Malaquías #4 – ¿Cómo le hemos cansado? (Malaquías 2:10–17)

Abandonando su bendición

Tenemos el Día de Acción de Gracias, tenemos la Navidad, tenemos el Año Nuevo. Estamos en temporada de fiestas. ¿Cómo pasaron el comienzo? ¿Cómo estuvo el Día de Acción de Gracias? ¿Cómo les fue? ¿Bien, mal? ¿Bien, mal? Yo la pasé súper bien. Fue el mejor Día de Acción de Gracias de toda mi vida. Invitamos a ambos lados de la familia a una gran cena de Acción de Gracias. Grace y yo nos conocimos hace 25 años, o sea que esta será nuestra vigésima quinta Navidad juntos. Y la familia de Grace vive cerca, y mi familia vive cerca, por lo cual podemos reunirnos todos, y eso es genial. Y todos de ambos lados de la familia inmediata se han vuelto cristianos. Están caminando con Jesús, asisten a la iglesia, están creciendo en su fe, así que es un gran gozo poder reunirnos todos. Tenía deseos de ver a todos, y creo que iban a participar 13 niños, o sea, muchos nietecitos.

Contesté el teléfono la mañana del Día de Acción de Gracias. Era mi madre, quien me dijo: «Oye Marky, tengo buenas noticias». Ella siempre me llama Marky. «Tengo buenas noticias». Vamos a traer una persona extra a la cena de Acción de Gracias». Y dije: «Muy bien, ¿quién es?». Dijeron: «Un muchachito de casi tres semanas de nacido». Y pensé: «Está bien, ¿alguien estaba embarazada y yo no lo sabía?». O sea, por lo general me mantengo informado. No pensé que alguien estuviera embarazada. Que yo sepa, soy el único que ha aumentado de peso.

Y le dije: «¿Y de dónde viene este bebé, Mamá?». Me dijo: «Sabes que tu hermano es padre de acogida». O sea, mi hermano y mi cuñada son padres de acogida y adoptaron un dulce y hermoso niñito.

Y le dije: «Eso es increíble. Es maravilloso. Me muero por conocerlo». Reuní a mis cinco hijos y les dije: «Buenas noticias, ¡habrá otro bebé!». Siempre nos emocionamos cuando viene otro bebé.

Y estábamos todos muy emocionados tomados de la mano en la cocina, y los niños y yo orábamos dando gracias a Dios esperando que llegara ese bebé. Todos vinieron, nos estábamos divirtiendo. Finalmente, mi hermano y su esposa llegaron con su familia, con sus hijos biológicos, su hijo adoptivo, y ahora con su hijo de acogida. Y empezó la carrera entre mi mamá y mi esposa a ver quién iba a cargar el bebé primero, y yo sabía que no había forma de cargarlo primero y que tendría que esperar mi turno; y a las dos les gustan muchísimo los bebés.

Y finalmente llegó el momento de cargar el bebé, y ya se había puesto más tarde en el día después de que todas las mujeres tomaran su turno. Era un muchachito muy simpático, y lo tomé en mis brazos y prendí el partido de fútbol americano para que lo viera por primera vez.

Y me senté en el sofá con este muchachito, y mi papá estaba sentado ahí, y el muchachito durmió en mis brazos por casi una hora. Mi papá estaba ahí viendo fútbol americano con su nieto mayor en sus brazos. Y mi hijo mayor Zach vino y se sentó a mi lado; mi primer hijo: tiene 14 años. Y pensé: «Mira la gracia de Dios». Dios es nuestro Padre; Él nos ama, es bueno con nosotros. Ahí estaban mi padre, que es cristiano, con su nieto en sus brazos. Yo soy su primogénito, y sentado a mi lado estaba mi primogénito. Vean la gracia de Dios en nuestra familia.

Durmió el bebé en mis brazos una hora. Tuve que besarlo y pasar el tiempo con él. y orar por él y disfrutarle.

Da importancia a su legado

Ojalá pudiera decirles que esta historia fue única e inusual. 40% de los niños esta noche se acuestan si un papá. Por primera vez en la historia de la nación, la mayoría de los niños nacen de madres menores de 30 años de edad fuera del matrimonio, lo cual significa que hoy, el caso típico es no tener padre.

Y no hay nada que impacte más nuestra vida como la identidad y la actividad de nuestros padres. Aparte de Dios, nuestra vida terrenal se ve afectada en forma positiva o negativa por nuestro papá. Por eso es que la Biblia nos sigue instando a pensar en nuestro legado.

Y la idea principal es esta: A Dios le importa tanto la vida que usted lleva y el legado que usted deja. Así que, abran sus Biblias en Malaquías; estamos hablando de vivir para un legado; aprenderán sobre este tema del legado desde la perspectiva de Dios.

Y Dios tiene algo que decir a los solteros y a los casados. Por el hecho de ser solteros no significa que Dios no tenga algo que decir sobre el legado.

No profane a su padre

Y empieza revelándose como Padre, y todo empieza en este pasaje: Malaquías 2:10, donde nos dice que obedezcamos a Dios porque Él es nuestro Padre. Dice esto: «¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios?». ¿Cuántos dioses? Uno. «Pastor Mark, que pasa con otras religiones que enseñan que hay otros dioses?». Hay un solo Dios. «¿Qué hay de las religiones que enseñan que hay múltiples dioses?». Hay un solo Dios, y Él es nuestro Padre. No tenemos 27 padres, no tenemos 100 mil padres, no tenemos mil millones de padres. Tenemos un solo Padre. Hay un solo Dios, y Él es nuestro Padre.

«¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué nos portamos deslealmente unos contra otros, profanando el pacto de nuestros padres?». Dice dos cosas acerca de Dios: Él es nuestro Creador; Él es nuestro Padre. Él nos hizo físicamente. Él nos salva espiritualmente. Ese es nuestro Dios.

Algunos llegan y dicen: «¿Qué derecho tiene Dios para decirme qué hacer?». Les daré una pequeña lista de buenas razones: Es Creador y Padre. Creó el mundo, lo creó a usted; si usted es un creyente en Jesucristo, Él lo adoptó en su familia como hijo o hija. Y como Él lo hizo y lo adoptó, tiene derecho a darle instrucciones como lo haría cualquier padre amoroso. Cualquier padre que no instruye a sus hijos, los odia. Cualquier padre que instruye a sus hijos, debe ser porque los ama.

Dios es un Padre perfecto. Dios es un Padre generoso. Dios es un Padre paciente. Dios es un Padre sabio Dios es un padre devoto. Y lo que está diciendo es: «Escuchen hijos, abran los oídos. Papá necesita hablarles de algunas cosas, Y si creen que soy bueno, necesitan escucharme».

Y aquí dice: «Tenemos un problema, y el problema es que están profanando mi pacto». Bien, este concepto del pacto en nuestros días no lo usamos mucho en nuestro lenguaje. La Biblia usa mucho el lenguaje del pacto o sea, dice que tenemos una relación singular con Dios por medio de Jesucristo, y para Él es nuestra más alta lealtad. Y al entrar en pactos, solemos hacer juramentos.

Al volvernos ciudadanos de un país, digamos que vinimos a Estados Unidos a solicitar ciudadanía. Al entrar en un pacto para ser buenos ciudadanos, hacemos un juramento. Juramos entregarnos con devoción al país. Digamos que ingresan a las Fuerzas Armadas. Entran en un pacto para servir y dar sus vidas, y hacemos un juramento de conducta personal. Asimismo, en un matrimonio, hacemos un pacto juntos para el resto de nuestra vidas, y lo hacemos intercambiando votos. Por tanto, los pactos y los juramentos van juntos.

Y Dios está diciendo: «Si yo los he adoptado, y si yo soy su Padre y ustedes son mis hijos, juntos tenemos un pacto y yo les he hecho promesas. Les he hecho juramentos. Los amaré, les serviré, nunca los dejaré, nunca los abandonaré. Pero ustedes también me están haciendo juramentos: que me obedecerán, que me seguirán, que me honrarán, que querrán volverse más y más como yo». Por tanto, incumbe a ambas partes del pacto cumplir con las obligaciones de cada cual, y aquí el pueblo de Dios no cumple con las suyas. Están profanando el pacto.

¿A cuántos de ustedes sus madres les hablaron sobre las obscenidades? ¿Sus madres les dijeron algo sobre las obscenidades? Yo era un niño que comía jabón. Les comparto ese dato, ¿de acuerdo? ¿Hay otros niños aquí que han comido jabón? Mi mamá, Dios la bendiga, la amo, me decía: «Mark, no puedes usar esas palabras. Cómete el jabón», ¿entienden?

Algunos de ustedes dirán: «Eso es abuso infantil». Ustedes no me conocían de niño. Me lo merecía, ténganlo por seguro. Debí haberme comido una caja entera de jabón tamaño Costo, ¿saben? Esta es la versión redimida y santificada de mi persona. Imagínese como habré sido. Era horroroso. Decía cosas que no debía decir y mi mamá decía: «Mark, no puedes. Marky, no puedes decir obscenidades.

Por lo general pensamos que las obscenidades son solo palabras, pero también incluyen nuestras obras. Algunos de ustedes nunca han dicho palabras vulgares, pero llevan una vida vulgar, y de eso está hablando. Quizás estas personas nunca dijeron malas palabras, las que nunca serían reemplazadas con un pip en televisión. Pero su estilo de vida es tal que se muestran desafiantes a través de su conducta.

Ustedes los religiosos cuidado no vayan a decir: «Oh, no puedo creer lo que dijeron», porque su vida entera es una es una palabrota. Quizás no use palabrotas, pero no tiene que hacerlo porque usted es una palabrota. ¿Entienden eso? Es ofensivo, ¿no es cierto?

«Profanando el pacto de nuestros padres». Profanar aquí significa que Dios es santo, pero lo tratamos como si fuera impío. Dios está al mando, pero lo tratamos como si no tuviera autoridad. Dios debe ser obedecido, pero lo desobedecemos. Es el colmo de la hipocresía decir: «Él es un buen Padre, pero yo no lo escucho». Es una cochinada. Está mal.

Profanar una relación de pacto con Dios Padre es tener un buen Padre y portarnos como huérfanos. Repito, este muchachito a quien tuve el privilegio de cargar el Día de Acción de Gracias, no sé qué le va a pasar. Está bajo la tutela del Estado. No han renunciado la custodia; aún no puede ser adoptado. Las cosas están muy complicadas y oro por su futuro.

Sin embargo, usted y yo no estamos en esa misma posición. No somos huérfanos, tenemos Papá. Su nombre es el Señor; Él nos ama y nos sirve, y cosa profana es tener a Dios como Padre y vivir como un huérfano. No seguirle ni buscarle, no escucharle ni obedecerle, no tomarle en cuenta ni honrarle, es cosa profana.

Y eso es lo que Dios está diciendo, y como la mayoría de ustedes son adultos, pensarán que no necesitan que alguien les diga qué hacer, pero para Dios apenas somos niños y no hay niño por viejo que sea que no necesite la sabiduría de su Padre.

A los solteros: No se casen para razones malas

Dios va a hablarnos como hijos e hijas adultos para que no profanemos su pacto, y Él va a empezar hablando a los solteros y después a los casados.

¿Cuántos de ustedes son solteros? Solteros, alcen la mano. Solteros, sigan alzando la mano. ¿Son solteros? Bien, tenemos café, más tarde pueden conocerse. Puede que hoy sea un gran día para ustedes, se los digo por si acaso, ¿verdad? Y les cuento algo, hombres solteros, los que no han podido conocer ni una chica en Mars Hill, ¿en serio, en serio? Es como decir: «Fui a un estanque de truchas y no pesqué ninguna». Entonces tiene problemas con la carnada, ¿sabe? Ja, ja. «Él es muy ofensivo», y veraz.

Bien solteros, empecemos. Va a hablarles a los solteros. Solteros, no equivoquen de pareja al casarse. Y 9 de cada 10 solteros entre ustedes van a casarse. Malaquías 2:11-12: «Deslealmente ha obrado Judá». Cuando habla de Judá, de Jerusalén, de Israel, se refiere al pueblo de Dios, a los creyentes, ¿de acuerdo? «Deslealmente ha obrado Judá, y una abominación se ha cometido en Israel y en Jerusalén». Abominación es una palabra grande. ¿Qué es una abominación? «Pues Judá ha profanado», otra palabra grande, «el santuario del Señor», lo que equivale a la iglesia, «que Él ama, y se ha casado con la hija de un dios extraño». Esa es la abominación profana: «Que el Señor extermine de las tiendas de Jacob al hombre que hace esto (sea testigo o defensor) aunque presente una ofrenda al Señor de los ejércitos».

¿Cuál es el problema? ¿Por qué ha convocado Dios Padre la reunión familiar? ¿Por qué están sentados todos los niños en el sofá? ¿Él por qué está tan preocupado? ¿Por qué usa palabras como “profanar” y “abominación”? ¿Por qué tanto problema? Aquí está. Creyentes que se casan con no creyentes.

Hagamos un mapita matrimonial. ¿Un creyente puede o no puede casarse con otro creyente? Sí, les di uno fácil para empezar. ¿Puede un creyente casarse con un no creyente? Digan que sí. Bien hecho, contestaron bien. ¿Puede un creyente casarse con un no creyente? No, sacudan la cabeza así. [Sacuda la cabeza] No. Padres, sacúdanla con severidad. No, no, no.

Algunos de ustedes se preguntarán: «¿Qué derecho tiene alguien para decirme con quién puedo y no puedo casarme?». Y Dios dice: «Yo sí tengo derecho. He creado el matrimonio, te he creado a ti, y si tú me perteneces, necesitas escucharme».

No es muy distinto a la situación de mis hijos y mis hijas. Les prometo que si mis hijos se escapan y se casan con mujeres o si mis hijas se escapan y se casan con hombres sin consultarme a mí o a Grace, o si desacatan nuestro consejo, no terminará bien para ellos porque los conocemos, los amamos, y estamos ahí para ayudarles a tomar la segunda decisión más importante de su vida.

La más importante es decidir quién es su Dios. La segunda más importante es decidir quién será su cónyuge? Esas son las dos decisiones más importantes que tomará en su vida. Y aquí Dios está diciendo: «Ya les dije con quién no debían casarse, y se casaron con ellas. Y no fueron unos pocos, es una epidemia y un problema».

Algunos al leer la Biblia dicen: «Este libro tiene 2.500 años de antigüedad. Es tan anticuado que no se aplica a nosotros. Las cosas han cambiado». Pues, probémoslo a ver si es cierto. ¿Los creyentes hasta el día de hoy se casan con no creyentes? Sí. ¿Cuántos en promedio? Según un artículo reciente en The Economist, 45% de los matrimonios se denominan interconfesionales. Dios usa palabras como “profano” y “abominación”, y ellos usan la palabra interconfesional. Eso significa que el cristiano se casa con el mormón, o el mormón se casa con el musulmán, o el musulmán se casa con el hindú. Diferentes religiones. Y esto está mal.

Digamos que usted asiste a Mars Hill, y usted es creyente. Algunos de ustedes son solteros y dicen: «Oh», como si la alarma se hubiera activado en su mente. «Estoy saliendo con un incrédulo». No empiece a inventarse cosas para defenderse.

Ponga los frenos, no siga adelante; eso no conduce a la vida, al gozo, y a vivir felices para siempre. Es un problema muy actual, y lo que está en juego es el legado.

Si un creyente se casa con un no creyente, les deseo mucha suerte en tener hijos que conozcan y amen al Señor de todo corazón, y que se entreguen exclusivamente a Él, si mamá y papá ni siquiera están de acuerdo en su devoción, o incluso en quién es Dios. Ustedes los solteros, óiganme bien. Salir con alguien a lo misionero resulta en un triste divorcio. Salir con alguien a lo misionero resulta en un triste divorcio.

Estadísticamente, eso es cierto. Bradford Wilcox y otros sicólogos destacados, han demostrado que las tazas más elevadas de divorcio ocurren entre personas de diferentes creencias religiosas. Se divorcian más que cualquier otro grupo.

El grupo con la menor taza de divorcio son los que creen en la Biblia, que aman a Jesús, y que asisten a iglesias cristianas, evangélicas . A algunos de ustedes les mintieron: «Los cristianos se divorcian tanto como los no cristianos». No, no es así. No es así. Simplemente no es así. Doy fe de ello. Llevo 17 años de casado. Pienso que este año tuvimos 105 bodas. Conozco los matrimonios, conozco los divorcios, y les cuento que los miembros de la iglesia tienen una taza de divorcio drásticamente más baja que los demás y que todos los que se casan con personas de otra tradición religiosa.

6 opciones para los solteros

Así que para ustedes los solteros quiero hablarles muy claramente. Aquí Dios Padre está hablando a ustedes. Permítanme hablarles con el corazón de un padre. Es interesante para mí porque empecé esto hace 17 años, y Ashley, mi hija, fue una de los primeros en nacer en la iglesia. Ahora tiene 16 años, así que nos falta un año para que entre en su último año de preparatoria, y luego a la universidad.

De repente estoy viendo en un horizonte no muy lejano que mi hija puede empezar a salir, a comprometerse, o a casarse con alguien. ¿Falso o verdadero, hombres? Todo se ve diferente cuando nos volvemos padres. Todo se ve diferente. Todos los muchachos parecen terroristas, ¿verdad? O sea, todo se ve diferente.

Ahora permítanme hablarles a los solteros, sobre todo a los que son quizás un poco mayores, los que aspiran a casarse, pero por alguna razón no parece estar en el horizonte en el futuro cercano.

Permítanme hablarles particularmente a las señoritas. Hace poco, tuve varias conversaciones aparte con unas mujeres piadosas, mayores, solteras que quieren casarse, y pienso que son maravillosas. No puedo imaginarme por qué no están casadas. No lo entiendo. Son fabulosas, y solteras, no lo entiendo.

Y estuve hablando con una de estas chicas. Subió y me dijo: «Pastor Mark, ¿qué debo hacer?». Y me sentí como su papá en ese momento, o sea: «¿Qué le diría a mi hija?». Y medio se me ocurrió algo, y lo compartiré con ustedes. Le dije: «En realidad solo tiene 6 alternativas, ¿verdad?». [La congregación ríe] No sé por qué se me hace chistoso. Soy un papá que siempre tiene algo que decir.

Y estas son las 6 alternativas que tienen los solteros. 6 alternativas que tienen los solteros. ¿Listos? Bien, tomen notas, solteros. Y me refiero sobre todo a los solteros que aspiran al matrimonio. Quieren casarse, pero todavía no se han casado. O no están listos, o están tratando de alistarse; o quizás usted sea una mujer piadosa y no ha llegado el hombre que dé la talla para ser su marido, y al contemplar su futuro, dice: «No sé si esto llegue a suceder para mí. Me gustaría casarme. Aprecio los sermones de Mark. Me gusta que les grite a los hombres. Ojalá que uno de ellos me llame». Pero para usted nada está sucediendo. Y he tenido muchas conversaciones con mujeres piadosas, mayores, que aspiran a casarse, pero últimamente nada está pasando para ellas. Y si usted está en esa situación, en realidad tiene 6 opciones.

1. Pecar

La primera, simplemente, es pecar. «Voy a salir con un no creyente. Voy a cohabitar con alguien. Voy a acostarme con alguien. Voy a buscar a alguien en el ámbito de los solteros. Buscaré a alguien que adora un dios diferente, o un ateo, o simplemente voy a pecar. Voy a rebelarme, voy a hacer lo que me da la gana. Dios, me has fallado, y ahora voy a tomar el asunto en mis manos». Como resultado, sobre todo para las damas, van a dañar su relación con Jesús, siendo que Él es el Hombre más importante de sus vidas. Y cualquier otro hombre que estropee su relación con el Dios-Hombre, es el hombre equivocado.

2. Rendirse

Segundo, algunos de ustedes van a rendirse. Dirán: «¿Saben qué? Me doy por vencida. Nunca me casaré. Debo dejar de esperanzarme. Debo cerrar mi corazón con candado en una bóveda para que nadie entre jamás. Dejaré de esforzarme, dejaré de salir de cita, de darle importancia a esto. Ni siquiera volveré a orar por esto. Si alguien llega y me dice: “Quiero presentarte a alguien”, le diré: “No gracias. No estoy interesada. Me doy por vencida”».

3. Contentarse con menos

Tercero, pueden contentarse con menos. Aunque empiecen con este criterio: «Quiero a alguien que ame a Jesús», podrían terminar con: «Con tal de que esté vivo me conformo». «Fíjense bien, esa era mi lista». Algunos de ustedes son solteros y sus expectativas son demasiado altas. Su lista es demasiado larga. Nadie reunirá los requisitos jamás, y si pudieran, escogerían a otra persona en vez de usted. Solo les estoy diciendo cómo es, ¿no es así? O sea, si esa persona existiera sería increíble, pero él o ella podría encontrar a otra persona, ¿no es cierto? Les estoy diciendo lo que les va a pasar.

Algunos de ustedes tienen una lista de expectativas demasiado baja. Demasiado baja. Necesitan expectativas razonables. Y esta es la clave, solteros. No tengan una lista solamente de lo que quieren en un cónyuge, tengan una lista de lo que quieren ser para su cónyuge. Si van a tener una lista, tengan dos listas. «Yo quiero ser esto, y esta es la clase de persona que quiero conocer».

Pero después de un tiempo, empezamos a conformarnos con menos y prescindimos de lo mejor de la lista, ¿verdad? Digamos que usted es una mujer de entre 20 y 30 años de edad, y dice: «Quiero que él ame a Jesús, quiero seguirle como líder de la familia, y quiero tener hijos». Después a los 30 años de edad piensa de repente: «Ah caray, ahora tengo que prescindir de su buen liderazgo y del respeto total le tendría, y voy a conformarme con alguien que solo cree en Dios». Y muy pronto, comprometemos eso incluso: «Pues, él antes creía en Dios, con eso basta».

De repente, empieza a contentarse con menos. Empieza a rebajar sus expectativas. No hagan eso. No sean poco razonables, pero tengan expectativas y no se conformen con menos. Es mejor ser soltero que estar tristemente casado, y no voy a pedirles a los casados que digan amén a ese punto. Pero si se sinceraran un momento, los mirarían y les dirían: «Es mejor ser soltero que estar en la situación en que me encuentro».

4. Sufrir

Cuarto, pueden usar esta oportunidad para sufrir simplemente. Podrían tomar su soltería y usarla para darse golpes como con un garrote. «Tengo algún defecto, soy mercancía dañada. Nadie me escogió a mí, nadie me amó, nadie me quiere. Todos me han rechazado». Pueden darle ese garrote a Satanás para que los apalee vez tras vez tras vez. No hagan eso. Hay algunas mujeres que– Grace y yo tenemos amistad con muchas mujeres solteras. Algunas son madres solteras, algunas nunca se casaron, algunas quedaron viudas. Y se miran unas otras confundidas: «No me explico cómo puede ser soltera. Ella es asombrosa». Y Grace dice: «Yo tampoco me lo explico. No entiendo. No lo comprendo. No entiendo». A veces si usted es soltero, no es porque tenga algún defecto. A veces los hay, pero a veces usted no tiene nada de malo, así que no se castigue, y no deje que otros lo castiguen, y no deje que Satanás lo castigue.

5. Excederse

Quinto, usted puede excederse. Es una persona que dice: «Voy a casarme», y para ellos se vuelve un trabajo de tiempo completo. Piensan: «Iré a todos las páginas de citas para cristianos. Voy a llenar el perfil. Voy a mentir sobre quién soy. Voy a embellecerme con Photoshop para verme más joven y feliz. Iré a todo ministerio cristiano para solteros que pueda encontrar. Iré a todos los grupos comunitarios de la Iglesia Mars Hill, y después iré a otras iglesias Mars Hill y también a todos sus grupos comunitarios. Y cada vez que salga de la casa»– a veces las damas hacen esto– «voy a vestirme como si fuera un concurso de belleza. Ni siquiera iré al buzón sin ponerme rímel o tacones, ¿entienden?». Tratan de poner mucha carnada al anzuelo, eso es lo que están haciendo.

Algunos hombres también son así. El tipo que se pone demasiada colonia sería un ejemplo, ¿verdad? O sea: «Me pondré una camisa con botones, me despilaré el entrecejo, voy a oler bien. Y asistiré a Mars Hill, y voy a ser un saludador, y voy a conocer a todas las mujeres que entran a la iglesia. Hola, bienvenida—_a buscar anillo, a buscar anillo, a buscar anillo_—», ¿no es cierto?

No exagere, está sobreactuando. Está tratando demasiado, ¿entiende? ¿Han conocido personas así? Son un poco exagerados. Están obsesionados. Es demasiado. Cálmense, ¿no es cierto? Si Dios tuviera pareja para ustedes, ni siquiera tendría que ayudarles en este momento. Ustedes se las saben todas, ¿no es así? Y algunos se obsesionan, pero pasa lo siguiente: Corren el riesgo de amar el matrimonio y no amar a su cónyuge. Tienen un guión y quieren dar las frases a alguien, sea quien sea. Dios no nos llama a amar el matrimonio solamente, sino a amar a nuestro cónyuge.

6. Solaz

Sexto, y esta es la opción que les recomiendo que elijan, sobre todo los solteros que no ven en el horizonte ninguna expectativa de casarse, aunque estadísticamente 9 de cada 10 de ustedes se casarán. Pero en particular las mujeres piadosas que aman al Señor y no están seguras si el día de su boda vendrá jamás, busquen solaz en esto. Ustedes adoran a Jesús, y Él es ¿casado o soltero? Soltero. ¿Qué clase de vida vivió? Una vida perfecta.

Falso o verdadero: Jesús dejó un legado. Nadie en la historia del mundo ha dejado un legado igual al de Jesucristo, sin embargo, Él nunca se casó y nunca tuvo hijos. Su vida fue significativa, su vida fue valiosa, su vida tuvo propósito, y vivió como soltero.

Así que, para los que son solteros, adoren a Jesucristo quien no pecó sexualmente, quien tuvo relaciones apropiadas y amistosas con personas del sexo opuesto, pero nunca se propasó en ningún sentido. Era soltero, pero no estaba solo. Invirtió su vida, no la desperdició, y nosotros somos parte de su legado.

Así que, cuando un soltero lucha con su soltería, debe saber que el Jesús con quien habla es un Jesús que entiende. Es un Sumo Sacerdote que simpatiza Es un Dios y Salvador único que ha estado donde usted está, y está ahí para reconfortarle, y consolarle, y animarle, e instruirle, y dirigirle y guiarle.

Y la verdad es que la Biblia habla mucho sobre el matrimonio y la familia, pero finalmente se trata solo de Jesús. ¿Y no es maravilloso que tengamos un Dios soltero para los que son solteros, o que serán solteros al menos por una temporada? La decisión más importante que usted tomará es decidir quién es su Dios, Jesucristo. La segunda decisión más importante es con quién se casa, y a veces lo mejor es decidir no casarse.

Y si se siente presionado en Mars Hill, permítame aliviar esa presión. Si es una mujer soltera que se siente como una ciudadana de segunda clase por no estar casada, permítame pedirle disculpas y quitarle esa presión. Y para las señoritas solteras, su relación con Jesús, el Dios-hombre, es la relación más importante que tendrán jamás con cualquier hombre. Y cualquier hombre que estropee su relación con el Dios-hombre es el hombre equivocado, ¿de acuerdo?

Bien, este es el corazón de lo que está pasando en Malaquías. Dios está diciendo: «Están casándose con no creyentes». ¿Cómo llegamos a ese punto? Les diré cómo llegamos ahí. Pecamos, nos damos por vencidos, nos contentamos con menos, sufrimos, nos excedemos. Y las decisiones que tomamos en los años de solteros nos ponen en matrimonios en los que nunca deberíamos estar porque empezaron con relaciones que nunca debíamos haber empezado. ¿Entienden eso? Bien, esa es la Palabra de Dios para los solteros.

A los casados: No se divorcien para razones malas

¿Qué tal para los que son casados? ¿Cuántos de ustedes son casados? Alcen la mano. Bien, casados, Dios tiene palabra para nosotros. «No se divorcien equivocadamente». Malaquías 2:13-15: «Y esta otra cosa hacéis: cubrís el altar del Señor de lágrimas, llantos y gemidos,» con grandes lágrimas de cocodrilo, «porque Él ya no mira la ofrenda ni la acepta con agrado de vuestra mano. Y vosotros decís: “¿Por qué?”»

Sigue: «Porque el Señor ha sido testigo entre tú y la mujer de tu juventud, contra la cual has obrado deslealmente», está hablando a los hombres en particular, «aunque ella es tu compañera y la mujer de tu pacto. Pero ninguno que tenga un remanente del Espíritu lo ha hecho así».

Dios está diciendo: «Estuve ahí el día de tu boda». ¿Cuántos de ustedes no sabían que Dios estuvo ahí? Dios estuvo ahí. Él era un testigo. ¿Saben lo que sucede? He oficiado muchas bodas. Y lo que hacemos es sacar el contrato, el acuerdo legal y vinculante a los ojos del gobierno, el cual debe ser firmado por dos testigos. Por lo general son el padrino y la dama de honor. Y Dios dice: «Yo también estuve ahí, y yo era el testigo más importante. Los escuché intercambiar votos».

El asunto es este: El matrimonio cristiano incluye a Dios. No solamente a marido y mujer, sino al Señor también. Por eso es, Mars Hill, que no dejamos que se casen simplemente. Necesitan orientación prematrimonial. No permitimos que tomen la decisión precipitadamente. Otras personas les ayudarán a darles buen consejo. No permitimos que cualquiera se case en la iglesia para que se vean bien en las fotos, porque no vamos a fingir que lo hacen a los ojos del Señor, a menos que sí sea a los ojos del Señor. Le gente llega y dice: «¿Quién tiene derecho a decirme con quién puedo y no puedo casarme?». Dios dice: «Yo sí. Yo he creado el matrimonio, y si tú eres uno de mis hijos, tengo derecho a darte buen consejo».

Y Dios dice: «Yo fui testigo de tu pacto». Este lenguaje surgirá muchas veces, y está muy ligado al tema del legado. Hablará sobre el pacto con nuestros padres, de una descendencia piadosa, del pacto matrimonial. Todo esto está aquí en Malaquías 2:10-17. Todo este lenguaje va junto en lo que respecta a este asunto del legado de pacto.

Ven, solemos pensar en términos de una relación personal con Jesús. El lenguaje de las Escrituras no usa eso. Claro que queremos que tengan una relación personal con Jesús, pero no es una relación aislada con Jesús. Mi relación con Jesús incluye a mi esposa Grace, nuestros cinco niños, y algún día, por la gracia de Dios, a nuestros nietos. Los incluye a ustedes. No es una relación aislada con Jesús, es una relación de pacto con Jesús, y eso es algo muy distinto, y es algo muy importante.

Dios dice que este a pacto lo distinguen tres cosas: Dice que sexualmente, son uno. «Marido y mujer se vuelven una sola carne». Es lo que dice Génesis. Por tanto, el matrimonio tiene un componente sexual. Los dos se vuelven uno. Es lo que Malaquías dice aquí.

Segundo, relacionalmente son compañeros. Este es el lenguaje bíblico de la amistad, que marido y mujer son amigos, son compañeros de por vida, hacen una vida juntos. Durante 25 años consecutivos Grace ha sido mi mejor amiga. Mi mejor amiga. Por eso es que la esposa en Cantares 5:17 dice: «Este es mi amado y este es mi amigo». El compañerismo aquí está en que están ahí en los buenos y en los malos tiempos, y no se dan por vencidos con uno, y perseveran el uno con el otro, porque eso es lo que hacen los buenos amigos. Por tanto, es sexual, es relacional, y también es espiritual.

Él dijo: «¿Acaso no les dio un remanente del Espíritu, del Espíritu Santo?», o sea que el Espíritu Santo mora en la hija de Dios y mora en el hijo de Dios. Cuando entran en el pacto de Dios, el Espíritu Santo les da poder y los capacita a amarse unos a otros con el amor de Dios, a perdonarse unos a otros con el perdón de Dios, y a tomar la obra de Dios y aplicarla el uno al otro y a su relación uno con el otro.

El matrimonio no es lo que la cultura piensa. Es sexual, pero acostarse con alguien solamente no significa que estén casados. Es relacional. Ser amigos con alguien solamente es importante, pero no significa que estén casados. También es espiritual, o sea, Dios une ambas almas y el Espíritu Santo obra en y por medio de ambos, y es todo eso. El matrimonio de pacto es sexual, es relacional, y es espiritual.

Y al igual que todo pacto, requiere la fidelidad de ambas partes. El esposo y la esposa deben ser fieles uno con el otro, y Dios es fiel con ambos. Y cuando Dios es fiel con ambos y ellos son desleales uno con el otro, Dios entra a supervisar el pacto y señala de qué manera ha sido quebrantado o infringido. Y aquí, la situación o el escenario, es el divorcio. Es el divorcio.

Razónes bíblicas para divorciarse

No puedo profundizar en eso, pero permítanme comentar brevemente sobre este problema del divorcio. E inmediatamente, sé lo que pasa. Pasa de lo teológico a lo emocional. Pasa de ser: «¿Qué diferencia hay entre moicheia y porneia en el texto griego?», que significan adulterio e inmoralidad sexual, a ser: «¿Mi divorcio es bíblico? ¿Debo salirme de este matrimonio? ¿Debió dejar mi papá a mi mamá? Nos sentiremos muy incómodos esta Navidad, y ¿a los ojos de Dios, alguien habrá pecado ?». Hay razones bíblicas: enseñamos y creemos que es permisible aunque no es lo ideal que la gente se divorcie. Abordaré eso brevemente.

1. La muerte

Primero, la muerte pone fin al pacto matrimonial. Y los casados no pueden matarse, ¿de acuerdo? Sería homicidio. La esposa de Billy Graham– fue algo chistoso– le preguntaron a Ruth: «¿Alguna vez pensaste en divorciarte de Billy?». Era una mujer honesta. Y dijo: «En realidad nunca pensé en divorciarme de Billy, pero he pensado en matarlo». La muerte pone fin a un pacto matrimonial. Este año prediqué el funeral del papá de Grace. Estuvo casado 50 años con su esposa. Su pacto terminó el día que se acabó su vida.

2. El adulterio

Segundo, el adulterio es causal para divorciarse. Es el rompimiento del aspecto sexual del pacto. Sexual, relacional, espiritual. El adulterio es como colocar un torpedo en el casco del matrimonio de pacto.

3. La inmoralidad sexual

Tercero, la inmoralidad sexual es una palabra diferente al adulterio, pero abarca una categoría más amplia. Y yo antes era más legalista y religioso y solía tratar a las personas como ecuaciones matemáticas. Esto mas esto es igual a esto, y esto más esto es igual a esto, y hacía lo mismo con el divorcio y el matrimonio hasta que me volví pastor. Y entonces la gente entraba y ventilaban todo lo que les había pasado en la vida, y lo descargaban todo, y me di cuenta que son cosas muy complicadas y a veces muy devastadoras.

Y entre más viejo me pongo, me siento más como un padre. O sea: ¿Qué le diría a mi hija? Y este problema de la inmoralidad sexual en nuestros días, la gente hace cosas malas y viles, y no hablaré de ellas en detalle, pero a veces si las hacen de forma habitual sin arrepentirse se vuelven muy difíciles de tolerar. Y algunos están cansados simplemente de hacerse el examen de enfermedades por culpa de su cónyuge. Hoy suceden toda clase de cosas viles. Esas cosas pueden ser causales de incumplimiento de pacto y la finalización del matrimonio.

4. El abandono

Cuarto, el abandono. En 1 Corintios 7, el relato dice que el que no es creyente se va. Digamos que dos no creyentes se casan y uno se convierte, se vuelve cristiano, y el otro dice: «No quiero nada que ver con Jesús. Me largo de aquí», y se va. Dice que si el que no es creyente se separa no están obligados. Tristemente, se acaba. Termina.

5. La deslealtad

La deslealtad en Malaquías 2, o la traición desleal, puede incluir a un esposo que golpea a su esposa, violencia, amenaza de seguridad. El comportamiento traicionero, traidor, peligroso y violento. Y como padre con una hija, pienso «Caray, que situación tan horrible. Que Dios no permita a mi hija estar en situaciones como esas».

6. La dureza de corazón

Y sexto, la dureza de corazón. Moisés habla de esto y Jesús hace eco de lo mismo. Moisés permitió el divorcio, dice la Biblia, por la dureza del corazón. Eso significa que alguien rehúsa hablar del tema, rehúsa afrontarlo, se niegan a hacer cambios. No estamos hablando en el corto plazo, sino a largo plazo.

No quiero escandalizarlos, y mi intención no es que esto sea penoso, pero les daré un ejemplo al comienzo de Mars Hill. Había un hombre con niños pequeños. Llegaba del trabajo, se servía una cerveza, reclinaba la poltrona, ponía pornografía en el televisor grande de la sala todos los días. Y su esposa le decía: «Por favor no hagas eso. Los niños lo ven, y eso está mal, y…por favor no hagas esto», por mucho tiempo. Él contestaba: «Trabajo duro todo el día. Merezco descansar en mi propia casa. Es mi televisor. Puedo hacer lo que me da la gana, y si no te gusta, puedes largarte». Pero sus hijas y sus hijos están viendo eso. Es pura dureza de corazón, no estar dispuesto a encarar lo que obviamente es un problema.

Nunca deben divorciarse porque quieren

Un par de cosas sobre el divorcio. Uno no tiene que divorciarse aunque tenga razones legítimas. No tiene que divorciarse, aunque tenga razones bíblicas. No puede tomar la decisión en aislamiento. No puede decir: «Voy a mi casa a estudiar la Biblia y a sacar mis propias conclusiones y a tomar mis propias decisiones».

No, no, no. Les insto que inviten a otros, inviten el consejo sabio y piadoso. He visto a algunas personas amargarse y frustrarse mucho. Buscan a todos sus amigos divorciados: «¿Qué opinan de esto?». Sé qué clase de consejos les van a dar. Es como si usted fuera un alcohólico, y para la intervención trae a los cantineros. Ese no sería el mejor consejo. Tampoco se haga una cirugía a usted mismo, ¿verdad?

Hay ciertas cosas para las que invitamos a la gente, porque no nos conviene encargarnos solos de esas cosas. Busquen la participación de pastores en la iglesia, Busquen el consejo bueno y sabio. Consigan la intervención de consejeros bíblicos No tomen la decisión en aislamiento. No se precipiten a tomar la decisión. Están frustrados– no doy más, estoy harto, me doy por vencido, se acabó».

No se apure a casarse y no se apure a divorciarse. No se acelere, no sea impaciente, no sea impetuoso. No le prenda fuego ni se vaya por haber tenido un mal día. Usted no puede tomar esta decisión en lujuria. «Estoy casado con él/ella, pero me siento muy atraído a él/ella». Y aunque tenga fundamento bíblico para divorciarse, su corazón no es bíblico.

Y permítanme decirles, nunca deben casarse por– o mejor dicho–. Nunca deben divorciarse porque quieren. Solo deben divorciarse cuando no hay otra alternativa. Han orado, han esperado, lo han intentado. Tristemente, trágicamente, siguen ahí, pero siempre dan lugar a la gracia de Dios y esperan que algo milagroso suceda.

Tuvimos una situación en una de nuestras iglesias Mars Hill hace poco. Una pareja con 20 años de casados demandó un divorcio. Contrataron abogados, todo iba rumbo al final. Y se dieron cuenta que Jesús murió por sus pecados y que no tenían que matar su matrimonio. Jesús resucitó para darles un nuevo matrimonio, una nueva vida, un nuevo comienzo. Por medio de la gracia de Dios y de Jesucristo, se perdonaron el uno al otro, se reconciliaron, pasaron al frente de la iglesia y rompieron los papeles de divorcio. No pasa así siempre, pero queremos que pase todo lo posible.

¿Por qué? Hablé con un señor antes del servicio que tenía lágrimas en los ojos. Me dijo: «Pastor Mark, mi papá acaba de abandonar a la familia». Le dije: «¿Y por qué hizo eso?». Me dijo: «Le dijo a mi mamá que solo quería ser feliz». Ese tipo no va a ser feliz. Le han mentido. Dejar a la esposa y a los hijos, tener una Navidad incómoda, y relaciones tensas con los nietos. ¿Feliz? Esa no es la palabra que yo escogería.

Dios quiere que seamos santos. A veces, a veces la felicidad está al otro lado de la santidad, pero la felicidad nunca se logra a expensas de la santidad.

¿Qué busca Dios por medio de nuestros matrimonios? Nueve de cada diez de ustedes, estadísticamente se casarán en algún momento de su vida. No sea otro americano necio que dice: «Solo quiero ser feliz». He visto personas casarse cinco veces y siguen deprimidas. Lo que Dios está buscando por medio de nuestros matrimonios es esto.

Un bueno legado es major que pasarla bien

La idea principal es que un buen legado es mejor que pasarla bien. Vivimos en un día en que lo más importante es pasarla bien. La Biblia entera se trata de dejar un buen legado. Pensamos generalmente en el fin de semana, y Dios quiere que pensemos de aquí a 1.000 generaciones. Malaquías 2:15-17. ¿Que buscaba el Dios único?

La idea principal es esta: No se trata de lo que usted quiera para su matrimonio. No es: «Quiero ser feliz. Quiero satisfacción. Quiero tener mejor sexo. Quiero alguien que me aprecie. Quiero alguien que no aumente de peso. Quiero alguien que sea amable conmigo. Yo quiero, yo quiero, yo quiero, yo quiero».

Dios dice: «Escuchen niños, ustedes no saben lo que necesitan. Saben lo que quieren, pero no saben lo que necesitan. Yo soy su Padre. Los veo a todos. Estoy en todas las bodas. Escucho todos los votos. He estado aquí desde antes de los siglos. Oficié la primera boda entre sus primeros padres. Confíen en mí, sé lo que necesitan. No me digan lo que quieren. Yo sé lo que quieren. Soy su Padre, escúchenme a mí». Los nietos están en juego, los bisnietos están en juego. Tienen que ver más allá de sus pantalones y del fin de semana.

¿Que estaba buscando el Dios único? El Dios único buscaba una sola cosa. ¿Qué era, Mars Hill? Oigan papás, díganlo. Una descendencia piadosa. Papás, díganlo. Una descendencia piadosa. A la mayoría de los hombres los motiva más el trabajo de crear descendencia que la parte piadosa. Muchas personas hoy piensan: «Me gustaría divertirme un poco, y si de paso dejo descendencia, dejo descendencia». Uno puede hacer un niño en una noche, pero es de toda la vida criar a ese niño para que sea piadoso. Es mucho trabajo.

«Prestad atención, pues, a vuestro espíritu». Guarda tu corazón, no seas insensato, ¿verdad? Asegúrate de atender solo al sabio consejo. No se lancen al río de la muerte a nadar con todos los demás. «Y no seas desleal con la mujer de tu juventud. Porque el hombre que no ama a su esposa y se divorcia de ella, dice el Señor, Dios de Israel– y al que cubre de iniquidad su vestidura —dice el Señor de los ejércitos—. Prestad atención, pues, a vuestro espíritu y no seáis desleales. Habéis cansado al Señor con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? Cuando decís: Todo el que hace mal es bueno a los ojos del Señor y en ellos El se complace; o: ¿Dónde está el Dios de la justicia?».

Aquí está hablando del divorcio entre los que profesan ser creyentes. Y la situación era que hombres mayores se divorciaban de sus esposas y se escapaban con mujeres más jóvenes. Vaya, esto suena a la actualidad, ¿no? Habla de la mujer de su juventud. Nos responsabiliza mucho a nosotros los hombres.

Esto es lo que le pasa a un tipo. Se casa joven, tiene hijos. Él y su esposa envejecen, entra en la crisis de la mediana edad. Los niños crecen, la esposa no toma parte en la crianza de los niños como antes. Él entra en una crisis de mediana edad y piensa: «Quiero tener una mujer más joven»; se divorcia de su esposa, destruye su legado y se va con otra mujer más joven en nombre de ser feliz. Eso fue hace 2.500 años, y pasa lo siguiente. Es tan eficaz que Satanás sigue repartiendo el mismo guión generación tras generación, en el desfile de los insensatos.

Y Dios quiere una descendencia piadosa. Quiere que amemos al Señor, que nuestros hijos amen al Señor, que nuestros nietos amen al Señor, que nuestros bisnietos amen al Señor. Esto fue lo último que Dios dijo por 400 años, por lo tanto es de suma importancia. Estaban esperando la venida de Jesús; nosotros esperamos su retorno. Ellos debían encargarse de tener una descendencia piadosa hasta que Él viniera; nosotros debemos encargarnos de tener una descendencia piadosa hasta que Él aparezca otra vez.

Dios detesta el divorcio, pero no deststa al divorciado

¿Cuántos de ustedes en sus Biblias, aquí en Malaquías 2:16, lo dice de esta manera: «Yo detesto el divorcio, dice el Señor». ¿Cuántos de ustedes han escuchado esto: «Dios detesta el divorcio»? ¿Han escuchado eso? Muchas personas que no conocen la Biblia, eso es lo único en la Biblia que conocen acerca del divorcio. ¿Qué dice Dios acerca del divorcio? Dios detesta el divorcio. Y eso se convierte en una expectativa irrazonable, a veces sobre todo para las mujeres que viven bajo circunstancias abusivas con hombres que no observan todo lo demás que dice la Biblia sobre amar, y querer a sus esposas, y no ser severos con ellas.

Quisiera decir un par de cosas sobre esto. La Biblia sí dice que Dios detesta el divorcio, pero no dice que deteste al divorciado. Si asisten a Mars Hill estarán preguntándose: «Bien, soy divorciado. Significa que Dios me detesta?». No.

Tengo tres hijos y dos hijas, y espero que se casen; pero si algún día –no lo permita Dios– pido que nunca les pase, haré todo lo que pueda. Pero si se divorcian, Dios no lo quiera, detestaré el divorcio, pero no voy a detestar a mis hijos. Dios es un Padre; ama a sus hijos. Puede que deteste algunas circunstancias, ya sea por causa de su pecado, o por el pecado de su cónyuge, o por ambos, pero Él no odia a sus hijos. Dios no lo odia a usted. Dios detesta el divorcio de la misma manera que la gente detesta el divorcio. Estaba hablando con un divorciado hace poco, una mujer. Ahora es madre soltera. Rompió con su marido quien se escapó con otra mujer; la historia fue un desastre parecido a este. Ella me dijo: «Detesto donde estamos. Detesto estar divorciada. Detesto que la Navidad vaya a ser tan dura. Detesto que mis hijos vayan a la cama llorando. Detesto cómo pinta el futuro». Me dijo: «Detesto esto». Los divorciados también detestan el divorcio.

Dios detesta el dolor, el sufrimiento, y la confusión que acarrea el divorcio, sobre todo cuando hay niños de por medio. Y algunos de ustedes se criaron en hogares así y saben exactamente cómo se siente uno. Pero Dios no detesta a los divorciados. Dios detesta el divorcio a la luz de que nuestros matrimonios deben representar como un cuadro al matrimonio por excelencia, donde Jesús es como un Novio y la Iglesia es como su Novia; donde Él la ama y nunca la abandona, nunca la deja, nunca abusa de ella, nunca la traiciona. Y nuestros pequeños matrimonios deben reflejar, ser cuadros y retratos del matrimonio por excelencia. Y cuando el pueblo de Dios se divorcia, contrista a Dios porque envía un mensaje confuso sobre el afecto y la devoción de Jesús por su pueblo en el pacto de salvación.

Dios sí detesta el divorcio, pero debemos asegurarnos de no sacar un principio de un contexto. El contexto aquí es que Dios detesta el divorcio como los que estaban sucediendo en Malaquías. Pienso como un padre. Les cuento dos cosas que me vienen a la mente. Mi hija de 16 años, hace un par de semanas, alguien que ella conoce se escapó con otra mujer. Se supone que eran una familia cristiana; fue todo un desastre. La miré y le dije: «Cariño, y si tu papá hiciera eso?». Le dije: «No lo he hecho, no lo haré, ¿pero si lo hiciera?». Me dijo: «Si no puedo confiar en ti, no puedo confiar en ningún hombre».

Alexi se sentó en mi regazo ayer por dos horas, y después cenamos, y después volvió a sentarse en mi regazo dos horas más. Es súper afectuosa. La miré y en un momento dado le dije: «Cariño, te gusta acurrucarte conmigo?». Me dijo: «Sí, me das calor, me siento segura contigo; te amo Papá Daddy», y me acariciaba la barba. Le dije: «Cariño, si alguna vez sales con un hombre o te casas con un hombre y no te sientes segura con él, tienes que decírmelo, porque necesitas sentirte segura. Y si no te sientes segura, yo me encargaré de ello». Estaba consignando cositas en su mente para hacer retiros en el futuro. Me miró y me dijo: «Lo haré papá».

Dios está furioso porque Dios es un Padre. Dios está harto porque sus hijos siguen cometiendo el mismo error, el mismo pecado. Dios mira a sus hijas y dice: «Ella es creyente, se casó con un creyente, se casaron en mi presencia en el Señor. El pastor leyó los versos y todo se hizo legalmente, en público. Ella le dio hijos; no era perfecta, pero lo amaba. Ella crió a los niños, él, entrado en años, ganó suficiente dinero para divorciase de ella y se escapó con una mujer más joven». Y el Padre mira eso y dice: «Lo detesto. Detesto que traten a mis hijas así». Y Dios dice: «Estoy harto de esto. Esto me tiene exhausto».

¿Qué los cansa a ustedes? ¿De qué están hartos? ¿Contra qué están cansados de luchar? Dios dice: «Matrimonios como este, y sobre todo hombres como estos. Estoy tan harto, tan cansado de esto». Y Dios dice: «Lo que más me frustra son los líderes religiosos que se paran y dicen que lo malo es bueno y lo bueno es malo». Lo cual significa que, oh, que si en esta iglesia quieren que arregle su matrimonio y a usted no le da la gana porque conoció a otra persona, solo vaya a esta iglesia donde un pastor destinado al infierno le dice: «Oh, eso está bien. A Dios le parece bien que usted haga eso. En griego eso significa que lo malo es bueno y lo bueno es malo, y que el adulterio es amor, y vean eso, vean eso. Tomamos la Biblia e hicimos papiroflexia y la convertimos en algo que no es». Podemos encontrar libros, predicadores, conferencias, y consejeros que nos digan lo que queramos escuchar. Emita el cheque y le darán la respuesta porque eso es lo que hacen los falsos profetas.

Las ABCs de criar a una descendencia piadosa

Dios dice: «Estoy hastiado de eso». Dios es como un padre que mira las vidas destrozadas de sus nietos y dice: «¿Quién más se está preocupando por estos niños? Quién más se va a preocupar por los nietos? ¿Alguien más está pensando en el legado?». Una descendencia piadosa. Tanto hombres como mujeres, somos responsables ante los ojos de Dios; pero ustedes los maridos y los padres, tengo que cautivar sus corazones hoy y Dios necesita guardarlos. Necesitan tener el corazón de un padre si son padres. Una descendencia piadosa.

Tres cosas que pueden hacer para dar más probabilidad estadística a esa meta. No está garantizado, pero es más probable. A-B-C. Empieza con los adultos. Estadísticamente, si mamá y papá adoran al Señor, leen la Biblia, oran, y asisten a la iglesia, los niños también lo hacen. Oren con sus niños, oren por sus hijos.

1. Adultos

Empieza con los adultos, ¿de acuerdo? Si usted es madre soltera o un padre soltero, toda la responsabilidad recae sobre usted. Si son madre y padre, recae sobre ambos; y los padres tienen que liderar el camino. Son los líderes del hogar. Son la persona más influyente de su familia, y punto. Empieza con los adultos, ¿verdad? No podemos dejar un legado de fe que no tenemos. No podemos conectar el siguiente eslabón en la cadena si no estamos conectados nosotros mismos. ¿Conocen a Jesús? ¿Se han apartado del pecado y confiado en Él? Hombres, papás, padres, ¿son salvos?

2. La Biblia

Segundo, la Biblia. Necesitan tener ejemplares de la Biblia en su casa apropiados para la edad de los niños. Si tienen niños pequeños: una Biblia para niños. Si tiene adolescentes: busque algo que les sirva. Para los niños más grandes, una Biblia de estudio. Los niños deben saber que papá tiene una Biblia, que mamá tiene una Biblia, que ellos leen la Biblia, que estudian la Biblia, que aprecian la Biblia, que escuchan la Biblia, que contestan sus preguntas con la Biblia, porque las Biblias deterioradas por el uso a menudo se encuentran en los hogares que no lo están.

3. La iglesia

Y tercero, A-B-C, la iglesia. Usted pertenece a la familia de Dios. No solo tiene a su familia, pertenece a la familia de Dios. Está bajo la autoridad del liderazgo local. Está bajo la predicación de la Palabra de Dios. Está en comunidad. Tiene relaciones humanas. Las esposas comparten sabiduría entre ellas. Los esposos comparten sabiduría entre ellos. Invitan a los solteros para darles ejemplo de cómo es la soltería piadosa para el futuro de sus hijos, porque todos ellos serán solteros al menos por una temporada, o parte de su vida.

Es acoger a otros en su vida e invertir en sus vidas, porque tener una familia piadosa requiere participación en la familia de la iglesia. Y algunas personas, las que más han invertido en mis hijos, son personas solteras, viudas, y algunos divorciados que aman a Jesús. Y han hecho inversiones de inestimable valor en mis hijos, y somos parte de su legado espiritual. No hay bala de plata que garantice una descendencia piadosa, pero estas tres cosas, estadísticamente y bíblicamente, aumentan las probabilidades.

No es fácil

Ahora permítanme cerrar con esto. No pretendo que esto sea fácil. Grace y yo nos conocimos a los 17 años de edad. Llevamos 25 años juntos, y 20 años de casados. Algunos días son buenos, otros días son difíciles. Muchos nos criticaron a Grace y a mí, incluso en nuestro libro sobre el matrimonio, diciendo: «Hablaron de las partes difíciles». Sí, claro, quiero dar la impresión de que Jesús es perfecto y que el resto de nosotros lo necesitamos.

Amo a Grace con todo mi corazón, y a veces ella me vuelve loco. Grace me ama con todo su corazón, y yo la vuelvo loca mucho más de lo que ella me enloquece. ¿Imagínense? No puedo imaginarme estar casado con mí mismo. Se me acaba de ocurrir eso. Si hubiera dos versiones de mí, tendría que morirme. No puedo imaginármelo.

El viernes Grace y yo salimos de cita y tuvimos un descuerdo. Una pequeña discusión, ¿verdad? Y el viernes fue un día difícil. Me sentía frustrado y deprimido pensando: «Voy a predicar sobre la descendencia piadosa en Malaquías 2, y estoy riñendo un poco con mi esposa; es decir, no es que tuviéramos que llamar a la policía ni nada, pero nos mirábamos el uno al otro diciendo: «¿En serio, en serio, en serio, en serio? Y Dios nos mira y nos dice: «¿En serio, en serio, en serio, en serio?».

Resolvimos el asunto, por la gracia de Dios, y el sábado fue uno de los mejores días que he tenido todo el año. Mi hijo Gideon, de 7 años, y yo, salimos a cortar leña e hicimos un gran fuego en la chimenea. Mis hijos sacaron sus cuchillos estaban tallando madera, tostando malvaviscos, y unos bocadillos suculentos. Entra mi esposa, se sienta junto a mí en el sofá, la mujer de mi juventud. De pronto, todos mis hijos se sientan en el sofá aunque tienen otros lugares donde sentarse. Todos estamos en el sofá maravillosamente cómodos, porque ahí está la mujer de mi juventud, y aquí está nuestro legado, y todos somos cristianos, y somos una familia, y estamos sentados juntos junto al fuego, y alabado sea Dios por su gracia.

Y algunos días van a ser como el viernes, y tendrán que enfocar todas sus energías en recordar el sábado. Y los amo, y Dios los ama, y Dios es un Padre, y yo tengo un corazón de padre, y si van a casarse eso es lo que quiero para ustedes, y eso es lo que Dios quiere para ustedes. Un legado piadoso, una descendencia piadosa, un pacto con la mujer de su juventud.

En un momento dado, Grace recostó la cabeza en mi hombro y dijo: «Será tan divertido tener nietos». Y le dije: «Ashley tiene apenas 16 años, aún falta mucho. Sabes, estoy perdiendo los estribos pensando en eso ahora mismo». Pero me encanta que en su corazón esté pensando en la siguiente generación. Está contemplando el horizonte. Quiero volverme viejo con ella, quiero ser su amigo, quiero crear recuerdos con ella, quiero criar nietos con ella. Y la mentira es que todo lo que no sea eso es mejor que eso.

El legado de Mars Hill: el instituto bíblico y el seminario

Mars Hill, en la gracia de Dios hemos llegado al punto en que muchos de ustedes se han casado, o se casarán, y han nacido muchos niños, varios miles, y la pregunta es, ¿dejaremos un legado? Como iglesia, ¿duraremos más de una generación, o dejaremos un legado? Por eso estamos abriendo nuevas localidades. Por eso estamos comprando nuevos edificios. Por eso estamos trayendo el instituto bíblico y el seminario.

Y la semana pasada, la primera semana, 300 estudiantes se apuntaron e indagaron; así que la próxima generación está muy motivada, y queremos ser muy generosos en prepararnos para el futuro. Por eso les pedimos que oren, por favor oren, y para eso tienen los 40 Días de Oración. Además, les pedimos que den generosamente y recogeremos nuestros diezmos y ofrendas ahora. Y deseamos tener un gran empujón de fin de año de varios millones de dólares para ayudarnos al menos a establecer nuestras iglesias y colegios y repuntar nuestros esfuerzos de plantar iglesias en el futuro.

Mientras recogen nuestros diezmos y ofrendas, quiero que sepan que las decisiones que toman hoy afectarán a personas que aún no han nacido así como las decisiones tomadas antes de que ustedes nacieran los afectaron a ustedes. Y quiero que piensen en dejar un buen legado y no solo en pasarla bien.

Para los que son solteros, para los que son casados, nos incluye a todos nosotros, todos debemos participar. Para los solteros, permítanme decirles que hay algo peor que ser soltero, y estar en un matrimonio impío, doloroso, y complicado, que se complica más aún al añadir hijos. Los que se encuentran en esas circunstancias a su alrededor no alzarían la mano para decirlo en este momento, pero aparte, en un momento de tranquilidad, le dirán que se precipitaron a entrar en algo a lo cual no debieron entrar, y que ha sido doloroso y difícil desde el comienzo.

Para los que están casados, por la gracia de Dios, superen sus viernes y lleguen a sus sábados. Y no voy a pedirles a todos que me acompañen y para los que están dispuestos, y los que de corazón están en su pacto y en sus votos, en hacer votos de pacto con Dios sobre varias cosas. Esto incluye a los solteros y a los casados. Voy a pedirles que se pongan de pie en este momento, y juntos haremos esta oración de cierre, y estos votos de pacto.

Empecemos con– por favor pónganlo en pantalla, para ayudarles a repetir conmigo–. Para los solteros, quiero que repitan esto conmigo si están dispuestos a pactar. Solo saldré y me casaré con– repitan conmigo– solo saldré y me casaré con– ustedes los solteros– Solo saldré y me casaré con– díganlo– con alguien que ama a Jesús y está de acuerdo con mis convicciones bíblicas fundamentales.

Para los casados, tomen la mano de su cónyuge. Este voto lo hacemos juntos en presencia de Dios. Tomaremos decisiones motivados por nuestro legado y la gloria de Dios, no por nuestro egoísmo y nuestra falta de visión.

Oración

Dios Padre, eres testigo, y eres Padre, y te doy gracias ahora mismo porque gracias al pacto que tenemos contigo en Jesucristo, estamos preparados para participar en la Cena del Señor, y reconocemos Señor Jesús que tú moriste en nuestro lugar por nuestros pecados para que hiciéramos morir nuestro pecado y resucitáramos en novedad de vida a dejar un nuevo legado. Gracias, Padre, por enviar tu Hijo como un don tan grande.

Señor Dios, pido por los solteros, pido por los casados, y pido, Señor Dios, por el legado de sus familias, y pido por el legado de nuestra familia de la iglesia. Y Padre, pido que nos llenes hoy de esperanza. Para los que se sienten en el día viernes, pido que el Espíritu Santo les recuerde de los sábados que han tenido para que sigan adelante hasta que alcancen los sábados que tienen por delante. En el buen nombre de Jesús, amén.

Nota: Esta transcripción ha sido editada para la legibilidad.