Perseguidos en Esmirna: Fieles no importa qué (Apocalipsis 2:8–11)

Apocalipsis 2:8–11

8 Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: “El primero y el último, el que estuvo muerto y ha vuelto a la vida, dice esto:
9 ‘Yo conozco tu tribulación y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que son sinagoga de Satanás.
10 ‘No temas lo que estás por sufrir. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
11 ‘El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño de la muerte segunda.’”

La ciudad de Esmirna

Hola, soy el pastor Mark aquí en Izmir, Turquía, una ciudad de unos 4 a 4,5 millones de habitantes. Una ciudad famosa de la Biblia porque una carta fue escrita a la iglesia en esta ciudad, dictada por el Señor Jesús a su siervo Juan quien la escribió. Leemos esto a principios de libro de Apocalipsis. En aquellos días esto se llamaba Esmirna.

Y cuando esta carta fue escrita de parte de Jesús por medio de Juan a la iglesia en Esmirna, era una ciudad de 60.000 a 100.000 habitantes. El cristianismo se había establecido aquí en su forma más incipiente. Había una iglesia o un conjunto de iglesias pequeñas que se reunían. Padecían persecución y sufrimiento. Esto fue durante el reinado del Emperador Domiciano quien perseguía y sistemáticamente asesinaba a los cristianos.

Juan tiene varias cartas de parte de Jesús que debe entregar a las 7 iglesias en Apocalipsis 2 y 3. La carta que envía a la iglesia aquí en Esmirna solo incluye elogios, no tiene críticas. Era una iglesia muy fiel que se adhería a las Escrituras y adoraban al Señor Jesús.

El nombre de la ciudad, Esmirna, tiene varios significados. Su nombre heteo significaba «ciudad de la diosa madre». Era una ciudad conocida porque allí adoraban a una deidad femenina que en realidad era un demonio poderoso. La versión griega de esa ciudad significa «ciudad de mirra». Recordarán que en tiempos de Jesús, durante su nacimiento, sobre todo en el Evangelio de Mateo, unos reyes magos vinieron del este trayendo presentes: oro, incienso, y mirra. Y la versión griega de esta ciudad es la ciudad de mirra.

La mirra era un don curioso para dárselo a un bebé porque no solo era un perfume sino un líquido para embalsamar a los muertos. Por tanto representaba la muerte y la dulzura placentera, y aunque era algo perplejo coincidía con la vida de Jesús en que su muerte agradó y satisfizo la ira de Dios.

También fue apropiado para esta ciudad porque aunque sufrían y eran perseguidos y aunque morían, su fiel servicio imitaba y emulaba la vida de Jesús. Dios también habría considerado sus vidas fragancia dulce, una vida de sacrificio agradable a sus ojos por su inquebrantable devoción hacia Él.

Policarpo

Quizás todo esto lo representa un ciudadano particular en la vida de la ciudad. Fue un hombre legendario. Es un hombre con el cual estamos muy agradecidos. Su nombre, y les daré los detalles, era Policarpo. Policarpo era un padre de la iglesia entrenado por Juan, por lo que podemos determinar, por el mismo Juan que era el discípulo más joven y el más amado por Jesús. El mismo Juan que escribió 1a, 2a, y 3a de Juan, el Evangelio de Juan y el Apocalipsis. Llegó a tener como 100 años de edad y está sepultado como a una hora de aquí en auto afuera de la antigua ciudad de Éfeso.

Juan entrenó a Policarpo y lo envió a esta ciudad de la antigua Esmirna, que actualmente es la ciudad de Izmir, y presuntamente era el obispo que dirigía a los pastores y líderes de esta área particular. Integraba un grupo que fue de gira a representar al cristianismo en Roma. Mientras estaba fuera de esta ciudad y de su pueblo y de este lugar, lo arrestaron y fue falsamente enjuiciado. Lo sentenciaron a muerte porque rehusaba adorar al Emperador Domiciano quien se había declarado señor, dios, y salvador. Policarpo no negó a Jesús, y confesó que solo Jesús era el Señor, Dios, y Salvador.

Cuando trajeron a Policarpo, el pastor y obispo de esta iglesia al lugar de su ejecución, le preguntaron si quería renunciar su fe y negar a Jesús para salvarse la vida. Esto fue lo que dijo mientras se preparaban para quemarlo la hoguera. Dijo: «86 años he servido a Cristo y Él jamás me ha hecho mal alguno. ¿Cómo entonces voy a blasfemar a mi Rey quien me salvó?».

Hasta el final Policarpo, al igual que Jesús, sufrió noblemente, humildemente, justamente, y las noticias llegaron a su pueblo que en efecto su pastor, su líder amado, su teólogo, el hombre que había llevado a muchas personas a Cristo bautizándolos y haciéndolos discípulos; el que había oficiado sus bodas y los había cuidado tiernamente, fue asesinado brutalmente y murió como mártir. Esta ciudad siguió siendo un lugar donde floreció el cristianismo, donde el pueblo de Dios siguió devoto y firme frente al sufrimiento, siguiendo el ejemplo de Jesús, siguiendo el ejemplo de su gran líder, Policarpo.

Un remanente fiel

Lo que encontramos hoy, miles de años después, es que queda solo un remanente fiel del cristianismo en la Turquía moderna, un lugar al cual se remontan 2/3 del Nuevo Testamento. Hoy es una ciudad que sirve de puente entre Europa y Oriente Medio. Es una nación cosmopolita. De las 74 millones de personas que hay aquí, casi solo 3.500 turcos son cristianos evangélicos. En ciudades como Izmir, o Esmirna, donde estamos ahora, de los 4 millones de habitantes solo unos centenares son cristianos.

Solo hay dos iglesias en esta ciudad con más de 100 personas. Una de ellas es la iglesia El faro Es una iglesia fundada hace unos 16 o 17 años por la Red Nuevas Fronteras, una maravillosa red de iglesias que amamos, valoramos, y con quienes trabajamos alrededor del mundo. La iglesia El faro está aquí detrás. Se congregan en el edificio de la iglesia anglicana justo detrás de mí.

Hoy tengo el gran privilegio y gozo de mi vida de predicarle a la iglesia de Esmirna sobre la carta de Juan a la iglesia en Esmirna en la Biblia. Nos agrada mucho que nos hayan acompañado. Bajaremos en transición ahora al culto de la iglesia donde oirán lo que Jesús dijo por medio de su siervo Juan en el libro de Apocalipsis a la iglesia en Esmirna. Verán lo aplicable que sigue siendo hoy, y verán a los cristianos adorando a Jesús en este lugar, muchos de los cuales ahora son turcos conversos y Dios está empezando a hacer mella en esta ciudad las personas están viniendo a Jesús, y estamos agradecidos de acompañarlos hoy en adoración y poder compartirlos a ellos con ustedes.

El culto de la iglesia en Esmirna

Qué bueno verte amigo. Ven acá un minuto. Qué bueno verte, hermano.

Hombre: Oraré en turco, ¿sí? Señor Jesús, quiero que bendigas al Pastor Mark. Quiero que lo bendigas, Señor, y quiero que lo unjas, Señor. Señor quiero que hables a tu pueblo, a tu congregación por medio de este mensaje. Señor, por favor sé tú con nosotros. Háblale a tu pueblo, Señor. Señor, que tus palabras habiten en nuestros corazones. Señor, muchas gracias por el pastor Mark; Señor, bendícelo. En tu santo nombre, bendigo a la iglesia. Amén.

Amén. Gracias hermano. Gracias. Gracias. Gracias a los líderes por permitirme acompañarlos. Gracias Betsy por interpretar.

Es la tercera vez que vengo a su nación y estoy aprendiendo muchísimo. Con esta oportunidad de predicar desde luego estaremos en Apocalipsis 2:8–11. Puede que ya conozcan este pasaje de las Escrituras, pero espero que Dios tenga algo nuevo para ustedes hoy. Personalmente como americano no hay nada más emocionante que predicarle a la iglesia de Esmirna sobre la iglesia de Esmirna.

Jesús está mirando la iglesia

Habiendo estado en su país he notado que les encanta la televisión. ¿Es cierto? Cada casa y apartamento tiene dos antenas parabólicas. Me parece que hay dos veces más televisores que turcos. Cada vez que vean la televisión quiero que piensen en esto: Según Apocalipsis 2 y 3, Jesús mira 7 canales. Y uno de sus canales favoritos es Esmirna o Izmir.

Hace dos mil años Jesús habló a la iglesia en Esmirna por medio de Juan. Y les dijo que los estaba mirando y prestando cuidadosa atención a su vida. La Biblia dice que «Dios es el mismo ayer y hoy y por los siglos». ¿Y qué está mirando Jesús ahora desde su trono en el cielo como Señor? Está mirando la iglesia en Esmirna. Hoy veremos sus palabras para ustedes.

Como saben, Jesús envió siete cartas a siete iglesias y la de ustedes es una de las únicas ciudades que todavía tiene una iglesia cristiana. Ninguna parte del mundo ha tenido un legado más largo en el cristianismo que ustedes. Y de parte de sus hermanos y hermanas en Estados Unidos, les decimos, «Gracias».

La Palabra de Jesús para la iglesia en Esmirna

En Apocalipsis 2 Jesús dice «Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna», o sea Izmir. Aquí Jesús nos dice que un ángel ha sido designado para esta ciudad. Un poderoso espíritu enviado a servir. Y como los ángeles no mueren como los humanos el mismo ángel podría estar designado para esta misma iglesia, para velar por sus vidas. Este ángel ha estado obrando para conservar en cristianismo fiel en esta ciudad.

En contra de este ángel de Dios están los demonios, los espíritus inmundos. Y permítanme decirles, este es el lugar más oscuro del mundo para el evangelio de Jesucristo. Los datos de investigación dicen que Turquía es la nación con menos evangelizada de la Tierra. Y este ángel lucha en los lugares celestiales por la vida de esta iglesia. Y quiero que sepan que las luchas que tienen son de carácter espiritual. Hay una guerra espiritual por el futuro de la nación de Turquía. E iglesias como estas son esenciales para el progreso y avance del mensaje de Jesús.

He predicado en al menos doce naciones y este es el lugar más difícil que he visto. Puede que no lo sepan porque para ustedes esto parece normal. Pero ustedes me inspiran. Y de parte de Jesús les digo: «gracias». Cuando empecé mi iglesia hace 15 años, fue en la ciudad menos evangelizada de los Estados Unidos de América. Pero había muchísimos más cristianos que los que hay en toda la nación de Turquía.

Puede que se sientan desanimados como cristianos aquí. Jesús no quiere que se desanimen. Quiere que se animen y tengan esperanza. Y la carta que envió a esta iglesia en esta ciudad hace 2.000 años, sigue siendo aplicable hoy. Jesús le dio estas siete cartas a las siete iglesias, y la iglesia que envía a la iglesia de ustedes no tiene represión, solo ánimo.

Ahora leeré sus palabras: «El primero y el último, el que estuvo muerto y ha vuelto a vida, dice esto: Yo conozco tu tribulación y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos [o el pueblo de Dios] y no lo son, sino que son sinagoga de Satanás. No temas lo que estás por sufrir. He aquí el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de vida. El que tiene oído para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño de la muerte segunda».

Que aguanten lo que Él aguantó por ustedes

Aquí Jesús les pide que aguanten lo que Él aguantó por ustedes. Si saben que Jesús los ama y que ustedes le aman, estarán dispuestos a hacer esto aunque sea duro. Jesús dice que serán maltratados de cinco maneras como Él.

Primero, dice que habrá tribulación. Significa que será más difícil vivir en esta ciudad como cristianos.

Segundo, habrá pobreza. Ser cristiano les costará dinero. Algunos perderán trabajos y herencias y no les será restituido hasta el Reino de Dios.

Tercero, serán blasfemados. Ser cristiano significa que su reputación podría ser destruida. Las personas dirán mentiras tal vez sobre ustedes o de su iglesia o de su fe. Malentenderán o dirán mentiras de sus seres queridos y de lo que ustedes creen. ¿Esto está sucediendo? Las palabras de Jesús son verdaderas. Todas las palabras de Jesús son verdaderas.

Cuarto, Jesús dice que habrá sufrimiento. Ser cristiano implica que su vida será más difícil.

Y quinto, podría costarles la vida. Para algunos en la historia de la ciudad, hombres como Policarpo hasta el presente, este ha sido el precio que pagaron. No aspiramos la muerte ni provocar conflictos. Pero creemos las palabras de la Biblia. «Vivir es Cristo y morir es ganancia». No importa el precio, pertenecemos al Señor.

Y Él promete que después de la muerte no habrá muerte segunda. No habrá infierno, condenación, ira. Para el cristiano, esto es lo más cercano al infierno que recibirán. Para el no cristiano, esto lo más cercano al Cielo que recibirán. Porque Jesús murió por nosotros, y resucitó por nosotros; si morimos por Él resucitaremos con Él.

En efecto esto es cierto. Algunos de ustedes han perdido familiares y amigos quienes los han rechazado. Algunos de ustedes han perdido trabajos y herencias. Algunos de ustedes han perdido cónyuges, familiares y amigos. Jesús sufre con ustedes. Él experimentó lo mismo cuando estuvo en la Tierra. Y así como esta ciudad tiene una historia de encarcelar a los líderes cristianos Jesús ha experimentado eso también. Algunos de ustedes tal vez incluso han temido perder la vida.

No teman

Y Jesús dice: «El que tenga oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias». Jesús quiere abrir sus oídos para que oigan su Palabra hoy. Es muy importante que crean su Palabra. Jesús dice, «No teman». Jesús dice: «No teman».

Es el mandamiento más común de toda la Biblia porque es el problema más común para el cristiano. ¿A quién le tienen miedo? ¿A qué le tienen miedo? Ese temor los paralizará. Hará que no vivan valientemente y con denuedo. Jesús sabe que tienen motivos para estar atemorizados. Y Él dice: «No teman».

No promete que la vida será fácil. Pero promete estar con nosotros. Él es un Dios que ha experimentado la tribulación, la pobreza, la blasfemia, el sufrimiento, la muerte. Siempre está presente para consolarlos porque ha andado por el camino en que ustedes andan. Y como ha andado por ese camino por ustedes, es un gran honor que los invite a andar con Él en ese camino.

Por tanto, no teman. Podrían quitarles el dinero. Podrían quitarles su reputación. Podrían quitarles la vida. Pero no pueden quitarles su Jesús. Y si atesoran a Jesús sobre todo lo demás, el hecho de que siempre está con ustedes y no pueden quitárselo es suficiente. Por tanto, no teman, dice Jesús.

Permítanme decirles unas cosas sobre el temor. El temor nos convierte en falsos profetas. Nos compele a mirar el futuro a predecir solo el caso más desfavorable y después vivir temiendo eso. A decir verdad no sabemos lo que depara el futuro. Deberíamos preocuparnos menos del futuro y de lo que podría suceder y preocuparnos más por solo hacer lo correcto, confiar en Dios para nuestro futuro.

El temor es una oportunidad de correr hacia Dios, no para rehuir de Él. Como cuando un niño tiene miedo debe correr hacia sus padres a buscar protección.

Todos tienen temor a algo, a alguien, en algún momento. El temor no siempre es pecado ni demuestra una falta de fe. Pero puede ser una oportunidad para confiar en Dios y correr hacia Él. Confiando que podría librarnos; y si no, que nos enseñará más sobre los sufrimientos de Jesús.

Por consiguiente, hasta el mal redunda para nuestro bien por el amor de Dios. Así como Jesús mismo fue asesinado para que pudiéramos ser amados. Dios es bueno. El diablo mencionado aquí es malo. El diablo hace lo malo. Dios es tan poderoso, que lo usa para nuestro bien.

Por lo tanto, no teman. No teman. Oigan lo que el Espíritu dice a las iglesias. Creo que Dios quiere que empiecen a tener múltiples cultos. No tengan miedo. Dios quiere que planten más iglesias. No tengan miedo. Dios quiere que promuevan el mensaje de Jesús. No tengan miedo.

Dentro de 2.000 años ¿No será maravilloso si todavía hubiera una iglesia en Esmirna? Una iglesia que ama a Jesús. Una iglesia que sirve a Jesús. Una iglesia que hizo famoso a Jesús en Turquía. Y desde Turquía en Europa y el Medio Oriente.

Ustedes forman parte del plan de Dios

Oigan lo que el Espíritu dice a las iglesias. Dios los ha puesto hoy aquí. No tengan miedo. Hechos 17 dice que Dios determina cuándo nacemos y dónde viviremos. Ustedes forman parte del plan de Dios. Dios los ha puesto hoy en este lugar. Porque Turquía importa. Porque Izmir importa. Porque Jesús importa. Y porque su vida importa.

Fueron puestos en la ciudad más difícil. No tengan miedo. Sepan que Dios debe tener algo maravilloso para ustedes. Qué gran honor haber sido escogidos por Dios, para una ocasión como esta. Sobre todo los hombres jóvenes. El futuro pertenece a los hombres jóvenes, si sirven a Jesús. Dios les pide a los hombres jóvenes que caminen en santidad, que estudien fielmente, que sean valientes, y que tomen responsabilidad por esta iglesia y esta ciudad. No es suficiente solo ser cristiano en esta ciudad. Deben ser cristianos fieles.

Para los hombres jóvenes esta es una magnífica oportunidad histórica para casarse con mujeres que aman a Jesús. Para criar hijos que aman a Jesús. Para criar nietos que aman a Jesús. Y dejar siervos de Jesús por muchas generaciones. La obra aquí será lenta. Y será dura. Pero es posible magnificar y exaltar a Jesús en Izmir. Pido a Dios que sus nietos planten iglesias. Y que no ustedes no teman. Jesús los ama. Yo los amo. Gracias por darnos ánimo. No teman.

Permítanme orar. Dios Padre, Pido contra Satanás y los demonios. Pido por las iglesias en esta ciudad. Pido por esta iglesia en esta ciudad. Gracias por los cristianos mayores que han servido, sacrificado, y sufrido. Gracias por los cristianos más jóvenes y los 18 bautismos que tuvieron últimamente. Gracias porque aún hay testimonio cristiano en este lugar. Gracias, Señor Jesús porque está velando por esta ciudad. Y gracias, Señor Jesús, por velar por esta iglesia. Pido por la gente joven, sobre todo por los hombres jóvenes que sus corazones estén llenos de esperanza, que no sean llenos de temor, que den sus vidas al servicio de Jesús. Señor Jesús, y que esta iglesia en esta ciudad en este país crezca. Gracias por esta magnífica oportunidad que les has dado a mis hermanos y hermanas. Es una dura tarea pero eres un gran Dios. Por lo tanto, no tememos, en el nombre de Jesús. Amén. Gracias.

Posdata

Lo que no alcanzamos a mostrarles es lo que ocurrió después del sermón. Salí apresuradamente a coger un vuelo y las fuerzas militares me estaban vigilando. Y un hombre joven me detuvo y me dijo. «Oiga quisiera mucho hablar con usted». Y le dije: «Solo tengo un minuto y después debo coger un vuelo». Me dijo: «Pues siento que debo volverme cristiano pero mi familia me desheredará, perderé la herencia, no tendré parte en el negocio de la familia, y posiblemente hasta me maten». Y me dijo: «Además de volverme cristiano, sé que si me vuelvo cristiano, Jesús me está pidiendo que me vuelva pastor, pero no quiero morir».

Lo miré a los ojos y le dije «Necesita hacer lo que Jesús le dice. ¿Qué le dijo Jesús que hiciera?». Me miró a los ojos y los suyos se anegaron de lágrimas y temor y dijo: «Me dijo que me volviera cristiano y plantara una iglesia». Le dije: «Entonces haga eso, y no tenga miedo». Así que oren por él. Oren por su iglesia. Oren por esta ciudad donde la persecución aún continúa.

Nota: Esta transcripción ha sido editada para la legibilidad.