Lucas 6:1–11 (RVR 1960)
1 Aconteció en un día de reposo, que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían, restregándolas con las manos.
2 Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de reposo?
3 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre él, y los que con él estaban;
4 cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, y dio también a los que estaban con él?
5 Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
6 Aconteció también en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha.
7 Y le acechaban los escribas y los fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle.
8 Mas él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie.
9 Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o hacer mal? ¿salvar la vida, o quitarla?
10 Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada.
11 Y ellos se llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.
Muy bien Mars Hill. Estamos en Lucas 6:1–11. Si tienen sus biblias, ábranlas tranquilamente a ese capítulo mientras tratamos el tema de Jesús el Señor del día de reposo. Quisiera empezar diciéndoles que lo que vamos a tratar el día de hoy es muy importante para su vida individual, su familia; si tiene familia, está casado y tiene hijos y todo eso, su grupo comunitario, el campus en el que está participando aquí en Mars Hill, con más de 300 iglesias en nuestra Red de Iniciación de Iglesias Hechos 29, al igual que las iglesias, las redes y ministerios con los que por la gracia de Dios hemos podido asociarnos alrededor del mundo. Debe disfrutar la libertad, y la vida, y la transformación y la esperanza, el gozo, al empezar su vida con Jesús, que fluye de su familia, hacia su grupo comunitario, que fluye del campus, y de nuestra iglesia, para asistir y servir a otras iglesias, y fluye de nuestra nación a las otras naciones del mundo.
He sido muy bendecido en mis viajes. Mi gran temporada de viajar ha terminado. Acabo de regresar del África, pero es muy asombroso ver lo que Dios hace a nivel global, levantando líderes para la iniciación de iglesias, pastores jóvenes en y alrededor de los centros urbanos, de un mismo sentir, al igual que amigos y socios, y lo que podría echar a perder todo esto en su vida, en su familia, en grupo comunitario, en su campus, en nuestra red, en nuestro movimiento, es algo llamado legalismo. Es un peligro continuo y pernicioso que siempre está presente. Y al abordar Lucas 6 el día de hoy, el campo de batalla es del día de reposo, pero el tema principal es el legalismo.
Así que permítanme hablar de ambos antes de entrar en la historia en Lucas 6:1–11. El legalismo es el enemigo de Jesucristo. El legalismo es la religión. A menudo uso ambos términos como sinónimos. Santiago dice que ‘la religión pura es cuidar a las viudas, a los huérfanos y a los necesitados’. A lo que nos referimos es algo así como la banda llamada ‘Religión Mala’. La religión mala es inventarse reglas. Es legalismo. Es vivir por la letra de la ley, y no el espíritu de la ley, y es vivir en devoción a la ley, y no motivados por el amor de Dios y por la gente.
Así que el legalismo ocurre cuando la gente toma las Escrituras, y les añaden cosas. A menudo dicen, ‘Es que Dios ha escrito ciertas reglas, pero esas reglas no son lo suficientemente claras, por lo que creemos tener permiso para añadirle a las reglas de Dios y crear otros libros y listas’. Y esto lo hacen en las denominaciones y tradiciones; en las iglesias, los líderes religiosos, escritores, y cosas así. Así que de repente, tenemos las Escrituras mas la necesidad de tener otros libros, u otra lista de reglas. No son libros y listas de reglas que nos ayudan a ilustrar y a informarnos de lo que dice la Biblia, sino que añaden a lo que dice.
Es una negación de lo que llamamos, “Sola Escritura”, donde las Escrituras son nuestra autoridad más alta. Ese eslogan fue usado por los reformadores protestantes para decir que la Biblia sola, las Escrituras solas, son nuestra más alta autoridad. Toda autoridad como otros libros, maestros, gobernantes y líderes, están por debajo de las Escrituras y no son iguales a ella. Los legalistas tienden a enaltecer a los maestros y otras listas y reglas, y libros que consideran iguales a las Escrituras. Esto también es legalismo, y la religión es una negación de algo que llamamos la suficiencia de las Escrituras, porque dicen que necesitamos más que la Biblia. Necesitamos otros maestros. Necesitamos otras reglas. Necesitamos otras cosas por añadidura, y no solo explicar lo que enseña la Biblia por sí sola, lo cual es algo bueno. Quieren añadirle cosas, lo cual es algo malo. Proverbios 30:5–6 lo dice así: “Toda palabra de Dios es limpia”. Una traducción lo dice así. Otra traducción dice, ‘Toda palabra de Dios resulta verdadera’. Después sigue diciendo, “No añadas a sus palabras, para que no te reprenda , y seas hallado mentiroso”. Toda palabra de las Escrituras es infalible, es perfecta. Las Escrituras por sí solas son la autoridad suprema. Es suficiente. No le añadan, o Dios los reprenderá como mentirosos.
La gente religiosa es tan peligrosa, mortalmente, porque destruyen con denuedo, son valientes, son arrogantes, y como veremos, obligan a la gente a obedecerles a ellos y no a Dios. Como consecuencia, la religión hace que la gente piense y viva su vida con Dios como una especie de juego de colores enumerados. Como algo sin arte, y sin corazón. Lo único que hacen es tomar la Biblia y algún otro libro de reglas, los ponen juntos y se ponen a pintar guiados por los números. ¿Alguna vez han pintado por números? El objetivo es que, al terminar, todas las pinturas se vean iguales. Y para que eso suceda, lo único que tienen que hacer es obedecer todas las reglas. Todos los puntos con el número dos, se pintan de verde. Los número tres de anaranjado. Los cuatro, de rojo. Los cinco de amarillo. Sin salirse de las líneas, porque sería una violación de las reglas. Su objetivo es hacer que su cuadro sea como el todos los demás.
Y algunas personas de veras prefieren que su relación con Dios sea como una pintura por números, sin pasión, sin amor, sin oración, sin corazón, sin discernimiento, sin cuidado, solo pintar por números. ‘Coma esto, haga esto, lea esto, haga esto, diezme tanto. Qué bien, mi cuadro es perfecto aunque mi corazón carece de pasión, y mi relación con Dios es nula y vacía. Yo antes obedecía la ley’. Dios quiere más. Dios quiere más que una relación de ‘pintar por números’ con su pueblo. Quiere una relación viva, activa, vibrante, versada, de oración, de discernimiento, llena del Espíritu, viva, amorosa, y que nos da vida. La religión y el legalismo, que es su base, es un enemigo de esa clase de relación viva, amorosa, que nos da vida, y que tenemos con Dios.
Al abordar este tema hoy, los legalistas religiosos llegan a discutir con Jesucristo, y el verdadero asunto es el legalismo, pero el campo de batalla es el día de reposo. Y habrá otros campos de batalla a lo largo del evangelio, pero hoy es el día de reposo. Lucas nos da dos ocasiones en las que Jesús tuvo un conflicto. Y claro que puede haber un conflicto santo y santificado en el día de reposo con los legalistas religiosos. Así que déjenme contarles un poco acerca del día de reposo. El día de reposo fue creado por Dios. Génesis 1:2 dice que Dios trabajó seis días, y reposó al séptimo día. Éxodo 20:8–11, el siguiente libro en la Biblia, dice en los Diez Mandamientos, creo que es el cuarto, Dios dice, ‘trabajé seis días y descansé el séptimo. Uno debe trabajar seis días, y tomarse el séptimo día libre’.
Permítanme decirles esto: el día de reposo es un don que debe disfrutarse. Es algo bueno, pero la gente religiosa trata de convertirlo en algo malo. La gente religiosa pueden tomar cosas buenas, y convertirlas en cosas malas añadirles tantas reglas externas de tal manera que dejan de ser divertidas. Sería como ponerle reglas a un pastel de cumpleaños. No necesitamos reglas para los pasteles de cumpleaños. El pastel de cumpleaños de por sí es maravilloso. No necesita una lista de reglas. Solo necesitas un tenedor y es todo. Eso es lo único que necesita un pastel de cumpleaños. Y pienso que un pastel de cumpleaños es una de las cosas más alegres que hay. Le das un pastel a alguien, y ellos saben qué hacer, ¿de acuerdo? No necesitan una lista. Si quiere arruinar un pastel de cumpleaños, dígale a un niño, ‘Está bien, te daremos un pastel de cumpleaños, no de chocolate, porque eso era lo que querías, pero te daremos uno de vainilla porque somos religiosos, y no comemos chocolate ni empolvados. Así que cómete tu pastel de vainilla, y cómetelo el martes, no el miércoles, ni el lunes. Cómetelo entre las 2:17 y las 2:19, ni un minuto antes ni después. Cómetelo con la mano izquierda, no con la derecha. Usa una cuchara y no un tenedor, y si se te cae al piso, no hay ninguna regla de 10 segundos. Somos legalistas, no puedes recogerlo para comértelo. Vivimos por la letra de la ley. Ahora disfruta tu pastel de cumpleaños’. En esa ilustración, comerse un pastel de cumpleaños sería como ir al dentista. Es algo que tienes que hacer, no algo que quieres hacer porque te gusta. Hubiera sido asombroso, pero lo echaron a perder. Eso es lo que la gente religiosa hace con todo.
E hicieron lo mismo con el día de reposo. Dios dice algo bueno, ‘¿Saben qué? vayan tómense un día de descanso’. Por lo general la gente diría, ‘Es una buena idea’. Pero llega la gente religiosa y dicen, ‘Oh, tenemos que hacer un libro de reglas para esto’. ¿De veras? ¿Un libro de reglas para un día libre? ¿Necesitamos un libro de reglas para un día libre? ‘Sí, y después tienen que memorizarse las reglas, y obedecerlas, y vamos a disciplinarlos si desobedecen las reglas’. Siendo que al fin a y al cabo era solo un día libre, y lo han convertido en más trabajo. Ahora tengo que hacer una lista de cosas que hacer, una descripción laboral religiosa de mi día libre. Lo han echado todo a perder. Iba echarme una siesta pero ahora tengo que averiguar si estoy acatando las reglas de la siesta para el día de descanso.
Permítanme decirles esto del día de reposo, ¡es algo bueno! tómese un día libre, descanse, disfrute de sus amigos, de su comunidad. Dios quiere que descanse, es un don que nos da. Les da a la gente un día libre; les daba a los esclavos un día libre. Les da a los pobres un día libre. Les daba a los terrenos el día libre. Les daba a los animales un día libre, pero la gente religiosa, quería añadirle a lo que Dios había dicho acerca del día de reposo, y se inventaron una cantidad de reglas.
El día de reposo solía ser el sábado, y después Jesús resucitó de entre los muertos el domingo. Entonces la iglesia empezó a adorar en el día que el libro de Apocalipsis llama el Día del Señor, el domingo. Constantino, el emperador romano supuestamente se convierte al cristianismo a principios de los años 300, y de repente, declara que el domingo es el día de reposo. En la fundación de Estados Unidos no podíamos decidir si íbamos a guardar el sábado judío, o el día de reposo cristiano, el domingo. Pues nosotros, los estadounidenses, adoptamos ambos días. Adoptamos un fin de semana con ambos días de reposo. Algunos de ustedes dirán, ‘¿En serio?’. ¿Hay otras religiones que tienen otros días de reposo? Quizás podamos incorporarlos también’. Es cierto, tenemos un fin de semana con dos días de reposo. Y Pablo dice en el Nuevo Testamento, que no dejemos que la gente juzgue en qué día se presenta este principio. Tome un día para descansar de sus labores, disfrute a Dios, su trabajo, pase tiempo con sus amigos, su familia, sus vecinos, practique la hospitalidad, disfrute de su comunidad, y tómese una siesta, porque el Dios soberano del universo todavía lo tiene todo bajo control aunque usted se tome un día de descanso. Es un excelente principio, pero repito, la gente religiosa se inventó una cantidad de reglas que Dios nunca puso en la Biblia. Y les diré de entrada, nosotros amamos la Biblia. Creemos en todo lo que dice. Y si ha venido con una lista adicional de reglas, siéntase en libertad de deshacerse de ellas. Todavía tenemos muchas cosas que estamos arreglando aquí. No estamos listos todavía para ver su lista de reglas. ¿Amén?
Ahora, hoy aprenderán algunas cosas acerca del legalismo. Lo primero es esto. El legalismo nos llena de denuedo. Vamos a abordar este relato donde Jesús entra en conflicto con unos legalistas religiosos en el día de reposo. Lucas 6:1–2 “Aconteció en un día de reposo..”, o sea, era el día de reposo. Esto fue antes de que Jesús resucitara de los muertos, porque ahí fue cuando el día de reposo cambió de sábado a domingo. “que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían restregándolas con las manos. Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de reposo?”.
De acuerdo, vamos a conocer algunos personajes aquí. Primero conoceremos a los fariseos, y más adelante en este capítulo, tendremos un encuentro con los escribas. Los escribas eran personas religiosas de más de 40 años de edad, que recibieron una educación teológica formal. Yo cumplo 40 este otoño, así que digamos que estos eran mis pares. Detesto decirlo, pero eran los religiosos profesionales, los maestros. Los llamaremos la abeja reina.
Y después estaban los fariseos. Estos eran sus seguidores, gente de la clase trabajadora, que por lo general no habían recibido una educación formalizada. A estos llamaremos el enjambre. Y lo que hacían era tomar la enseñanza de la abeja reina y se congregaban en enjambres con otros líderes religiosos en clases y reuniones, cultos y grupos. Se enjambraban y criticaban, y picaban, y mataban. De acuerdo, así que ustedes pueden ser los fariseos.
Ahora, sucedía lo siguiente: Esto era lo que hacían. En el día de reposo, el sábado, Jesús está caminando por un sembrado. En el Antiguo Testamento, en el libro de Deuteronomio, había leyes que protegían lo que uno podía hacer al pasar por el sembrado de alguien, si tenía hambre, a menos que sacaran una horca para aventar el trigo o una cosechadora y les robaran todo sin que se dieran cuenta, podían recoger un poco de comida para alimentarse. Era una provisión generosa para los hambrientos. Así que no están desobedeciendo la ley.
Así que van caminando y de repente arrancan unas espigas. Las restriegan con sus manos preparando una comida porque tienen hambre. Según la gente religiosa, uno no puede preparar comida los días de reposo, eso se hacía el día anterior. Y se idearon—porque la Biblia dice que no debían trabajar en el día de reposo— un apéndice que le añadieron a la Biblia. Una lista de 39 cosas que los judíos definían como ‘trabajo’. No me estoy inventando esto.
Y al ver a Jesús, se dan cuenta que ha transgredido cuatro de sus reglas. La primera: Está cosechando. La segunda: Está trillando. La tercera: Está aventando. Y la cuarta: Está preparando comida. Entonces se le acercan, y noto que se le acercan ¿en dónde? En el mismo sembrado. Y empiezan a caminar con él. Eso es lo que hace la gente religiosa. No les parece mala idea fastidiar a Dios, pero no está bien hacer un sándwich. Así es la gente religiosa. Y hoy en día con Twitter, Facebook, y el blogging, la gente religiosa, mejor dicho, es como una adicción para ellos. Se ponen a RSS feed, y empiezan a ciber-acosar’ a todo el mundo. Eso es lo que hacen.
Así que están siguiendo a Jesús por el sembrado, y le dicen, ‘lo que estás haciendo es ilícito, está prohibido hacerlo el día de reposo’. Se lo dicen con osadía. Llegas a Jesús convencido de que al discrepar con él es él quien está equivocado. Es una idea absurda. ‘Hola Dios, ¿por qué haces esto?. Has trasgredido nuestras reglas’. ¿Creen que a Jesús le interesan las reglas? ¿Creen que Jesús les dice, ‘Oh, lo siento’?. ‘Yo hice los Cielos y la Tierra, y un escriba quien yo hice, hace una lista. Pues, no estoy muy interesado en la lista que ese escriba hizo, (porque yo hice a ese escriba)’.
Miren, esto es lo que sucede. La gente religiosa es muy osada. Lo siguen a uno de aquí para allá. Nos dicen cosas de frente, convencidos de que si surge el más mínimo desacuerdo, ellos están en lo correcto y uno no. Y algunos de ustedes les será muy difícil tratar con la gente religiosa porque son muy atrevidos. Ustedes son más tímidos. Ellos son más arrojados, y los van a aplastar. Algunos de ustedes son jóvenes, ellos son viejos. Algunos de ustedes cristianos recién convertidos, ellos han sido cristianos por mucho tiempo. De acuerdo, algunos de ustedes no han leído mucho, y lo que saben es muy sencillo, mientras que ellos saben muchos versículos. Puede que no los usen correctamente, pero se los saben. Y los pondrán a la defensiva. Lo harán sentirse como un estúpido, que usted no es tan santo como cree, y que no sabe nada porque no ha leído, y que debería callarse y obedecerles porque ellos saben lo que están diciendo. Si usted se deja, le robarán su gozo. Le robarán su libertad en Cristo. Son osados.
Uno puede hablar con denuedo y estar equivocado. Uno puede hablar con denuedo y estar equivocado. Por el hecho de hablar con denuedo no significa que tengan razón. Algunos de ustedes deben defenderse contra familiares y amigos, colegas de trabajo y la gente religiosa. Son tan osados, que confrontan a Jesús cara a cara. Eso indica que están muy mal. No lo están acusando de desobedecer la ley. Él está desobedeciendo sus leyes. De paso les digo que Jesús no podría graduarse de muchos institutos bíblicos o ser miembro de muchas congregaciones, porque quebranta algunas de sus reglas. Él no quebranta ninguna de las reglas de la Biblia. Pero infringe ciertas reglas religiosas.
Segundo: El legalismo nos hace incumplir lo que dice la Biblia. “Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre él, y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, [el tabernáculo], y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes y comió, y dio también a los que estaban con él?”. Está diciendo lo siguiente, ‘ustedes tienen muchas reglas, pero sus reglas no concuerdan con la Biblia’. Por lo tanto están atrapados en un terrible dilema. Guardan sus reglas y desobedecen la Biblia, o cumplen con lo que dice la Biblia y se arrepienten de sus reglas. ¿Qué van a hacer?
Y hace algo que los filósofos llaman reductio ad absurdum, o sea que filosóficamente hace esto: Suponiendo que la postura de su opositor es correcta, llévela a su conclusión más lógica y demuestre lo ridícula que es, porque la religión es ridícula. Les daré un ejemplo: Hace poco estuve en una conferencia. Un pastor bautista llegó y, mejor dicho, este señor estaba disgustado, y me dijo: Todo consumo de alcohol es pecado’. Eso fue lo que dijo. Y le dije, ‘mire, sucede lo siguiente, yo vengo de una familia de alcohólicos. Sé que el alcohol puede causar mucho daño. No tomé nada hasta que cumplí 30 años porque tenía miedo de volverme un alcohólico. No creo que ningún menor de edad deba tomar, o que la gente desobedezca la ley y haga tropezar a los demás, Si me está diciendo que el alcohol puede ser peligroso, estoy de acuerdo. ¿Pero está seguro que quiere decirlo de esa manera? ¿Que todo consumo de alcohol es pecado?’ Y me dijo que sí. Y le dije, ‘De acuerdo, permítame suponer que lo que dice es cierto. Usted sirve, yo contesto, y mi siguiente pregunta es, ¿y qué hacemos con Jesús? Jesús hizo vino y se lo tomó’. Hubo un silencio largo e incómodo. Me dijo, ‘O tomó mosto o tomó vino, y si tomó vino, no debió haberlo hecho’. ¿Así que usted es más santo que Jesús?’. Es un problema muy serio. Si ven, o cambiamos la Biblia o ponemos en tela de juicio el carácter de Jesús, quizás no sea la mejor conclusión. ¿El Dios que usted adora acaso va a rendirle cuentas a usted? Me parece que la relación está invertida. Jesús nunca pecó, pero tomó vino.
Jesús hace lo mismo aquí, y dice, ‘De acuerdo ustedes tienen una regla de no poder preparar una comida y comérsela, a menos que fuera algo preparado antes del día de reposo’. Mejor dicho les dice, ‘no nos pongamos a discutir sobre su tonta lista de reglas. Veamos qué dice el libro que Dios ha escrito’. Les dice, ¿recuerdan lo que dice 1 Samuel 21? Saúl era el rey, empezó bastante bien, pero se volvió loco de remate, se salió de quicio. Empezó a arrojarle lanzas a David quien habría de ser su sucesor, el próximo rey. David con sus guerreros valientes, sus compañeros, están escapando por sus vidas, y esto sucede en el día de reposo. Y sé que la gente religiosa dice que uno no puede correr en el día de reposo. Pues están tratando de matarlo y él tiene que correr.
Así que corre por su vida, y llega al tabernáculo, busca el sacerdote y le dice: ‘Miren. Estamos muertos de hambre. Se nos acabaron las provisiones. La vida se nos está acabando. ¿Tienen algo de comer?’. Y el sacerdote dice, “En realidad no, lo único que tenemos son los panes de la proposición’. Ahora bien, en la presencia de Dios había 12 panes. Los colocaban ahí el día de reposo, y los reemplazaban cada semana. Eran para demostrar que Dios es nuestro proveedor y que dependemos de Él. A nadie se le permitía comer ese pan a menos que se quitara del altar después de una semana. Los sacerdotes podían comérselos porque eran hombres santos de Dios. A ellos se les permitía comerlos.
Y el sacerdote le dice, ‘Lo único que tenemos es ese pan’. Ese es el único pan que tenemos’. Entonces les hace una pregunta, ¿son ustedes hombres santos o no? ¿Son la clase de soldados que andan por ahí con mujeres, o han mantenido limpias sus manos? David les dice, ‘Mis hombres y yo amamos a Dios. No hemos tenido relaciones con mujeres. No somos inmundos y pecaminosos, ni impíos, como lo son muchos soldados. Somos hombres piadosos; servimos a Dios, como los Hermanos caradura. Estamos en una misión para Dios. Es que tenemos hambre, es todo’. Entonces el sacerdote toma los panes de la proposición y se los da a David y a sus hombres, y van a comerse su buen banquete.
Ahora, la pregunta es, ¿pecaron al comerse esos panes? ¿El sacerdote pecó al darles esos panes? La respuesta es no. No. Por lo tanto el legalismo nos hace incumplir lo que dice la Biblia. Jesús les dice, ‘Saben, yo soy mayor que David, y mis hombres son mayores que sus hombres, y los sacerdotes permitieron que se comieran los panes santos en el día de reposo, por lo tanto nosotros sin duda podemos recoger unas cuantas espigas en el día de reposo. No estamos deshonrando a mi Padre. No estamos pecando contra Él. Cumplimos con las leyes del día de reposo, pero nuestro Dios ama la misericordia y él cuida a las personas, y nosotros tenemos hambre, por lo tanto está bien que lo hagamos.’ ¿Sí ve lo que pasa? La gente religiosa incumple lo que dice la Biblia. Hacen reglas que están fuera de lo que dice la Biblia. Después hacen cumplir sus reglas que no están en la Biblia, e inevitablemente ahora tienen que empezar a contrariar a todo el mundo o a cambiar porciones de la Biblia. No es bíblico. No es bíblico.
Número tres: el legalismo nos vuelve arrogantes. “Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo”. Mire lo arrogantes que son: Vienen a Jesús a discutir, no a oír. Jesús les dice, ‘En primer lugar, yo soy el Hijo del Hombre’. Ese es un título dado a Dios en Daniel capítulo 7. El Hijo del Hombre es el que está con Dios Padre en la eternidad pasada, y viene a la historia humana como Dios, hombre, Gobernante, y Rey. Y Jesús le dice, ‘Ese soy yo, así que no discutan conmigo. Más bien óiganme. No peleen conmigo, síganme. Si no estamos de acuerdo, tengan por seguro que están equivocados’.
Algunos de ustedes vienen a este lugar y no están de acuerdo con Jesús, no están de acuerdo con ciertas porciones de la Biblia. Pues tengan por seguro que están equivocados. Es pura soberbia decir, pues eso es lo que opina Jesús’. ¿Sí?, Él es Dios así que su opinión en realidad no cuenta. Y Él dice, ‘Yo soy Señor del día de reposo’. Dice que Él es Dios el Creador, y que todo este asunto del séptimo día fue idea suya. ‘Eso de tomarse un día de descanso, esa idea fue mía’. Por cierto, el libro donde está escrito eso, ese libro es mío. Por lo tanto a mí me corresponde decidir lo que es y no es aceptable en el día de reposo’.
Pero esto es lo que hace la gente religiosa. Son tan arrogantes. Siempre asumen la postura de un juez, y empiezan a juzgar a Jesús. Si lo permitimos, la gente religiosa nos pondrá a la defensiva. Nos juzgarán. Harán que les rindamos cuentas a ellos, no a Jesús. De repente, estamos tratando de congraciarnos con ellos. Tratamos de ganarnos su admiración para que nos digan, ‘bien hecho buen siervo y fiel’. Increíblemente arrogantes. Asumen el lugar de Dios, y Jesús no tolera eso. Él no apela a la autoridad de ellos. No acepta su teología. Al contrario, los invita a reconocerlo a Él como Dios que se hizo hombre, el Señor del día de reposo, y de los seis días restantes de la semana. Arrogantes.
Y para algunos de ustedes, aquí es donde tendrán dificultades, porque la gente religiosa es muy orgullosa. Son autosuficientes. Se sienten completamente seguros de sí mismos. Y puede que les hagan pensar, ‘No sé puede que tengan razón’. Parecen estar tan convencidos ellos mismos que se vuelven convincentes.
Además, lo que vemos es que el legalismo hace que no amemos a las personas. Luego continúa del primer relato al segundo relato. Lucas 6:6–10, “Aconteció también en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha. Y le acechaban los escribas..[ahí está la abeja reina], y los fariseos, [ahí está el enjambre], para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle”. Eso es muy diciente. “Mas él conocía los pensamientos de ellos” creo que por medio del Espíritu Santo, “y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie. Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o hacer mal? ¿salvar la vida, o quitarla? Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada”.
Aconteció lo siguiente. La Biblia dice que no se debe trabajar en el día de reposo. Entonces la gente religiosa llega y se inventan reglas, y una de esa reglas no les permitía dar atención médica de urgencia los días de reposo, y tenían una lista larga de reglas donde definían lo que constituía una emergencia, como el nacimiento de un niño, o un accidente traumático.
La gente religiosa obraba también de esta manera. Hacían las cosas por medio de algo que se llama, ‘el temor del hombre’. En Proverbios 29:25 dice, “El temor del hombre pondrá lazo”. Les encanta causar alboroto en público, por eso se enjambran en los blog, se enjambran en Facebook, se enjambran en Twitter, se enjambran en una iglesia, se enjambran en las reuniones de las iglesias, en las cenas en casas ajenas, se enjambran en el trabajo, o como lo hacen los familiares en los días feriados. Se enjambran y siempre andan buscando una audiencia para presionar a la gente, para que claudiquen, para que se queden callados. ¿Quieren que los piquen más? Entonces dense por vencidos, claudiquen. Por eso siempre andan buscando pleitos con Jesús donde quiera que hay a una multitud, y aquí sucede en el día de reposo, el sábado, el las sinagogas, frente al público.
Y dice que no vinieron a oír a Jesús, sino a acecharlo “para hallar de qué acusarle”. Déjenme decirles, deberían examinar sus propios corazones. Cuando me oyen a mí, o a otro predicador o maestro en la radio, en el podcast, al leer un libro, ¿están oyendo, están leyendo? Primero pídanle a Dios, ‘Está bien Dios, enséñame. Quiero ser humilde. Quiero aprender. Segundo, díganle, ‘muéstrame mis pecados, mis faltas, mis defectos, y mis fracasos, para que pueda crecer’. Tercero, ‘muéstrame cosas con las que puedo ayudar a los demás como un buen amigo’. Cuarto, ‘ si hay algo malo, o incorrecto, y muy peligroso aquí, muéstramelo para que no caiga en el error’. Pero no empiece con… ‘si no estoy de acuerdo, ellos están equivocados. Yo tengo razón y estoy aquí como Dios, para juzgar’.
Cuando usted viene a la iglesia, ¿lo hace para oír o para criticar? ¿Viene a encontrar algo que le ayude, o a fastidiar a la gente, criticando las faltas que encuentra porque se considera inerrante como la Biblia? El corazón de ellos es malo. Mejor dicho, piense lo siguiente, tuvieron la oportunidad de oír las enseñanzas de Jesús, y no oyeron ni una sola palabra. Lo único que piensan es, ‘Oh, puedo sacar esa cita de su contexto, Con eso lo podemos hacer tropezar. Eh, yo no lo hubiera dicho así, por lo tanto es obvio que lo dijo mal. No, esa no es una buena ilustración, yo lo hubiera dicho de otra manera’. Están criticando y tratando de argumentar contra las enseñanzas de Jesús. Tratan de encontrarle algún error a las enseñanzas de Jesús. Permítanme decirles esto: Las enseñanzas de Jesús no tienen errores. Siempre podremos encontrar faltas con otras personas, sobre todo conmigo. ¿Quieren señalar mis errores? Si no pueden encontrarlos, mándenme un e-mail y les diré cuáles errores cometí en este sermón, ¿de acuerdo? Este sermón tiene muchas imperfecciones. Los maestros no son inerrantes como lo es la Biblia. Y tampoco quienes los escuchan.
Y este hombre entra con la mano seca. Este es el diagnóstico que hace Lucas el médico, no sabemos si nació así, o si había sufrido un accidente traumático, no sabemos qué le pudo haber pasado. La mayoría de las personas son derechas, por lo tanto, esta es la mano que más necesita. Su mano derecha está seca, y entra al lugar. ¿Saben lo que quiere este hombre? Quiere ser sanado; y los religiosos habían decidido que no es una emergencia, que regresara otro día, lo cual es muy cruel porque para este hombre no cabe duda que es una emergencia. ‘Mi mano no funciona, si Jesús pudiera sanarla, sería algo bueno para mí. Mejor hoy que mañana’.
Entonces Jesús tiene que decidir. Sanará a este hombre en público delante de todos estos escribas y fariseos, sabiendo que les dará oportunidad para criticarlo, o claudica ante el temor del hombre y le dice al de la mano, ‘Lo haré mañana, en privado, para que no me critiquen’. La Biblia dice que Jesús con denuedo los miró a todos alrededor, cara a cara. Lo que está diciendo es esto: ‘Tú, y tú, y tú, y tú, y tú, y tú, y tú, y tú, y tú, tendrán todos que tomar una decisión. ¿Vivirán para recibir la aprobación de los escribas y los fariseos y los legalistas religiosos, o servirán a Dios solamente?’.
Y Jesús le dice, ‘Párate y ven acá, y levanta tu mano derecha’. Esto es un acto de fe. ‘Si crees que puedo sanarte, levanta tu mano’… y lo hace. Esto es un acto de fe, por lo tanto lo sana. Y los religiosos están tristes porque Jesús no pintó por números’. Nuestros números’, dicen ellos, ‘dicen que solo podemos colorear con verde en cualquier día que no sea el día de reposo, y tú estás pintando con el color correcto en el cuadrito correcto, pero pintaste en el día equivocado. Por lo tanto estamos enfadados contigo’. Es sorprendente. Es algo trágico. Es algo horrible.
Así es la religión, porque en realidad, ¿era demasiado trabajo? El hombre levantó el brazo, lo cual no requiere mucho esfuerzo, y Jesús lo sanó. Eso es todo. No fue mucho trabajo. trabajaron más los que criticaron a Jesús, que el hombre que sanó Aun así, con toda la ideología religiosa que tenían, criticar a Jesús no califica como trabajo, pero que un hombre simplemente levante el brazo, eso era un verdadero problema, porque así piensa la gente religiosa. Por eso Pablo dice en el Nuevo Testamento, descansen en el día de reposo, de veras lo necesitan. Es un don de Dios, pero no dejen que nadie los juzgue.
El domingo, es el día de reposo cristiano. Deberían tomarse el día libre y dedicarse a ser hospitalarios, a disfrutar de sus amistades, y tomarse el día libre. Algunos de nosotros trabajamos los domingos. Yo trabajo los domingos, no sé si lo habían notado. Yo trabajo los domingos, así que mi día de reposo no es el domingo. El sábado es mi día de reposo. Miren, Dios quiere que descansemos más y más, y que crezcamos en amor, y en nuestra relación con Él y con la gente. Y la gente religiosa no entiende eso por lo cual se empeñan en añadir reglas a los dones que Él nos da, y a convertir los deleites en deberes y en pesadeces.
Si de veras quiere criar a alguien que odia a Dios, como padre de familia, sea legalista con ellos, póngale tantas reglas a la fe y a Dios para que ni siquiera lo disfruten ni se sientan libres. Algunos de ustedes fueron criados en hogares como esos, y ni siquiera saben que hay una diferencia entre Jesús y la religión, y me disculpan, pero sí la hay. Quiero que vean aquí, que la gente religiosa son los que pelean contra Jesús, no trabajan con Él, sino en contra. Estas son las personas que en última instancia matan a Jesús. Ellos son el verdadero problema.
Hablé con un tipo hoy más temprano, y llegó y me dijo con lágrimas en los ojos. Lo mencioné en un sermón hace un poquito. Me dijo, ‘Pastor Mark, no soy cristiano. Toda mi familia es muy religiosa. Les encantan las reglas y añadirle reglas a las reglas’. Y me dijo, ‘¿Está seguro que existe una diferencia entre la religión con todas sus reglas, y Jesús?’. Y le dije, ‘Sí’. Me dijo, ‘Porque sé que tengo muchos pecados, y necesito un Dios que me perdone y me ayude, y no uno que me dé más reglas que no puedo cumplir’. Y le dije, ‘pues ese es Jesús. Jesús le mostrará su pecado, Él murió por su pecado para perdonarlo, y después le dará vida nueva, y el poder del Espíritu Santo, y el apoyo de su pueblo para ayudarlo a cambiar’. Y me dijo, ‘¿Así que Dios no se aparta de mí ni me juzga, ni me da más reglas que cumplir?’. Y le dije, ‘No, Dios se le acerca en la Persona de Jesús para ayudarle a cambiar’. El tipo me dijo, ‘siempre odié a Jesús, pero creo que en realidad odiaba la religión. Él dijo, ‘¿sabe, parece que Jesús puede ayudarme y necesito mucha ayuda’.
Efectivamente, algunos de ustedes que son religiosos, son muy serios, y son orgullosos, y son devotos… y están matando a la gente. Están matando a la gente. En nada les están ayudando . De hecho, Jesús dice, ‘Sus conversos son dos veces más hijos del infierno que ustedes’. Miren a estas personas. Algunos de nosotros leeríamos esta historia y diríamos, ‘no puedo creer que le hicieran eso a Jesús’. Si usted es una persona religiosa, si es un legalista, si es un moralizador, y se siente moralmente superior, si tiene el corazón empedernido, si tiene reglas que no figuran en la Biblia, que estima de igual autoridad a la Biblia, está a punto de convertirse en un fariseo. Ha tomado el primer paso. Algunos de ustedes ya de largo van por ese camino, y es un camino cruel. Fueron muy crueles con Jesús. Se presentaron ahí para criticarlo. No tratan amorosamente al hombre. Les disgusta cómo fue sanado.
Por lo tanto haremos esto. Tomaremos unos momentos para burlarnos de la gente religiosa. Y lo haremos en forma amorosa. No, lo hacemos porque nos encanta burlarnos de la gente religiosa. La gente religiosa se toman demasiado en serio. Esperan que todos los tomen muy en serio, y a veces lo mejor que podemos hacer es reírnos de ellos e invitarlos a que se unan a nosotros para que encuentren su liberación. Por eso es que los profetas del Antiguo Testamento y Jesús usaban ironía profética y sarcasmo. Así que nosotros también nos burlaremos de muchas personas religiosas, porque creemos en la diversidad, por lo tanto creemos en mofarnos de muchas personas, ese es nuestro compromiso de diversidad.
Empecemos con los judíos. Ahora bien, el judaísmo de veras es una religión basada en el legalismo. Tienen muchas reglas, y reglas acerca de las reglas, y diferentes tribus y equipos, y distintas reglas. Les daré un ejemplo, Un integrante del plantel tiene un amigo judío, y su equipo judaico ha creado una regla: que no pueden viajar más de, digamos, creo que es una milla en el día de reposo, con la excepción de que el viaje sea sobre el agua. Eso era por si iban en un barco. Es difícil medir cuánto es una milla, y a veces un barco se mueve más de una milla por estar en el mar, por lo tanto no hay mucho que se pueda hacer. Así que este tipo, para cumplir con la ley, se monta en su carro el día de reposo, pone una botella de agua debajo de su asiento y empieza a conducir, sabiendo que ha cumplido con la regla de viajar sobre el agua. Imagínense a Dios en Cielo, diciendo, ‘Qué ingenioso. No me lo esperaba. Me tomó por sorpresa con eso’.
Lo que tampoco entiendo de la religión, y de la gente religiosa que les encantan las reglas, y las reglas sobre las reglas, son los sombreros que se ponen. No entiendo los sombreros. No sé por qué si uno va a un lugar donde hay católicos, tiene que quitarse el sombrero. Si va a un lugar donde hay judíos, tiene que ponerse el sombrero. Dependiendo a cual equipo pertenezca ya sea en el judaísmo o el catolicismo, o en la ortodoxia, le dan un gran sombrero de colores, redondos, de todo tipo. No entiendo los sombreros. Son chistosos, por eso decidí compartir algunos con ustedes. Este es un ejemplo de un sombrero religioso. Lo que me gusta de este sombrero es que le cabe un pastel adentro. Me encantan los pasteles, así que eso me gusta. Y es muy gracioso, porque parece que la gente religiosa piensa, ‘A ver, Dios está en el Cielo. Nosotros estamos aquí. ¿Ahora podrá distinguir quienes son sus hijos? Pues bien, pongámonos todos los sombreros para que no nos distinga’. ‘Mi pueblo son los que se ponen sombreros’.
Me encanta cuando combinan los sombreros con las faldas en un hombre. Siempre pienso que es una buena combinación. Estos son líderes religiosos. ¿Saben distinguir quién es el líder? El que tiene el sombrero. El sombrero siempre nos acerca más a Dios, así que se lo damos a usted. Yo no me pondría un sombrero, quizás un sombrero de vaquero. También me encantan los vestidos. No estoy seguro cuándo empezaron a usar faldas, siempre se me hace curioso cuando un líder religioso tiene que ponerse un vestido. Siempre que un hombre tenga que ponerse un vestido, algo no cuadra teológicamente para mí. A menos que sea la capa del Jedi. Me encantaría ponerme una capa de Jedi.
También les contaré algunas cosas que aprendí acerca de los judíos en Israel. Fui a Israel, lo cual fue algo asombroso, y descubrí algo que se llama el elevador del Sabbat. Lo compartiré con ustedes. Estas imágenes oficiales fueron tomadas en el sitio donde estábamos en Israel, de un Sabbat, un ascensor Sabbat. Y la regla que tienen aquí es que si uno es judío, en el día de reposo no pueden hacer que la electricidad fluya por lo tanto no pueden oprimir botones. Así que el ascensor Sabbat, que había en el hotel—yo no sabía esto—se detiene en cada piso para que ningún judío ortodoxo tenga que oprimir los botones, porque sería pecado oprimir un botón. Así que yo no lo sabía. Como yo no era más que un tonto gentil, me monté en el elevador Sabbat con un montón de judíos. Y se detuvo en cada piso. Era súper lento. Así que le pregunté a uno de los tipos, ‘¿qué le pasa a este ascensor?’. ‘Oh’, me dijo, ‘Este es el ascensor Sabbat’. Entonces le pregunté, ‘¿Sabbat significa lento en hebreo?’. Y me dijo, ‘No, es que no podemos oprimir los botones, porque eso sería pecado; por eso para en cada piso durante el Sabbat’. Le dije, ‘¿hay un ascensor para gentiles?’. Y me dijo, ‘Sí, hay ascensores para gentiles, en los que puede oprimir los botones’. Y le dije, ‘Está bien’… gracias Jesús. Entonces, fui y me monté en un ascensor para gentiles, que de aquí en adelante llamaré el ‘gentil ascensor’. Y me monté en el gentil ascensor, y tan pronto me monté en el gentil ascensor, todos los judíos se montaron en el gentil ascensor y dijeron: ‘¿podría oprimir el #7 por favor?’. [Se ríe la congregación] ‘Es pecado, ¿puede hacerme el favor?’ ‘Sí, soy un cristiano del Nuevo Pacto, y lo oprimo dos veces’. Asombroso, ¿no es cierto?
A la mañana siguiente, después de montarme en el gentil ascensor donde me tocó oprimir los botones para todos los judíos, que adoro con toda el alma, encontré un hombre que llamaré el señor trenzas de oro porque tenía unas patillas cuasi como trenzas de oro. Y era un tipo bien grande, de unas 400 libras, y no podía sacarse las cosas del bolsillo porque no podía alcanzarlas. Y para el desayuno estaba comiendo una enorme tarta de queso con un vaso de leche de chocolate inmenso, con su sombrero negro puesto, claro, con camisa blanca, y su correíta trenzada, pantalón negro, zapatos negros, y esas patillas o rizos como trenzas de oro. Entonces le pregunté a uno de los judíos que iba con nosotros, uno muy formal, le dije, ‘¿por qué come tantos lácteos ese señor para el desayuno. O sea esa tarta de queso para el desayuno?’. Y me dijo, ‘Usted sabe que las leyes dietéticas nos prohíben comer productos lácteos después de ciertas horas del día. No podemos mezclarlos con otros alimentos, por lo tanto, tratamos de agradar a Dios y nos comemos todos los lácteos de una sola’. ¿En serio? Así que una tarta de queso completa con cuatro vasos de leche de chocolate, y Dios está en el Cielo diciendo, ‘Eso era lo que yo quería, que todos mis hijos murieran de ataques al corazón y por intolerancia a la lactosa… genial’. Esos son ejemplos de los judíos.
Ahora con los católicos. ¿Dijo católicos? Sí, lo dijo. Sí dijo eso. A mí me criaron como católico. Me agrada que estén aquí. Bienvenidos a Mars Hill, espero que disfruten nuestra misa. Y en el catolicismo resulta que hay muchas reglas tontas. Una de ellas era que no les permitían comer carne los viernes. No sé por qué. No sé por qué. Y lo que pasaba era que en Zúrich, durante la reforma, todos los protestantes se reunían los viernes por la noche cuando llegaban del trabajo, y hacían un asado en toda la ciudad, lo cual me parece asombroso. En el catolicismo también hay reglas raras en las que no se les permite a los sacerdotes casarse, lo cual no ha dado buen resultado. A veces no contratan a los hombres más sanos cuando se les prohíbe casarse y tener hijos. No ha funcionado muy bien. Pablo dijo que esa era una de las doctrinas de demonios’. Y aunque amo a los católicos, no estoy de acuerdo con muchas de sus tontas reglas. Dicen cosas como, ‘Es que Pedro es nuestro Papa. Él fundó nuestra iglesia’. Está bien, entonces hagamos un reductio ad absurdum’. Él estuvo casado. De hecho así fue. Ya lo vimos en el evangelio de Lucas. Dice que Jesús vino y sanó a su suegra. Las suegras vienen con las esposas. No sé si lo sabían. No hay ningún tipo allá afuera que esté diciendo, ‘la esposa ni me va mi me viene, pero la suegra, eso sí es lo que quiero’. Las dos vienen juntas. Pedro tenía una suegra, eso significa que tuvo esposa. Estaba casado, por lo tanto todo esto está basado sobre un sistema defectuoso y errado.
Otra cosa en el catolicismo que pienso que es muy pero muy interesante, es que cuando fui a Israel, algunas ciudades están regidas por iglesias católicas, los lugares santos, y cuando llega a los lugares santos, siempre ve el aviso. Notará que no hay versículos en los avisos, porque no está en el Libro de Dios. No pueden vestirse de pantalón corto, y les pregunté varias veces, ‘¿por qué?’, Porque mostrará las rodillas’. Dios las ve de todas maneras. No es que Dios vaya a decir, ‘oh, estos son pantalones. No puedo ver las rodillas’. Es que no entiendo.
Les he guardado quizás lo mejor para lo último sobre el catolicismo. Y esto es un asunto muy importante para los que antes eran católicos. Sobre todo en nuestro campus en Albuquerque donde el catolicismo está hasta en el agua que se toman, y es algo que tenemos que enfrentar a diario. Respiren profundamente. Voy a recargarlo porque esta ilustración es tan asombrosa. Tenemos que explicarla bien. Aquí está mi sermón #23 en Lucas, y he querido compartir esto por mucho tiempo. Este es fabuloso.
En la Biblia, Jesús enseñó y salieron 5.000 hombres, mas mujeres y niños a oírlo, serían en total unas 20.000 a 25.000 personas. Y un niño vino y le dio un almuercito, ¿correcto? Un par de pescados con unos panes, un almuercito hebreo. Y Jesús lo multiplica y alimenta a las 20.000 a 25.000 personas. Entonces todos se sentaron en el pasto y tuvieron un picnic enorme. Y pensé, espero ir a ese lugar para visualizar en mi mente las 20.000 personas comiendo sobre una colina, y cuando llegué, era un lugar santo para los católicos. En serio, este es el letrero… [‘Los picnic están prohibidos’] Es algo asombroso. [Risa] ¿Saben lo que necesita este lugar? Necesita un aviso que diga, ‘los picnic están prohibidos en este lugar’. Es asombroso.
Los musulmanes. De pronto hay silencio. Todos están diciendo, ‘Hombre, por qué no hablamos más bien de los mormones y sus calzoncillos, ¿podemos hablar de otra cosa?’. No, eso sería demasiado fácil. No hablaremos de los burka. Solo les daré una cosa de los musulmanes. Es asombroso, todo el mundo está pensando, ‘hombre, hazlo rápido, no te detengas’. Estuvimos en Turquía—en donde predominan los musulmanes—todos son musulmanes, o al menos todos dicen ser musulmanes. Y a todo lugar donde íbamos a comer, nos decían, ‘¿se le ofrece un raki?’. Creo que así se dice. ‘¿Quiere un raki, quiere un raki, quiere un raki?’ Y pensé, ‘me encantaría conocerlo, ¿se encuentra aquí?’. Y me dijeron, ‘No, es una bebida’. De acuerdo, ‘¿qué clase de bebida?’. ‘Es una bebida alcohólica muy fuerte, que sabe a…¿qué es? Sambuca’. Y pensé, ‘¿De veras?’. Oh, está bien. ‘Pues ustedes pertenecen a un país musulmán’. Así que finalmente le pregunté a nuestro guía turístico, y le dije, ‘ustedes viven en un país musulmán. Se supone que no deben tomar bebidas alcohólicas. Sin embargo, me siguen ofreciendo un raki, ¿por qué?’. Y me dijo, ‘Es nuestra bebida nacional’. ¿De veras? La bebida nacional es un licor fuerte. Una botella de agua hubiera sido una mejor opción por cuestiones de salud, pero no soy pendenciero. De acuerdo. ‘Explíquenme esto, por qué dicen que a los musulmanes no se les deja tomar si su bebida nacional es un licor fuerte?’ Y lo que me dijo fue, ‘Usted sabe, a los eruditos musulmanes no se les permitía tomar leche fermentada, pero este alcohol ha sido destilado’. Entonces uno puede ser un alcohólico si la bebida es destilada, sin ningún problema. Pero no puede ser un alcohólico que toma bebidas fermentadas. ‘Tenemos que fijar los límites en alguna parte, y ahí es donde trazamos el límite’. Pensé que era asombroso.
Qué les parece esta. ¿Saben qué? No son solo las personas religiosas, hay personas seculares también. Los desafío a que hagan esto hasta con un ateo aquí en Seattle. Consigan un todoterreno bien grande, y vayan a un centro de yoga, ¿de acuerdo? y déjenlo ahí andando sin apagar el motor. Bajen los vidrios y empiecen a comer mucha carne. Está bien, mientras fuman un cigarrillo y arrojan la basura en el parqueadero. Miren si los fariseos en la posición de lotus no salen a su encuentro y le dicen, ‘¿Qué está haciendo?’. ‘Eh, estoy fumando a menos de 20 pies del edificio, estoy tirando la basura en el piso, estoy matando animales y me los estoy comiendo. Y dejo mi carro prendido porque dicen que causa calentamiento global, y como hace mucho frío…. Así que disculpe que mi todoterreno esté andando por muchas horas, y que de vez en cuando vacíe unos tarros de aerosol. Si quiere lo invito a comer carne conmigo. Le ofrezco un cigarrillo y nos vamos manejando hasta el río. Pondríamos nuestras cenizas sobre los salmones, y tendríamos salmón ahumado’. Y verá si no está hablando con un verdadero fariseo, ¿cierto? Los ateos farisaicos llegan.
También trataremos con los cristianos, ¿de acuerdo? Así que ya estamos reformados. Escogeremos a un calvinista. La Confesión de fe de Westminster que es bastante buena, dice en los capítulos 21, en el punto número 8, creo, que en el día de reposo no se nos permite hacer nada que sea recreativo, o de ‘recreación’. Así que prohíbe los deportes y la diversión. Así que si usted es presbiteriano, lo cual significa que ayer cuando llevé a mis hijos a jugar T-ball y béisbol, y tiré la bola con ellos, si yo hubiera sido miembro de una iglesia presbiteriana que cumplía estrictamente la Confesión de fe de Westminster, he pecado porque jugué pelota con mis hijos. No creo que Jesús estaba refiriéndose a eso. No creo que eso es lo que dice la Biblia.
¿Y qué de las otras formas de legalismo cristiano? ¿Sabían que en la iglesia Mars Hill podemos tener nuestro propio legalismo? Les daré dos formas de legalismo a las que las mujeres de aquí son propensas: el parto natural, y la educación domiciliaria. Van juntos como los dos cañones de una pistola para dispararles a las otras mujeres. El parto natural es cuando no se usan drogas, ¿correcto? Y dicen, ‘Entiendo la crucifixión, porque sentí mucho dolor. Me comprometí tener a mi hijo por parto natural’. El parto natural es bueno, está bien, es genial. Ustedes pueden hacerlo, alabado sea Dios, tienen opciones. Pero eso no funciona con todo el mundo. Algunas mujeres tienen que ir al hospital, yo lo he visto. He estado presente en el nacimiento de cinco de mis niños. El primero fue, Grace, mi esposa estuvo dando a luz por 20 horas. Mi cabeza como la de Shrek, su cuerpo. El doctor finalmente entra y me dice ‘no podemos hacer que la geometría funcione’. Lo entiendo. Ni siquiera puedo encontrar un sombrero que me quepa. ‘Tendremos que hacer una cesárea’, lo cual me asustó mucho. Entonces la llevan de inmediato a la sala de parto. Y dicen que le van a dar una anestesia epidural. ‘¿Qué es eso?’ ‘Eso es cuando entramos en su columna y le aplicamos medicamentos para calmar el dolor, para que podamos hacerle la cesárea’. Después le hacen una incisión y la abren, le sacan los órganos. Estoy ahí viendo todo esto, y de repente la enfermera me mira y dice, ‘¿se le ofrece algo?’. ‘Sí, yo también necesito una epidural, porque estoy muy nervioso’. Pónganme una intravenosa y denme lo que le están dando a ella. Pero los que quieren tener hijos por parto natural dicen, ‘Oh, Cristo nunca haría eso. Yo sufrí por mi criatura’. Y después ese legalismo se extiende a la escuela domiciliaria, y se convierte en el único camino para conseguirlo. No estoy contra la educación en casa, eso está perfectamente bien, pero con algunas mujeres es como cuando dan a luz por parto natural. Por lo tanto hacen su escuela en casa, y no probaron las drogas tampoco. Pues eso está muy bien, pero no se ponga tan religiosa por eso. Oh, qué divertido.
Ahora leeremos algo sacado del Manual de la Universidad Bob Jones, porque podemos hacerlo. El Manual de La Universidad Bob Jones, edición de 1994 y 1995, o sea que no fue hace mucho. Todas las mujeres de noveno grado en adelante deben ponerse las pantihose en todo momento’. Me pregunto si eso incluye cuando duermen. Se me acaba de ocurrir eso. ‘Las faldas de bluyín y las jersey, solo después de las 7:00 pm entresemana. Los sábados y cuando hacen paseos, los bluyines son permitidos para los paseos únicamente. Las faldas cortadas, no las faldas pantalón, [eso es lo que dice], pueden usarse para los partidos los fines de semana.’ Oh, eso está muy bien.
Para los hombres, ‘Abrigo y corbata deben usarse aun durante las asambleas’. Imagínense si durante el culto de la noche los hombres entraran con traje y corbata. ‘¿Nos están invadiendo los mormones? ¿Qué sucede en Mars Hill?’ Sigamos: ‘Cuando están en el campus del frente los domingos, excepto para el desayuno del domingo, requerimos que se pongan corbata. Los peluqueados,’ sabían que se los iba a mencionar. ‘Los hombres deben cortarse el pelo de tal manera que la parte de atrás esté en forma graduada, y no pase del cuello o de las orejas. Las patillas no deben bajar más de la apertura inferior de la oreja. Los bigotes y las barbas no se permiten’. Eso sería difícil para mí porque a mí me crece la barba en cuestión de 17 minutos. Mi papá es Chubaka. ‘No pueden tener más de dos dedos de pelo en la frente, encima de la cejas’. Y había unos pequeños nazis que andaban por ahí chequeando. Aquel muchacho decía, ‘Oh, seré un diácono. Eso es lo que voy a hacer’. Tendrían que expulsar a Salomón del colegio. ‘Oh, pelo largo, eso es’.
‘Los estudiantes de los dormitorios solo pueden ver películas con un rating de G mientras están de visita. Las videocaseteras están prohibidas en los dormitorios’. Esto les encantará, Mars Hill. ‘Los estudiantes pueden escuchar solo tres clases de música. Primera: música clásica. Segunda: semi clásica’, [Risas] Esto es asombroso. ‘Tercera: Música religiosa seria’. ¿Como los cantos musulmanes? Ni siquiera explican lo que eso significa. Después dice que no pueden oír música folklórica o rock, música seria, religiosa, o clásica con tonos folklóricos o al estilo rock, y no pueden oír música de la nueva era. Hay todo un estudio en la oficina del decano que explica la música de la nueva era y sus peligros.
Y esto es interesante. Esta política no estuvo vigente sino hasta el año 2.000. ¿Están listos? ‘Parejas de novios interraciales. No pueden tener novios de otra raza. Los estudiantes que tienen novios o novias, y son de distintas razas serán expulsados. Los estudiantes miembros, afiliados con cualquier grupo u organización que tenga matrimonios de varias razas como parte de sus objetivos, o que aboga por los matrimonios interraciales, serán expulsados’. Esa es la doctrina cristiana fundamentalista de los grados de separación. No pueden casarse con personas de otras razas, y no pueden pertenecer a una organización que esté dispuesta a casar personas de otras razas, porque si no, uno es culpable por asociación. ‘Los estudiantes que tienen novios fuera de su propia raza serán expulsados’. Hasta el año 2.000. Tendrían que expulsar a Moisés porque se casó con una mujer que según la Biblia, era negra. Así que a Moisés, que escribe los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, tendrían que expulsarlo del colegio.
Lo que les quiero decir es, y volviendo a mi premisa que el legalismo nos llena de una osadía que no concuerda con la Biblia, es arrogante y cruel. Y por último, este es el gran problema: el legalismo nos hace peligrosos, nos hace peligrosos. Lucas 6:11, “Y ellos se llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús’. ¿Si ven? Jesús infringe sus reglas, no las reglas de la Biblia. Lo hace en público. Los desafía. Ellos le declaran la guerra pero Él no pierde la batalla. Y lo que deciden es, ‘estamos furiosos’. Y la gente religiosa ataca, se ponen furiosos, y defienden sus ídolos. Cada vez que atacamos el ídolo ajeno, la gente tiende a ponerse muy violenta para defender su ídolo. Cuando su ídolo es la religión, tenderá a ponerse violento para defender su religión, que es su ídolo. Y por lo visto, para ellos, es un pecado que Jesús sane en el día de reposo, pero no es pecado que ellos se conjuren para matarlo en el día de reposo, lo cual es muy curioso. La religión nos hace muy peligrosos, el legalismo nos hace muy peligrosos, podría acabar con todo lo que disfrutamos por la gracia de Dios.
Creo que hay siete pasos para volverse un legalista. Los compartiré con ustedes, así que no pueden hacerlos por la gracia de Dios, par que no enseñen a sus hijos a ser legalistas. Así nos volvemos legalistas:
Primero: hacer reglas que no están en la Biblia. Crear reglas que no están en la Biblia, dándoles igualdad con la Biblia.
Segundo: haga todo el esfuerzo posible por cumplir con sus propias reglas. ‘Me voy a levantar a esta hora y voy a leer tantos versículos. Voy a donar tanto…’ usted haga la lista. Esfuércese mucho, devotamente, con mucha seriedad, para ser un creyente entregado y reconocido. Y no tiene nada de malo que seamos diligentes, siempre y cuando seamos diligentes para lo correcto, como el amor, la gracia, la misericordia.
Tercero: castíguese cuando no cumpla sus reglas. Conmisérese y castíguese. Asuma la posición de Dios. Establezca sus propias reglas, sea su propio juez. Y después haga expiación por sus propios pecados.
Cuarto: vuélvase orgulloso cuando guarde las reglas. ‘Yo lo hice. Me levanté temprano, y serví con mucho esmero. Di mucho dinero. Me entregué del todo. Fui muy devoto. Yo lo hice. Soy una buena persona; soy mejor que los demás’.
Quinto: nómbrese juez de los demás. ‘Oh, usted no hace lo que yo hago. No hace las cosas con tanto esmero como yo. Debería hacer lo que yo hago. Yo juzgo a los demás, los persigo por todas partes. Los critico. Les hago a los demás lo que los fariseos le hicieron a Jesús. Me enfado con las personas que infringen las reglas. O con los que tienen reglas distintas. ¿Cómo se atreve a infringir mis reglas?’. Si usted es padre de familia, y es así, destruirá a sus hijos. Si usted es un jefe que lidera de esta manera, destruirá a sus empleados. Si usted lidera un grupo comunitario, es un diácono, un pastor, o líder espiritual a quien le gusta hacer esto, destruirá a las personas devastándolas y convirtiéndolas en personas religiosas quebrantadas, que se creen moralmente superiores, y violentas como los fariseos.
Y por último, número siete: déle duro a los perdedores. ‘No obedeciste mis reglas. No me pusieron atención. Háganlo a mi manera. No hacen las cosas tan bien como yo. Sí, sé que no es la Biblia sino por medio de la intimidación la coerción, y la fuerza, las amenazas, mis amigos y yo, vamos a enjambrarnos sobre ustedes. Vamos a criticarlos. Vamos a difamarlos. Vamos a presionarlos en forma verbal, emocional, espiritual, y a veces hasta físicamente’. Como lo hicieron cuando mataron a Jesús. ‘Les vamos a dar una paliza, los vamos a castigar. No los vamos a atraer con amor. Vamos a conminarlos con temor, intimidación, y a la fuerza porque no nos importa el corazón. Solo queremos que pinten por números. Queremos decidir cuáles números usan y solo queremos que se callen y se pongan a pintar’.
Así es la religión. Así es el legalismo. ¿Y saben qué? En la iglesia Mars Hill, escribí lo siguiente: Creo que los campus que son más susceptibles a la religión y al legalismo son: el campus Federal Way, el campus de Olympia, el campus de Seattle Occidental, el campus de Bellevue, el campus de Lake City, el campus Shoreline, y el campus de Albuquerque, porque está sumido en una ciudad que es toda católica. Lo declararé públicamente: El legalismo y la religión son unas verdaderas amenazas para la salud y el bienestar de esos campus. Ahora, para los campus Ballard, el Centro, y el UW el verdadero riesgo y la verdadera amenaza es el legalismo revertido. ‘¿Oh, ellos no toman? Pues nosotros sí vamos a tomar. Oh, ¿ellos no fuman? Nosotros vamos a fumar un paquete de cigarrillos al día para demostrar nuestra libertad en Cristo, ¿cierto? Oh, ellos diezman; nosotros no vamos a diezmar. Así de libres somos en Cristo. Oh, ellos sirven, pues nosotros no creemos en una teología por obras, tenemos una teología de tomar siestas. Dormimos como los calvinistas. No hacemos nada, porque Cristo dijo: Consumado es. Así que no tenemos nada que hacer. Oh, ellos leen la Biblia todos los días, eso es demasiado. Sí, nosotros no tenemos una lista así; no somos legalistas. No leemos la Biblia en lo absoluto. No queremos volvernos religiosos. No queremos leer un libro, orar, servir, o cuidar o dar. Estamos libres en Cristo. ¿Alguien puede ver mis pantalones? Fui al campus Ballard’, ¿cierto? Podemos ser unos legalistas revertidos. ‘Oh, esa iglesia no usa instrumentos musicales, pues tenemos una banda punk. ¡Epa! Gracias, Jesús,’ ¿cierto? Es que podemos ser legalistas pero a la inversa. Y podemos constituirnos en jueces. Podemos juzgar a las otras personas religiosas, y podríamos condenarlos, y sentirnos más santos que ellos porque se esfuerzan mucho, y nosotros no hacemos nada.
Así que para siete de nuestros campus, creo que la religión es una verdadera amenaza. Para tres de nuestros campus, creo que es la religión revertida. El legalismo revertido es una verdadera amenaza. La solución es: no sea un legalista, no se convierta en un libertino tampoco, y no sea una persona religiosa, y tampoco sea una persona irreligiosa. Pero el punto que quiero hacer en realidad es lo que les faltaba a los escribas y a los fariseos en el día de reposo. O sea que el día de reposo es el día en que dejamos de trabajar, y descansamos en la obra consumada de Jesús. Ya no traten de causar una buena impresión con Dios, y empiecen a disfrutarlo. Dejen de tratar de hacer cosas por Él, y reconozcan lo que ya ha hecho por ustedes. Miren, la religión y la irreligión, el legalismo y lo que llamamos libertinaje o caos, son cosas que hacemos creyendo ser justos a los ojos de Dios, por lo que hacemos o no hacemos. Y la verdad es que Jesús vivió una vida perfecta. Su muerte expiatoria, y su resurrección nos dieron el don de justicia. Así que en el día de reposo, dejamos de tratar de ser más justos, y recibimos la justicia de Jesús.
Eso es lo que les faltaba a ellos. Ahora que los he identificado a todos, ¿no es cierto? nos burlamos bastante de la gente religiosa, ¿y saben qué? La gente irreligiosa solo es otra clase de religión. Nos burlamos de los legalistas, pero los que viven una vida desordenada y no obedecen ni las reglas de la Biblia, tienen un problema de legalismo revertido. Los que son legalistas entre ustedes, arrepiéntanse de su legalismo y de su religiosidad. Los que viven en caos y desorden y son irreligiosos, arrepiéntanse de su caos y su irreligiosidad. Vengan a Jesús, todos recibimos su muerte por nuestros pecados, su justicia por nuestra injusticia, dejemos que Él haga una obra en nosotros, para que su gracia obre en nosotros, con algo que no contribuya a nuestra propia justicia, sino que fluya de su don para nosotros, ¿amén? Espero que los haya mencionado a todos. Nos reímos un poco de la gente religiosa, pero lo cierto es que hay un poco de religión en cada uno de nosotros. Martín Lutero lo dijo muy bien, “La religión es el estado por defecto del corazón humano”. Así que no empecemos a criticar a los fariseos. Porque si lo hacemos demasiado, nos estaremos convirtiendo en fariseos, al nombrarnos jueces religiosos en una posición de justicia. Ese trabajo le corresponde a Jesús. Oremos.
Dios Padre, pido por los que oirán esto que están batallando con la religión. Pido por los que están lidiando contra la irreligiosidad. Pido por los que batallan contra el legalismo. Pido por los que batallan contra el desorden y el caos, o contra el libertinaje. Pido por aquellos, Señor mi Dios, que tienden a sumarle cosas a las Escrituras. Pido por los que se desentienden de porciones enteras de la Biblia. Dios Padre, por la gracia del Espíritu Santo, nos arrepentimos de nuestra religiosidad, de nuestra irreligiosidad, de nuestro legalismo, de nuestro libertinaje, y por añadirle cosas o quitarle cosas a la perfección de las Escrituras en la obra consumada de Jesús. Por favor danos la gracia para que no solo nos riamos de los demás, sin también de nosotros mismos, para que te tomemos en serio a ti, pero no a nosotros mismos. En el Nombre de Jesús. Amén.
[Fin del Audio]
Nota: Esta transcripción ha sido editada.