La parábola de los convidados a las bodas (Lucas 14:7–11)

Lucas 14:7–11 (RVR 1960)

7 Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles:
8 Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él,
9 y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar.
10 Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.
11 Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.

Esto es Mars Hill (El reporte anual)

Bien, Mars Hill. Tendremos un largo anuncio antes de estudiar la Biblia. A la entrada puede que les hayan dado esta libreta que se titula, Esto es Mars Hill. Cada año nos gusta darles un reporte anual. Por eso, en las últimas semanas el personal ha estado dando los toques finales a las cifras totales del ministerio y sus finanzas, y ahora tengo el gran placer de darles mi discurso que es un poco como el del estado de la unión; es decir, que cubre dónde estamos, y nuestros logros este año, por la gracia de Dios y la generosidad de Uds.

Sabemos que muchos de Uds. tendrán preguntas, por lo tanto les insto que lo lleven a sus casas y lo lean detenidamente. Tomará tiempo leerlo, porque tiene bastante información. Ha sido nuestra política desde el comienzo darles un documento declarativo que les dé a conocer lo que estamos haciendo, y lo que Dios ha hecho. Les daré lo más destacado de este año que acaba de transcurrir al examinar la evidencia de la gracia de Dios.

Empezaré por contarles que Mars Hill solo se trata de Jesús. Por la gracia de Dios siempre se tratará solo de Jesús y nuestra meta es sembrar iglesias y hacer discípulos. Queremos que los no cristianos conozcan a Jesús, que los cristianos lleguen a conocer a Jesús más profundamente y que por gracia sean más como Él, y queremos sembrar más campuses para que las comunidades de cristianos puedan reunirse y sigan avanzando en la misión de Jesús hasta que regrese. Esa es nuestra meta, nuestra esperanza, nuestro gozo.

Hemos disfrutado varias cosas hasta ahora. La cronología de eventos empezó en 1996, cuando iniciamos un grupo comunitario en una casa rentada que Gracie y yo teníamos. En el otoño de 1996, de hecho en octubre del 96, la iglesia Mars Hill fue iniciada, por lo tanto tenemos 14 años de edad. En el año 2000, empezó la Red de Iniciación de Iglesias Hechos 29. En el año 2001, iniciamos nuestro primer culto por la mañana. En ese tiempo había varios centenares de personas en la iglesia y nos dieron un edificio muy pequeño en la parte norte de Ballard, que tenía un solo lugar para aparcarse y 150 asientos. En cuestión de, no sé, unos seis meses, la iglesia se disparó a 800 personas. Fue absolutamente asombroso lo que Dios hizo.

Después en el 2006 no cabíamos en unas instalaciones más grandes que conseguimos en Ballard por lo cual hicimos un experimento de video en el campus, allá en Shoreline. En el 2006 empezamos oficialmente a hacer los cultos en varios sitios como lo hacemos ahora, y al mismo tiempo empezamos The Resurgence para entrenar líderes, publicar libros, organizar conferencias , y dar clases alrededor del mundo.

Pues aquí tienen la evidencia de la gracia de Dios el pasado año. Primero, 133 iglesias Hechos 29 fueron sembradas solo en los Estados Unidos de América. Aparte, también estamos sembrando iglesias en 13 países. Este año estamos destinados a sembrar una iglesia más o menos cada tres días, si Dios sigue siendo tan generoso.

Bajo el liderazgo del pastor Brad, los grupos comunitarios también han aumentado, y su libro sobre este tema está por salir; tenemos 434 grupos comunitarios en total que crecen constantemente. Si no están participando en uno, por favor inscríbanse en uno. Los inscribiremos hoy mismo.

El año pasado 774 personas en Mars Hill profesaron su fe en Cristo, y obedecieron su llamado a bautizarse. Tuvimos…pueden aplaudir si quieren. Tuvimos 1.352 cultos dominicales. Este año estamos programados para tener 1.600 cultos dominicales. Hoy Mars Hill cuenta con más de 4.000 miembros. La clase sobre el libro Doctrina les permitirá estar con nosotros como miembros de la iglesia. La damos cada cuatro meses en todos los campus, y se basa en el libro.

Si doce personas más de la iglesia hubieran invitado un amigo el año pasado, hubiéramos tenido 13.000 personas en Semana Santa. Tuvimos un poco menos de 13.000 que asistieron y aspiramos fijarnos una meta más alta este año. Todos nuestros campuses crecieron este año. Cada uno de ellos, los 9 campuses de Mars Hill crecieron todos este año y la mayoría ya no caben en sus instalaciones, y se nos acabó el espacio para la Pascua. En la gracia de Dios seguimos adelante para reunir a toda la iglesia en un solo culto por primera vez desde 1996. Esperamos finalizar el contrato mañana. Si todo va bien, les daremos más detalles en breve; por favor oren. Estamos pidiendo a Dios que nos mande 20.000 personas y que tengamos 500 conversos en un solo culto de Pascua. Eso es lo que esperamos este año.

Nuestra asistencia total y en todas partes fue de 455.000 personas, si incluimos todos los cultos dominicales juntos. Es fabuloso regocijarnos en la gracia de Dios. Tuvimos el mejor año que hemos tenido hasta ahora. Dieron más dinero, iniciamos más grupos comunitarios, más grupos de redención fueron empezados para los adictos y las víctimas del abuso, tuvimos más cultos, más bautismos, y regalamos más dinero; tuvimos la mayor asistencia que hemos tenido en la historia de la iglesia. Gracias por ser tan generosos. Es el mejor año que hemos tenido.

Pero hay más. Hay más. Esto es lo que pudimos regalar el año pasado. Sabemos que fue un año difícil para muchos, por eso nos gusta dar el 10% de nuestros ingresos apara sembrar iglesias por medio de Hechos 29. También damos al grupo The Resurgence, ayudándoles a entrenar pastores y líderes, a producir conferencias y libros, y entrenamiento. The Resurgence también será la sede de Re:Train, nuestro ministerio de educación teológica y de preparación pastoral a nivel de maestría. También tenemos el programa de liderazgo Mars Hill. Uds. dieron casi tres cuartos de millón de dólares para los proyectos continuos en Haití con el ministerio Churches Helping Churches (Iglesias que ayudan a otras iglesias). Destinamos varios cientos de miles de dólares a las micro misiones para que los líderes de grupos comunitarios puedan solicitar subsidios de ayuda a los pobres y a los necesitados que a penas subsisten en los vecindarios, sobre todo los que no son cristianos a quienes queremos amar y servir. También regalamos libros, recursos, y videos a los militares y a los capellanes alrededor del mundo. Mientras están en otros países queremos hacer todo lo posible para ayudar y servir a quienes nos sirven y protegen. Como pueden ver aquí a la derecha, regalamos mucho este año, más del doble de dinero que regalamos fuera de la iglesia el año pasado. Por la gracia de Dios regalamos casi 3 millones de dólares este año. Nos alegra mucho haberlo hecho.

Los muchachos que manejan nuestros sitios de Internet querían que compartiera esto con Uds. Marshillchurch.org es nuestro sitio de Internet, y lo seguirá siendo por un poco más hasta que lancemos marshill.com. Tratamos de conseguir ese dominio por mucho tiempo, y ya lo conseguimos. Están preparando el lanzamiento de la nueva encarnación del sitio Mars Hill en el nuevo dominio, pero este año vimos que el tráfico de Internet subió en un 62%. En cualquier momento que uno entra al sitio, se están reproduciendo unos 70 videos a la vez, algunos se descargan para los DVD ISO y son usados en los colegios, las iglesias, y los centros de capacitación. Treinta mil personas han descargado la aplicación para el iPhone. La aplicación para Android está en la etapa de prueba Beta y estará disponible muy pronto con más contenido gratuito. 45 mil páginas visitadas daca día, y 1,4 millones de visitantes particulares; el año pasado descargaron 7 millones de sermones. Nos encanta regalar cosas. Los sermones están disponibles gratuitamente en audio, gratis en video, gratis en formato DVD ISO de alta definición para descargas, y también han sido transcritos y traducidos al español, incluso con subtitulaje en español. Todo eso lo regalamos, y alabamos a Dios que lo estemos haciendo.

Además, esto es lo que está pasando con la Red de Iniciación de Iglesias Hechos 29. El año pasado hicimos tres campamentos de entrenamiento básico para sembrar iglesias. En Raleigh, Denver, Sídney, Seattle, y Londres. 133 nuevas iglesias fueron sembradas. Con eso hemos sembrado casi 400 iglesias solo en los Estados Unidos de América. En este momento estamos evaluando 480 candidatos potenciales que desean sembrar una iglesia. Eso significa además, que cada domingo fuera de Mars Hill solo en las iglesias Hechos 29 hay más de 100.000 miembros. Alabamos a Dios por cada una de esas personas y lo digo muy sinceramente.

Aquí es donde desglosamos el aspecto financiero. Ustedes dirán: “¿Cuánto habrá dado cada persona?”. El 21% de los que asistieron a Mars Hill no dieron nada. Si no son cristianos, los amamos. Nos encanta tenerlos aquí. No queremos su dinero. Quisiéramos que conozcan a Jesús para que Él les dé un regalo llamado la salvación. Sin embargo, si son cristianos, empezando hoy deberían dar $1 para entrar en la siguiente categoría de donantes. En esa está mi hijo Gideon, de cinco años. Pueden hacerlo. El 43% de las personas dio entre $1 y $500 el año pasado. El 15% de las personas dio entre $500 y $1.500. El 11% dio entre $1.500 y $4.000, y el 10% dio $4.000 o más. Lo bueno es que en esa categoría están los miembros del consejo y los pastores. Llevamos la cuenta de cuánto dan los líderes de más trayectoria para asegurarnos de que sean generosos. No tenemos ningún problema con ninguno de los líderes superiores. Todos los ancianos, los diáconos, y los miembros del plantel están siendo muy generosos. Vemos personas que dan de su tiempo y su tesoro. Nos regocijamos por eso.

Lo que esto demuestra es que no hay mucha gente rica, o acomodada. Quizás se dieron cuenta al llegar hoy a su campus. Dijeron, “Casi no hay carros del año estacionados, y no hay mucha gente rica”. Tenemos mucha gente joven. Muchos apenas empiezan su carrera. Muchos están empezando a tener sus propias familias. Ese grupo constituye el segmento más grande de Mars Hill. Así que lo más importante es que todos contribuyan porque no tenemos un gran número de donantes de afuera que nos apoyen. Cada cual hace un poco. Así hacemos las cosas aquí en la iglesia.

Por último, algunos de Uds. se preguntarán: “¿Qué hay de la responsabilidad?”. “¿Quién se asegura de que Mark no vaya y se compre un jet privado?” Pues, Mark se asegurará de no comprar un jet privado, pero además, hay otras personas que se vigilan nuestros gastos para que sean razonables, y para que administremos bien nuestro dinero. Después de todo, si Uds. van a ser generosos, nosotros también queremos serlo. También queremos ser prudentes. Así que internamente tenemos un departamento profesional de finanzas con muchos contadores públicos y gente con másteres en gestión de empresas. Por ejemplo, no permitimos que los niños cuenten el dinero durante el culto allá en el ministerio para niños. Tenemos personas capacitadas que supervisan nuestras políticas de contabilidad. Traen el dinero, cuentan el dinero, adjudican el dinero, supervisan las políticas y los procedimientos para cerciorarse de que todo se haga correctamente porque lo que menos quiero es tener que manejar un ministerio carcelario aquí en la iglesia. Queremos hacer las cosas correctamente.

Además, esto supone que hablemos a menudo sobre el presupuesto. En cada campus los mantenemos al tanto de lo que pasa cada mes. Aquí está la información sobre nuestro campus. Cada 6 meses les damos a conocer el reporte financiero completo y también hay otro reporte que les damos cada año. Sinceramente les digo que damos a conocer más información que cualquier otra iglesia en este gran país. No conozco a nadie que comparta toda esta información. También la ponemos en nuestro sitio de Internet en formato PDF. Confiamos que Ud. serán generosos, por eso debemos ser irreprochables. Les diremos lo que está sucediendo.

Eso incluye una auditoría externa. Hacemos una auditoría externa una vez al año mediante un despacho contable de cristianos que cada año nos dan las más altas recomendaciones por nuestras políticas y prácticas financieras. Gastamos decenas de miles de dólares para contratar una firma de afuera, objetiva, independiente, que revisa nuestros libros y recibos, nuestros gastos y salarios, y nos hacen una evaluación completa. Lo hacemos con mucho gusto. Gracias al pastor Jamie Munson y al pastor Tim Beltz que dirigen esta área de la iglesia cada año, recibimos los más altos resultados por nuestra responsabilidad fiscal. Creo que eso es importante para Uds. porque quieren ser generosos y también que seamos buenos administradores para asegurarnos de que su dinero se adjudique sabiamente. Lo entendemos y nos importa mucho.

De modo que interna y externamente tenemos un comité de auditoría y una junta directiva que aprueba los salarios en base a los promedios nacionales. Tenemos una escala de niveles salariales basada en el promedio nacional. Somos muy equitativos dentro de esa escala de niveles salariales, pues estamos justo en la mitad de la escala y los que nos ayudan a determinar los salarios de los que trabajan en la iglesia son buenos líderes de negocios, miembros calificados del consejo y gente así, pero no figuran en la nómina. No son empleados de la organización, por lo tanto funcionan en una capacidad objetiva. No tienen conflictos de interés.

Alabamos a Dios por todo eso. Es tan maravilloso estar en Mars Hill ahora. Es la mejor temporada que hemos tenido hasta ahora. Disfrutamos más la gracia de Dios que lo que la mayoría de las iglesias la disfrutan en toda una vida. Estamos unificados, hay mucho amor y respeto, nos sometemos mutuamente unos a otros, entre los líderes. Duermo como un calvinista. Las cosas van súper bien. Uds. alcanzaron el presupuesto, dieron más de lo esperado. Todos los campuses están creciendo. Ahora estamos posicionados para seguir adelante, y quiero que Uds. sigan siendo dadores alegres y esperanzados; quiero que hagan oraciones muy grandes porque nuestro Dios es muy grande. Anteriormente fijábamos el presupuesto para que lo alcanzáramos si meternos en aprietos. Este año hicimos recortes intencionales en el presupuesto y les pedimos encarecidamente que fueran generosos. Dijimos que si podíamos dar más de lo esperado que haríamos otras cosas.

Por eso este año estaremos inaugurando, por la gracia de Dios, Mars Hill Everett. También iniciaremos Mars Hill Portland con el pastor Tim Smith, e iniciaremos Mars Hill Orange County. Esos son los siguientes 3 campuses que aparecen en el horizonte. Además, algunos de los campuses que ya no caben en sus edificios se trasladarán a otros espacios más amplios.

Quisiera pedirles que oren por algo que ha estado en mi corazón para que le demos más prioridad; es decir, el ministerio para los niños, para que cada domingo tengamos 1.500 niños. La mayoría de ellos tienen menos de 10 años. Además, con todas las bodas que hacemos, las personas ahora tienen familias más grandes, lo cual es atípico para nuestros tiempos. Bienvenidos a Mars Hill. Sean fructíferos, multiplíquense, aumenten en número. Es un versículo que adoptamos. Ahora es nuestro. Amamos a los niños, los queremos mucho. Queremos ser una iglesia que no solo alcanza a la ciudad y al mundo, sino una que también alcanza la próxima generación para que dejemos misioneros cuando muramos. Para que cuando acabemos, sigan amando y sirviendo a Jesús. Al paso que vamos tendremos muchos recursos y oportunidades para nuestros hijos y nietos.

Lo que eso significa para nosotros es que estamos en proceso de elegir una persona clave que nos ayude a desarrollar el currículo para el ministerio de los niños, basado en el libro Doctrina. Además, queremos mejorar los espacios y el proceso donde los padres y las madres recogen y dejan a sus niños en la iglesia; adiestrar a los padres es algo que yo personalmente, junto con otros miembros ejecutivos del consejo y unas cuantas personas, enfocaremos este año. Si seguimos creciendo a este paso, en unos años tendremos más de 3.000 estudiantes de escuela primaria. Bien, pueden ver un tsunami de oportunidades que se aproximan. Por eso queremos tener la tabla de surfing lista para montarnos en esa ola.

¡Es un día excelente para estar en Mars Hill! Años atrás, el reporte anual no era así. Mejor dicho, les decía, “Vamos ¿qué pasó?”. ¡Es un gran reporte! Los amamos, estoy muy contento, y cuando me siento alegre saben de veras que me siento así porque siempre empiezo muy deprimido y enardecido. Así que alabado sea Dios por su generosidad. Alabado sea Dios por su gracia.

La parábola de los convidados a las bodas

Oraré, y estudiaremos la Biblia. Veremos Lucas 14:7–11, la parábola de los convidados a las bodas.

Dios Padre, gracias por ser generoso y bueno. Dios, es maravilloso poder decir, “¡Qué año tan maravilloso!”. Que nos diste mucha gracia y que muchas de nuestras personas fueron generosas. Nos sentimos como el niñito que le dio su almuerzo a Jesús y lo vio multiplicarlo y hacer con él mucho más de lo que esperaba. Dios, nos sentimos así. Te dimos un poquito y con eso hiciste mucho. Así que ayúdanos este año a ser generosos, y por favor toma lo que damos y multiplícalo. Dios, al estudiar hoy tu Palabra, por favor ayúdanos crecer en humildad, para que al mostrarnos tu gracia respondamos con gratitud y no con orgullo. Así que al estudiar hoy pedimos esta gracia. En el buen nombre de Jesús. Amén.

Bien, aquí tenemos la escena: Lucas capítulo 14. Jesús está afuera predicando, enseñando, expulsando demonios, sanando a la gente, y la gente religiosa lo persigue por todas partes; la Biblia dice que lo acechaban. Así que estos religiosos ultra conservadores buscan algún error de qué acusarle, lo critican y lo atacan, y lo anuncian a todos para menoscabar su autoridad e integridad. Claro que Jesús nunca peca. Es perfecto, sin pecado: es Dios. Sin embargo, quebranta algunas de sus reglas. No las reglas de Dios, sino las reglas religiosas de ellos.

En una de esas ocasiones invitaron a Jesús a la casa de un líder religioso, un hombre rico, acomodado, para cenar con sus enemigos. Jesús es lo suficientemente bondadoso y audaz para presentarse a la cena. Entonces traen a un hombre enfermo. Saben que Jesús ama a las personas y no puede más que sanarlos porque su corazón está tan lleno de compasión. Entonces le tienden una trampa y le traen un enfermo en día de reposo. Y saben que Jesús querrá sanarlo pero eso rompe una de sus reglas, pero ninguna de las reglas de Dios. Jesús lo sana y los reprende por no mostrarle amor al enfermo.

En vez de irse de la fiesta, que es lo que yo haría francamente, porque diría, “Uds. me trajeron a esta fiesta, los reprendí, y ahora me voy”. En cambio lo que hace Jesús es hacer las cosas más difíciles. Se queda… Y empieza a enseñarles lo pecadores y soberbios que son. A todos. Empieza viendo cómo están sentados a la mesa. Y les dice, “De paso, ¿por qué discuten sobre quién debería tomar los mejores puestos en la mesa? ¿Por qué se preocupan por qué lugar ocupa su nombre, y dónde está su asiento?”. Quizás sea como algunos de Uds. Necesitan ser reconocidos. Necesitan las mejores sillas. Necesitan que todos sepan quiénes son. Se sienten muy importantes.

¿Alguna vez lo han visto en una cafetería? Tengo muchos niños, de modo que para mí funciona así: Entro al mismo tiempo con otra persona, quien camina hacia el octavo puesto y saca el celular. Y piensa, “Entré primero. El puesto es mío”. Y yo pienso, “¡Somos muchos!”. “El que llega primero”, así son las cosas. Esa actitud desconsiderada, de abrirse paso a empellones hasta conseguir lo que quiere, sin importarle los demás. “Me importa un comino que no tengan dónde sentarse. Me importa que no encuentren un buen puesto, con tal de encontrar uno”.

Eso es exactamente lo que está sucediendo aquí en esta cena religiosa con estos religiosos que supuestamente son tan santos. Pero al ver cómo se tratan, Jesús les dice: “Esto no me parece muy santo. Me parece muy egoísta”. Así que pretende usarlos como un ejemplo negativo. El punto es este: El mundo es un salón de clase y Dios siempre está enseñando; y si abrimos los ojos siempre aprenderemos algo aunque sea una lección negativa.

La humildad o la humillación

Aquí está la historia. Se trata de la humildad y la humillación. Lucas 14:7–10: “Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa”, la lista de asientos, “refirió a los convidados una parábola, diciéndoles: Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él, y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza ocupar el último lugar. Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa”.

El plan de Dios para nosotros es, en primer lugar, la humildad. Si no aprendemos ese plan, el segundo plan de Dios para nosotros es la humillación. De una manera u otra aprenderemos la lección. Permítanme sugerirles que el primer plan es mucho mejor que el segundo. La humildad es mejor que la humillación, y aquí Jesús está diciendo que si no somos humildes seremos humillados. Sé de inmediato lo que algunos de Uds. están pensando: “El tipo que está parado al frente con todas las luces encima me quiere enseñar algo sobre la humildad”. Por favor tengan la humildad de pasar por alto lo obvio, ¿bien? Volvamos a la historia.

Ahora Jesús usa una parábola. La parábola es una pequeña historia que enseña una gran idea. Y les dice, “Muchachos, piénsenlo así. Hay una boda”. ¿No les encantan las bodas? Como pastor he oficiado muchas bodas. ¿Qué sucede en las bodas? Está el lado del novio, y el lado de la novia. Todos pueden sentarse. ¿Quién se supone que se sienta al frente? El abuelo, la abuela, papá, mamá, y la familia. Esos son los puestos de honor.

Y Jesús les dice a los religiosos que se disputan los puestos, el poder, y lo más escogido, “Es como si fueran a una boda y la iglesia está llena, y Uds. piensan: Hay sillas al frente’, y van y toman esas sillas. Después llega el encargado de recibir y sentar a los invitados y les dice, ese es el puesto de Nana. Alguien pasará con ella al frente por el pasillo en un momento. Y tiene un andador, es muy vieja, y Uds. están en su asiento”. Y Uds. piensan, “Oh, sí. Soy tan egoísta”.

Ahora tienen que pararse y todo el mundo los mira. Es un momento incómodo. Se dan cuenta que la cámara de video los está grabando. Y piensan: “Ay, mi Dios”. El resto de sus vidas, en cada aniversario, van a revivir este momento. “Oh, ahí está Hank. Ahí está, tomó el puesto de Nana”. ¿Saben? Se siente frustrado y trata de bajar por el pasillo. Y busca un asiento pero no puede encontrar uno porque todos están ocupados. Acto seguido, se encuentra parado en un balcón, recostado contra la pared. Y todos siguen mirándolo… meneando la cabeza. ¿Cierto? Se siente humillado.

Y lo que Jesús está diciendo es que si somos orgullosos… y esto es lo que nos pasa siempre. Si somos orgullosos, siempre nos estamos esforzando, no para llegar a donde deberíamos llegar, sino a donde queremos llegar. Esto ocurre con los asientos. Sucede en los hogares y en las familias. Sucede en los negocios. Ocurre en las iglesias. Algunos de Uds. no piensan que sea un problema, porque les ha funcionado antes. Son agresivos, abusivos, un poco groseros, quizás atrevidos. Y a la gente no les gusta el conflicto y más o menos dejan que se salga con las suyas. Y Ud. piensa, “Vaya, esto funciona”. Si se siente confiado y toma lo que quiere, la mayoría de las personas son como miedosas y lo dejan hacer lo que quiere. Jesús dice, “Sí, pero si empieza con la exaltación Dios les dará humillación”. Por lo tanto es mejor empezar con humildad y después Dios podrá exaltarlos.

¿No es cierto? Miren su propia vida. Quizás Ud. o alguien que conozca. ¿Había alguien que siempre se abría paso a la fuerza, a empellones, tratando de ocupar el puesto de poder, o de estar a cargo, de conseguir un puesto en la mesa? ¿Les fue bien en la vida? No. No. Nunca les va bien. A veces el corazón se revela con las cosas sencillas que hacemos, como dónde nos sentamos.

Y Jesús nos está diciendo que el orgullo en realidad es una maldad. Es perjudicial, es horrendo. Y permítanme decirles. A veces no lo creemos. No lo creemos, porque una de las “virtudes” más grandes no solo en nuestro país sino en todo el mundo occidental es el orgullo. Usamos el orgullo como un factor que nos motiva en la vida. Lo llamamos la “autoestima”. Y pensamos que la clave para alcanzar algo o para tener éxito, si queremos marcar la diferencia, lo que necesitamos es más autoestima. ¿Saben por qué están deprimidos? Dicen, Es porque les falta autoestima. ¿Saben por qué no tienen éxito? Les falta autoestima. Necesitan más autoestima. ¿No es así? Es un mantra que se oye continuamente en nuestra cultura. La autoestima, la autoestima, la autoestima. La autoayuda, la auto actualización.

No es una forma bíblica de pensar ni mucho menos. De hecho, la Biblia dice en Isaías 14, y en Ezequiel 28, que eso es satánico. Porque Satanás mismo se volvió orgulloso, no fue humilde; por eso peleó contra Dios en vez de confiar en Dios. La raíz de todo pecado es el orgullo. Es el orgullo. Satanás y los malhechores, si no son humillados en esta vida serán humillados para siempre en el más allá, para siempre. San Agustín, un gran padre de la iglesia, dijo que el orgullo es como una madre que está embarazada con todos los otros pecados. ¿Sabían que detrás de todos los pecados está el pecado del orgullo? Repito, nosotros lo llamamos autoestima, autoayuda, auto actualización. pero es una vida desconectada de Dios.

Esto aparece en las enseñanzas, no de la Biblia, sino de un psicólogo llamado Abraham Maslow. Creó algo que se llama “la jerarquía de las necesidades”. Si nos imaginamos una pirámide o un triángulo, Maslow dice que tenemos necesidades bajas, esenciales, como el alimento, el agua, el refugio. Después ascendemos a nuestra necesidad más alta, y dice que nuestra necesidad más alta es la auto actualización. Para que pueda lograr todo lo que pueda, conseguir todo lo que pueda, hacer todo lo que pueda, ser todo lo que pueda. ¡Existo para alcanzar todo mi potencial! ¡Mi potencial completo! Si lo hago, me habré auto actualizado, satisfice mi necesidad más grande. Y la Biblia dice que eso es “satánico”.

¡Existimos para la gloria de Dios, no para la nuestra! Existimos para amar, honrar, servir, obedecer, disfrutar a Dios y ayudar a los demás. Y si estoy en la punta de la pirámide de mi vida no puedo servir a otros con amor, y no creo que sienta necesidad de Dios. Me convierto en mi propio Dios, y espero que la gente me adore. No espero adorar a Dios amando y sirviendo a las personas.

Por eso el mundo está como está. Eso explica por qué el mundo está como está. Y solo quiero enfatizarles lo siguiente: Es algo que está tan profundamente enraizado en nuestra educación, tan profundamente enraizado en nuestra crianza, que no será una lección que aprendamos hoy. Es una lección que necesitamos aprender todos los días. Esto es solo un sermón que les estoy predicando. Es un sermón que me predico a mí mismo por ser culpable e insensato.

El problema es el orgullo y el remedio es la humildad. La humildad. En primer lugar, si desean estudiarlo más a fondo, creo que el mejor libro que he leído sobre el tema fue escrito por un hombre que amamos y apreciamos, y disfrutamos muchísimo, que se llama, C. J. Mahaney. Tiene un librito que pueden leer bien rápido llamado Humildad. Es un buen libro. Habla de la humildad. La definición de la humildad implica que uno conoce su lugar. Eso es lo que significa ser humilde. Algunos de Uds. dirán: “¡Quisiera ser un líder!”. ¿Son líderes? ¡Quiero estar al mando! ¿Es la persona más indicada para el trabajo? La humildad es conocer su lugar, y volviendo a la historia, significa aceptar felizmente, no donde queremos estar, sino donde debemos estar. Y Jesús dice, “Los humildes pueden ser honrados y exaltados”.

Volviendo a la historia, sería como si hubiera una boda y quizás Ud. sea un familiar o amigo cercano a la familia y llega a la boda y dice: La iglesia va estar llenísima. Me sentaré en el balcón. Y el novio lo ve allá arriba en el balcón y le dice a uno de los ujieres: “¡Vayan, tráiganlo! Caray, queremos a esa persona. Es alguien muy cercano. Que baje de ahí; tráiganlo y denle un asiento”. De repente llega el ujier y le dice, “La familia ha solicitado personalmente que baje y tome asiento con ellos”. ¿En serio? De acuerdo, gracias. Ahora lo han honrado. Baja por el pasillo de inmediato, no en el sentido contrario. Y la gente piensa: “Será algún amigo o familiar cercano”.

Pero algunos de Uds. dicen: “Yo quiero sentarme a la mesa con ellos. Quiero una posición de influencia!”. Jesús les diría: “No hay problema. La pregunta es, ¿cómo esperan obtenerla? ¿Por medio del orgullo, siendo prepotentes? ¿O por medio de la humildad, honrando a los demás? A Jesús no le importa que tenga un buen puesto. La pregunta es, ¿lo ha tomado para sí, o se lo han dado? Nos compunge, ¿cierto? La humildad es conocer nuestro lugar, porque en realidad somos seres finitos. ¡No lo sabemos todo! Fuimos creados. No somos iguales a Dios. Somos inferiores a Dios. Tenemos límites. También somos seres caídos. Somos pecadores, orgullosos, egoístas, y somos necios. A veces decimos, hacemos, y pensamos cosas ridículas. Pero saber cuál es nuestro lugar, equivale a decir: “No soy como Dios. No soy igual a Dios. Soy inferior a Dios y tengo límites. Me falta mucho que aprender. Soy un ser caído. Soy muy egoísta. Soy necio. A veces hago y digo cosas estúpidas”. Si sabemos eso, nos permitirá aceptar nuestro lugar felizmente. No el lugar donde queremos estar, sino donde debemos estar.

Si somos humildes en el lugar donde Dios nos ha puesto, cuando él sienta que estamos listos puede llamarnos a liderar más o a hacer más cosas. Pero tiene que obrar en nosotros. Tiene que enmendar nuestro carácter. Se los digo como alguien que Detesto y me encanta a la vez predicar estos sermones, porque es un asunto recurrente para mí. El orgullo, el yo-ismo, un divo dramático, me encanta la muchedumbre. Mejor dicho, es que cada vez que predico este sermón me siento como si, la Biblia habla una y otra vez de la humildad. Mejor dicho, es como un… Es como pasar una semana metido en una trituradora de madera. Bien, por eso no les voy a decir, “Esto es lo que he aprendido”. Yo les diría, Reciban este consejo del tipo que se fue por el lado equivocado del pasillo. No es muy gracioso, ¿cierto? Sean humildes y permitan que otra persona los lleve al lugar que les corresponde por ese pasillo.

La prueba de orgullo

Esto es lo que vamos a hacer. Vamos a tomar una prueba de orgullo. Uds. lo harán.

Primero, ¿anhelan la atención de la gente? Algunos de Uds. lo hacen exagerando las cosas. Tienen el don espiritual de salirse de quicio. Algunos siempre necesitan algo, se pegan a uno más que un chicle, se desesperan, y han aprendido a verse sombríos, tristes. ¿Algo te pasa? “Sí, cómo lo sabías?”. Pues el letrero que tienes en la frente más o menos me lo indicó. Algunos lo hacen al mostrarse prepotentes, o exigiendo atención, o tratan de tener una gran personalidad, o hablan mucho… ¿Exigen mucha atención? Si la gente habla y Uds. no son el centro de atención, encuentran la manera de acaparar toda la atención?

Segundo, ¿Se vuelven celosos o críticos de la gente que triunfa? “Oh, no puedo creer que lo hayan… No se merecían eso! ¡No es justo! ¿Cómo es posible?”. Los Blogs, Facebook, Twitter… El mundo se ha vuelto completamente negativo. Criticamos a la gente que tiene éxito. En parte eso francamente es pura envidia. De veras lo es. Así mismo. “Puedo hacer las cosas mejor que ellos”. Puede que así sea, y puede que no. Pero Dios está obrando en su carácter y si desea hacer algo empiece con la humildad y veremos lo que Dios tiene para Ud. ¿Se pone celoso o crítico de la gente que tiene éxito?

Tercero, ¿siente que siempre tiene que ganar o tener la razón? ¡No puedo perder, soy un ganador! ¡Algunos de Uds. hasta hacen trampa en los juegos de mesa! No hay dinero de por medio. No hay trofeos que ganar. No saldrán en lo más destacado de la ESPN con la jugada más sobresaliente del día en backgammon o Monopolio. “¡No puedo perder! No puedo perder! ¡Soy un ganador!”. Algo parecido…o, lo que sea.

Cuarto, ¿han establecido un patrón de decir mentiras? El auditorio ha cambiado. La temperatura del auditorio cambió. Qué interesante. Algunos de Uds. dirán, “No, yo no miento”. Pues acaba de hacerlo. Detrás de las mentiras está el orgullo, porque el que miente trata de ocultar cosas que podrían hacerlo quedar mal y quieren que todos piensen bien de él, o de ella. Entonces mienten, hasta en lo más pequeño. “Con tal de que piensen que soy alguien que en realidad no soy”. Detrás de las mentiras está el orgullo. Mentimos para que la gente piense bien de nosotros, y mentimos para que la gente piense mal de otros para que nos veamos mejores comparado con ellos. Todo eso es orgullo.

Quinto, ¿se le hace difícil reconocer que está equivocado? No confiesa su pecado a menos que lo pesquen. Y cuando lo pescan se pone defensivo. Echa la culpa a alguien, se resiente. Ud. dirá: “No me gusta la forma como me mostró mi pecado!”. Cambia el tema a las tácticas de ellos, en vez de enfocar su propia transgresión. ¿Qué? Tramposo. Algunos de Uds. no pueden decir: “Me equivoqué”. Algunos dirán cosas como, “¡Nadie es perfecto!”. Lo que equivale a decir, “Soy un ser humano”, que en realidad no es pedir perdón, sino más bien una excusa. Se les hace muy difícil reconocer que se equivocaron.

Sexto, ¿tienen muchos conflictos con otras personas? Entre la gente orgullosa hay muchos conflictos. Siempre se pelean. A veces hay conflictos entre la gente orgullosa y la humilde. Aquí lo vemos con Jesús, ¿cierto? Él es humilde, pero sigue teniendo conflictos con la gente religiosa que era tan orgullosa. Pero humildemente enfrenta a los prepotentes. Muy rara vez hay grandes conflictos entre las personas humildes. ¿Cierto? “Sí, esa gente humilde se está matando. Esa gente humilde”. Si tiene muchos conflictos, puede que Ud. sea la persona humilde, puede que sea una persona orgullosa.

Séptimo, ¿se cuela en la fila en las tiendas, en el aeropuerto, o en la autopista? Por ejemplo, está en el supermercado y hay una fila muy larga, abren otra fila y Ud. se cuela, y todos lo miran con desprecio. Pero como a casi nadie les gusta el conflicto no le dicen nada. Entonces hace una de dos cosas, se queda mirándolos detenidamente, como si les dijera “Ni se atrevan a discutir conmigo”, o saca el celular y empieza a hablar haciéndose el loco como si no supiera lo que hizo. “Sí, estoy en el supermercado”. Para que no lo interrumpan y digan, “Oiga, se coló en la fila”. porque al hacerlo la gente pensará que son maleducados. Es decir, Ud. es un maleducado y quiere que ellos se sientan como unos maleducados. Embustero. Embustero. Algunos de Uds. manejan sobre la banquina de la calle para colarse en la fila de carros cuando hay mucho tráfico. ¿Por qué? Por que se sienten más importantes que todas las personas que acaban de pasar. ¿Cierto? “Soy muy importante, tengo que llegar a tal sitio. Tengo cosas importantes que hacer. Uds. pueden esperarse.

O en el aeropuerto, es asombroso. El aeropuerto: Si no creen en la depravación total, vayan al aeropuerto. Es asombroso. Si está sentado en la parte de atrás del avión, en la última fila, ni siquiera puede ver el compartimiento del frente. ¡Ding! Todos se levantan de sus sillas y todos tratan de meterse en la fila para ir ¿a dónde? No importa dónde está su fila de asientos, se demorará mucho en bajarse del avión. Puede colarse en frente de una persona, ¿sabe lo que pasa? Nada, nada. Pero es una manera de decir, “Sí somos centenares de personas, pero al menos soy mejor que una persona. Soy muy importante”. ¿Se cuelan?

Octavo, ¿se resienten cuando la gente no reconoce sus logros? “Ni siquiera me dieron las gracias”. Ni siquiera me mandaron una carta diciendo, “Oye, muchas gracias”. Nadie me honra; nunca lo hacen. Nadie me reconoce lo que hago, ¿para qué sigo haciendo esto? ¡Nadie me dice: ‘Bien hecho’!. Oh, un momento, es cierto. Debo esperar a que Jesús me diga: “Bien hecho, buen siervo y fiel, pero ese día aún no ha llegado”.

Noveno, ¿se inclinan más por una actitud de tener derecho a las cosas, o por una actitud de agradecimiento? “Oiga, yo merezco eso. ¡Trabajé muy duro! Me sacrifiqué mucho. Me lo merecía”. O de agradecimiento. “¿Saben? Merezco el infierno. Todo lo demás es un regalo. Gracias, Señor. Te doy gracia por lo que sea”. La gente orgullosa piensa que el mundo les debe algo. Creen tener derecho a las cosas. Pero la gente humilde dice, “Gracias, Señor, porque les regalas cosas a tus enemigos, qué bien”.

Décimo, ¿piensan que básicamente Uds. son gente buena, y se sienten superiores a los demás? Claro que no lo pondrían en su cuenta de Facebook, ¿cierto? Cuéntanos algo de ti. “Pues, a ver, soy mejor que todos los demás”. Pero está en su corazón. Hay una especie de petulancia, autosuficiencia, superioridad, que le hace pensar, “¿Sabes qué? La mayoría de las personas son bien estúpidas, pero en cambio yo soy muy inteligente; la mayoría de las personas no son muy útiles, y me siento superior a ellas. Básicamente soy mejor que la mayoría de las personas”.

De acuerdo, ahora califiquémonos. Hicimos diez preguntas, y les daremos 1 punto por cada una. Si sacaron de 1 a Diez, son orgullosos; si sacaron cero, son muy orgullosos. Esa es su resultado. ¿Cuánto sacó Ud. Pastor Mark? ¡Veintisiete! Esa fue mi calificación.

La humildad y la honra

¿Qué les pasa a los orgullosos? ¿Qué consecuencias enfrentan? Jesús dice que la humildad nos puede conducir a la honra como el orgullo nos conduce a la deshonra. En Lucas 14:11, dice: “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido”. Jesús dice que, o empezamos con la humildad y Dios nos levanta, o empezamos con el orgullo y Dios nos humilla. Solo hay dos maneras de vivir: Jesús nos dice estas cosas porque nos ama. No quiere que se pongan a pelear con Él, y no quiere tener que humillarlos un poco. Él prefiere que sean humildes y que los tenga que levantar, cuando estén más listos a asumir cargos más altos de liderazgo e influencia, y a servir a los demás.

Jesús es bueno, les ama. Pero no puede dejar que la gente arrogante, orgullosa, use su nombre y anden por ahí aprovechándose de las personas. Porque la gente orgullosa, vaya, son los peores cónyuges, son los peores padres, son los peores amigos, son los peores miembros de la iglesia. La gente humilde, por la gracia de Dios, pueden ser muy buenos cónyuges, muy buenos padres de familia, muy buenos amigos, muy buenos miembros de la iglesia. ¿Empezarán arriba y terminarán abajo, o empezarán abajo para terminar arriba, culminando con la resurrección de los muertos y la ascensión al reino de Dios?

Es un gran tema en la Biblia. A menudo la Biblia habla de la humildad y del orgullo. Les daré unos ejemplos. Proverbios 16:18: “Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu”. ¿Alguna vez lo han leído? Alguien bien orgulloso, tal vez Ud., se sintió muy chulo, confiado, y seguro de sí mismo. “Sé lo que hago”, pero después pierde control.

Lo estaba contemplando antes del sermón e hizo que me acordara. Cuando estuve en Irlanda, fui a County Cork, donde mi tatarabuelo James se hizo a la mar en un velero y vino a Estados Unidos durante la Hambruna Irlandesa de la Papa. Fue el último puerto de parada de donde zarpó el Titanic Hay un gran cuadro, y debajo de él una cita de algo que se dijo cuando el barco zarpó del puerto. No sé si fue el capitán que lo dijo, o el que haya sido, pero dijo: “Ni siquiera Dios mismo puede hundir este barco”. Qué idea tan mala decir eso. No fue una buena idea.

El hermano de nuestro Señor, en Santiago 4:6 y el discípulo de nuestro Señor, Pedro, en 1 Pedro 5:5 dicen, “Revestíos de humildad; porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”. Amigos, he meditado en este versículo en los últimos años y no estoy diciendo que lo haya aprendido, pero me constriñe. Dios resiste a los soberbios. Significa que cuando somos orgullosos peleamos contra Dios. Pero Dios da gracia a los humildes. Él viene a servir. Qué insensatez pelear contra Dios.

Algunos de Uds. creen que la humildad significa no hacer nada. Jesús quiere que hagan algo. Pero quiere que las hagan con gracia y humildad. Le interesa tanto lo que está en el corazón, como lo que hacemos. Le interesan ambas cosas. Es decir, por qué quieren hacerlo, no solo lo que hagan. Ambos son importantes.

Les contaré un par de cosas sobre el orgullo comparado con la humildad. Primero, si quieren ser más humildes, no se enfoquen en la humildad. Porque lo que pasa es que dicen: “Soy tan orgulloso…necesito esforzarme para ser más humilde. Me enfocaré en la humildad para que pueda ser más humilde”, y el enfoque sigue siendo en ellos mismos lo que equivale al orgullo.

Se preguntarán: “¿Cómo hacemos para crecer en humildad?”. Piensen en otra persona. Se llama Jesús. Empiecen a pensar en Jesús, así es como crecemos en humildad. Nos preguntamos: “Bien, ¿qué ejemplo nos dio Jesús?”. Amigos, ¿Jesús era humilde? La persona más humilde que jamás ha vivido. ¿Cómo vivió tan humildemente? Por el poder del Espíritu Santo. Por eso, para crecer en humildad, debemos evitar obsesionarnos con nosotros mismos. ¿Soy orgulloso o humilde? Dejen que conozca a Jesús. Dejen que contemple la vida de Jesús. Déjenme vivir por el poder de Jesús, y como resultado, y verán que empiezo a demostrar un poco más de humildad cada vez; ojalá, el carácter de Jesús. La respuesta al orgullo no es la humildad. La humildad es el fruto de enfocar nuestra atención en Jesús. Entonces crecemos en humildad, porque, repito… si sabemos nuestro lugar, podemos conocer a Jesús, y decimos: “Sí, en realidad no tenía nada de qué jactarme. Jesús es mi Señor y es bueno conmigo; me salva, y la salvación es un don; y sí, sé cuál es mi lugar. Mi lugar no es estar sentado en el trono más alto, y ser exaltado. Mi lugar es delante del trono, postrado bocabajo, dando gracias”.

Algunos años más tarde, el Apóstol Pablo viene y habla del asunto del orgullo comparado con la humildad y cómo Jesús es la respuesta al orgullo. En Filipenses 2:1–11 dice así: Es largo, así que se los voy a leer: “Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo”, está hablando de Jesucristo, “…si algún consuelo de amor”, es decir, Él los ama. Él me ama, el nos ama. “Si alguna comunión del Espíritu”; es decir, que Jesús vive humildemente por el Poder del Espíritu Santo y viene a salvar a los cristianos y nos da el Espíritu Santo para que vivamos como Él por el poder de Dios. Es humillante, ¿no es cierto? Por lo tanto no se trata de glorificarme a mí mismo, sino de glorificar a Jesús, lo cual significa ser como Él. No se trata de hacer las cosas en mi propio poder, sino por el poder del Espíritu Santo. Todo esto nos humilla tremendamente.

“si algún afecto entrañable…”, esto nos permite sentir afecto y ser comprensivos con la gente, y decirles, “tú también eres orgulloso”. Pero lo que nunca debemos decirle a la gente es esto: “¡Eres tan altanero y arrogante, no lo puedo creer!”. Debemos tratarlos con afecto y simpatía. “Los dos somos orgullosos”. Así debemos decirlo. “Entiendo. Estamos en las mismas”. “Si alguna misericordia”. “Eres orgulloso, soy orgulloso, somos orgullosos. Seamos afectuosos y comprensivos. Ambos necesitamos que Jesús nos salve de nosotros mismos y al Espíritu Santo para que seamos más como Cristo.

“Completad mi gozo, sintiendo lo mismo”. Pablo empezará a hablar de la mente, o sea que debemos pensar diferente, tenemos que pensar bíblicamente. Si solo pensamos mundanamente, por defecto nos llenaremos de orgullo. Pensaremos, “¡el orgullo es bueno, ser humilde es malo, cuídate a ti mismo! ¡Consigue lo que puedas! ¡Sé todo lo que puedes! ¡Haz todo lo que puedas! ¡Toma todo lo que puedas! ¡Hazlo por ti mismo, no para Dios ni los demás!”. Y Pablo dice, “una mente distinta. Tienen que cambiar su manera de pensar. “El mundo y su sabiduría”, como dice en otra parte, no conoce a Dios”. Es decir, “No se conformen a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”. Todo empieza con un cambio en la forma de pensar. Una que dice, “No quiero seguir la sabiduría de este mundo. Quiero ser como Jesús porque es el más sabio de todos”.

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria”. Se refiere a competir: “Te voy a ganar”. Vanagloria: “Te odio, te desprecio. Voy a destruirte. voy a…derrotarte”. Uno puede ganar humildemente. En los deportes, en los negocios. Pueden tener una humilde ambición. Una humilde competencia. Una humilde victoria, lo cual es muy distinto a la contienda y la vanagloria. Tantas cosas en la vida son motivadas por el orgullo y el odio. Jesús dice que nuestra motivación debe ser la humildad y el amor.

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad”, ahí está la palabra. “Con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”. La mayoría de nosotros solo piensa en sí mismo. Los que son solteros, son los que más tendrán que batallar con esto porque no tienen que tomar a nadie más en cuenta. Se levantan, se acuestan, comen, beben, hacen, ven, lo que quieran. ¡Lo que quieran! No tienen que tomar en cuenta a nadie más. El universo suyo consiste de una sola persona.

Aun si se casaran, es posible que seguir siendo personas con poca consideración por los demás. Piensan: “Voy a casarme para que me sirvan, para que me ayuden, para que duerman conmigo, para cuidarme, y velar por mí. Existen para darme una vida mejor”. El orgullo. Lo piensan de los niños. “Los niños existen para darme felicidad, afecto, y darme gozo con su presencia en mi vida, para perpetuar mi legado. “¡Cómo te atreves hacer eso! ¿¡Cómo es posible que me hagas eso?!”. El orgullo. Pablo dice, “estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”. El mundo entero no existe para glorificarlos a Uds. Consideren a los demás.

Amigos, vivimos en un mundo donde el objetivo principal es aplastar a las personas motivados por el odio, la rivalidad, y la presunción. Por orgullo, queremos los mejores puestos en la mesa y después les pagamos a otros para que nos sirvan. Ese es el objetivo. La Biblia nos hace pensar en los demás que también son portadores de la imagen de Dios. ¿Qué hay de Jesús? ¿Hacía las cosas así?

Algunos dirán: “¡Pero yo quiero hacer algo! ¡Quiero marcar la diferencia!”. Amigos, nadie ha hecho más que Jesús. Más canciones se han escrito de Él, más libros se han escrito de Él, más pinturas se han pintado de Él, más vidas se han entregado a Él, miles de millones, que cualquier persona que ha vivido en la historia del mundo. Hasta nuestro calendario está divido en a. C, y d. C, Antes de Cristo, y después de Cristo, o AD, anno Domini, el año del Señor. Nuestros feriados más grandes celebran su nacimiento, su muerte, y resurrección. No hay nadie más grande que Jesús y lo hizo todo humildemente.

Mejor dicho, a ver si piensan lo mismo que yo… ¿No les parece difícil entender esto por completo? Es algo que va contra la lógica, contra la cultura. De hecho, es un reino. Es un reino. “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. Es decir, no podemos pensar si no le pertenecemos a Jesús. No estamos hablando de filosofía. Es el milagro del Espíritu Santo.

“el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”. El Dios eterno, Creador de cielo y tierra, de la misma naturaleza que Dios Padre, este Espíritu inmaterial de Dios, ¿decidió hacer qué? Salir en busca de personas rebeldes y orgullosos, con humildad. Se despojó de todo lo que disfrutaba y se revistió de carne humana; Dios se hizo hombre. Una acto de humildad; a fin de cuentas es humildad. Jesús, siendo rico, se hizo pobre. Vino de oír a los ángeles cantar, “Santo, santo, santo, es el Señor Dios Omnipotente!”, a escuchar a las personas que Él creó gritar: “Crucifíquenlo, crucifíquenlo, crucifíquenlo!”. Vino de un trono gloriosos a un pesebre humilde. Del cielo a un pequeño pueblo con un solo pozo y unas cuantas docenas de personas, a una madre adolescente. Su padre terrenal no era un rey. Su padre era carpintero. No viajó por todo el mundo. Caminó un poco a pie, no muy lejos de donde había nacido. No vivió en una gran mansión. Vivió en la casa de un campesino. No ejerció una profesión fabulosa. Fue un obrero. No tenía cantidades de dinero. Estaba sin techo y en la quiebra.

No era el Dios que todos esperaban, y aparece Jesús, en parte fue por eso que los religiosos estaban confusos ante la interrogante, porque pensaban: “Tú no puedes ser Dios. Dios no es humilde. Dios no se humilla”. Pues sí lo hace. Su nombre es Jesús. Jesús es humilde. Dice que tomó la forma de un siervo. Pero no pensamos eso, decimos: “¡No, no, no, no, Deberían servirnos”. Hay que pelear por los mejores puestos en la mesa, llegara una posición de poder, y después dejar que muchas personas nos sirvan!”. No, Jesús tenía todo eso, y se despojó de ello; vino al mundo aun para lavarle los pies a Judas Iscariote, que le robaba e iba traicionarlo. Es un siervo. Es aterrador. Es algo escandaloso.

“estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo. Amigos, tenemos que humillarnos. Las circunstancias nos humillan, pero debemos humillarnos. “Haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Dios fue tan humilde, que permitió a su propia creación asesinarlo para morir por nosotros, por nuestros pecados, como nuestro Salvador. Tendremos que pasar la eternidad pensando en eso porque es tan abrumador.

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobre todo nombre”, ¡Eso sí es un nombre! No el nombre de Uds., o el mío, o el nuestro. No el nombre de nuestra iglesia, o el nombre de nuestra teología, no el nombre de nuestra compañía, ni de nuestra familia. El nombre de Jesús, ese es el nombre que importa. “para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla, de los que están en los cielos, y en la tierra”; o sea, los que están salvos en “la tierra”, la iglesia, y debajo de la tierra, o sea los que van al infierno. “Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.

Dice esto: Jesús estaba en su gloria, vino en humildad, sufrió como siervo, murió y resucitó como nuestro Salvador, y ahora ha sido exaltado. Hoy vemos a Jesús, no en su humildad. En su gloria; ¡está en gloria! Y su nombre es sobre todo nombre. A eso debemos responder doblando las rodillas, inclinándonos. Es una postura de humildad. Es una postura de rendimiento. Es una postura de adoración. La respuesta correcta es alguien de rodillas que dice cosas buenas de Jesús. Para eso fuimos creados. Algunos de Uds. son miserables, pero aquí está la cura. ¡Esta es la cura! ¡Para esto fuimos creados! Él solo es digno.

¿Cuál fue la última vez que se arrodillaron? Algunos dirán: “Yo nunca me arrodillo”. Pues ese es el problema. Aun cuando adoramos y cantamos, Mars Hill, si desean ponerse de rodillas, o poner sus rostros en sus asientos, y hablarle a Dios de su orgullo, bien puedan. Pero algunos dirán: “¿Si uno ya es humilde, qué importa?” Les diría “Si uno ya es humilde, qué importa?”. Las rodillas dobladas, en voz alta, cantando alabanzas, orando, adorando a Jesús. Nuestro Dios humilde, nuestro Dios que nos sirve, nuestro Dios amoroso. ¿Cuál es el remedio para el orgullo? Jesús. Algunos de Uds. dirán: “No, no, el remedio para el orgullo es la humildad”. La humildad es resulta cuando conoceros a Jesús, el que ha sido exaltado.

El orgullo contra la humildad

Permítanme cerrar con unas cosas. El orgullo es natural. Lo adquirimos como descendientes de Adán, con una naturaleza pecadora, egoísta. La humildad es sobrenatural. Es un don de Dios por el poder del Espíritu Santo. La verdadera humildad… puesto que hay una falsa humildad. La verdadera humildad es un milagro.

Segundo, el orgullo codicia el éxito de los demás. “No puedo creer que se hayan casado! ¡No puedo creer que hallan sacado 4.0! No puedo creer que les dieron un ascenso de salario! ¡No puedo creer… Lo No puedo creer. ¡No es justo!”. Pero la humildad dice, “Alabado sea el Señor, es asombroso. Me alegro mucho por ti”, y lo dice sinceramente.

El orgullo tiene que ver con el egoísmo. La humildad tiene que ver con ser siervos como Jesús.

¡El orgullo tiene que ver con buscar la gloria! “¿Donde está el mejor puesto de la mesa? ¿Donde está mi honra? ¿Donde están mis galardones? ¿Dónde está mi cumplido?” La humildad consiste en dar gloria. “Jesús, eres muy grande. Gracias. Sí logré hacer algo, pero lo hice por la gracia de Dios. Sí, tengo una buena mente. Oye, ¡gracias por mi mente! Sí, algo salió bien, pues ¡gracias por la oportunidad de hacerlo! Sí, trabajé bien duro, ¡gracias por las fuerzas que me diste! Todo es por la gracia de Dios. Todo fue por la gracia de Dios. La gracia viene de Él, y la gloria es para Él.

El orgullo es independiente. “Esto lo hago sin ningún problema. Soy ordenado. Soy disciplinado. Soy autosuficiente. En realidad no necesito a Dios, y no necesito a la gente. Puedo cuidarme yo solo”. Pero la humildad depende de Dios. “Señor, de veras necesito que me ayudes, necesito mucho a tu pueblo. Quiero estar en comunidad en la iglesia. Estoy ciego a mi propia ceguera. Tengo límites, soy un ser caído e insensato. Eso significa que necesito amistades”.

El orgullo se alcanza. Es algo que podemos poner en una lista de quehaceres. Es algo que podemos hacer. “Quiero ser orgulloso. Listo, ¡ahí está! ¡Voltereta hacia atrás, se apea perfectamente del equipo, pun! ¡Lo logré!”. La humildad no es algo que alcanzamos, o hacemos. Es algo que constantemente viene en pos de nosotros por la gracia de Dios. No podemos llegar a decir, “¡Menos mal que ya superé la etapa del orgullo! Caray, todavía…”. ¡Estoy en el mejor equipo de la universidad, que orgulloso estoy! ¡Soy un relajo!”. Nunca seremos perfectamente humildes en esta vida, pero nuestra meta es buscarla por la gracia de Dios y el poder del Espíritu Santo por el amor de Jesús.

Algunos de Uds. al oír esto se desesperarán inmediatamente. “Oh, soy una persona horrible”. Sí, lo son. Y empezarán a obsesionarse con ustedes mismos. Quiero que tengan convicciones, pero que no se condenen. Quiero que pasen de su orgullo a la humildad de Jesús, que Él es un siervo. Murió por todos sus pecados y aunque es Señor, Dios, Salvador, Rey, y Cristo, ha sido exaltado, y está sentado en un trono ahora mismo, pero es un siervo humilde. Ha venido a servirles y ayudarles a superar su orgullo.

Por eso, en vez de deprimirse y pensar en lo orgullosos que son, hablemos del nombre que es sobre todo nombre. Hagámoslo cantando una canción. ¿Amén? Haremos comunión. Cuando hacemos comunión nos hace humildes. Recibimos la comunión como recibimos la salvación. El cuerpo quebrantado, la sangre derramada de Jesús es un regalo. Él lo da, nosotros lo recibimos. ¡Nos hace humildes! Cantamos, cantamos en el nombre que es sobre todo nombre. El remedio para el orgullo es Jesús. Amén.

Dios Padre, al reunirnos para cantar al nombre de Jesús, algunos nos sentimos deseosos de doblar las rodillas y rendirnos a ti, a confesarte, Dios, que el orgullo es pecado y que la humildad es un milagro. Así que por favor perdona nuestros pecados y permítenos vivir este milagro de que Jesús es lo principal, nuestro siervo humilde, en su nombre lo pedimos. Amén.

[Fin del Audio]

Nota: Esta transcripción ha sido editada.