y llevan a cabo las cosas; y muchas cosas que disfrutamos son fruto de sus labores. Y también hay personas que no hacen absolutamente nada. Es decir, estadísticamente un tercio de las personas sirven a Dios de alguna manera. Las otras dos terceras partes no están haciendo nada o prácticamente nada en cuanto a ofrendar y servir se refiere. ¡Imagínense! Imagínense si les dijera después del culto, ‘está bien: tres de ustedes móntense en la espalda de una persona que los llevará’. Alguien dirá, ‘que crueldad’. Pero eso es lo que hacen. ¡Tres de ustedes montados en…! De acuerdo, ¡paguen mis cuentas, sírvanme, cuídenme’. Y lo que pasa es que esos líderes fieles se cansan, se agotan, se sienten cansados; no apartan ese día de descanso que disfrutaba Jesús, y lo que sucede es que los consumidores avaros y egoístas que le chupan la vida a uno llegan y dicen, ‘Oh, es que no pudieron satisfacer mis necesidades; o no contestaron mis llamadas; o no creo que me hayan servido adecuadamente’, y es porque un solo voluntario lleva tres personas a cuestas, y solo pueden llevar algunas personas hasta que se les empiecen a doblar las piernas. Y después, quejarse porque no le gustó que lo llevaran a cuestas, no es nada cariñoso. Esto es lo mismo que venimos repitiendo desde hace catorce años, cuando empezamos el grupo nuclear de Mars Hill durante este tiempo, hace catorce años. Tenemos el mismo número de asuntos, pero con más ceros.

Cuatro Preguntas para Discutir

Voy a cerrar con cuatro preguntas para que medite en ellas y las mencione en su grupo comunitario. Si aún no pertenece a uno, apúntese a uno. Primero, ¿está entregándose por completo al ministerio? ¿Qué está haciendo? ¿Qué está haciendo? Pero usted dirá, ‘es que lo estoy pensando’; no, ¿qué está haciendo? ‘Estoy orando para saber…’, no, ¿qué está haciendo? ‘Pues es que…’, ¿qué está haciendo? Hablé con un tipo hace poco y me dijo que asiste desde hace ¡7 años!, y que cree que Dios lo está llamando a hacer algo. ¡Si…! ‘¿Y lo duda…después de siete años? ¡Siete años! ¡Siete años! ¿Dije eso? No puedo creerlo. Le pregunté ’¿cuál es su trasfondo? ’Asistí al seminario?’. ¿Así que conoce la Biblia? ¿Se sabe la parte que dice que debemos hacer algo? Mejor dicho…Conocí a alguien que lleva tres años asistiendo a esta iglesia, y me dijo, ‘sabe creo que es hora de que haga algo’,… ¡Sí, creo que sí! ¡Haga algo; al menos haga algo mal, pero haga algo! Al menos podemos guiarlo por el camino correcto. ¡Haga cualquier cosa! Y me dijo, ‘es que no sé qué hacer’. Mire, haga esto: ¿Quiere ser ujier? Fantástico. ¿Quiere ser un saludador? Fabuloso. ¿Quiere tocar en la banda? ¡Genial! ¿Quiere trabajar con los niños? Genial…los de escuela secundaria, preparatoria, niños chiquitos… ¡Genial! ¿Quiere liderar un grupo comunitario? Genial. ¿O ser el anfitrión de un grupo comunitario? Genial. Pero me dice que es tímido…Genial, entonces lo ponemos a codificar en la computadora; puede contabilizar dinero en la oficina, o trabajar como conserje. Si se dedica a la construcción y sabe arreglar cosas, puede ayudarnos con el edificio. Si sabe organizar cosas, somos muy desorganizados y podría ayudarnos mucho. Dice que se dedica a las artes gráficas, pues genial porque podemos emplearlo para llenar espacios, hacer videos, lo que sea… tenemos toda clase de necesidades en todas partes. Haga lo que haga, probablemente lo necesitamos. ‘Pero no sé conectarme’. Pues llene la pequeña tarjeta, un papelito…un árbol dio su vida… ¿Correcto? No desperdicie la oportunidad. ‘Hola, me llamo fulano de tal y haré lo que sea’. Preséntense en la mesa de información, y digan, ‘hola, necesito que me pongan a trabajar en cualquier cosa. Haré cualquier cosa’. Y al igual que Jesús, van y hacen algunas cosas y luego descansan para averiguar en qué deben enfocarse. La vocación perfecta no se encuentra al inicio, uno va y hace varias cosas y después se enfoca en lo que de veras puede hacer bien. O pueden ir a The City que es nuestra herramienta social en línea. Bajo su campus oprima service y envíe su solicitud para que ellos lo conecten.

Es hora de hacerse miembro; es hora de sumarse a un grupo comunitario. Si un grupo comunitario está lleno, hable con el líder del grupo. La mejor manera de agilizar las cosas en Mars Hill es hablar con el líder. ¿Es músico? Hable con el líder de alabanza. ‘Hola, toco un instrumento y quisiera saber dónde hago la audición’. Si está en un grupo comunitario, hable con el líder del grupo comunitario. Dígale que quiere ser un líder de grupo comunitario, o un anfitrión de grupo comunitario. Si está en un grupo de redención, hable con el líder del grupo de redención y dígale, ‘sabe qué, yo quiero ayudar a los adictos y a los que han sido abusados, ’¿qué hago?’ ¿Ofrecen entrenamiento? ¿Quiere iniciar una iglesia? Nosotros lo hacemos. Hable con Hechos 29. Ahí lo podemos asesorar. ¿Quiere más preparación teológica? Ofrecemos una maestría en Liderazgo Misionero. Si demuestra ser fiel como miembro, tenemos un sistema formalizado de ayuda, que dura un año, para ayudarle a organizar su vida a fin de que dé fruto para Jesús. Tenemos mecanismos para todo lo que pueda imaginarse. Déjenos saber quién es usted.

Y ocurre lo siguiente, la gente dice, ‘les mandé un correo electrónico en 1998 y nadie me respondió, así que me di por vencido’. ¡No me diga! ¿Tan mala es su tolerancia para el dolor? ‘Estaría dispuesto a morir por Cristo, pero no me llegó el correo electrónico…’. Eh…entonces haga esto. Siga enviando el correo electrónico; siga llamando. Tal vez trabaje como voluntario en el equipo que contesta los correos electrónicos porque obviamente hay una vacante. ¿No es cierto? Hagamos esto… no lo había planeado, pero me siento un poco alterado… Eh, si usted es un voluntario (sin sueldo) que trabaja en la iglesia y está sirviendo, por favor póngase de pie. Y sé que en los campus esto les parecerá un poco raro, pero está bien. Si usted es un voluntario, por favor póngase de pie. Por favor póngase de pie. Miren a su alrededor, miren a su alrededor… ¡Muy bien! Y ahora permanezcan de pie… permanezcan de pie. Algunos de los más tímidos querrán sentarse… Ustedes están matando a esta gente. Dirán, ¿eh…qué está diciendo? Estoy diciendo que los están matando. Ahora, si mira a su alrededor, hay muchísimos más de ustedes que de ellos. Son ujieres, líderes, líderes del grupo de alabanza, líderes de los grupos de redención; son consejeros bíblicos; son personas que lideran grupos comunitarios; son personas que están cansadas. ¿Sabe lo que no necesitan ellos? Más culpabilidad, ¿sabe lo que no necesitan hacer? Ofrendar más dinero. ¿Sabe lo que no necesitan hacer? Trabajar más horas. ¿Sabe lo que van a hacer durante este sermón? ¡Matarse! Porque van a hacer más, ¿pero sabe lo que necesitan? ¡Hacer menos! Necesitan un día con Dios; necesitan su silencio y estar a solas; necesitan tomarse una siesta; necesitan un descanso. Estoy hablando de ustedes… pueden sentarse. Ustedes son héroes; los demás son ceros a la izquierda. ¿De acuerdo? Es cierto. Algunos dirán, ‘tan atrevido: imposible que haya dicho eso’. Pues lo diré otra vez. Algunos de ustedes son unos ceros a la izquierda en la escala Richter de ser fructíferos. ¡Ceros! Pongan a un lado ese libro, y hagan algo.

Así que primero, ¿están entregándose por completo al ministerio? Algunos de ustedes no, pero estos sí. La mayoría no lo está haciendo. Número dos, para quienes se entregan totalmente al ministerio… descanso, recuperación y estar a solas. Eso se parece a qué… ¿Han pasado tiempo con Dios? ¿Están descansando? Tal vez una plantilla en un blog sobre el silencio y estar a solas les podría ayudarles… ¡Descansen! Esto es lo que no quiero, cada vez que les reitero algo repetidas veces, los fieles hacen más y los que no lo son siguen haciendo nada. Eso no es lo que quiero. Quiero honrar a los que hacen algo, y reprender a quienes no hacen nada… con el amor de Jesús en lo más profundo de mi corazón.

Tercero, ¿qué valor le pone al ministerio? Alguna vez se ha preguntado, ‘¿qué significa la iglesia Mars Hill para mí?’. Sé que amamos a Jesús, pero yo amo la iglesia; amo esta iglesia. Jesús entregó su vida por la iglesia y nosotros debemos entregar nuestras vidas por la iglesia. ¿Para usted, qué significado tiene el ministerio? Para Pedro, Jacobo y Juan, el ministerio era todo. O sea, lo dejaron todo. Mejor dicho, si clausuraran a Mars Hill y usted llegara y las puertas están cerradas, ¿se molestaría? Si su campus deja de existir, ¿se molestaría? O diría, ‘mire yo soy un consumidor… es como Burger King, si deja de existir voy a Wendy’s y no me preocupa’.

Cuarto, ¿está entrenando, o está entrenando a otros? ¿Está entrenando, o está entrenando a otros? Porque Jesús tuvo que buscar ayuda, y encontró a Pedro, Jacobo y a Juan. Y van a añadir más. ¿Se está preparando a través de los grupos comunitarios y los grupos de redención, o donde quiera que desee servir: seguridad, niños? Como les dije, tenemos todas estas oportunidades. ¿Se ha dado a conocer? ¿Ha recibido entrenamiento? Para quienes están liderando, creo que tal vez necesiten hacer menos y entrenar a otros más. Tienen que identificar a esas personas, como lo hizo Jesús, e invertir en ellos.

La Parte Media Cuenta

Ahora, voy a cerrar con esto. El cristianismo no es solo recibir a Jesús, su muerte, sepultura, y resurrección, en su lugar, para que pueda ir al Cielo cuando muera. Todo eso es cierto, pero también es ¡para que viva apasionadamente para Él, en esta vida; haciendo mella, sin desperdiciar su dinero o su tiempo, sino entregando su vida para la gloria de Dios y el bien de los demás, haciendo cosas buenas. De eso se trata la vida. Y muchos de ustedes que han creído en un evangelio incompleto, a medias, que solo dice, ‘recibe a Jesús e irás al Cielo’, pero la mitad… es como si estuvieran ¡de vacaciones! Andan por ahí vagando, deprimidos…’ Mi vida no tiene sentido; creo que necesito otro televisor plasma; o sabe lo que tengo que hacer, tengo que ver la película Avatar, porque no tengo nada más que hacer con 20 dólares; o ¿sabe lo que necesito? Necesito aumentar mis amigos en Facebook. Necesito enviar más mensajes por Twitter. Estoy deprimido; necesito un pasatiempo, o una mascota…’ ¡La gente se está muriendo y van rumbo al infierno! Si quiere vaya a la película, envíe mensajes por Twitter, y sobe el perro, pero haga lo más importante primero.

Tuve esta conversación con Gideon que tiene cuatro años, y no fue exactamente así, pero tuve una conversación con él—mi hijo—y siempre le hablamos de Jesús y de Dios y que Jesús está vivo, y que Jesús es bueno, y sus hermanos trataban de acabar de convertirlo, y le decían, ‘¿Gideon quieres ser cristiano?’ Y él decía, ‘no’. Gracias por tu franqueza, pero estaba preocupado.. Y Gideon decía, ‘no, no quiero ser cristiano’. Entonces, sus hermanos le decían, ‘Gideon, ¿quieres entregarle tu vida a Jesús?’, y decía ‘ahorita no’. ‘Entonces ¿cuándo?’, ‘dentro de mucho tiempo’. Fue como un teremoto para mi. Así que seguimos hablando con Gideon sin presionarlo o persuadirlo y esto fue lo que dijo; ‘papi, amo a Jesús, pero no quiero ser cristiano porque no estoy listo para ir al Cielo’. De alguna manera en su mente pequeña pensaba que al recibir a Cristo iría inmediatamente…¡zas!…al Cielo. Y me dijo, ‘todavía tengo el béisbol, y tengo que ir al colegio, y algún día me voy a casar y tendré hijos, y seré un papá’. Parece que tiene una lista de cosas que hacer, a los cuatro años de edad. Es una buena lista. ‘Quiero pegarle a una bola, casarme con una chica, tener hijos… tengo cosas que hacer’. ¿De acuerdo? Entonces, le dije, ‘Buddy Gideon, mira, si recibes a Jesús no irás al Cielo inmediatamente, eso es más tarde’. Y me dice… ‘Bien, lo haré.’ Así que Gideon se arrepintió de sus pecados, le entregó su vida a Jesús.

Pero fue muy raro porque los cristianos muchas veces decimos que el cristianismo es así, ‘entrégale tu vida a Jesús y cuando mueras irás al Cielo’. Pro se nos olvida lo que pasa en la parte intermedia. La mitad es grandísima. ¡La parte media es importante; la parte media cuenta! La mitad es ahora; la mitad es usted. La parte media somos nosotros. Entréguese por completo al ministerio. Pase tiempo a solas con Dios. Siga su llamado y no su potencial. Los necesitamos, Dios los bendiga…voy a orar.

Dios Padre, oro contra el enemigo, sus siervos y sus artimañas, pido Señor Jesús que el Espíritu Santo nos motive a ser un pueblo capacitado para el ministerio y que capacita a otros para el ministerio. Pido por esta iglesia, Dios, has sido tan bueno con nosotros, y hemos sido tan infieles contigo; no todos, Dios hay personas asombrosas en esta iglesia. Hay personas que han entregado sus vidas y han hecho sacrificios enormes, y Dios, ellos son en el verdadero sentido de la palabra, héroes. Pero, también hay mucha gente que son ceros a la izquierda. No hacen nada, no dan nada, se quejan de cualquier cosa…, Señor, para los escuchan este mensaje y no son cristianos, pido que entiendan que el cristianismo es más que morirse e ir al Cielo, aunque eso es cierto y maravilloso, es tener un encuentro con Jesús y hacer que nuestra vida tenga impacto aquí en la Tierra también. Viudas, huérfanos, los enfermos, los que están muriéndose, los que están atascados en el pecado, los que están deprimidos y sin esperanza, los que son acosados por el enemigo, Dios, ellos necesitan…ellos necesitan a Jesús. Dios, pido por los que somos cristianos, Dios pido por los que se han entregado por completo…están frustrados; están hastiados, están cansados. Han sacrificado sus días de descanso, sus teléfonos suenan a cada rato. Están abrumados con las necesidades de los demás; probablemente tienen familia y trabajo y un montón de personas que vienen y los hacen sentir agotados. Te pido Señor Dios que pasen tiempo contigo y que aclares tu llamado para ellos; y Dios, pido por los que no están haciendo lo que deberían hacer, que hagan..que hagan muchas cosas para la gloria de Dios y el bien de los demás. Amén.

[Fin del Audio]

Nota: Esta transcripción ha sido editado.