Los diez mandamientos-7 No cometas adulterio (Exodos 20:14)

La Viña

Hace algunos años Grace y yo teníamos una vid que tratamos de hacer crecer junto al garaje. Yo tenía grandes expectativas para esa pequeña vid. Mi meta era hacerla crecer al lado del garaje, y después por un emparrado sobre la puerta del garaje. Esperaba nutrir esa vid para que llegar a ser suficientemente larga para pasar sobre el porche del frente de la casa. Y había un pequeño emparrado allí, y tuve una visión: si nutría esa vid pacientemente, finalmente cubriría el frente de la casa. Sería muy hermosa y yo podría sentarme allá afuera y disfrutar ese lugar con mi esposa y mi familia.

No soy jardinero. Sé que los sorprende oír eso. No tengo mucha experiencia en jardinería. Ese fue el primer compromiso serio con un proyecto de esos, por eso empecé con una vid pequeña, y descubrí que crecen muy lentamente y que hay que tener mucha paciencia. Tenía que abonarla mucho, darle mucha agua, fumigarla; cada que había un pámpano muerto debía podarlo y seguir manteniendo la vida y nutrición de la vid. Finalmente, trepándose en el emparrado, la vid creció y se enredó muy bien en este, y creció por encima del garaje y sobre el porche. Había logrado algunos resultados que había esperado durante años.

Un día estaba afuera podando el césped, y con la desmalezadora recortaba el borde cuando, de repente por descuido corté la vid que había nutrido y cuidado durante años. Y quedé estupefacto porque me di cuenta que no podía hacer nada para arreglarla. La maté en un instante. El adulterio es así. El adulterio es así.

En el Salmo 128:3, el salmista dice que una esposa es una vid fecunda y que los hijos son como plantas de olivo, que son una bendición alrededor de nuestra mesa. Dios justamente compara el matrimonio a una vid. Hay que invertir mucho y hay que esperar mucho tiempo, y hay que ser paciente y cuidarla si queremos que crezca y dé fruto. Y el adulterio equivale prácticamente a cortar la vid cerca de su base.

Y lo interesante fue que la vid empezó a morir, pero no murió de una sola. Las hojas permanecieron verdes por algunos días, y al poco tiempo se notaba cerca de la base que la nutrición no subía. Finalmente empezó a secarse. Decidí que seguiría con la misma vid, nutriéndola, reinvirtiendo en ella, esperando con paciencia, y volviendo a empezar.

Y espero que Dios les ayude a algunos de ustedes hoy a escoger ese camino. Finalmente la vid retoñó y, con el tiempo, volvió a ser como había sido antes.

¿Qué es el matrimonio?

Este va a ser uno de esos sermones muy difíciles para todos nosotros, y como pastor mi anhelo es tener un corazón de padre y hablarles como si fueran uno de mis hijos o hijas, y lo son espiritualmente. Mi anhelo es que pongan atención mientras les traigo la Palabra de Dios de una manera práctica y útil. Estamos en los Diez Mandamientos. Somos una iglesia que enseña la Biblia y nos gusta estudiar las Escrituras. Estamos en Éxodo capítulo 20, verso 14 examinando los Diez Mandamientos. Estamos en el séptimo mandamiento, que dice simplemente: «No cometerás adulterio». No cometerás adulterio.

Uno de los mayores gozos que los otros ancianos y yo tenemos, y yo personalmente como su pastor, es ver que las personas conozcan a Jesús y se conozcan unos a otros, que lleguen a conocerse más aún, que se apunten para la orientación prematrimonial, y que se casen. Y es un gran honor estar ahí el día de sus bodas. Pero el día más importante no es ese día, es el último día de su matrimonio. ¿Llegará prematuramente? ¿Cortará usted su propia vid? ¿Será doloroso para usted? ¿Será placentero?

Al leer la Biblia, justo después de la primera boda, la de nuestros primeros padres, siguió una guerra. Satanás ni siquiera se apareció a Adán y Eva sino hasta después que se casaran. Siempre me parece muy curioso que eligiera ese momento. Algunos de ustedes son solteros, y piensan, «Tan pronto me case mi cónyuge me ayudará ser menos tentado». En realidad Satanás ni siquiera apareció sino hasta después que nuestros primeros padres se casaron. Pero la trama de la Biblia va del matrimonio a la guerra, y siempre ha habido una guerra desde el principio en torno al matrimonio, sobre todo el matrimonio en el pueblo de Dios.

Dios nos habla y dice: «No cometerás adulterio». Dedicaré el tiempo que me queda para tratar este tema de unas maneras muy prácticas, y tengo dos categorías para ustedes: Algunos ya hicieron esto y se preguntan qué deben hacer ahora. Algunos no lo han hecho y no tienen el sentido de urgencia que quizás deberían tener.

Para empezar, necesito enseñar un poco, y necesito contestar esta pregunta: ¿Qué es el matrimonio? Vivimos en un día profundamente confundido en todos los aspectos, sobre todo el matrimonio. El matrimonio en la Biblia es algo muy sagrado. Fue creado por Dios. Él preside la primea boda del primer hombre con la primera mujer. Los une, y Él es que instituye todo esto, este gran don del matrimonio.

1. El matrimonio es un pacto

El matrimonio es dos cosas, y podemos debatir esto todo el día, pero lo simplificaré lo más que pueda. Es pacto y consumación. Es pacto y consumación, según la Palabra de Dios. Así que, ante todo, es pacto. Esto lo encontramos en Malaquías 2 y en otras partes. «El Señor ha sido testigo entre tú y la mujer de tu juventud». Aquí habla a los hombres. «Ella es tu compañera y la mujer de tu». ¿Qué? Pacto.

El gran debate en nuestros días es si el matrimonio es un contrato civil o un pacto bíblico. Un contrato civil en realidad es entre dos personas. Se parece más a un contrato comercial. A un contrato legal. Como dos socios que forman una sola firma. Es por lo civil. El pensamiento cristiano, el pensamiento bíblico dice que no es civil, es un pacto. O sea, no son solo dos personas. Son dos personas en Dios, quien supervisa el pacto.

Por eso es que en la Iglesia Mars Hill no vemos el matrimonio como la cultura en general lo ve, porque somos cristianos y creemos en la Biblia. También significa que no permitimos que la gente se case si no reúnen los criterios bíblicos. Nunca casaríamos a un creyente con un incrédulo, porque para concertar el pacto entre sí, los dos necesitarían estar en el pacto con Dios. Dos creyentes pueden casarse, pero un creyente y un incrédulo no pueden casarse porque no están en el pacto con Dios. No deben concertar pacto matrimonial el uno con el otro.

Por eso es que si una pareja viene a Mars Hill y nos dice: «Nos gustaría casarnos», les hacemos un proceso prematrimonial para ayudarles a entender los términos, las condiciones, y los requisitos del pacto matrimonial de Dios. Por eso es que, como ancianos de la iglesia, nunca casaríamos a alguien a menos de estar seguros que toman en serio su pacto con Dios. Por eso es que nunca presidimos bodas ni permitimos que alguien presida una boda en nuestras iglesias, a menos que piensen de acuerdo con el pacto.

La gente siempre llama y dice: « ¿Podemos arrendar su edificio?». No para casarse por lo civil, sino para un matrimonio de pacto. No queremos confundir a las personas que piensan: «Pues no tenemos un pacto con Dios. No estamos concertando un pacto el uno con el otro, pero nos gustaría hacerlo en la iglesia porque mi abuela es muy tradicional, y salen mejor las fotos».

Que quede muy claro, lo civil se hace por lo civil, y lo que es de pacto por el pacto. Y nuestra perspectiva del matrimonio se basa enteramente en las Escrituras, y no importa cómo voten, o lo que determinen los políticos y los abogados, finalmente lo que más nos importa es lo que Dios dijo. Por tanto, es de pacto, lo cual significa que es permanente. Es exclusivo y es sagrado.

2. El matrimonio es consumación

Segundo, el matrimonio es un pacto que incluye la consumación. Si dos personas duermen juntas no significa que estén casadas, porque falta el aspecto del pacto; solo tienen la consumación. Dos buenos amigos se aman y pasan tiempo juntos, pero no han concertado ni consumado el pacto, no están casados.

Por eso es pacto y consumación. Génesis 2:24 habla de esto. Aquí Dios habla, y Moisés graba lo que dicen nuestros primeros padres. «El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer», ahí está el pacto, « y serán una sola carne».

Un matrimonio civil no es un pacto matrimonial

Ahí está la consumación. Es entre un hombre y una mujer. Todo lo que yo diga hoy será ofensivo, ¿de acuerdo? Y espero que todo lo que diga hoy sea cierto. El matrimonio es entre un hombre y una mujer, porque Dios nos creó, como dice el capítulo anterior de Génesis: varón y hembra. En nuestra cultura no creemos que la gente fue creada varón y hembra, creemos que Dios hace personas andróginas que determinan su propia identidad de género. Por lo tanto, usted no es hombre ni una mujer, sino una persona que decide si vivirá como hombre o como mujer. Un hombre puede vestirse de mujer, o una mujer puede vestirse de hombre o pueden hacerle una intervención quirúrgica para cambiarle el sexo y su identidad biológica por completo.

Dios nos hizo varón y hembra. Y como pastor no quiero ofender a los que nacen de cierta manera anatómica o fisiológica; hay variables complicadas, pero son una pequeña minoría. Esto ha repercutido a tal punto en nuestra cultura, que ahora decimos: « ¿Por qué no pueden casarse hombre con hombre y mujer con mujer?». Lo que tenemos hoy no es una definición de matrimonio sino la ausencia de una definición de matrimonio.

Mi pregunta es, ¿por qué dos personas? O sea, en la Biblia es normativo que dos personas se casen. Muchas culturas son polígamas. Pienso que en mi vida veremos la legalización de la poligamia. Creo que veremos legalizar la poligamia en mi vida. Creo que los bisexuales dirán: «Soy ambas cosas, necesito dos parejas». Creo que ciertos grupos religiosos abogarán por la poligamia, y creo que la definición del matrimonio está ausente– y eso es lo que tenemos hoy– no tenemos una definición para el matrimonio, está ausente la definición del matrimonio. Verán que otros siguen añadiendo a la lista de lo que constituye un matrimonio civil.

Pero les aseguro que no es un matrimonio de pacto. No es un matrimonio bíblico. Eso pasa por la confusión de género. Ha llegado a tal extremo, que ahora aprobaron leyes en California que dicen: si un niño se siente como una niña, puede usar el vestuario y el baño de las niñas, y si una niña se siente como un niño, puede usar el vestuario y el baño de los niños, porque ¿quiénes somos nosotros para juzgarlos? Ahí el género no se determina por la anatomía ni por la teología, sino por la individualidad. Ese es el mundo en que vivimos.

Pero, «No os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente», dice la Biblia. «El mundo no conoció a Dios por medio de su propia sabiduría», dice la Biblia. «La mente que no conoce a Dios es enemiga de Dios. No entiende las leyes de Dios; es más, no se sujeta a ellas», dice la Palabra de Dios.

Los cristianos piensan distinto en todos los aspectos, no solo en este. Creemos que fuimos creados varón y hembra a imagen y semejanza de Dios, y que el matrimonio no solo es civil y contractual, es de pacto, es para un hombre y una mujer, y se define como un pacto en la presencia de Dios y en la consumación de esposo y esposa.

El Matrimonio es un retrato de algo más grande

Y les diré por qué es tan supremamente importante esto según las Escrituras: el matrimonio es una ilustración, un patrón, un precedente; es sombra de algo mucho más grande y significativo.

La gente dice: «Si esas dos personas se aman. ¿Por qué no pueden casarse?». Mi pregunta es: « ¿Qué tal que si se casa un hermano con su hermana si se aman y no le hacen daño a nadie y son mayores de edad?». Como no hay definición para el matrimonio, ustedes verán toda clase de locuras en el nombre de la tolerancia y la diversidad. Ese es el mundo en que vivimos.

Según la Biblia, el matrimonio es un cuadro, una imagen, que representa algo mucho más grande. La Biblia nos dice que el matrimonio es un cuadro, un símbolo, una imagen del amor de Jesús por la iglesia. Pueden leerlo en Efesios 5, donde dice que Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella para presentársela a sí mismo una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga. La historia culmina con una boda en Apocalipsis 19, casi al final de la Biblia.

¿A cuántos de ustedes les gusta ir a una boda estupenda donde el novio y la novia se aman? Todos quieren ir a una boda así porque fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, y en última instancia, aunque no conozcan a Dios, están siendo preparados por Dios para el día eterno en que comparecerán ante Él. Ellos quieren esa boda.

Pues al final, la boda más grande de todas será entre Jesús y su pueblo. Apocalipsis 19 dice que la historia culmina con las bodas del Cordero, y que la iglesia es como una novia ataviada de blanco. Por tanto, caballeros, no somos novias individualmente, pero colectivamente estamos relacionados con Jesús porque le seguimos y le adoramos y tenemos afecto y fidelidad de pacto con Él.

No adoramos otros dioses porque equivale a frecuentar rameras. Por eso es que en la Biblia la idolatría es adulterio. Cuando adoramos otros dioses, engañamos a Jesús. Si tomamos parte en las religiones falsas y en la espiritualidad, estamos engañando a Jesús. Y por eso es que la iglesia debe ser como una novia y Jesús como el Novio, y el matrimonio debe ser para presentar y preparar a las personas para esa realidad final.

Por ende, el matrimonio no es solo entre un hombre y una mujer. Cuando es de pacto, incluye al Señor Jesucristo, es un cuadro de la iglesia y del reino eterno de Dios. Y es para aquellos que están en el Nuevo Pacto con Jesús, los que tienen una relación salvadora con Jesucristo. Y la consumación no es sexual, es espiritual, porque después de la resurrección de los muertos donde todas las cosas son hechas nuevas, igual que una novia que va a vivir con su esposo, el pueblo de Dios irá a su reino, al lugar que Jesús está preparando para nosotros ahora mismo.

Y lo que pasa es, si el matrimonio los confunde, si ese pacto los confunde, estarán confundidos en cuanto a la salvación y ese otro pacto. Por eso es que los que están a favor del matrimonio homosexual apoyan el universalismo, donde todas las personas y religiones sarán salvas. Si están confundidos sobre el pacto que Dios tiene con nosotros, estarán confundidos sobre cómo tener un pacto matrimonial. O viceversa, si están confundidos sobre el pacto matrimonial, estarán confundidos sobre el pacto de la salvación.

Por eso es que las iglesias liberales echan a perder el pacto matrimonial y el pacto de la salvación. No ponen límites a los que pueden concertar el pacto matrimonial porque no creen que Dios tenga derecho a limitar quién puede participar en el pacto de redención. Todo esto es muy teológico. Es muy teológico. Por tanto, si usted es soltero, se estará preguntando: « ¿Esto qué tiene que ver conmigo?». Estadísticamente, el 91% de los solteros se casaran, el 91% se casaran. Este verso aquí en Génesis 2:24 es tan importante, que lo declara, no solo Moisés, Jesús lo repite. Jesús lo repite.

Algunos de ustedes dicen: « ¿Y qué dijo Jesús?». Jesús citó este verso: «¿No habéis leído que aquel que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra», citando Génesis 2. «Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne». Y después el Apóstol Pablo cita este verso.

Así que Dios lo dice, y después Moisés, Jesús– que es Dios– y Pablo, todos lo repiten. ¿Saben por qué? Porque no cambia. No importa cómo voten ellos y yo y todos ellos. Si Dios, Moisés, y Pablo votaron, eso supera todas los demás votos, hasta el de la Corte Suprema.

La pena por cometer adulterio

Si el matrimonio es e pacto, ¿qué pasa cuando uno incumple los términos del pacto? ¿Qué pasa cuando uno comete adulterio? Esa es la siguiente pregunta. La pena por cometer adulterio. Por esto hay penas en la Biblia por adulterar. Hay una en el Antiguo Testamento, una en el Nuevo Testamento, y una para el reino eterno de Dios. En el Antiguo Testamento, la pena por adulterar es muerte. Dejen que les entre eso un momento. Bien, la próxima vez que vean Bridges of Madison County, recuerden esto: Levítico 20:10, esto está en muchas partes del Antiguo Testamento, «Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera ciertamente han de», ¿qué? Morir.

En el Antiguo Pacto, o sea, en el Antiguo Testamento, a los delincuentes reincidentes no les daban una segunda oportunidad. Si cometían adulterio, morían, y nos fuimos. Por eso es que a veces cuando discutimos sobre el divorcio como cristianos, no entendemos la cuestión. Decimos: « ¿Podían divorciarse en el Antiguo–». Si su cónyuge está muerto, usted no necesita ir al tribunal a realizar el papeleo para pedir un divorcio. Haga el funeral y siga adelante con su vida.

Si hubieran nacido en otra época, algunos de ustedes estarían muertos. La única diferencia entre la vida y la muerte para ustedes es su fecha de nacimiento. Si han cometido adulterio, deberían estar muertos. ¿Sienten eso? Dios toma esto muy en serio, ¿no es cierto? Cuando escucho a las personas decir cosas como: «Oye, todo el mundo se equivoca, nadie es perfecto, ¿quién es usted para juzgarme?». Pienso que esa persona debería estar muerta, y no discutiendo ni defendiéndose. Deberían sentir un poco de gratitud al menos por tener aire en los pulmones para exponer su caso.

En el Antiguo Pacto, la pena era muerte. En el Nuevo Pacto, la pena era el divorcio. Mateo 19:9: «Cualquiera que se divorcie», ¿Quién dice esto? ¿Quién está diciendo esto? Jesús. «Cualquiera que se divorcia de su mujer, salvo por infidelidad», es una palabra grande pero para lo que nos ocupa, vamos a decir que está hablando del adulterio, pero puede incluir otras cosas porque las personas son muy pervertidas y buscan cómo eludir las normas. «Y se case con otra, comete» ¿qué? Adulterio.

Divorcio

¿Cuál es la condición? ¿Cuál es la cláusula, la excepción para el divorcio? Se supone que están casados, que los dos se vuelven uno. Si tomamos un cuchillo de carnicero y cortándolos los separamos para vuelvan a ser dos, eso aplicaría para algo tan fuerte como el adulterio.

Algunos cristianos llegan y se ponen muy legalistas y dicen: «No, nunca, nunca, nunca debemos divorciarnos. El divorcio es algo que no debemos hacer a la ligera. Para los que están escuchando esto, escuchen lo que les voy a decir. Si hay adulterio, no significa que tengan que haber divorcio. Si hay adulterio, significa que tienen esa posibilidad, pero no es obligatorio. No tienen que divorciarse, pero según Jesús, tienen derecho a divorciarse.

Pero, pero, les recomiendo a casi todos ustedes, si conociera su situación personal, les diría que recuerden esa vid, y que la nutran y le den de comer y la rocíen y la cuiden y traten de hacerla crecer otra vez. Si van a hacer eso con su cónyuge, si van a invertir tiempo y energía y esfuerzo en esa persona, por lo general es buena idea que haga la misma clase de inversión en la relación que ya tiene.

Por eso no les insto que se divorcien a la ligera, cuando están heridos. Y si usted es víctima del divorcio, su cónyuge ha engañado a Dios y lo ha engañado a usted, la tendencia es reaccionar en base al enojo, el dolor o la frustración. o a la conmoción, el horror, y la vergüenza, y salir corriendo a divorciarse. No lo haga bajo esa clase de circunstancias que lo tienen emocionalmente agotado y estresado, porque…es como casarse. Nunca le recomendaría a nadie casarse a la ligera, y nunca le recomendaría a nadie divorciarse a la ligera. Son decisiones enormes que incluyen a muchas personas e implican el resto de nuestras vidas.

Y algunos de ustedes dirán: «Es que quiero hacerlo de una vez». La verdad es que cuando dos se vuelven uno y vuelven a volverse dos otra vez, sufren y les quedan cicatrices en el alma el resto de sus días en la tierra. Uno nunca se recupera completamente de eso.

Además, les insto que no lo hagan particularmente por el cuidado de los niños. Si tienen niños, a veces los padres piensan, o los padres heridos piensan: «Nos divorciaremos y cada cual sigue adelante». Falso o verdadero, los que son divorciados y tienen hijos, o sea, si tienen niños, ¿ahí se acaba todo? Porque todavía les quedan los días feriados. Todavía les quedan las fiestas de cumpleaños. Todavía les quedan las actuaciones del colegio. Todavía les quedan los partidos de fútbol. Todavía les quedan sus vidas juntos. El mito en nuestra cultura es divorciarse y seguir adelante, pero llevarán las cicatrices, y si tienen niños, hasta cierto punto, nunca deben seguir adelante simplemente.

Cansada de hacerse exámenes de ETS

En mi ministerio pastoral de más de 17 años, solo en unas cuantas ocasiones he mirado a alguien a los ojos y le he dicho: «Creo que es ya es hora que te divorcies». Los legalistas y religiosos me van a juzgar por decir eso. A menudo lo hacen porque ustedes mismos son adúlteros y quieren estar en control, pero necesitan ceder el control. Una era una mujer, al principio, su marido cometió adulterio repetidas veces con docenas de mujeres, prostitutas. El tipo estaba fuera de control, rehusaba dejar de viajar, rehusaba dejar de adulterar.

Me reuní con él. Me reuní con ella. Invertí en ellos. Les rogué. Él no iba a cambiar. No sentía remordimiento. No estaba esforzándose. Ella se hartó de hacerse pruebas de enfermedades de transmisión sexual, como esposa fiel. Él incluso dejó de ocultárselo a los niños y llegaban ciertas mujeres a la casa buscándolo. Ella decía: « ¿Qué hago?». ¿Qué se puede hacer? ¿Qué se puede hacer? Se necesitan dos personas para reconciliarse, y él no hace esfuerzos por arrepentirse. No hay nada que hacer.

Muy rara vez le he dicho a alguien que creo que es hora de hacer eso. Pero hay ocasiones en que llega ese momento. Permítanme decirles que no tomen esa decisión solos. Tómenla con asesoramiento sabio. Busquen un pastor piadoso, un consejero bíblico, para que vea todas las variables y escuche el otro lado, porque, seamos francos, a veces alguien cuenta la historia de una manera que los beneficia a ellos, y que usted no puede determinar cuándo ha llegado ese momento en su propia vida.

No se dejen engañar

Y haga lo que haga, no busque excusas en la Biblia para hacer lo que usted quiere. Busque en la Biblia lo que Dios quiere. En el Antiguo Pacto, la pena era la muerte. En el Nuevo Pacto, la pena es el divorcio. En el reino eterno de Dios, la pena es condenación. Uno puede ir al infierno por hacer esto.

Fui tentado a poner puntos suspensivos a la lista de cosas en este sermón, porque sabía que me iba a meter en problemas. Para que lean rápido y sigan derecho, esperando que no lo buscaran. Supongamos que esto es verdad, y después salgamos a ver el mundo en que vivimos. 1 Corintios 6:9-10: « ¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?». Jesús dice que todo árbol bueno produce buen fruto. No somos salvos por nuestras obras, somos salvos para nuestras obras. Cómo vivimos no nos hace cristianos, demuestra si somos o no somos cristianos.

«No os dejéis engañar». Vaya, qué gran idea. Parece que en nuestro mundo hay engaño, no sé si lo sabían. No sé si sabían que hay engaño en nuestro mundo. «Ni los inmorales», esto incluye toda clase de pecados sexuales, fornicarios, la pornografía, los porn heads, todo eso. La palabra ahí es porneia, de donde se deriva nuestra palabra pornográfico. «Ni los idólatras», otras religiones, «Ni los» ¿qué? Adúlteros. «Ni los afeminados ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán», ¿qué? «El reino de Dios».

Ven, las cosas que celebramos en los desfiles. Dios manda a las personas al infierno por eso. Por eso dijo hace un momento que no nos dejáramos engañar. ¿Cuántos de ustedes ahora mismo en su alma, esto les preocupa? Bien, están poniendo atención. Dios es santo. La Biblia menciona su santidad más que cualquier otro atributo suyo. Dios es un Dios de ira. Menciona la ira de Dios unas 600 veces. «No os dejéis engañar». No todos son salvos. No todos conocen a Jesús. No todos son perdonados. No todos van al cielo. Y la idea principal aquí no es si hemos pecado, sino ¿estamos cambiando?

El siguiente verso dice: «Y esto erais algunos de vosotros». Las personas en la iglesia de Corinto, al igual que las personas en nuestra iglesia, son culpables, culpables, culpables, culpables, culpables. Pero dice que al conocer a Jesús, la solución es cambiar, cambiar, cambiar, cambiar, cambiar. Los cristianos no somos perfectos, pero somos diferentes a lo que éramos y estamos en el proceso de parecernos menos a lo que éramos y más a lo que Jesús es.

Mi pregunta para ustedes es: ¿Ha habido un cambio en su vida? Si ha habido un cambio después de conocer a Jesús, debería tener cierta confianza de que en realidad conoció a Jesús. Si ha conocido a Jesús y no ha habido un cambio en su vida, lo más probable es que no haya conocido a Jesús porque uno no puede conocer a Jesús y no cambiar. Todo pecado es igual.

Inmediatamente cuando menciono el adulterio y otros pecados, algunos dicen: «Oh, pero la Biblia dice que todos los pecados son iguales». Todo pecado condena por igual, pero no todo pecado destruye por igual. Cometer adulterio tiene consecuencias diferentes a cruzar la calle ilegalmente. ¿Entienden eso? El terrorismo tiene consecuencias diferentes a robarse un libro de la biblioteca. Todo pecado condena por igual, pero todo pecado no destruye por igual.

Estadísticas sobre Infidelidad

A la luz de eso, quiero compartir unas estadísticas para que estén conscientes de la epidemia que estamos enfrentando. Cuando se trata de las estadísticas de la infidelidad y el adulterio, es difícil dar con estadísticas precisas.

Primero, la gente suele decir la verdad.

Y segundo, suelen tener definiciones diferentes de lo que significan los términos. Al igual que los criminales, discuten sobre la semántica. Sin embargo, en el Journal of Marital and Family Therapy, reportaron que en el 41% de los matrimonios, uno o dos cónyuges reconocen haber sido infieles en forma emocional o física. Lo reconocen. El 17% de hombres y mujeres que reconocen su infidelidad por haber tenido relaciones con un cuñado o una cuñada. La duración promedio de una relación adulterina es de 2 años. ¿Cómo afecta eso a los niños?

Esta es la mentira estúpida: Son dos personas mayores de edad y no afecta a nadie más. ¿Cuántos de ustedes dirían eso acerca de las decisiones que tomó su padre? Tenemos una generación entera que dice: «A lo que dos adultos consientan no afecta a nadie más». Cuénteme de su papá. «Mi papá decidió esto y esto, y arruinó mi vida». ¿Es cierto que cada uno somos una isla, o es cierto que lo que hacemos afecta a los demás?

¿Cómo afecta a los niños? Los niños de padres divorciados tienen al menos 50% más posibilidades de divorciarse que los que vienen de hogares sanos. Cuando marido y mujer vienen de familias divorciadas, las posibilidades son 200% más altas. El adulterio afecta el matrimonio. El adulterio y el divorcio afectan a los niños. La generación entera de experimentación sicológica de los matrimonios y las familias resultó ser una locura.

Se va al infierno por esto

Ahora tenemos cosas como Ashleymadison.com, una página de citas para gente casada que quiere cometer adulterio sin que nadie lo sepa, y cuenta con 20 millones de usuarios. Los días principales para crear una cuenta nueva son: Año Nuevo, el Día de San Valentín, el Día de la Madre, y el Día del Padre. A veces lo que mamá quiere para el Día de la Madre es un novio y lo que papá quiere para el Día del Padre es una novia. El eslogan oficial de esa página de citas es: «La vida es corta, busca una aventura amorosa».

Cuántos de ustedes han visto los anuncios que también hacen en la televisión para tratar de conseguir tiempo durante el Súper Bowl. No es algo oculto, al margen. Ahora tienen sitios de Internet que remedan ese sitio y afirman que son para cristianos, como Christian Swingers. (Libertinos Cristianos). O sea, no seáis engañados es una buena palabra, ¿verdad? A propósito, no les estoy diciendo esto para que vayan ahora mismo a buscarlo en su celular. Es una página de Internet para citas amorosas. Su eslogan es: «Una página de citas para parejas fieles». Dice: «Para los libertinos cristianos las cosas no son fáciles. A menudo personas de otras religiones los juzgan…» Yo soy uno de ellos. «…Por ignorancia o envidia, dicen que su vida y sus prácticas amorosas están mal, pero la Biblia enseña que no debemos juzgar para no ser juzgados». «No os dejéis engañar: ni los inmorales ni los adúlteros heredarán el reino de Dios».

No importa lo que usted y su esposa quieran hacer. Lo que importa es lo que Dios quiere que hagan. La autoridad suprema no son usted y su cónyuge, o los dos votando unánimes. La Autoridad Suprema es Dios. El voto que cuenta es lo que Dios dice. «No seáis engañados». En el Antiguo Pacto, la pena era muerte. En el Nuevo Pacto, la pena es el divorcio. En el reino eterno de Dios, la pena es la condenación. Esto puede mandarlo al infierno.

Adulterio del corazón lleva al adulterio de manos

¿Cuántos de ustedes ahora mismo– no alcen la mano– se sienten aliviados porque no han cometido adulterio? Sí lo han cometido. Jesús dice lo siguiente: Lo que me parece interesante de Jesús es que los que no conocen la Biblia creen que conocen a Jesús. Dicen: «El Dios del Antiguo Testamento era un Dios enojado y difícil, pero Jesús es muy amable». En Mateo 5, Jesús toma las leyes del Antiguo Testamento y las hace más difíciles. No reduce los requisitos de la ley, los aumenta. Si leemos la Biblia honestamente, diríamos: «El Dios del Antiguo Testamento es muy difícil, pero no es nada como Jesús, porque Jesús lleva las cosas a otro nivel completamente.

Este es un ejemplo de una de esas cosas que Él hizo. Mateo 5:27-28: «Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio». ¿Dónde oímos eso? En Éxodo 20:14. Jesús es un maestro de la Biblia y aquí está comentando sobre los Diez Mandamientos, concretamente sobre el séptimo mandamiento. «Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer…», ¿para qué? «…para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón».

Cuando escuchaban el séptimo mandamiento la gente pensaba: «El adulterio es algo que se hace con las manos». Pero Jesús dice: «Antes de usar las manos, empieza en su corazón». El adulterio de manos cuenta tanto como el adulterio de corazón. Y el adulterio de corazón precede el adulterio de manos.

Y el adulterio, amigos es una violación de los primeros dos mandamientos. El primer mandamiento es que hay un solo Dios, y solo a Él debemos adorar. Si empezamos a adorar el sexo y de repente el sexo se vuelve nuestro Dios, es una violación de los primeros dos mandamientos, los cuales resultan en la violación del séptimo mandamiento. Y Jesús trata el asunto del corazón que yace detrás de todo eso.

Consideremos esto: en la cultura en que vivimos, volviendo a la palabra “engañados”, falso o verdadero, nuestra cultura celebra la lujuria y el adulterio. Un estudio que hicieron mostró que de todos los actos sexuales en la televisión, a razón de 10 a 1, giran en torno al contexto del matrimonio, 10 a 1. A un productor de televisión le preguntaron por qué, y dijo básicamente: «Porque son más interesantes y emocionantes».

El pecado siempre lo es. Piensen en las películas populares de nuestro día. piensen en los libros populares de nuestro día. Piensen en las noveluchas románticas. Grace y yo estábamos viendo un programa la otra noche, Hostage. Nos gustan los dramas, pero la trama era de un esposo adúltero. Está en todas partes, tanto así que casi pasa desapercibido porque pensamos que es normativo por lo prevalente que es en todas las formas culturales de entretenimiento.

¿Cuál fue la última vez que escucharon una buena canción sobre una pareja casada y fiel, que se hicieron viejos juntos y se amaban uno al otro y nunca se engañaron uno al otro? ¿Cuál fue la última vez que escucharon una canción sobre fornicar y cometer adulterio?–. Empieza en el corazón.

Esto incluye el uso de tecnología para el cibersexo, para el sexting, y para el flirteo. ¿Sabe qué le dirán la mayoría de los abogados del divorcio? Cuando su cliente entra, lo primero que hacen es buscar la página de Facebook de su cónyuge, LinkedIn, Twitter, y buscan videos en YouTube. Muchos de los divorcios actuales consisten solo en presentar los hechos de los medios sociales porque ahí es donde la gente va a cometer adulterio de corazón.

Falso o verdadero, ¿esto incluye la pornografía? Falso o verdadero, ¿esto incluye la pornografía? ¿Ver pornografía califica como adulterio del corazón? Sí. Si mirar a alguien para codiciarlo lujuriosamente significa algo, ciertamente significa mirar pornografía. El 30% de todos los datos en Internet son de carácter pornográfico. Hay más tráfico a los sitios de pornografía que a Netflix, Twitter y Amazon juntos. Contribuye a la adicción sexual, a la esclavitud sexual, a la agresión sexual. 1/4 de las mujeres son agredidas sexualmente, y 1/6 de los hombres. Esos son los casos reportados. Estamos en una cultura completamente desenfrenada, fuera de control, celebrando cosas que deberíamos lamentar.

Líos amorosos

También incluye idolatría de corazón, líos amorosos emocionales. Un lío amoroso emocional es cuando hay adulterio de corazón que aún no ha pasado a ser adulterio de manos, y tan solo es cuestión de tiempo. Si usted tiene una amistad del otro sexo, sobre todo si cualquier aspecto de esa amistad es privada, personal, no es pecado que dos parejas sean amigos y disfruten su amistad mutuamente. Pero cuando un marido sale a tomarse un café con la esposa de otro o viceversa, eso es idolatría de corazón. Es idolatría de corazón.

Conozco un caso que ocurrió hace unos años en que un esposo hacía casi todas las compras de supermercado para su familia, y una esposa iba al supermercado a hacer las compras para su familia. y los dos programaban sus compras en el supermercado al mismo tiempo para que pudieran hacerse la visita y ponerse al día y empujar sus carritos por todo el supermercado; y se sentaban a tomar café–. ¿Eso está bien o mal? Está muy mal.

El matrimonio en gran parte tiene que ver con la amistad. Grace es mi amiga más cercana y querida. Esto es lo que dice la mujer en Cantares capítulo 5 verso 16: «Este es mi amado y este es mi amigo». Parte del pacto tiene que ver con la amistad. La idolatría de corazón incluye tener una relación profundamente emocional y una amistad con alguien que no es su cónyuge y que es del sexo opuesto.

Algunas mujeres les dirán que para ellas es tan devastador como una relación física. « ¿Hiciste qué? ¿Le dijiste eso, hablase con ella? ¿La invitaste? ¿Hiciste esos recuerdos con ella?». ¿No es cierto, damas? De hecho nos hemos inventado una categoría para eso, se llama concubina del trabajo. Una mujer se viste, va al trabajo, se ve de lo mejor, hace el mejor trabajo, y su marido lo mismo. Se van 8, 10, 12 horas al día y a veces hacen viajes de negocios con socios. De repente, el hombre y la mujer empiezan a relacionarse como algo que parece de marido y mujer, con apoyo emocional, alimentando, ayudando, animándose unos a otros. Es casi como si tuvieran una concubina en el trabajo y una esposa en la casa. Cuando llegan a la casa. Las llaman concubinas del trabajo.

El 36% de las personas reconocen haber tenido relaciones emocionales, sexuales, o adúlteras con compañeros de trabajo. El 36% de las personas lo reconocen. Y el 35% de los viajeros de negocios reconocen haber cometido adulterio en sus viajes… y ni hablar de la pornografía.

¿Cual es tu manera de pensar?

Romanos 8:6-8, se los leeré. «Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz; ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios». Algunos de ustedes son así. No se someten a la ley de Dios. La respuesta para ustedes es NO. «Tengo excepciones. Mi vida es difícil. Mi matrimonio es duro. Estoy muy estresado. Creo que me casé con la persona equivocada».

No se sujetará a la ley de Dios, pues “ni siquiera puede hacerlo”. Y los que están en la carne no pueden agradar a Dios». Está hablando de dos mentes: la mente puesta en el Espíritu, la que se somete al Libro que escribió el Espíritu Santo– la Biblia– que se somete a la ley de Dios, que quiere obedecer los mandamientos de Dios, y la mente enemistada con Dios, la mente que no solo es pasivamente indiferente sino activamente desafiante.

Mi pregunta para ustedes es: ¿Qué clase de mente tienen? Si al escuchar este sermón tratan de encontrar excepciones, su mente está enemistada contra Dios, y pueden ir al infierno por eso. Algunos de ustedes dirán: « ¿Trata de asustarme?». Absolutamente. « ¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!». En las Escrituras, cuando la gente tiene un encuentro con Dios y con toda su santidad, se horrorizan.

11 maneras de atacar el adulterio

Les diré algo práctico como pastor. Esto es para los que no han cometido adulterio o para los que ya cometieron adulterio, y han resuelto el asunto y quieren asegurarse de nunca volver a hacerlo. Aquí es donde esto se pone muy pastoral. Compartiré unas cosas prácticas con ustedes.

1. No practique el engaño

Solteros, ¿cuántos de ustedes son solteros? Bien. Los hombres esperan casi hasta los 30 años de edad. Las mujeres esperan hasta los 20 y tantos. Pasan los años de adolescencia o adultez joven saliendo con personas, en relaciones, fornicando, sin adorar a Dios ni esperar. Solteros, la fornicación es un internado para el adulterio.

Algunos de ustedes dicen: «Solo me estoy divirtiendo un poco hasta que me case». No, está practicando el engaño, porque si duerme con muchas personas, eso no lo prepara para serle fiel a una sola persona. Por eso es que el modelo bíblico es la castidad antes del matrimonio, y la fidelidad en el matrimonio. Los dos van juntos. Acostarse con muchos no resulta en dejar de acostarse con muchos. Sea cual sea su título, ¿no es capaz de ver eso? ¿Es suficientemente inteligente para ver eso?

2. Las parejas casadas luchan por ser fieles con frecuencia y libertad

Segundo, las parejas casadas luchan por la fidelidad con frecuencia y libertad. Nunca hay excusas para el adulterio. Jesús vivió, murió, y resucitó virgen, ¿de acuerdo? Usted no tiene que tener relaciones sexuales. En la iglesia primitiva era una virtud ser casto y no casarse. Hoy en día hacemos comedias sobre vírgenes de 40 años, porque es un chiste que incluso nadie podía imaginarse.

Parte del fruto del Espíritu es el dominio propio. Sin embargo, cuando uno se casa, una buena defensa es la frecuencia y la libertad. Sé que hay niños en el cuarto. No voy a entrar en muchos detalles, pero los casados, ¿entienden lo que estoy diciendo? Si se juntan bastante no siempre es lo mismo, ¡viva!

3. No engañe a Dios primero

Bien, el tercer punto es importante. Para engañar a su cónyuge, antes debe engañar a Dios. El primer mandamiento: Hay un solo Dios. El segundo mandamiento: Adorar a Dios únicamente. El adulterio no viene sino hasta el séptimo mandamiento, y no podemos llegar siquiera al séptimo mandamiento si no violamos los primeros dos mandamientos. El sexo es un dios que adoramos al cometer pecado sexual.

Por eso dice en Romanos 12 que presentemos nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios porque ese es nuestro culto racional. Adorar, eso es lo que hacemos con nuestro cuerpo. No podemos decir: «Hombre, estaba caminando con Jesús, y de pronto cometí adulterio». No, no estaba. Jesús no lo dejó caer en adulterio.

4. No permita que sus ojos empleen sus manos

Cuarto, el pecado sexual empieza con los ojos los cuales emplean sus manos. En Job 31:1, él dice: «Hice pacto con mis ojos, ¿cómo podía entonces mirar a una mujer lujuriosamente? El adulterio no empieza aquí, empieza aquí; a quién miramos, lo que miramos, lo que buscamos en Internet, lo que nos seduce. Sus ojos, sus ojos, ahí es donde comienza su adulterio, y después ellos emplean sus manos. Así que guarde sus ojos. Guarde lo que ve.

5. Vea a las personas como familia

Quinto, domine su biología. Deje de mirar a las personas sexualmente y empiece a mirarlas como familiares. Hoy por hoy, tenemos la pervertida idea de que los desconocidos potencialmente son objetos sexuales. La Biblia tiene una tercera categoría en la que tratamos a las personas como familia. Dice en 1 Timoteo 5:1-2 que tratemos a las mujeres como hermanas y a los hombres como hermanos. Jesús hizo eso. María y Marta eran dos mujeres en la Biblia que eran casi como hermanas de Jesús, y Él las amaba mucho, y eran amigos, y no había nada sexual o indebido de ninguna clase entre ellos.

Hay mujeres en esta iglesia que son como hermanas para mí. Hay hombres en esta iglesia que son como un hermano con mi esposa. Es una categoría genial. Podemos amar a nuestros hermanos, hablar con ellos, sin estar sexualmente interesados en ellos. Por eso es que en la iglesia tenemos una categoría que no tiene la cultura, la cual nos permite tener relaciones sanas, de amor, y apropiadas, con hombres y mujeres. ¿Entienden eso?

6. Tenga un deseo apasionado y un plan práctico

Sexto, la pureza sexual requiere tanto un deseo apasionado y un plan práctico. El deseo precede el aspecto práctico. Si desea ser sexualmente puro, ningún plan funcionará. Querer ser sexualmente puro es un buen comienzo, pero necesita un plan para mantener la pureza sexual. Y en mi opinión, para el mundo en que vivimos usted necesita un plan. Necesita un plan y necesita conocer sus propias fortalezas y debilidades.

Y escúchenme bien, hay una diferencia entre el legalismo y el legalismo personal. El legalismo ocurre cuando tomo mi consciencia y mis normas aparte de la Biblia y las impongo a todos los demás. No queremos hacer eso. El legalismo personal es cuando además de las enseñanzas de la Biblia, conociendo mis puntos débiles y vulnerables, me impongo ciertas medidas de protección, las cuales no debo imponer a nadie, pero me complazco en compartirlas si en algo pueden beneficiar a alguien. ¿Me explico?

Les daré algunos ejemplos de mi propia vida. Por la gracia de Dios he sido 100% fiel a mi esposa. No ha habido ningún adulterio emocional o físico, ni ningún lío amoroso. La conocí cuando yo tenía 17 años. Llevamos 25 años juntos, y 20 años de casados. Soy un tipo que francamente tiene pavor de acercarse de cualquier manera a esa raya. Para mí la raya es atómica, por eso me aparto mucho de ella. Donde quiera que esté esa raya, ni siquiera quiero verla. Quiero alejarme de ella todo lo que pueda para no verla.

Aquí hay unas cosas de mi propia vida. Mi ayudante es un hombre porque tengo que viajar. Mi ayudante es un hombre casado, tiene esposa. Tomen por sentado que nos entristece mucho estar juntos en un hotel, ¿de acuerdo? Nunca estoy solo con una mujer a menos que sea un familiar. Al comienzo de Mars Hill, alguien vino y me dijo: «Te vi besar a otra mujer». Sí, la besé en la frente, era mi hermana. Literalmente era mi hermana menor. Vino a la iglesia por primera vez en su vida. –Qué gusto verte –Hola, Marky. Le di un beso. Usted dirá: «Usted es un adúltero». No, no lo soy. Soy un hermano. No me reúno con una sola mujer a menos que sea un familiar: mis hermanas, mi mamá, mis hijas.

Otra norma para mí es nunca viajar solo. Mi acuerdo con los ancianos y los ancianos ejecutivos y mi esposa es no viajar solo. No lo hago. Mi asistente es un hombre que va conmigo, o voy con uno de los pastores, o Grace va conmigo. Nunca viajo solo. En mi opinión, si no tiene nada que ocultar, no oculte nada.

También hago mi trabajo muchas veces en casa, y estoy con mi esposa e hijos todo lo que pueda. Nunca me quedo en un hotel solo, nunca. Nunca me quedo solo en un hotel. Alguien se queda en el cuarto conmigo o tenemos cuartos adjuntos y dejamos las puertas abiertas.

No tengo canales de televisión en mi casa con Skin-emax o HBO y esas bobadas. No tenemos eso. Tengo un teléfono y un solo número de teléfono.

No tengo otro teléfono donde la gente puede contactarme aparte de la oficina y de mi familia. Tengo una dirección de correo electrónico a través de Mars Hill, y no tengo ninguna otra manera de tener conversaciones y cada correo lo revisa mi asistente.

Tengo una computadora. No tengo más computadoras donde pueda descargar cosas indebidas. Tengo una sola computadora. Mi computadora tiene copia de seguridad, y todo sitio de Internet que visito, todo documento que tengo, todo correo que he enviado, tiene copia de seguridad en la iglesia y la iglesia tiene acceso a todo.

Además, no tengo acceso directo a los medios sociales. Tenemos personal que ayuda a supervisar que yo no vaya a tener conversaciones privadas con la gente. Todo lo revisan los diáconos y la iglesia, y está disponible para los ancianos ejecutivos de la iglesia.

Y algunos de ustedes dirán: ¿Tengo que hacer todo eso? ¿Tengo que poner programas como Covenant Eyes en su computadora, para bloquear ciertas páginas o mandar reportes a mi esposa y así rendirle cuentas? Yo diría, francamente, que sean honestos con su propia debilidad; sean honestos con su propia vulnerabilidad, e incluyan en sus vidas legalismos personales que les ayuden a mantenerse puros. Y para diferentes personas, las medidas serán diferentes. Incluso, en su grupo comunitario esta semana, hablen de esas cosas y escucharán buenas ideas de otras personas.

Mi regla es: si no tiene nada que ocultar, no oculte nada. Y entre más responsabilidad tenga, más cuidadoso debe ser.

7. Hombres, conquisten la lujuria, no mujeres

Séptimo, caballeros, ¿hay algún hombre aquí? ¿A los hombres? Su hombría no se expresa mejor conquistando a las damas, sino dominando la lujuria. Un animal conquista a otros. Un hombre lleno del Espíritu se domina a si mismo, autodisciplina, dominio propio. Usted es un adorador, no es un animal.

Damas, ¿hay alguna mujer aquí? Los hombres sin duda son un problema, pero ustedes saben que ellos son solo la mitad del problema. ¿Cierto, damas? Siempre que reprendo a los hombres, la gente aplaude. Tan pronto digo algo de las mujeres, los medios se frustran un poco, ¿verdad? Mujeres, ustedes son pecadoras. Tienen su propia manera de hacer las cosas.

8. Damas, sepan que ellos solo son la mitad del problema

Algunas de ustedes son coquetas. Algunas de ustedes dicen: «Yo nunca he cometido adulterio». ¿Qué tal un una aventura amorosa emocional? ¿Qué es una aventura amorosa emocional? Ah, ahora sabemos. Tan pronto empiezan a discutir sobre la definición sabemos dónde está su corazón, ¿de acuerdo? Y algunas de ustedes dicen: «Pero si él fue el que empezó». Está bien, pero usted no es una mujer pasiva, es una mujer piadosa. No puede echarle toda la culpa a los hombres. Los hombres tienen una gran responsabilidad, pero no tienen toda la responsabilidad.

9. Defina su vida hacia delante, después vívala hacia atrás

Noveno, defina su vida hacia adelante y después vívala hacia atrás. La idea principal aquí es mirar el camino por donde va, ¿cómo quiere que sea su futuro? Lo que yo quiero es envejecerme con Grace. Quiero que seamos amigos. Quiero tomarla de la mano cuando estemos viejos y arrugados, quiero escuchar el correteo de nuestros nietos por la casa. En Navidad, quiero que ella se siente en el sofá junto a mí, y quiero ver su mirada, sus ojos, y esa sonrisa a flor de labios mientras venos a nuestros niños y nietos disfrutar la gracia de Dios juntos en nuestro hogar. Eso es lo que quiero.

Por lo tanto, todas las decisiones que tomo por el camino deben ser decisiones que conduzcan a ese fin. Cuando somos miopes, al final estropeamos nuestro futuro.

Hace poco, en los últimos meses, uno de mis hijos– un par de niños que supuestamente venían de familias cristianas, pero no de Mars Hill, sus papás se fugaron con otras mujeres– o las mujeres se fugaron con otros hombres, y la familia se hizo pedazos. Estas eran las familias de los amigos de mi hijo. Me senté a almorzar hace poco con mi hijo, y le dije: « ¿Puedo hacer algo por ti, puedo orar por ti, puedo contestar alguna pregunta?». Y pensé que quizás había algo en su vida. Me miró y dijo: «Alguna vez has cometido adulterio contra mamá?». Pensé: «Este es mi hijo, hablaremos de esto y punto». De acuerdo. Le dije: «Buddy, he sido fiel a tu mamá. La amo con todo el corazón». Le dije: «Papá fue salvo antes de conocer a mamá. Si no hubiera sido salvo antes de conocerla, no sé quién habría sido ni lo que habría hecho. Pero fue salvo antes de conocer a mamá. Y como fui salvo antes de casarme con mamá, Jesús me ha mantenido 100% fiel a tu mamá». Me dijo: «Solo quiero saber si ustedes se van a divorciar y si voy a quedar como mis amigos». «Buddy, puedes quitar eso de tu lista, no tienes nada de qué preocuparte. Papá ama a Jesús. Papá ama a mamá. Mamá y papá se aman. Hemos sido fieles uno con otro. Preocúpate por tus tareas, no por nuestro matrimonio, ¿está bien? Esto lo tenemos bajo control».

10. Nutra sus deseos más profundos

Décimo, nutra sus deseos más profundos. Dice en Gálatas que el Espíritu y la carne se oponen uno al otro y que la carne no nos deja hacer– esta es la palabra– lo que deseamos. Si usted es cristiano, puede ser tentado pero su deseo más profundo es la pureza. Quiere ser fiel a su esposa. Quiere hacerse viejo con ella. Quieren cuidarse mutuamente. No quieren destruir por completo su legado familiar.

Nutra sus deseos más profundos. Yo quiero ser fiel a Grace. Y más que eso, quiero ser fiel a Jesús. Mi pacto con Él es el pacto más importante de todos, y mi pacto con ella es el segundo pacto más importante de todos.

Nutra sus deseos más profundos y no se meterá en problemas. El problema no es que algunos de ustedes sean demasiado apasionados o que sus deseos sean demasiado débiles, y por eso se conforman con la pornografía, el adulterio, siendo que pueden tener un pacto con Jesús y con su cónyuge. Necesitan ser más apasionados y nutrir los deseos más profundos.

11. Sincérese antes de que lo atrapen

Y número 11, deben sincerarse antes de ser sorprendidos. Algunos de ustedes ya están viviendo bajo la ansiedad de: «Soy culpable, espero que no me sorprendan». Y algunos viven bajo el mito: «Si le digo a mi cónyuge, perjudicará nuestro matrimonio». La verdad es que ya está perjudicado y la otra persona no sabe por qué.

La intimidad se ha cortado, porque el pecado lo que hace es dividir, nunca reconciliar. El pecado crea distancia. Nunca unifica. El 74% de los hombres han dicho que cometerían adulterio si tuvieran la garantía de jamás ser descubiertos. El 68% de las mujeres han dicho que cometerían adulterio si tuvieran la certeza de nunca ser descubiertas.

Seamos francos y digamos que Dios ya los descubrió. Él lo sabe. Y voy a pedirles que hablen con sus parejas porque muchos de ustedes no quieren hablarles, pero como los amo y soy su pastor, necesito que hablen uno con el otro. La primera conversación debe ser con Jesús, y si hay adulterio o adulterio del corazón, necesitan hablar con Jesús. Necesitan confesar su pecado a Él. Necesitan estar en un lugar callado, varias horas solos y en privado. Necesitan sacar su diario espiritual y un lapicero. Necesitan escribir todos sus pecados sexuales. Escríbanlos. Ocuparán varias horas en recordarlos todos.

Pídanle al Espíritu Santo que los convenza de su pecado para que vean, aparte de la gracia de Dios, lo que son y lo que hacen. Esto los destrozará, pero es exactamente lo que necesitan. Necesitan verse como Dios los ve para que sepan que necesitan que Dios los ayude a salvarse de ustedes mismos. Y necesitan orar, necesitan llorar, necesitan clamar a Jesús, necesitan pedir perdón. Necesitan ponerse a cuentas con el primer pacto, esa es la primera conversación.

Necesita hablar con su esposo

La segunda conversación, entonces, es hablar con su cónyuge. Voy a pedirles que oren antes de reunirse. Esto no se hace a la ligera. Quiero que programen un tiempo para que conversen y digan: « ¿Sabes qué? El pastor Mark dijo que teníamos que hablar. Apartemos tiempo para hacerlo. Lo haremos en privado. No lo haremos cuando los niños estén correteando en la sala cuando estemos tratando de hablar. Quizás tengamos que pasar la noche en otro lugar para que no interrumpan nuestro tiempo».

Quiero que oren sobre la segunda conversación. Cuando aclaren todo con Jesús, Él es ayudará a saber qué hacer en la segunda conversación con su cónyuge. Quiero que anoten todas las cosas que necesitan compartir con su cónyuge, todo lo que el Espíritu Santo los compunja, los constriña a compartir, toda la verdad. Caminen en la luz como Él está en la luz y tengan comunión el uno con el otro. Díganlo todo. Exteriorícenlo todo. Anótenlo todo para que cuando se reúnan, estén seguros de tenerlo todo preparado, para que cuando la conversación se ponga emocional, puedan tener una buena conversación.

Al hacer esto, si necesitan asesoramiento sabio, búsquenlo. Tengan mucho cuidado a quién invitan. En esta etapa de su familia, no inviten a familiares cercanos. No hablen solo con amigos que estén a su favor. O sea, si usted es un adúltero, no vaya a buscar a su amigo adúltero para que lo apoye. Un consejero bíblico, un grupo pequeño, el líder de un grupo comunitario, el líder de un grupo de redención, un pastor. Busque asesoramiento sabio. «Estoy enfrentando esto y esto. El Pastor Mark dijo que teníamos que hablar. Necesito un poco de asesoramiento, un poco de sabiduría sobre lo que necesito hacer». Pude ser con un amigo piadoso, pero no con un amigo que toma partido con usted, un amigo que está del lado de Dios. Y cuando se siente a compartir, no tenga expectativas sobre cómo van a reaccionar.

Algunas personas, están aturdidas. Quedan atolondradas. Quedan sin emoción en ese momento porque queda congelado en el tiempo para ellos. Otros se enojan, otros quedan destrozados, turbados, y devastados. No mire a la otra persona y diga: «No puedo creer que respondiste así». Usted no tiene derecho a poner expectativas a la reacción de ellos. Que se sientan como quieran.

Además, no haga confesiones parciales. A veces mitigamos nuestra culpa y nuestra conciencia compartiendo solo lo suficiente para sentirnos mejor y para que se sientan confiados y ocultamos el resto. Si va a resolver esto, resuélvalo todo. No los cause dolor diciéndoles un poco ahora y que un día de estos resolverán lo demás. Es como un cirujano que le va a sacar un cáncer y dice: «Sacaremos un poco ahora, y después otro poco. Y dentro de unos años, sacaremos un poco más. No hay necesidad de hacerlo rápido y sacarlo de una sola vez». No, hagámoslo de una sola.

Y cuando comparta los datos, que sean los datos básicos. No los vivos detalles. A veces la gente quiere decir: «Yo hice esto y aquello». Y hablan en términos específicos. «¿Sabes qué? Te amo. Darte los detalles te destrozaría. Más adelante puedes preguntarme cosas específicas, y trataré de ser franco. Pero ahora, no quiero que esto te destroce más y que sea más difícil de lo que es. Compartiré unos detalles pero no los detalles vivos».

Al programar este tiempo, siéntese con su cónyuge, y la primera pregunta que le debe hacer es: ¿Hay algo que necesito saber? Si la respuesta es sí, sigan con la conversación. Si la respuesta es no, «No he adulterado. No soy un porn head. No tengo pecados secretos que contarte», la siguiente pregunta es: ¿Como resguardamos nuestro matrimonio de aquí en adelante? ¿Qué podemos hacer para tener una relación íntima mejor, más amorosa, y más estrecha?

Y permítanme decirles, la conversación no es el final, es el comienzo. No piensen: «Vaya, menos mal que hablamos, ahora podemos seguir adelante». No, esto es como una cirugía de cáncer. Uno entra, lo corta, lo saca, pero el cuerpo tiene que sanar; y después necesita fisioterapia, necesita recuperar la salud. Será un viaje que tomamos juntos, nutriendo la planta, rociándola, cuidándola, para que haya vida en su hogar. Necesito que hagan eso. Necesito que hagan eso.

Y algunos de ustedes se resisten porque dicen: «Esto va ser muy sombrío». Ya es muy sombrío, usted solo está invitando a su cónyuge a la realidad. Y mientras atraviesa la oscuridad, posiblemente encuentre la luz al otro lado por la gracia de Dios.

La mujer sorprendida en adulterio

Dejaré que piensen en eso un momento. Vamos a recoger nuestros diezmos y ofrendas. En un momento vamos a participar en la Cena del Señor donde recordamos su cuerpo quebrantado y su sangre derramada. Pero déjenme decirles, escuchen esto, ¿puedo leerles una historia de esperanza mientras recogemos nuestra ofrenda? ¿puedo leerles una historia de esperanza mientras nos preparamos para la Cena del Señor?

Juan capítulo 8: «Pero Jesús se fue al Monte de los Olivos. Y al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a El; y sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos», o sea la gente religiosa, «trajeron a una mujer sorprendida en» ustedes conocen la historia, «En adulterio». ¿Era culpable o inocente esta mujer adúltera? Culpable. Fue sorprendida. «En la ley Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres», le dijeron, « ¿tú, pues, qué dices?».

¿Cuántos de ustedes están en la misma situación de esta mujer, sorprendidos por Dios en el mismo acto de adulterio ahora mismo, culpables delante de Jesús? « ¿Tú pues, qué dices?», le preguntaron. «Decían esto, probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra». No sabemos qué haya sido. «Pero como insistían en preguntarle, Jesús se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra. E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. Pero al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio».

Falso o verdadero, Jesús era el único que tenía derecho a tomar una piedra y matar a esta mujer ¿falso o verdadero? Verdadero. Porque era el único que no había adulterado, ni con las manos, ni con el corazón. Era el único que nunca había pecado y que tenía las manos limpias. «Enderezándose Jesús», ¿se imaginan ese momento?

¿Cuántos de ustedes ahora mismo se sienten tiradas en el suelo con Jesús parado frente a ustedes? «Soy una adúltera culpable, Jesús está parado frente a mí. Él tiene todo derecho a matarme». «Le dijo: Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado? Y ella respondió: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo». Escuche esto, adúltero. «Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más».

Y después Jesús fue crucificado y murió por el adulterio de esta mujer. Y Jesús fue a la cruz y murió por el pecado que usted cometió con sus manos y su corazón. Pagó la pena de muerte para que pudiéramos recibir vida, y nos manda que vayamos y no pequemos más.

Les daré una palabra de parte de su pastor líder y después mientras participan en la Cena del Señor, recuerden que Jesús es el que tiene derecho a condenarlo, pero en cambio, murió en su lugar para salvarlo.

Nota: Esta transcripción ha sido editada para la legibilidad.