Soy nuevo (Efesios 4:17–24)

Soy nuevo

Bien, cuando uno sabe quién es, sabe qué hacer. Cuando uno sabe quién es, sabe qué hacer, y esa es la gran idea en nuestro estudio en Efesios donde preguntamos ¿quién crees que eres? Una de las cosas más alentadoras para mí, es escuchar las historias y testimonios de personas que llegan a entender su identidad en Cristo y por ende experimentan la vida transformada consiguiente.

Hace poco una mujer joven me mandó una historia. Me dio permiso para contarles su historia, y sin divulgar su nombre quería compartirla con ustedes porque pienso que en muchas maneras compendia lo que deseo para ustedes y para los que aún no han venido a Mars Hill ni conocido a Jesús. Pero oren por ellos, esperamos que nos acompañen en la Pascua.

Ella escribe: «He escuchado los primeros tres sermones sobre la identidad y me dio mucho ánimo». Y dice que Dios la salvó cuando tenía diecisiete años. Se volvió cristiana en preparatoria cuando era una mujer joven.

Dijo que a la edad de veintiuno años trabajaba para una empresa cristiana con alguien que supuestamente era un jefe cristiano, y ese hombre la asaltó sexualmente. Sucedió en un pueblo pequeño, y él lo negó y dijo que ella había mentido, complicándole mucho su vida como mujer joven porque no solo fue violada una vez, sino dos veces al ser calumniada. Le hizo la vida muy dura.

Continúa diciendo: «Todo eso me apartó de la iglesia. Poco después, fui asaltada sexualmente por un tipo que conocí en el colegio. Ya no podía más y empecé a tomar. Me volví una alcohólica encubierta. Como al año, fui asaltada sexualmente otra vez por tres hombres. Fui asaltada sexualmente por distintos hombres en un período de casi 3 años. La última vez que sucedió fue en el 2012, justo antes de mudarme y de empezar a asistir a Mars Hill». Alabado sea el Señor, nos da mucho gusto que esté con nosotros.

«Me sentía aún más inútil que antes que me sucedieran estas cosas. Mi madre y mi padre eligieron usar drogas y olvidarse de mí, por lo que he luchado con sentirme inútil desde que era muy joven. Mi identidad estaba en ser asaltada sexualmente». Esa frase es importante. «Mi identidad se basaba en ser asaltada sexualmente. Mi identidad se basaba en que los hombres me abusaran. Me consideraba una persona a quien los hombres solo usaban para satisfacer sus placeres.

«Esta se volvió mi identidad entera y empecé a usarla para sacar ventaja. Cuando supe que los hombres me veían solo como un objeto, y decidí que si necesitaba algo de ellos, que los satisfaría. Me parecía normal. Sentía asco de mí misma y no sentía remordimiento en hacerlo. Cada vez bebía más y más alcohol y me quemaba todas las noches tan solo por sentir dolor físico porque el dolor emocional era insoportable».

Aquí dice algo muy clave. «Mi identidad era: un objeto inútil, asqueroso, que se quemaba a sí misma, una alcohólica encubierta». Era una mujer joven de unos veinte años de edad. Uno empieza a pensar que el resto de su vida, si ella piensa que esa es su identidad, imagínense lo que haría. Imagínense lo que permitiría que otros le hagan. Repito, cuando uno sabe quién es, sabe qué hacer. Si no entiende cabalmente quién es, hará cosas malas y permitirá que otros le hagan cosas malas.

«El año pasado, pensé que había superado eso y pensé que había dejado de verme de esa manera. Hace unos meses me topé con el segundo tipo que me había asaltado, y noté que mi identidad seguía basándose en lo que había pasado. El concepto que tenía de mí misma volvió cuando lo vi, y una vez más, mi identidad se basó en lo que había ocurrido. Volví a beber para olvidar lo sucedido.

«Desde que empecé a escuchar esta serie de sermones, Dios me ha mostrado tantas cosas sobre mi identidad y que aún me consideraba un objeto asqueroso e inútil, y que estaba volviéndome una alcohólica encubierta otra vez. Literalmente no podía mirarme a los ojos fijamente al verme en el espejo por la mañana por lo asquerosa y avergonzada que me sentía de lo que era.

«Pero . . .», y esta es la buena noticia, «estoy viendo que estoy en Cristo». Una nueva identidad. «¡Ahora veo que me dio vida juntamente con Cristo. Soy una nueva criatura en Cristo!». Muchos signos de exclamación. «¡Ahora veo que toda la muerte, vergüenza, y condenación que yo merezco las sobrellevó Jesús, y todo el perdón, amor, y gracia me fueron dados a mí!». Muchos signos de exclamación. Esas son las buenas nuevas del evangelio.

«Soy amada, bendecida, y aceptada como lo es Cristo». ¿Eso es verdad? Sí, lo es. Esa es su identidad. «Estoy viendo que soy libre de vergüenza y condenación. Estoy empezando a ver que mi identidad realmente está arraigada en Cristo. Me sorprende verdaderamente que Cristo me haya escogido. En Cristo no soy sucia, soy limpia». Es una gran declaración de identidad. «Es quizás una de las frases más poderosas que he escuchado». Cuando uno sabe quién es, sabe qué hacer. Y cuando uno sabe quién es, cambia su manera de vivir.

Mars Hill, los amo, me agrada mucho enseñar la Biblia. Y quiero que para ustedes esta serie no sea solo información sino transformación; no solo verdades que otros escuchan de ustedes, sino verdades que ustedes primero creen para sí mismos.

El viejo usted

La gran idea hoy es que En Cristo soy nuevo. Si tienen una Biblia, vayamos a Efesios 4:17–24, y primero vamos a ver el viejo usted, ¿de acuerdo? Las malas noticias antes de las buenas noticias. Estamos viendo el viejo usted, y si no es cristiano este es usted, ¿estamos? Si es cristiano, este es el viejo usted, y si acaba de volverse cristiano hace quince minutos, este es el viejo usted de hace dieciséis minutos, ¿cierto?

Dios dice lo siguiente por medio de Pablo, Efesios 4.17–19: «Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ya no andéis así como andan también los gentiles». En la Biblia, los gentiles son quienes no conocen a Dios, no obedecen a Dios, no aman a Dios, no están llenos del Espíritu Santo, no tienen una relación con Dios. Son gentiles, gentiles.

Dice: «Ya no pueden andar así». Y Pablo va a usar una metáfora de andar en los capítulos 4, 5, y 6. En los capítulos 1–3 habló mucho sobre quién es Jesús, y lo que Jesús hizo, y en los capítulos 4, 5 y 6 habla mucho sobre cómo debemos andar a la luz de esas verdades.

¿Cuál fue la última vez que salió a caminar? Cuando salimos a caminar es sorprendente lo rápido que abarcamos terreno. Algunos de ustedes llevan mucho tiempo sin ser cristianos, algunos de ustedes no fueron cristianos poco tiempo, pero estaban corriendo hacia el pecado y los problemas, y se alejaron mucho del Señor. Las personas con las que anda refuerzan su pecado y su estilo de vida. Él dice: «Cuando se vuelven cristianos, ya no pueden andar en esa dirección». Las cosas tienen que cambiar. Ahora que son nuevos, necesitan llevar una vida nueva.

¿Siguen andando por el camino en que solían andar? Las mismas costumbres, el mismo pecado, las mismas creencias, quizás incluso las mismas relaciones que no le ayudan mucho. No es suficientemente fuerte para mantenerlas, se meterá en apuros, así que rompan con él. Les daré un minuto. Bien, eso es. Ahora que han roto algunas relaciones, no pueden andar más por ese camino, porque esa dirección los aparta de Jesús, los aparta de la santidad, los aparta de la obediencia. Es un camino que lleva a la muerte, no a la vida.

Si usted es cristiano, no debe andar como los no cristianos. Su vida debería distinguirse y ser diferente; hoy en día quizás se burlen de usted, que se mofen de usted, que lo menosprecien, que lo avergüencen. Así son las cosas simplemente.

La mente es vana

«En la vanidad de su mente». De inmediato algunos de ustedes van a pensar: «No pienso que sea tan importante». ¡Porque su mente es vana! «No pienso que sea para tanto», ¡porque su mente es vana! «He estudiado el tema; leí un libro . . .», ¡escrito por un tipo con una mente vana! «Hablé con mis amigos y dijeron . . .», ¡porque su mente es vana! Esto es ofensivo. No me disculpo por ello, solo lo estoy señalando. Esto es muy ofensivo. ¿De dónde nos escribe el autor? De la cárcel. Ahora saben por qué. Ahora saben por qué.

Está diciendo: «Tienen la cabeza rota. Su mente no funciona». Se supone que debemos pensar conforme a los pensamientos de Dios, pero si no conocemos a Dios, no estamos conectados con Dios, no estamos llenos del Espíritu de Dios, no tenemos la mente de Dios, nuestros pensamientos son vanos. No significa que usted sea estúpido, simplemente que está equivocado.

Algunos de ustedes piensan: «Eso es muy ofensivo». Finalmente lo matan y ya saben por qué, ¿de acuerdo? Porque vivimos en un mundo que quiere escuchar: «Eres inteligente. Eres muy astuto. El caso que has propuesto es incontrovertible. Los amigos que has escogido, todos son brillantes y Dios está de acuerdo contigo, y Él está aquí para darte lo que quieres». Y llega Pablo y dice: «No, la mente de ustedes no piensa los pensamientos de Dios, y los pensamientos de ustedes son vanidad».

Entenebrecido en el entendimiento

Continúa diciendo: «Entenebrecidos en su entendimiento». ¿Cuál fue la última vez que estuvo a oscuras? ¿Saben qué se ve claramente cuando están a oscuras? Nada, nada. Es muy oscuro, no veo nada claramente.

Si se aparta de Jesús, si vive como un no cristiano, si no está conectado con la vida de Dios, su pensamiento es vanidad y su entendimiento está entenebrecido. Usted dice: «Pues, yo veo las cosas así». Eso dicen las personas que andan en la oscuridad, pero usted no está viendo claramente. Su entendimiento está entenebrecido.

Hoy en día tratamos de minimizar el pecado con otros nombres: Oh, que la tolerancia, la diversidad, el pluralismo, el perspectivismo, y todas esas palabras, ¿cierto? Póngale un -ismo al final y de repente es legítimo, ¿no es cierto? Dice: «No, no, no, están entenebrecidos en su entendimiento». Los cristianos y los no cristianos no deben compartir la misma mente o mentalidad entenebrecida. ¿Cuántos de ustedes tienen el entendimiento entenebrecido en su perspectiva de Dios, de ustedes mismos, su vida es oscura, depravada, mala, corrupta?

Adorar a Dios no solo consiste en nuestra actividad moral sino también nuestra actividad mental. No es solo lo que hacemos, sino cómo pensamos. Por eso algunos de ustedes dirían: «Soy buena persona», aunque su mente es hostil contra Dios, no somete sus pensamientos a Dios, no toma cautivo cada pensamiento a la obediencia de Cristo.

Adorar a Dios en parte consiste en amarle con toda su mente. Parte del cambio que puede surgir en su vida resulta cuando usted no se adapta a este mundo y se transforma mediante la renovación de su mente. Los problemas de actividad empiezan con problemas de la mente. Piensa tener la razón, pero está equivocado. Piensa que es luz, pero son tinieblas. Piensa que está bien, pero no está bien. Mentes vanas; entendimiento entenebrecido.

Entonces la gente se junta y se apoyan mutuamente. Al menos así nos parece a nosotros. «Es lo que todos pensamos. Es lo que todos queremos hacer. Votamos, somos la mayoría, por tanto debe ser cierto». No, no, no lo es si Dios llega y dice que es entenebrecido y vano, y la perspectiva entera de la realidad es corrupta.

Excluido e ignorante

¿Por qué? Porque están «excluidos de la vida de Dios». Ellos mismos se han desconectado del Dios que los hizo, la fuente de vida, y luz, y verdad. Excluidos significa que son ciudadanos en otro reino que libra una guerra contra un gran Rey. Significa que se han marchado de su patria y ahora son extranjeros. Algunos de ustedes dirán: «Soy una buena persona». Y yo le diría: «Si está viviendo excluido y separado de Dios, esa es la raíz de todo pecado. Ese es el peor pecado de todos».

Es como un tipo que dice: «Abandoné a mi familia, abandoné a mi esposa e hijos, pero pago impuestos y no cruzo la calle imprudentemente. Llevo una vida buena». No, usted ha abandonado la relación amorosa a la que fue llamado, y su vida entera a partir de esa decisión ha estado separada, lo cual significa que aunque haga cosas buenas o malas toda su vida va rumbo a lo que está mal. Cuando pecamos, damos la espalda a Dios y vivimos excluidos de Dios; y no significa que usted no sea espiritual. Muchos de ustedes son espirituales. La espiritualidad es lo que practica la gente culpable para fingir que no están excluidos de Dios.

«Por causa de la ignorancia que hay en ellos». No saben que Jesús es Dios, no saben lo que Él dijo, no saben que Él murió y resucitó; no saben que viene el infierno y que la salvación es un don. No saben.

El corazón duro

Pero no es que sean víctimas solamente, faltos de información, sino «por la dureza de su corazón». ¿Tienen el corazón duro? Cuando la Biblia habla del corazón, habla del corazón más de novecientos veces. Es la sede, la suma, el centro de lo que usted es. Un corazón tierno para con Dios dice: «Dime la verdad. Quiero cambiar. Quiero aprender. Quiero crecer». Un corazón duro dice: «¡No!». Y lo dice así. «No es lo que quieres es lo que yo quiero. No es lo que piensas, es lo que yo pienso. No es lo que ves, es lo que yo veo. ¿Quieres que cambie? Mientras tanto, pienso que tú debes cambiar». Y esa es la conversación sentida que tenemos con Dios en nuestro corazón, nuestro corazón duro.

¿Alguna vez han conocido a alguien que tiene el corazón duro? Interpretan los datos negativamente. Quieren tergiversarlos para que ellos sean inocentes y nosotros culpables. Siempre lo cambian para que que ellos sean la víctima y nosotros les quedemos debiendo.

Y la gente hace eso con Dios. «Tengo razón, tú estás equivocado. Has fallado, yo no. Tú me debes, no estoy de acuerdo, necesitas cambiar. Incluso el Libro que escribiste, necesitamos modificarlo porque encontré unos errores en ese Libro que escribiste». De pronto llega un desfile de maestros, autores, y profesores, y pastores que dicen: «Decidimos que las mentes vanas y los entendimientos entenebrecidos producen una buena fuente de ingreso porque hay un mercado enorme para los de duro corazón». Es el mundo en que vivimos.

¿Tiene el corazón duro hacia Dios? ¿Tiene el corazón duro hacia Dios? ¿Está enojado con Él? ¿Está frustrado con Él? «Y ellos, habiendo llegado a ser insensibles». ¿Alguna vez se ha vuelto insensible? ¿Alguno de ustedes toca guitarra o algún instrumento? ¿Alguno de ustedes trabaja con herramientas, es obrero, obrera, le gusta la jardinería, es cocinero, chef, artista, o trabaja mucho con sus manos?

Lo que sucede es que al aplicar presión prolongada en un solo punto con el tiempo se vuelve un callo, y lo que antes solía doler de repente ya no duele porque se ha vuelto insensible. «Llegaron a ser insensibles». «Cuando empecé a hacer esto me sentía muy mal. Pero ya no me siento tan mal. Me sentía muy culpable al hacer eso, y ahora tal vez le parece bien a Dios porque ya no me siento culpable».

No es que le parezca bien a Dios, sino que usted ha desarrollado una callosidad. Ha muerto. O sea, una callosidad según tengo entendido casi siempre es un endurecimiento de piel muerta, básicamente. ¿Hay un lugar muerto en su alma donde dice: «Ya no siento dolor. Ya no me siento mal. No me convence. No quiero cambiar. No pienso que esté mal. Quizás no sea para tanto, o quizás no le importe a Dios»? Sí le importa, pero usted se volvió insensible. Simplemente es insensible. No podrá cambiar así. Dirá cosas como: «Es que soy así». Pero no es como usted debería ser. «Necesito ser fiel a mí mismo». Eso nunca es buena idea.

Dado por vencido

«Y se han entregado». ¿Se han dado por vencidos sin más? Dicen: «¿Sabe qué? Voy a hacer esto. Voy a hacer aquello. Voy a pensar de tal manera. Voy a justificarme. Voy a vindicarme. Voy a explicarme, a excusarme. Soy una víctima». ¿Ustedes hacen eso, no es así? «Soy adolescente, acabo de darme por vencido». «Tengo unos veinte años de edad y me di por vencido». «Estoy en la universidad y me di por vencido». «Acabamos de casarnos y nos gritamos. Sí, ¿pero sabe qué? Acabamos de tener un hijo y es un tiempo difícil, y como que me di por vencido». «Oh estoy en la crisis de la mediana edad, puedo darme por vencido».

Y nos damos por vencidos y cedemos. Cedemos a toda clase de pecados y tentaciones porque simplemente nos damos por vencidos. ¿Usted es así? ¿Usted es así? Si es así, puede que incluso no sea cristiano. Dios conoce su corazón, yo no. Pero si lee esta lista y dice: «Vaya, esto me suena conocido». Está hablando de los no cristianos.

A decir verdad, los cristianos caen en algunos de estos hábitos y comportamientos, pero un cristiano no obstante tiene un corazón tierno y dice: «Sé que está mal, quiero cambiar. No estoy bien con Dios, y estas cosas están molestándome». Los no cristianos son insensibles y dicen: «En realidad no me molesta».

Desnudo y haciendo obscenidades con avidez

«Se entregaron a la . . .». Oh, ¡vean eso! ¿A la qué? «Sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas». ¡Ayayay! Ven, estamos muy evolucionados, muy desarrollados. En realidad están cuatro etapas atrás en el gráfico evolutivo. Con la frente inclinada, ¿verdad? Eso pasó hace dos mil años, ahora estamos tan evolucionados y avanzados. Estudiamos en la universidad, estudiamos sociología, sicología. Tenemos títulos, autoayuda, espiritualidad. Hemos evolucionado mucho». Para nada, ¿porque saben dónde culmina todo eso? Están desnudos, y practican toda clase de obscenidades con avidez. Ajá, ¿les suena familiar? Desnudos, haciendo obscenidades con avidez.

Eso es, ¿porque saben qué? Frecuentemente no es porque la gente desconozca la verdad, sino que no les gusta la verdad. Esa es la verdad. Si yo les dijera: «Oye, estás manejando borracho, y ahí está un policía», usted no diría: «No le creo». Diría: «No me cae bien», ¿cierto? Al leer esto, y algunas personas dicen: «No me gusta».

Pero eso suena un poco rebelde, y en cambio lo que dicen es: «En realidad no creo en eso. Tengo otra ideología. Tengo otra filosofía. Tengo otra espiritualidad. Tengo otra perspectiva. Pienso que esto es primitivo. La sicología moderna indica, la sociología moderna indica, la antropología moderna indica que esto es muy negativo. Esto no es suficientemente tolerante y diverso. Es muy sentencioso. Es muy crítico. Esto podría afectar muy adversamente la psiquis de una persona. Imagínense lo que le haría a su autoestima, Dios no lo quiera, porque todos sabemos que la autoestima es la fuente de vida. Sí, estas palabras incitan al odio. Esto es intolerancia». Los que escucharon esto se ofendieron mucho. Se volvió una historia que hizo noticia. Algunos profesores indican que deberían proscribir esto porque en una sociedad tolerante, diversa y pluralista, este tipo de cosas son muy anticuadas y ofensivas».

Pablo va a la cárcel y no se calla, por eso lo matan. Por eso. ¿Y qué quiere hacer con esto? Es un poco ofensivo, ¿cierto? Aunque no estén de acuerdo con todo lo que dije, al menos estamos de acuerdo en que es un poco ofensivo, ¿verdad? Digamos que su madre dijera, por ejemplo. «Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ya no andéis así como andan también los gentiles, en la vanidad de su mente, entenebrecidos en su entendimiento, excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón; y ellos, habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas». Nunca pondrían eso en una tarjeta de cumpleaños, ¿verdad? ¡Feliz cumpleaños!

Sé que algunos estarán pensando: «Yo no me visualizo así». Es de esperarse que un gentil con la mente vana, con el entendimiento entenebrecido, excluido de la vida de Dios, caracterizado por la ignorancia, dureza de corazón e insensibilidad diga eso». Sí, lo dije así para enfatizar el horror de todo esto. Algunos de ustedes dicen: «Yo no me visualizo así», pero debería hacerlo, porque Dios sí lo ve así. Los pillé.

En últimas no importa lo que pensamos de nosotros mismos. No vamos a morirnos, a pararnos frente a un espejo, y rendir cuentas con consecuencias eternas. Vamos a morir y a comparecer delante de Dios, y Él dará el fallo en base a lo que Él ve que somos y lo que hicimos o no hicimos.

Amigos, debemos vivir coram Deo, o sea ante el rostro de Dios. ¿Están en este equipo? ¿Su vida va en esa dirección? ¿Piensa usted así? ¿Actúa usted así? Incluso ahora están pensando, «¿Por qué vine hoy? No estoy de acuerdo con este tipo». Siéntanse libres de discrepar conmigo. Pero yo les diría que no discrepen con Pablo. No se los recomiendo. ¿Cierto? Es muy negativo. «¿Dónde está la esperanza, Mark? ¿Dónde está la alegría? ¿Dónde está el gozo? ¿Dónde está el ánimo?». No se encuentra en usted. Amigo, no se encuentra en usted. No.

El nuevo usted

¿Por qué no hablamos con Jesús? ¿Por qué no hacemos eso? Está bien, en nuevo usted. El viejo usted, el nuevo usted; el viejo usted, el nuevo usted. El viejo usted necesita morir, no autosuperarse. Bien, el nuevo usted es usted, en Cristo. Efesios 4:20–24: «¡Peo, pero, pero, pero, pero, pero!». Son buenas noticias, ¿verdad? Son buenas noticias, ¿verdad? Está bien, al menos dos de ustedes están entusiasmados. Por ahí empezamos. Pero, ¿está bien? Al leer la primera parte dicen: «Mmm», «Pero», está bien, esperanza, aquí viene la esperanza. ¡Estamos sonriendo otra vez, viva! «¡Pero vosotros no habéis aprendido a Cristo de esta manera!». Ahora estamos hablando de Jesucristo. Cristo significa el Ungido de Dios. Se trata de Jesús. Dice: «Oh, se trata solo de Jesús». El viejo usted, sin Cristo. El nuevo usted, con Cristo. Es maravilloso, ¿verdad?

Vivimos en un mundo donde todos quieren cambiar. Autoayuda, superación personal, autorrealización, autoestima, revistas, libros, tendencias, charlas, shows, consejería. Usted puede cambiar lo que hace, pero solo Jesús puede cambiar quién es usted. Usted puede cambiar lo que hace, pero solo Jesús puede cambiar quién es usted. Y cuando cambie lo que usted es, cambiará lo que usted hace.

La verdad está en Jesús

«Si en verdad lo oísteis y habéis sido enseñados en Él». Esto requiere enseñanza. Ninguno de nosotros nace siendo cristiano, ninguno de nosotros nace con un conocimiento innato de Jesús. Es algo que se aprende. La segunda Persona de la Trinidad que crea los cielos y la tierra, se reviste de carne humana, entra en la historia mediante el vientre de María como el Dios-hombre, Jesucristo. Vive sin pecado, dice ser Dios, muere en la cruz, se sustituye a sí mismo en nuestro lugar por nuestros pecados, sobrellevando nuestra muerte y dándonos vida. Al tercer día resucita de la muerte, asciende al cielo donde gobierna y reina. Él es Dios el Señor, el Rey que vuelve a juzgar a vivos y muertos, y a establecer un reino sempiterno, ¿de acuerdo?

Uno no se levanta de la cama los martes y dice: «Se me ocurrió eso. Se me ocurrió cuando estaba comiendo avena. Pensé: Eso es. Nunca se me había ocurrido, pero comiendo avena caí en cuenta, yo y la . . .». A uno no se le ocurren estas cosas. Uno no se inventa estas cosas. Alguien tiene que enseñárselas.

Así que gracias, gracias por dejarme enseñarles. Pero necesitan aprender, por eso, amigos, esto significa que el cristianismo requiere humildad para decir: «Yo no sé, y mis especulaciones no ayudan para nada. La revelación de Dios con instrucción, eso sí ayuda». Nadie empieza solo con una buena teología y una buena Cristología. No saben quién es Dios o quién es Dios en Cristo. Yo no lo sabía, ustedes no lo saben. Alguien me enseña, alguien les enseña. Tengo el gozo de enseñarles. Deben recibir la enseñanza.

Últimamente, siento como que estoy despotricando mucho, y lo estoy sintiendo hoy. Permítanme explicarles un minuto. La gente viene a Mars Hill y dice: «¿Por qué habla por una hora?». Porque tengo mucho que decir y quiero que aprendan algo. Si van a levantarse, cepillarse los dientes, y venir en auto hasta Mars Hill, y sentarse ahí, al menos aprendan algo. Al menos aprendan algo, porque quiero que sepan quién es Cristo y quiénes son ustedes en Cristo, y quiero que eso cambie su vida entera con Cristo, y eso quiere decir que llevará cierto tiempo. Gracias por dejarme enseñar.

«Si en verdad lo oísteis y habéis sido enseñados en Él, conforme a la verdad que hay en», ¿quién? «Jesús», ¿de acuerdo? La verdad está en Jesús. Cualquier cosa que no esté conectada con Jesús, en últimas, no es toda la verdad. La crianza, el sufrimiento, el matrimonio, salir con alguien, la sexualidad, las finanzas, ¡lo que sea! La verdad sobre todas las cosas y sobre cualquier cosa está en Jesús. Está conectada con Jesús, se trata solo de Jesús. Puede que haya otras verdades mediante la revelación general, y la gracia común, y pueden aprender muchas cosas, pero finalmente, toda la verdad está conectada con la Persona y la obra de Jesús.

Despojar del viejo hombre y los deseos engañosos

«Que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe». Nos encanta hoy en día cuando hay un político corrupto o algún líder que nos hace decir: «¡Oh, qué corrupto es!». Él dice que todos son corruptos, pero algunas personas pasan desapercibidas. Su forma de vivir es corrupta aparte de una nueva vida en Cristo.

«Según los deseos engañosos». Desglosemos eso. Podríamos dedicarle un mes a esto. Aparte del Espíritu Santo, nuestros deseos son engañosos. «Pastor Mark, de veras quiero salir con ella». Es un deseo engañoso. «Pastor Mark, de veras quiero salir con él». Es un deseo engañoso. «Pastor Mark, de veras quiero abandonar a mi familia». Es un deseo engañoso. «Pastor Mark, de veras quiero ver ese sitio en Internet». Es un deseo engañoso. Tenemos muchos deseos engañosos que son engañosos porque son mentira. Prometen algo que no pueden cumplir.

Les daré un ejemplo con el alcohol. No todo el consumo de alcohol es pecado; Jesús hizo el vino. Lo que pasa es que algunos luchan con lo que llamaremos el alcoholismo. Es un deseo engañoso relacionado con el alcohol. Lo desean mucho, pero los ha engañado. La botella les dice: «Tómame, y te ayudaré a relajarte. Tómame, y suavizaré el dolor. Tómame, y te ayudaré a olvidar. Tómame, y te ayudaré a dormir mejor. Tómame, y te pondré de buen humor». Son deseos engañosos porque la botella nunca cumple lo que promete, ¿verdad?

Por eso en Efesios 5, en el siguiente capítulo, dice: «No os embriaguéis . . . sino sed llenos del Espíritu Santo». No se emborrachen llenándose de alcohol, sino sean llenos del Espíritu Santo. Solo Dios puede satisfacer los deseos más profundos del alma humana, y solo Dios puede cumplir sus promesas. Lo demás son deseos engañosos.

Porque, amigos, vivimos en una cultura que dice cosas descabelladas como: «Sigue tu corazón». En términos bíblicos sería: «Sigue tus deseos engañosos». Suena diferente, ¿no? ¿Cierto? Pero si su corazón tiene deseos engañosos, y sigue su corazón, está siguiendo sus deseos engañosos. Por eso vivimos en comunidad, y dejamos que otros nos levanten con sus palabras, y por eso es que los niños deben tener padres, y por eso los padres deben tener pastores, y los pastores deben tener otros pastores. Por eso es que todos necesitamos consejería, porque a veces nuestros deseos nos engañan. Y nos parece bien, y después alguien viene con sabiduría y nos dice: «Un momento, ese deseo es engañoso. No sigas tu corazón, guarda tu corazón. No hagas lo que quieres, has lo que Él quiere».

«Y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente». Cambio, arrepentimiento, transformación, todo eso empieza en la mente, con nuestra forma de pensar. Si le parece que algo está bien y Dios no piensa así, necesita cambiar de parecer. Necesita cambiar su forma de pensar. Requiere un cambio de mentalidad, para que empiece a cambiar su actividad. Pero antes debe cambiar su forma de pensar. ¿Cómo piensa? Algunos de ustedes tienen una forma de pensar muy corrupta. Es muy pervertida, muy oscura, muy sospechosa, muy sentenciosa. En cualquier caso son pretensiones de superioridad moral, y eso no es santo, ni útil, ni saludable.

Y dice que necesita rendir su mente a Dios. No solo su cuerpo, sino su mente. ¿Sus pensamientos se conforman a los pensamientos de Dios? Cuando usted y Dios no están de acuerdo, cambia de parecer? ¿Ama al Señor su Dios con su mente? ¿Lleva cautivos sus pensamientos a la obediencia de Cristo? ¿Está siendo transformado por la renovación de su mente? Si no, tendrá un estilo de vida que se aparta de Jesús.

Vestir del nuevo hombre

«Y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios». Ahí está su identidad. Resáltenla, pónganle un círculo, subráyenla, memorícenla. Esas dos palabras, ¿cuáles son? Nuevo hombre. No estamos hablando de autoayuda, autosuperación, autorrealización, porque sigue siendo el mismo usted con nuevas técnicas para tratar de manejar los problemas en su vida. Estamos hablando de un usted totalmente, completamente, y plenamente nuevo, nacido de nuevo. La Biblia usa el lenguaje de nacer de nuevo, regeneración, una nueva criatura, un nueva persona, un nuevo hombre, nueva vida, un nuevo yo, ¡un nuevo usted! En Cristo usted es genuinamente nuevo. No del todo completamente nuevo, porque Dios seguirá obrando en usted, pero su identidad es la de una nueva persona.

Esto es tan radical cuando sucede en la Biblia que a veces las personas reciben un nombre nuevo. Abram se vuelve Abraham, y Sarai se vuelve Sara, y Cefas se vuelve Pedro, y Saulo se vuelve Pablo, y a veces las personas reciben nombres nuevos porque son una persona diferente. O sea, sería como si usted se acostara y esa persona muriera, y al despertar, alguien con la misma licencia de conducir, está ahí, pero de adentro hacia afuera usted es nuevo y está en el proceso de ser renovado.

Para algunos de ustedes, esto explica su vida. Hablaba con un señor hace poco que luchó contra la adicción durante décadas. Le dije: «Cómo le va?». Me dijo: «Hace años que dejé el vicio». Le dije: «¿Qué hizo?». Me dijo: «Conocí a Jesús, y ya no quiero». Me dijo, «Es que ya no quiero». Eso es nuevo.

Grace y yo hace poco celebramos el veinticinco aniversario de nuestra primera cita. Llevamos veinte años de casados. Un tipo llegó y me dijo: «¿Cómo pudo serle fiel a su esposa esos veinte años? Le dije: «Porque . . . quiero». Eso ayuda. ¿Cierto? Yo quiero. O sea, soy una nueva persona. Eso significa que puedo llevar una vida nueva, y que Dios me ha dado nuevos deseos, y eso es lo que quiero hacer. Quiero hacerme viejo con ella, y tenerla de la mano, y ser su amigo.

El viejo Mark no era así . . . Iba a decir que «probablemente iba a hacer . . .». Lo que quiero decir es que: «Ciertamente no era lo que iba a hacer», ¿cierto? Pero el nuevo, sí, sí. Ese soy yo, y eso es lo que yo quiero hacer. Ese es el nuevo yo, ese es el nuevo yo. ¿Han experimentado eso? ¿Han probado eso?

Vestido en la justicia verdadera de Cristo

«Ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad». ¿No es maravilloso que coloca la justicia y la santidad al final del pensamiento? La religión suele empezar ahí: ¡Tienes que ser justo! ¡Tienes que ser santo! Y usted dice: «Está bien, me siento culpable, lo intentaré». Él dice: «No, antes eras esto y ahora eres esto, y esto es lo que Jesús está haciendo. Y si piensas correctamente, si andas obedientemente, vivirás santamente». Es el resultado de tener una relación con Jesús. Y dice que es como cambiarse de ropa. Se la quita y se la pone. ¿Ven eso? Se la quita y se la pone.

Esta mañana usted se levantó, se quitó las pijamas. Al menos espero que lo hizo, ¿cierto? Vi un tipo en el aeropuerto hace poco. Vi a un niñito en sus pijamas. Pensé: «Qué simpático», pero su papá también andaba en pijamas. Y entonces . . . Qué ridículo. Eso no es simpático, ¿cierto que no? Supongamos que usted se levantó esta mañana y se quitó las pijamas y se puso la ropa. Lo hacemos todos los días, y esto es lo que quiero que empiecen a hacer empezando mañana.

Todos los días, Mars Hill, al vestirse físicamente, quiero que recuerden que Jesús también los ha vestido espiritualmente, ¿de acuerdo? En el testimonio de esta señora resume el evangelio bien cuando dice básicamente que Jesús se puso su pecado y fue crucificado. Lo sobrellevó y después la vistió en su justicia. Él tomó sus trapos de inmundicia y le dio sus vestiduras de justicia. Ese es el evangelio, es lo que hace Jesús. Ya que Jesús hizo eso por nosotros espiritualmente, necesitamos hacerlo mentalmente. Necesitamos recordar esto cada día para que nuestra identidad determine nuestra actividad.

Esto es lo que hacemos, ¿verdad amigos? Cuando hay una gran transición en su vida, cambia su ropa, ¿verdad? Al graduarse de la universidad, por ejemplo, ¿qué se pone? ¿Cómo sabe distinguir al graduado universitario? Porque se ponen un traje ridículo con un birrete que se le cae a todos de la cabeza, ¿no es así? Y uno puede decir: «Oh, visten así porque eran estudiantes, pero ahora son personas desempleadas con una enorme deuda», ¿no es cierto? Sus vidas han cambiado, ¿verdad? Y para marcar ese cambio, los vestimos de cierta manera.

Asimismo, digamos que se alista en el servicio militar. Entra con chanclas, shorts, pelo largo, esperanza, y después todo eso cambia, ¿no es así? Lo visten, lo afeitan, le dan uniforme, y ahora se parece a alguien que andará en novedad de vida. Antes era civil, ahora es soldado, ¿cierto? Por eso no vemos a los tipos corriendo por el campo de batalla en pantuflas con pantalones Capri tratando de expresarse. ¿No es cierto? «Soy un artista», ¿cierto? La ropa nos hace saber: «Oh, ya vemos quiénes son».

Asimismo, el día de su boda, ¿no es cierto damas? Se ponen una bata y una cosa en la cabeza, ¿verdad? Creo que lo llaman el velo. He vivido cuarenta y dos años sin velos. Creo que es un velo. Y entonces entran como mujer soltera, y salen como mujer casada. Literalmente, el papá las lleva al altar y es el comienzo de una nueva trayectoria en su vida, y las identificamos con un traje de novia blanco. Se quita uno, se pone otro. Una nueva identidad, cuando uno sabe quién es, sabe qué hacer.

Cuando se levanten mañana, al vestirse físicamente, recuerden cómo Jesucristo, si son cristianos, los ha vestido espiritualmente. No soy culpable, he sido perdonado. No soy odiado, soy amado. No estoy lejos, me han acercado. No estoy excluido, fui reconciliado. Dios no está contra mí, está conmigo. Dios no está enojado conmigo, me ama. No necesito pagarle a Dios, Jesús ya pagó mi deuda. No necesito limpiarme, necesito recordar quién es Jesús y lo que hizo, y vivir partiendo de mi nueva identidad que Él me ha dado.

Y cada mañana, al vestirse físicamente, recuerden cómo Jesús los vistió espiritualmente. Y al salir por la puerta, recuerden: «Estoy caminando con Él cuando voy al trabajo, cuando voy al colegio. A donde quiera que vaya, ahora ando así como cristiano. Estoy en mi nueva identidad, estoy vestido de justicia, y de amor, y de la amistad de Jesucristo, y puedo andar de una forma digna de esa relación». Ese es el lenguaje que Pablo usa aquí. Y ansío muy desesperadamente que ustedes tengan eso en la práctica. Quiero eso para ustedes.

Levemente religioso, religioso-secular, espiritual, religioso-devoto, y desesperado

Algunos de ustedes van a luchar con esto. Hay 5 clases de personas que van a escuchar esto. Algunos de ustedes son levemente religiosos y suponen: «Ya soy suficientemente bueno. No necesito aquello de que ‘el viejo yo muere, y el nuevo yo surge; que debo despojarme de la vieja vida y ponerme la nueva, y venir a Cristo’. Soy una persona relativamente buena. Al parecer estas personas malvadas sentadas a mi alrededor reaccionaron en forma exagerada. Los que realmente lo necesitan son las personas perturbadas».

Usted no es suficientemente bueno. Dios no ve a las personas como buenas y malas, sino como perfectas e imperfectas. ¿Adivine en qué categoría está usted? Jesús dice: «Sean perfectos». Ese es la norma de Dios. Dios ve a todos, y Jesús, como imperfectos y perfectos. Ser religioso, moral, un buen ciudadano, no es aceptable a los ojos de Dios. En la primera lista de personas que vimos bajo la categoría del viejo usted, está hablando a unos que son levemente religiosos, morales, respetan la ley, pagan impuestos; ciudadanos decentes que están excluidos de Cristo, con el pensamiento vano y el entendimiento entenebrecido, el corazón empedernido, y el alma insensible.

Segundo, algunos de ustedes son religiosos-seculares. No tienen una religión, pero tienen celo religioso por alguna causa. Y suponen básicamente que: «El mundo es un lugar malo, pero soy una buena persona y estoy aquí para hacer una diferencia. Voy a escoger una causa y voy a ponerla como adhesivo para el parachoques, en una camiseta, y lo pondremos en los brazaletes, y seré el paladín de mi causa, o de nuestra causa, porque somos gente buena. Estamos aquí para ayudar, estamos aquí para salvar, estamos aquí para marcar la diferencia. No creemos en Jesús, pero creemos que tal vez seamos un poco como Él. Estamos aquí para evitar una catástrofe».

Así es toda la región noroeste del Pacífico. Para cerciorarme de haber ofendido a todos, permítanme decirles que no es porque creamos en la inclusión. Creemos que debemos incluir a todos en la ofensa del evangelio, ¿de acuerdo? Que esta generación completa se ha apartado de la fe cristiana y se ha abocado a las causas farisaicas. Ellos dirían: «Sí, el mundo está lleno de pecado y del mal, y qué bueno que estamos aquí con nuestra organización para arreglarlo y hacer la diferencia». Es farisaico, arrogante, orgulloso. Y usted no es el primero en pensar así. Porque el problema no está allá afuera, sino aquí. Y el problema no son ellos, está en mí. Más que causas, necesitamos a Cristo.

Algunos de ustedes no son cristianos, pero son muy espirituales. Y les gusta pensar: «Sí, Mark, necesitamos cambiar. Necesitamos evolucionar a un estado más elevado de consciencia». Dicen cosas así. Ni siquiera sé lo que quiere decir, y yo asistí a la universidad.

Y después será la persona que— ¿Han visto a alguien cazando mariposas? Así son ustedes con las tendencias espirituales, ¿verdad? «Oh, acaba de salir un nuevo libro sobre cómo ambientar su casa con el Feng Shui. El problema es que la energía fluye en dirección equivocada. Por eso es que usted es un patán, porque la mata está donde debería estar la mesa. Por eso es un patán. Cámbielos de lugar y todo estará mejor, ¿no es cierto?». «Oh, necesita tomarse un café descafeinado». Oh, está bien. «¿Ha probado las bayas de açaí?». No, todavía no. «Sí, las bayas de açaí limpian, eliminan las toxinas. Respire profundo, tómese un descafeinado, escuche grabaciones de sonidos de agua corriente, su vida entera cambiará». «Ah, con un enema de café ¿o qué?». No, de acuerdo, tal vez debemos omitir esa parte, pero eso es cierto, así que quizás no.

O sea, usted se vuelve—va detrás de todas estas— «Oh, hay un libro nuevo, hay un gurú nuevo. Oh, mira, hay un tipo de un país oriental, tiene pelo facial, se pone un pañal. Es capaz de sentarse en una posición que el pastor Mark nunca podría imaginarse, y suena . . . a ver, intentémoslo». Y no es nada más que un truco o juego del marketing para venderle productos que no funcionan hasta que se muera y vaya al infierno en la posición de loto con la baya de açaí, ¿cierto? O sea, así es. «Tiene el karma y el chakra horriblemente desajustados».

Cuarto, algunos de ustedes son religiosos devotos, y dirían: «Sí, necesito auto-disciplinarme más. Necesito organizarme más. Necesito sentir el camino a mi pecado. Necesito tener más habilidad propia para controlar mi vida. Necesito obedecer». ¿Y sabe qué? Usted usa mucho la palabra yo, y no tanto el nombre de Jesús. No dice cosas como: «Jesús, gracias por cambiarme. Jesús, gracias por vestirme. Jesús, gracias por escucharme. Jesús, ¿podrías ayudarme? Es como si estuviera actuando para Dios como si Dios debiera estar decepcionado o impresionado con usted. Esa no es la clase de relación que el Padre desea tener con sus hijos. Él está ahí para ayudarles.

Y por último, algunos de ustedes no tienen ninguna esperanza. «Mark, mira, he intentado muchas cosas. He intentado arreglar mi vida. No pienso que esto sea para mí. Las cosas que he hecho, cómo voy a enmendarlas. La vida que he llevado, mírala, me pillaste, sé que es insensata. Solo necesito aceptar mi suerte. Yo la hice y ahora la estoy pagando. He sembrado vientos y estoy cosechando tempestades». No es así, no es así, no es así.

¿Cuál es su identidad?

De hecho, hablando de esto Pablo dice en Filipenses 3, o sea, el hombre que escribe esto. Filipenses 3:5–6: «Circuncidado el octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia de la ley, hallado irreprensible».

No sé cuál sea su identidad al venir aquí. «Soy bueno, soy malo. Soy fuerte, soy débil. Soy triunfador, soy un fracasado. Soy deseable, soy indeseable. Pienso estar bien con Dios. Pienso que Dios está bien conmigo». Ante todo necesita identificar su identidad actual, presente.

Pablo hace eso. De familia judía, un buen muchacho, de una gran escuela, sabía hebreo, fue circuncidado al octavo día, de un gran linaje familiar, muy ferviente, muy consagrado, diezmaba el 10 por ciento, tenía todas las credenciales. «Mi identidad era genial, moral, devoto, exitoso, religioso». ¿Cuál es su identidad?

Esto aterrará a algunos de ustedes. Al conocer a Jesús, al recibir una mente nueva, ve las cosas de otra manera. Al recibir un corazón nuevo, al recibir nuevos deseos, y un nuevo poder mediante la Persona del Espíritu Santo, dice lo siguiente: Capítulo 3, verso 8 de Filipenses: «Considero que todo esto es basura». Algunos lo traducen estiércol. La próxima vez que saquen la basura, recuerden, así es la identidad aparte de Cristo . . . bum. La próxima vez que salgan a caminar y vean el estiércol de un perro, es algo explícito, así es la identidad aparte de Cristo, así es la identidad aparte de Cristo. Usted podría decir: «Vean lo nítido que se ve este estiércol. Este estiércol es más grande que el otro estiércol. Este es el estiércol más grande que he visto». La identidad aparte de Cristo es así, eso dice Pablo.

Y todos estamos tratando de crear una identidad y defender esa identidad. El viejo usted, el nuevo usted. Quien era aparte de Cristo, quien es ahora en Cristo, ¿cierto? Despójense de la vieja identidad. Digan: «Saben que, ya no soy así». Pónganse la nueva identidad. «En Cristo soy esto ahora. Y la identidad es Cristo, no usted, ¿de acuerdo? No puede hacer nada para que Él lo ame más, no puede hacer nada para que Él lo ame menos. Usted no puede ser perdonado más que totalmente perdonado. No puede ser más nuevo que totalmente nuevo.

Recibir, entender, y andar en su nueva identidad

Primero quiero que reciban eso. ¿Han conocido a Jesús y nacido de nuevo? ¿Son nuevos? Segundo, quiero que entiendan su nueva identidad para que a diferencia de esta joven mujer, no gasten los años como cristianos que no saben cuál es su identidad. Y tercero, quiero que anden en eso, ¿de acuerdo? Empiecen a tomar decisiones muy pero muy prácticas en lo que comen, lo que toman, dónde viven, lo que visten, con quién salen, con quién se casan, cómo crían a sus hijos, cómo gastan el dinero, lo que ven, los sitios que Internet que frecuentan. Todo eso es parte del andar.

Algunos de ustedes dirán: «Hombre, me he apartado tanto de Jesús». La buena noticia es esta: «Si para y se da vuelta, encontrará que Él lo ha estado siguiendo todo este tiempo. Él no está lejos. No está lejos. Y hacemos lo siguiente: Lo invitaremos a responder, vamos a responder. Dios inicia y nosotros respondemos. Dios nos cambia, por eso cambiamos nuestro proceder. Dios cambia nuestra mente, por eso cambiamos cómo pensamos. Dios cambia nuestros deseos para que cambiemos nuestros anhelos.

Bien, ahora vamos a responder. Dios nos ha dado a Cristo en una nueva identidad y nosotros respondemos. Respondemos al dar, respondemos tomando comunión, respondemos cantando. Mientras los mayordomos financieros pasan al frente a recibir nuestras ofrendas, permítanme decirles, si son nuevos, permítannos saber quiénes son. Incluyan la tarjeta de visita para hacerles seguimiento.

Mientras recolectan la ofrenda, permítanme explicarles nuestro fin de semana más grande del año. Se avecina. ¿Cuál es? ¡La Pascua! El día en que celebramos la resurrección victoriosa de nuestro Dios y Salvador Jesucristo. Para nosotros en Mars Hill, esto es lo máximo. Es el gran día. Estamos orando para que veinte mil personas asistan a cuarenta y dos servicios en catorce localidades, en cuatro estados, con transmisión simultanea en vivo, estaremos entrelazados como una gran familia épica de la iglesia. Demostramos la diferencia que hace Jesús, y lo hacemos por medio del bautismo.

Al ser bautizadas, las personas declaran: «Jesús está vivo. Murió por mis pecados, resucitó para darme vida nueva; estoy identificándome públicamente con él». Oren para que familiares, amigos, vecinos, y compañeros de trabajo vengan a la iglesia con usted. Invítenlos, oren para que conozcan a Jesús. Si nunca han sido bautizados, apúntense para que podamos bautizarlos. Quiero mostrarles cómo va a ser, para que se emocionen, ¿está bien?

[Música] «Confía, hijo; tus pecados te son perdonados». «Confía, hija, tu fe te ha salvado». «Confía. Levántate; Jesús te llama». «Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo». [Música]

Pueden aplaudir si quieren. Será fabuloso. Estamos orando para que sea un gran domingo, así que oren por nosotros todo el fin de semana de Pascua. Vamos a participar en la comunión. Recordamos el cuerpo quebrantado de Jesús y la sangre derramada de Jesús, ¿verdad? Que en Cristo somos hechos nuevos. Al participar, si son cristianos o si se vuelven cristianos hoy, estarán identificándose públicamente con Jesús. Y quiero que observen mientras otros participan en la comunión a todas las personas que han recibido vida nueva y una nueva identidad en Cristo, y cómo Jesús ha amado personalmente a tantos. Después vamos a cantar porque tenemos mucho que celebrar. Tenemos a Alguien a quien celebrar. Algunos de ustedes dicen: «Yo no canto». Ese era el viejo usted. El nuevo usted es un cantante, por favor párese y ore.

Oración

Dios Padre, muchísimas gracias por la oportunidad de estudiar el gran libro de Efesios juntos. Dios, sabemos que como es Palabra eterna, siempre es una Palabra oportuna. Dios, hoy por hoy con los medios sociales, y la ropa que vestimos, el auto que manejamos, y hasta nuestra forma de presentarnos, lo único que nos interesa es formar y conservar nuestra identidad, gracias por la verdad bíblica grande, oportuna y práctica de que simplemente existe lo viejo y lo nuevo y que con Cristo nos hemos vuelto personas nuevas. Señor Jesús, ayúdanos a recordar eso y a andar en eso prácticamente y a diariamente. Dios, y oro por mis amigos. Y Señor Jesús, te doy gracias por la mujer joven que con tanto denuedo pudo compartir su testimonio, de que había sido cristiana por muchos años sin saberlo, y sin andar en esa realidad. Pido sobre todo hoy, Señor Dios, por los que como ella son cristianos pero no saben quiénes son, y por ende no saben qué hacer. Espíritu Santo, ayúdanos a no olvidar jamás quiénes somos en el nombre de Jesús, amén.

Nota: Esta transcripción ha sido editada para la legibilidad.